El resumen del trayecto fue:
• 1 noche en Oslo
• 1 noche en Alesund
• 1 noche en Valldal (fiordo Geiranger)
• 1 noche en Skei
• 1 noche en Bergen (fiordo de los Sueños)
• 1 noche en Ulvik (fiordo Hardanger)
• 1 noche en Norheimsund (fiordo Hardanger)
• 1 noche en Bergen
• 1 noche en Oslo
De nuevo es un viaje que no habíamos planeado con mucha antelación. Al principio sólo teníamos claro que el punto de partida y llegada sería Oslo (que es hacia donde compramos el vuelo de ida y vuelta desde Madrid), y que queríamos hacer un trayecto en tren Bergen-Oslo, dado que en casi todas las guías lo presentan como uno de los trayectos en tren más bonitos de Europa.
Alquilamos un coche en Oslo para devolverlo en Bergen. Tuvimos que pagar el “one-way” de devolverlo en otro sitio, pero tener un coche nos daría más libertad.
Al final comprobaréis que el recorrido no está optimizado porque pasamos dos veces por Bergen. Esto es porque en los planes iniciales estaba el bajar al sur, para visitar el Púlpito (Preikestolen), pero una vez en Bergen nos lo pensamos mejor y vimos que serían demasiadas horas de coche. Por eso, en su lugar pasamos los últimos días en el fiordo de Hardanger. Si desde el principio hubiéramos quitado el Púlpito de los planes, habría sido más óptimo ir del fiordo de los Sueños al fiordo de Hardanger sin pasar por Bergen (yendo por Vossevangen).
Domingo 6 de Julio 2014.
Salida de Madrid a las 9:00h en vuelo directo a Oslo con llegada a las 12:45h con Norwegian. Buen vuelo, con wifi gratis en el avión.
Teníamos casi todo el día para visitar la ciudad. Recogimos el coche reservado que teníamos en el aeropuerto, con Europcar. Tuvimos suerte y nos dieron un coche superior a lo contratado (CDMR), con navegador y cambio de marchas automático. Aunque tampoco fue barato: 77 euros al día, por 8 días, más 150 euros por dejarlo en Bergen.
Teníamos reservada habitación en el hotel Saga, que además tenía unas plazas de parking gratis. Hotel correcto para lo que son los precios noruegos. Comimos en la habitación con los bocadillos que llevábamos en el equipaje. Durante la tarde visitamos el Slottsparken, y luego fuimos bajando por toda la calle principal (Karl Johans gate) hasta llegar a la estación de tren y al edificio de la Ópera. Tomamos un primer contacto con los precios de comer y beber en Noruega al tomarnos unas cervezas por 12 euros cada una. Hacía las 21:30h ya teníamos hambre y decidimos cenar antes de que fuera más tarde y cerraran todo. Cenamos por el centro en el Brasseriet 45, un par de platos principales y un entrante por 75 euros.
La verdad es que con sólo una tarde ya nos habíamos hecho una idea global de lo que era Oslo.
Lunes 7 de Julio 2014.
Tras desayunar en el hotel nos esperaba todo un día de coche para llegar a Alesund. El plan era gastar un día en este viaje y así poder aprovechar ya los días siguientes para ir visitando la zona de los fiordos más despacio.
Fuimos por el interior de Noruega, pasando por Lillehammer, Otta, Dombas y Andalsnes, aunque no paramos en ninguno de esos pueblos para no alargar más el tiempo de viaje. Realmente es una ruta de sólo 560 km pero es que al poco de salir de Oslo toda la carretera es una nacional de doble sentido con limitación de velocidad a 70 km/h en su mayor parte, por eso se tarda tanto. Además que lo habitual en Noruega son muchos túneles, curvas y cuestas en las carreteras.
Comimos en el camino, de nuestros propios bocadillos que llevábamos, en uno de los múltiples merenderos señalizados que hay a lo largo de la carretera. El día estaba lluvioso así que tampoco apetecía mucho estar paseando fuera del coche.
A partir de Otta el paisaje se vuelve más montañoso y se empiezan a ver las primeras cascadas espectaculares a un lado y a otro de la carretera. Como llovía no nos paramos mucho, sólo a hacer algunas fotos, pero en alguna se podría haber hecho alguna aproximación a pie para verlas más de cerca. La verdad es que en Noruega puedes ver turismo paisajístico sin bajarte del coche.
Desde Andalsnes a Alesund la carretera ya va por la costa, con algunos túneles bastante largos.
Llegamos a Alesund con cielo despejado sobre las 20:00h, al hotel Rica Parken (el más barato de todo el viaje), con tiempo para cenar por el centro (tres platos grandes, por 90 euros), y dar un paseo antes de la puesta de sol. Bueno, el sol se escondió, pero realmente no se llegó a hacer de noche. Al estar tan al norte y en este época del año, el cielo se mantiene en penumbra toda la noche sin oscurecerse del todo.