Nuestro Viaje a China. 15 dias con la mochila. (Terminado) ✏️ Blogs de China

Ultimo día en Shanghái, y como nuestro tren bala sale para Pekín tarde nos acercamos a ver El Bund, por lo que bien temprano nos levantamos recogemos nuestras mochilas y la maleta nueva que acabamos de comprar y dejamos las maletas en recepción.


Para ir al Bund es muy fácil, solo tenemos que coger la línea verde que nos deja en la Estación de metro Lujiazui (陆家嘴). La salida del metro nos deja enfrente del banco de china y si miramos a la izquierda podemos ver el icono de la ciudad, La torre Oriental Pearl TV Tower, desde tan cerca impone mucho más, y cuando te vas acercando puedes ver que está rodeada de cientos de focos de luces que son los que la iluminan de noche.


Este lugar no tiene nada que ver con lo que hemos visto en Pekín. Xiam o y menos en Pingyao. Es como estar en pleno centro de Madrid o cualquier ciudad importante Europea, vas a ver cientos de negocios, locales, centros comerciales muy modernos… esto nos aleja un poco de la china tradicional, pero merece la pena pasar por su grandes plataformas que unen los distintos puntos del Bund.

Desde esta torre pasamos por un puente colgante donde podemos divisar el resto de edificios que vemos desde el otro lado, como son la Torre Jin Mao, Word Financial Center (abrebotellas)… atravesando un centro comercial para que nos dé un poco el fresco y salimos por su puerta del fondo, y a unos cientos de metros llegamos al paseo marítimo, donde ahora vemos el otro lado del rio.

Las vistas son menos espectaculares que desde el otro lado del rio, pero aquí no hay gente, no hay masificación, por lo que nos tomamos un descanso sentamos en un banco y observando el rio, y los cientos de barcos que recorren el rio.


Como tenemos tiempo de sobra hasta la salida del tren hemos realizado nuestra siguiente parada en Peoples Square, donde hay mucha paz, nada más entrar vimos a muchas personas jugando a juegos de mesa, cantando, descansando… Si nos adentramos en el parque vemos que también hay una zona donde realizan exposiciones de arte, y un pequeño lago muy cuidado donde muchas chicas se estaban realizando un “book”.


Hoy es un día tranquilo, ya que no queremos pegarnos la sudadera y montarnos al tren muy sudados, por lo que por la tarde nos dedicamos a recorrer los grandes centros comerciales que rodean la zona. Cada tienda es más rara que la anterior, y como les encantan las cosas raras, siempre tienen alguna figura en la puerta.


Comimos por la zona y probamos varios platos típicos de china. Que la verdad estaban muy buenos.




De ahí pusimos rumbo a un StarBucks para tomarnos un café enorme para llegar en condiciones al tren ya que no somos de tomar té. Una vez salimos del centro comercial fuimos en busca de nuestra maletas y llegar de nuevo a la estación de trenes, donde nos esperaba el Tren Bala para llegar a Pekín.


Decir que este tren es el más caro que hemos pagado, pero es muchísimo más cómodo que los trenes anteriores. Viajamos en camarotes de cuatro camas con puerta corredera, tenían un poco más de espacio, pero sobretodo… el tren no hace prácticamente ruido, ni se mueve mucho.


Hemos descansado y menos mal… porque mañana veréis la “broma” para encontrar el hotel. Gracias al hotel y a google por mandarnos a 1 km del hotel…

¡Mañana más y mejor!

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Ya empezamos a contar las horas para abandonar el país, ya que hemos vuelto donde todo empezó, en Pekín, en la cual nos hemos dejamos algunas cosas para realizar estos últimos días. Nuestro último tren ha sido el más cómodo y silencioso, por lo que hemos descansado bastante, hasta el punto que Enma me ha tenido que despertar…


La estación de Beijing South es un laberinto para salir y tenemos que pasar por muchísimas barreras, todos como borregos y apelotonados, y por más que dices… voy a ver si hay menos gente en un rato para avanzar mejor… te das cuenta que la masa de chinos nunca acaba… bienvenidos de nuevo a Pekín.


Nada más salir de la estación nos dirigimos al metro para llegar a nuestro hotel y dejar las cosas, hasta la salida del metro todo fue perfecto, pero a la hora de encontrar el hotel… ha sido una odisea. El hotel en cuestión es el Pentahotel Behijing, que tiene MAL la ubicación tanto en google, como en Booking, porque esa calle no era. Para haceros una idea de donde marca booking (Rojo) y donde está realmente el hotel (Azul)…


Esto nos supuso perder 2 horas de nuestro viaje intentando que el bono de internet contratado en España fuera a más velocidad a través de la VPN, y por otro lado intentado que algún amable chino nos guiara. Hasta que por fin uno de ellos nos entendió y al enseñarle la reserva del hotel llamó a información en china para preguntar por el teléfono del hotel, llamó al hotel y le indicó donde estaba exactamente y nos acompaño muy amable… y llegamos… por fin… es la única vez que nos hemos perdido por china (y es un milagro) y de la forma más tonta posible. Otra de las “cosas raras” que hace google es marcar el mapa de tierra desplazado con respecto a las calles… lo que es una auténtica locura ir de un lado para otro con google maps.

En fin… llegamos al hotel y era un hotel más occidental que chino, actual, moderno… Por suerte nos dieron la habitación a la media hora y pudimos ducharnos y dejar nuestras cosas.


Una de las visitas que nos dejamos para nuestra vuelta a Pekin fue el Tempo de los Lamas, por lo que con una ducha y energías renovadas pusimos rumbo a ese templo. Para llegar al templo solo hay que llegar hasta la estación de metro Yonghegong Lama Temple de la línea 2 Azul.


El templo de los lamas es el templo budista tibetano más famoso ubicado fuera del Tibet, por lo que es una vista obligada en vuestra visita por Pekín.

Antes de llegar a la entrada existen varios comercios por la zona, donde vimos las famosas torturas con morro de pato… que no sabíamos si eran para comer… para vender como mascota… pero viendo donde estaban… creemos que serían para hacer una buena sopa…


Tenéis que tener en cuenta que el templo cierra a las 16:00 de la tarde, por lo que no lo dejéis para el final del día. La entrada vale 25 Yuan y con ella nos regalaron un pequeño CD, que aún ni hemos escuchado… a ver si esta semana lo escuchamos y subimos alguna canción a la web.

Desde la puerta ya se percibe un intenso aroma a incienso, y nada más entrar entenderás el porqué. La zona está rodeada de árboles, y de una gran tranquilidad. Cuando paséis el primer pasillo en la parte izquierda os darán unos paquetitos de incienso.


El recinto cuenta con varios pabellones como son, el Palacio del Rey Celestial, Palacio de la Paz Eterna, Salón de la Bendición Eterna, Salón de la felicidad sin límites… Todos parecidos, pero diferentes en su interior.

La gente reza y realiza ofrendas y peticiones en cada pabellón, dejando las baritas de incienso bajo de cada figura. Luego en la parte exterior encontrareis varios sitios para encender el incienso y dejarlo que se consuma poco a poco.


Es un lugar para relajarse y rezar, pero en 1:30 horas como máximo ya querréis salir para seguir vuestra marcha, que es lo que nosotros hicimos.

Ya eran cerca de las 15:30 de la tarde y sin comer aún, y solo nos quedaba esa tarde y la mañana del siguiente día para comprar varias cosas que vimos en Centro Comercial de la Perla. Pero antes de ir decidimos pasar por el Mercado de la Seda, donde comimos unos Dumplings recién hechos porque vimos como los hacían y estaban….buenísimos… y una cantidad desorbitada de comida a un precio decente.


Una vez con el estómago lleno entramos al Mercado de la Seda, y… decepción total. Precios muy muy altos, casi el doble de los que pedían en Shanghai. Aquí nos volvieron a meter a varios de sus zulos donde tienen toda la mercancía de “más calidad”, tantos bolsos, relojes, accesorios… Esto no es el autentico mercado de la seda antiguo, es un centro comercial donde ahora pagarán mucho por cada tienda y no encontramos nada diferente y barato.

Salíamos al día siguiente por lo que queríamos dejarlo todo comprado y ordenado en nuestras maletas, asique de nuevo fuimos al Mercado de la Perla, (Pearl Market, Hongqiao Market), donde cargamos con varios bolsos, carteras, cinturones… y como compramos prácticamente todo junto llegamos a una muy buena negociación.

Ya os dijimos que cuando os digan que un bolso vale 1500 Yuan y os neguéis a pagar esa cantidad y poner vosotros el precio… nunca nunca… digáis la mitad… eso es lo que les pasó a una pareja Esàñpla que iba con viaje organizado, que al no haber leído nada por internet pusieron el precio en 800 Yuan por una réplica de un bolso de marca, fue una “ganga” par aellos, cuando realmente la china hizo su agosto…

Después de meter todo en bolsas de basura negras volvimos al hotel, donde emparejamos todas nuestras cosas y así al día siguiente no perder el poco tiempo que nos quedaba. Nuestro último día de visitas había llegado a su fin y solo nos quedaba la mañana del día siguiente porque a las 14:00 teníamos que dejar el hotel. Cenamos algo ligero ya que no nos cogía nada después de la comida de este día, y nos fuimos a dormir sobre las 22:00 ya que la vuelta iba a ser muy muy ajetreada…


A la mañana siguiente nos levantamos, nos vestimos y decidimos ir a dar una vuelta por los alrededores del hotel mientras se hacía la hora ir hasta el aeropuerto, la mañana fue tranquila recorriendo la gran avenida que había junto al hotel, donde de nuevo hay cientos de tiendas, sobretodo de marcas caras.

Cuando llegó la hora de comer, habíamos visto un restaurante de pizzas gigantes que estaba lleno… de chinos, algo está cambiando en su dieta… Como nos esperaba un largo camino decidimos comer aquí, y menudo festín nos dimos a pizza (era la mediana…), una de las mejores pizzas que hemos probado y ha tenido que ser en Pekín… XD.


A partir de aquí volvimos a por nuestras cosas y pusimos rumbo al aeropuerto, donde casi 4 horas antes de la salida de nuestro vuelo estábamos facturando las maletas. A partir de aquí empieza nuestra odisea con la compañía AIR BERLIN…

Los billetes los reservamos con Viajes El Corte Inglés, por lo que esperábamos no tener más problemas de los que tuvimos en nuestro arranque del viaje… que nos tuvimos que ir un dia antes a Alemania por un cambio de horario de Air China, con lo que ya no cuadraba nuestro vuelo de salida desde Alicante con Air Berlín…

Intentamos 48 horas antes hacer Checkin en Air Berlín vía web, pero casualmente no nos dejaba…. Siempre salía un error. Por lo que estando en el Aeropuerto y siendo las 22:00 en Europa decidimos llamar a Air Berlín, con lo caro que nos iba a salir, nos atiende una chica que después de estar un poco perdida con el asunto, nos dice que no nos preocupemos, que aunque lleguemos justos de tiempo nos darán nuestra hoja de embarque sin problemas. No nos quedamos muy tranquilos… pero aceptamos.

Cuando montamos al avión éramos los únicos Europeos, y el avión iba casi lleno, y no entendemos como a nosotros nos revisaban en profundidad y ellos metieron en el avión comida en bolsas y no compradas en el aeropuerto. Es para nosotros una falta de respeto estar levantándose todo el rato y repartiendo comida entre sus conocidos, que encima olía fatal, hablando a gritos, sin parar de bajar y subir maletas… mientras las azafatas pasaban del tema.


Aguantando todo este tema nos ponen nuestra primera comida del día facilitada por AIR CHINA, que no estaba nada buena. Era como una suela de zapatos, pero bueno, no nos queda más remedio que comernos esto.

Nuestro vuelo transcurre más rápido de lo normal y haciendo cálculos con el monitor de vuelo tendriamos casi una hora y media para cambiarnos de avión con el vuelo que nos llevaría a Alicante…


Hablamos con las azafatas chinas para que nos dejaran salir los primeros del avión, y después de que nos entendieran nos pusieron delante a la hora del aterrizaje en Dusseldorf. Salimos del avión como balas, para pasar la aduana lo más rápido posible, y llegamos a la ventana de Air Berlín que ya no habia ningun pasajero, y cuando le dijimos quienes éramos y que veníamos de china ya pusieron una cara rara…

La chica muy “simpática” nos dio dos billetes para el vuelo, y corrimos hasta la puerta de embarque y nos pusimos a hacer cola porque aún faltaban 45 minutos para embarcar. Cuando fuimos a pasar nos dijeron… que tenemos que esperar, pero… esperar… ¿Para qué? Cuando entran todos al avión la chica se pone a hablar con el personal del avión y… overbooking, solo podía entrar uno de los dos…

Cansados de un viaje tan largo y encima nos dejan en tierra… se pensarían que no íbamos a llegar a su vuelo a tiempo o vete tú a saber, pero como la ley se lo permite dijimos que lógicamente viajábamos los dos juntos y que nos íbamos los dos juntos a Alicante en otro vuelo. Con nuestro cabreo y nuestros billetes falsos fuimos al mostrador de Air Berlín, donde lógicamente le explicamos la putada que nos han hecho y que solución nos daban, y la solución era ir de Dusseldorf a Zúrich, de ahí a Valencia y luego a Alicante… Como no nos quedaba más remedio aceptamos, pero abrimos una reclamación por lo que había ocurrido, y ellos directamente nos ofrecen 250€ (en descuento de vuelos) porque así lo dice la ley en nuestra situación.


Después de leer la Ley tenían razón y firmamos la hoja de reclamación a la espera que nos llegue a casa el descuento. Después de esto, ya no nos pasó nada más y llegamos a Alicante, y nuestras maletas salieron por la cinta (cosa que también dudábamos). Y aquí pusimos fin a nuestro viaje… deseando… empezar el siguiente.


P.D. Después de un mes sin recibir la carta de Air Berlín llamamos por teléfono 3 veces, y después de marearnos bastante y decir que íbamos a reclamarlo por otros medios… han decido darnos 500€ de descuento para nuestro próximo viaje. Esto nos ha pasado a la vuelta del viaje, pero si os ocurre a la ida como a mucha gente… por muchos “tickets” regalo que os den, no os va a compensar las horas de disfrute o servicios perdidos que ya teníais pagados…

¡Gracias a todos por seguirnos en este viaje! En breve abriremos un segundo Post con las dudas, cosas raras, experiencias y más… que vivimos en nuestro viaje. ¡Saludos Viajeros!

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