Pues bien, tras descansar apenas 4 horas la primera noche, me acerque a la estación de tren Keleti, andando ya que estaba muy cerca (motivo de elección del Hotel) para poder imprimir los tickets del tren, ya que los había comprado por internet pero es necesario imprimirlos en una de las máquinas automáticas que tienen en la estación la compañia ferroviaria húngara; como no sabía cuanto de difícil resultaría me fui un par de horas antes para no tener complicaciones. Fue bastante fácil una vez elegido el idioma Español (Se agradece que lo tenga la máquina) pulsas e-ticket y poniendo el número salen los billetes (como había leído en el foro sale un solo billete para la ida con todas las personas y otro billete para la vuelta igual). Así que me paso por una tienda de la estación y compro una especie de Napolitanas para desayunar bastante buenas y con un sabor típico muy distinto a las de otros sitios para comer antes del viaje.
Una vez con los billetes todos vamos a la estación para subir al tren que sale puntualmente
Llegada a la estación de Viena puntualmente y pasamos al metro, sorprende que había una fila bastante grande para sacar los tickets del metro, aunque no tienen tornos y la entrada es libre; nosotros evidentemente compramos los tickets (por cierto en vacaciones, los menores en edad escolar no pagan el transporte público
Nos alojamos en un apartamento a la espalda del Ayuntamiento de Viena, en un edificio antiguo pero muy bonito y con todas las comodidades que puedes encontrar OK.
Ya en Viena nos dedicamos el primer día a ver la ciudad paseando tranquilamente pero sin pasar a ningún monumento salvo las iglesias, de este día tengo que destacar el edificio del Ayuntamiento, la catedral y muchos edificios realmente bonitos.
Nos encontramos que en el Ayuntamiento tienen un festival de música de cine y todos los días a las 9 retransmiten en una pantalla muy grande un concierto de música o una Opera, etc. Nosotros vimos el concierto de Alicia Keys y estaba todo lleno; a la vez tenían multitud de bares al aire libre y de puestos de comida en la calle con salchichas, etc.
La verdad que me causó una impresión inmejorable una ciudad monumental sin nada que envidiar a otras más conocidas.
Asi que nos fuimos a descansar que hacía falta para emprender a otro día la visita al palacio Hofburg.
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