Hola de nuevo, volvemos al blog con el primer post con la casa a cuestas
Tras recoger la autocarava en Christchurch, nos dirigimos a Akaroa, un pueblecito que está a una hora de esta ciudad y que nos encantó por el buen rollo que tiene. Este lugar es especialmente diferente al resto ya que se trata del único asentamiento francés del país. Si decides hacer una pequeña parada en esta localidad, date un paseo por el puerto, que tiene mucho encanto
Sobre Akaroa, comentar que cuando estuvimos haciendo la ruta, leíamos distintas opiniones sobre si mercería o no la pena acercarse a este lugar. Lo cierto, es que bajo nuestro de vista es un sitio bastante bonito. Puede que no sea un lugar en el que poder ver cosas en concreto pero si tienes tiempo para ir a descansar una mañana/tarde, puede ser una buena opción.
De aquí, nos marchamos hacia los lagos Tekapo y Pukaki. Esta trayecto fue de los más largos de nuestro viaje. Era el principio de nuestro road trip y todavía no le teníamos pillado el punto a los tiempos; nos empanamos un poco en Akaroa y ello provocó que llegásemos muy tarde a nuestro destino. Esa noche tocaba improvisar donde dormir y ya tarde (en torno a las 21horas) fuimos a buscar sitio en un par de campings y estaban completos, por lo que tuvimos que irnos a uno tipo low cost, más básico. A la mañana siguiente nos dimos cuenta que tenía unas vistas bastante chulas
Sobre los campings, comentar que hay muchos en los que a la entrada, si has hecho reserva, tienes un sobre con tu documentación para hacer auto check in. Además, hay un número determinado de plazas que las puedes ir cogiendo sin reserva previa. Pero es posible que os pase como a nosotros, que a las 21 horas ya no quede ninguna. Al final, esa hora es bastante tarde para este país, por lo que intentad llegar pronto a los sitios para aseguraros tener una parcela en el camping.
Al día siguiente, tocaba visitar el famoso Monte Cook, la cima más alta de Nueva Zelanda!! Hay varias opciones de rutas; nosotros decidimos realizar el Hoockey Valley Track. Se trata de un trekking de unos 10 kilómetros en los que atraviesas puentes, cruzas riachuelos…y todo esto en un torno espectacular rodeado de montaña y nieve. Sobre las rutas de senderismo en esta zona, veréis que hay varias opciones. Esta en concreto es la típica que hace la mayoría de la gente
¡Si vas en verano, podrás contemplar todo el paisaje nevado pero también escuchar aludes y ver cómo baja con fuerza el agua del deshielo!