Península de Snæfellsnes parte II, vimos espectaculares campos de lava, como no teníamos muchos puntos de interés planificados desde casa decidimos desviarnos de la carretera 54 hasta el pueblo de Helgafellssveit donde esta situado el museo del tiburón, la carretera 577, de tres dígitos nos empezaba a mostrar la dureza de estas carreteras, por llamarlas de alguna forma.
Después de ver campos de lava que parecía la luna llegamos a Stykkishólmur, de donde parte el ferry Baldur. Comimos, después de comparar precios en los restaurantes del pueblo, optamos por un fish and chips en un puesto del puerto, el único abierto y que curiosamente estaba al lado de uno de helados (¿?). La verdad que el fish and chips era muy caro, pero estaba buenísimo! El rebozado y como estaba hecho el pescado con limón estaba delicioso. Como nos quedaba un poco aun para subir al ferry subimos al faro para hacer cuatro fotos.
El ferry la verdad que fue un poco durillo, no por la duración sino porque el mar estaba bastante picado, así que biodraminas al poder. Hace una pequeña escala en la isla de Flatey que ni subió ni bajo nadie, solo mercancías. En el barco encontramos una pareja de catalanes que también viajaban con una niña (bastante más mayor) y en autocaravana, durante un par de días nos seguimos las pistas.
Al llegar a los fiordos del oeste teníamos varias opciones, pero como nos imaginábamos las carreteras malas y soplaba bastante viento decidimos ir tirando hacia el camping de Breidavik a unos 14 km de Látrabjarg! Que acierto! Fue un poco paliza porque además paramos en pocos sitios para hacer fotos para intentar llegar pronto, paramos en el “museo” que tiene un hombre de aviones y bueno, curioso pero nada más y luego paramos en el barco que hay justo en el cruce entre la 62 (asfaltada) y la 612 (tierra y mala) para hacer cuatro fotos con el poco sol que quedaba.
Llegamos, como todos los días, sobre las 20h al camping, ideal para cenar, ducharnos y descansar. Para rematar el día nos regalo una puesta de sol en la playa de arena amarilla (pocas hay) de Breidavik de esas que no olvidas.
Fiordos del oeste I: impresionantes fiordos, lugares mágicos y aventura:
Antes de empezar la etapa desayunamos en el camping y aprovechamos para preguntar si valía la pena hacer el desvío hacia la playa de Raudasandar. El mismo chico nos comento que él no le veía nada especial, que para ver los tonos rojos dependía mucho del sol (aquel día, como no, nublado) y que no valía la pena desviarse, además llevábamos una etapa bastante completa y queríamos cumplir con la norma de llegar sobre las 20h al camping de Ísafjörður y como teníamos suficientes puntos de interés prescindimos de esa playa.
Así que seguimos 14km hacia el norte para llegar a los acantilados de Látrabjarg con la esperanza de ver algún pufffin y de compararlos con los cliff de Moher. INCREIBLE! Naturaleza salvaje en estado puro, Patri e Irene no pudieron hacer el trail ya que el viento que soplaba era bastante peligroso, en realidad seriamos 4 o 5 imprudentes haciendo fotos, realice mas o menos unos 5km por los acantilados y la verdad que quede alucinado y marcado por esa experiencia, impresionante los 440 m sobre el mar.
El día no permitía ver Groenlandia, pero en buenas condiciones se puede ver, esta a unos 300 km. Puffins solo vi uno a lo lejos volando y despegando del nido, pero entre que son pájaros pequeños y que estaba muy lejos, le pude hacer una foto y poco mas.
Vistos los acantilados nos tocaba retroceder y rehacer la carretera 612 de la etapa anterior, la verdad que los 46 km de tierra se me hicieron largos, pero una vez llegados al barco la carretera se vuelve de asfalto, la 62 que es bastante buena.
Decidimos seguir con el plan previsto y visitamos los tres pueblos que teníamos apuntados, la verdad que tampoco matan, pero ya que están en ruta se visitan. Si quieres ir mas directo entre Látrabjarg y Dynjandi (Fjallfoss) puedes ir por la 62 volviendo al puerto del ferry Baldur y luego subir hacia el norte. Nosotros, sin embargo aprovechamos para usar por primera vez la guía especial de pozas de agua caliente y que acierto: Reykjafjardarlaug!!!
Primero comimos en plan tranquilos dentro de la caseta de madera para cambiarte la ropa, el viento no nos permitía hacer la comida fuera. Estábamos en medio de un fiordo espectacular y… solos! Que increíble una piscina artificial caliente pero lo más espectacular es la poza que hay a unos 10 – 15 m de ésta, es poco profunda pero rodeada de un fiordo tan bonito, la verdad que es una experiencia única en Islandia. Al cabo de poco llego una furgoneta alemana con un chico que muy amablemente estuvimos compartiendo experiencias además de que el chico se puso a limpiar la zona, la verdad que la raza humana somos unos guarros, le eché un cable y después de comentar temas de Islandia aprovecho para bañarse solo, nosotros luego hicimos lo mismo. La verdad que de coches se pararon unos cuantos, pero hacer la foto e irse, 5 minutos al contados, la verdad que cosas así únicas hay que disfrutarlas. Por eso es importante no apretar las etapas mucho, porque te encuentras cosas así y creo que hay que disfrutarlas bien.
Luego del baño teníamos bastante carretera, pero el paisaje era increíble, fiordos cerrados, sin árboles (en comparación con Noruega) con miles de cascadas, llegamos por fin a la cascada de Dynjandi (Fjallfoss), INCREIBLE! Es una cascada compuesta de muchos saltos, vale la pena subir hasta arriba para ver la vista del fiordo y para comprender la envergadura de la cascada, una de mis favoritas sin duda. Comentar que la carretera para llegar son puertos de montaña donde íbamos contando la temperatura mas baja (1º) niebla, nieve, viento, todo esto por un puerto de montaña sin asfaltar, vamos una aventura muy bonita, nos cruzamos con tres coches y vimos alguna autocaravana dar media vuelta, además de ver increíblemente algún coche tirado, abandonado en medio de la nada… increíble.
Seguidamente nos quedaba más carretera sin asfaltar hasta enlazar la carretera que nos llevaría a Ísafjörður, a destacar sin duda alguna el túnel de 7km de doble sentido pero de un solo carril, alucinante! Nos cruzamos con dos coches, cada 100 metros, creo, hay un apartadero para poder cruzarse. Al llegar a Ísafjörður nos dimos cuenta de que mucha capital de los fiordos del oeste, pero… nada, como siempre, pocas cosas, así que fuimos a cenar a un sitio que era un poco todo… restaurante, heladería, tienda de souvenir, cenamos muy bien, eso si, granizando en la calle a 0 grados y el camping más horrible de la historia, caseta de madera con wc y una ducha y nada mas, montar la campervan aquel día fue duro y quizás el día que mas rápido la monte… tocaba irse a dormir prontito que la etapa 5, la mas larga en km, nos esperaba…
Fiordos del oeste II: fiordos, ballenas y vuelta a la N1:
Aunque era un día de muchísima carretera solo teníamos dos o tres puntos de interés fijos, lo demás seria ir parando en función de lo que veíamos! Que fiordos, en este día decidimos que el próximo viaje a Islandia lo realizaríamos con campervan pero 4x4 bigfoot o lo más grande en ruedas porque habían cascadas, rutas, carreteras que alucinamente tendrían que ser súper salvajes, para otro viaje quedaba… todas la carreteras de este día estaban asfaltadas y eran muy buenas, ninguna queja.
Al salir de Súðavík vimos un cartel muy curioso, en no se cuantos km no había gasolinera, así que el coche nos marcaba dos rayitas por encima de medio deposito, por precaución decidimos ir a poner diesel! Consejo muy importante cuando no sabes bien cuando volverás a poner combustible, aunque parezca una idiotez, poner siempre gasolina cuando podáis. Vaya, la gasolinera no funcionaba, o no tenia diesel o a saber, ya habíamos puesto combustible en Islandia así que no sabíamos que pasaba… total, Hólmavík era una parada con gasolinera así que seguimos, sin preocuparnos, haciendo la ruta.
Fiordos increíbles, entre fotos y fotos comentábamos que el nivel de gasolina no bajaba, nos extrañaba pero no preocupaba, total, llegamos al primer punto de interés, una piscina natural en el pueblo de Drangsnes pero estaba reventada de gente, vimos algún cartel de que habían ferrys para ir a la isla de Grimsey para ver puffins, pero decidimos que no, apretaba el hambre así que llegamos a Hólmavík, el museo de la brujería estaba cerrado, hacia un viento bastante molesto para cocinar con la campervan, así que, restaurante, habían dos así que poca opción.
Escogimos el Café Riis, comida casera, mucha cantidad, algo caro, pero nos encanto! Probamos la carne de ballena, por desinformación aunque reconozco que me encanto de lo buena que estaba… pero luego me arrepentí mas que nada por la excursión a Húsavík y todo lo que los guías te explican. Como nos quedaba mucha carretera para llegar a Hvammstangi donde dormiríamos decidimos comer rápido y seguir, la verdad que al subir al coche ni nos fijamos que el nivel de gasolina seguía en justo medio deposito, así que no pusimos combustible, error, pero el indicador nos marcaba que aun teníamos combustible…
Total seguimos adelante, mas fiordos increíbles, buscamos focas sin suerte y ballenas tampoco, así que llegamos bastante prontito a Hvammstangi, sobre las seis de la tarde. Paramos en una gasolinera a valorar que hacíamos si poníamos o no gasolina porque lo del nivel nos desconcertaba mucho… pregunté a mi hermano que entiende mucho de mecánica y bueno replanteamos la ruta y descartamos la península del Vatnes, por la paliza que supone y porque preferíamos ver bien las cosas y no rápidas, y por lo tanto, decidimos adelantar la etapa siguiente yendo a dormir a Blönduós, así al día siguiente iríamos mas relajados. Perfecto, subimos al coche, cogemos la carretera 1 y a unos 10 km de Hvammstangi se nos para el coche! Vaya, se me ha calado? Imposible… que raro, todo marca bien, tiene batería, tiene medio depósito, que le pasa, vuelvo a encender y me deja hacer 200m más, justo a la entrada de un hotelazo donde nos quedaríamos 24h todo tirados….
Hoy subo el diario completo, he dedicado mas de 20h en escribir,buscar fotos, hacer los mapas, etc. Espero que pueda ayudar y que me critiquéis al máximo para mejorar mis diarios!
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Hay gente para todo y para ná. Desde la persona que va, se hace un par de fotos en Skogafoss y le da pereza subir la escalera hasta quien se ve Kvernafoss, se sube a la plataforma y sigue por la senda a ver más cataratas. Puedes estar media hora o medio día
¡Depende de las personas!
Eso mismo le puedes aplicar a todos esos lugares.
Es como si te vas al museo del Prado solo 30 minutos y tienes que decidir entre ver 30 cuadros en tres salas contiguas o ver 15 esparcidos por todo el museo pero más variados.
Lo bueno es que lo mires por donde lo mires te quedas así
Qué bien leemos Estamos para firmar contratos
De todas maneras vayas media hora o media de una hora está todo bien, lo que no estés en un sitio lo estarás en otro ya que siempre es tiempo insuficiente. Considera que a veces lloverá y tendrás que pasar de largo de algún lugar o verlo in the rain. O hacer gestiones varias a la espera de que salga el sol. Trata de maximizar la eficiencia de tu tiempo.
Tienes razón. Está claro que no puedo llevar un programa encorsetado por el tema del tiempo.
Dormiré las dos primera noches en Hveragerdi, la tercera cerca de Jokulsarlon y la cuarta en Hella. Mi idea inicial a partir del tercer día era hacer unos cuantos puntos a la ida como las dos cascadas, Reynisfjara, Jokulsarlon y Fjalsarlon, y Skatafell, Fjaðrárgljúfur y Dyrholaey a la vuelta... Pero lo que dices, la lluvia puede que lo modifique.
Gracias por tu ayuda.
La suerte es que generalmente los sitios están pegados a la carretera y a veces si no los ves a la ida (te pilla lluvia) lo ves a la vuelta.
La ringroad es preciosa sobre todo desde Hveragerdhi a Egilstadhir sin paso Oxi. En resto es carretera poco impresionante con honrosas excepciones. Por tanto, si vas y vuelves por el sur tienes ración doble de la carretera más escénica.
En Islandia es importante el poder de improvisación, de cambiar de planes, y de renunciar cuando hay que renunciar a algo para que el conjunto del viaje se resienta lo menos posible. La climatología y las horas de... Leer más ...