Hong Kong en 8 días para dar la bienvenida al 2017 ✏️ Blogs de China

Nos queda por visitar el templo budista Ten Thousand Buddhas, al norte de la ciudad, en la zona llamada Nuevos Territorios.

Horario de apertura, de 10 a 17h. Entrada gratuita. Para acceder desde el metro Sha Tin no está señalizado, así que os paso las instrucciones que yo copié de un blog : Coge la salida B del metro. Pasarás por delante de unas casas antiguas, la Tai Pau Village.
En la calle Tai Pau gira a la izquierda y luego en la calle Sheung Wo Che gira a la derecha.

Al final de esta calle se supone que habría signos en inglés, que no vimos, o no estaban, pero un sendero pavimentado se adentra entre los troncos de bambú y cuesta arriba al poco empiezan los cuatrocientos peldaños que llevan al monasterio.


La larga escalinata está acompañada de figuras de tamaño natural de budas dorados en posiciones variadas y con gestos faciales expresivos, muy divertido.

Llegamos a la cima del llamado monasterio (que en realidad no lo es, porque nunca han vivido monjes aquí). Es un conjunto de salas con altares dedicados a budas y una pagoda. También hay una cafetería y un baño.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

El templo principal es el que hace honor al nombre, pues en la pared se alinean hasta el techo miles de pequeñas estatuitas de un buda dorado sentado.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Des de la plaza del recinto se puede contemplar la vegetación que rodea la zona. Es un espacio muy tranquilo, con pocos turistas.

Hoy va de templos, ahora vamos al Wong Tai Sin, uno de los más famosos de Hong Kong. Éste está en la parada de metro del mismo nombre. El horario es de las 7 a las 17h. Entrada gratuita.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Dedicado al taoismo, se compone de varios salones y altares. También hay un jardín delicioso, con una catarata, un laguito, puentes, pavellones cubiertos. Se llama Good Wish Garden (jardín del buen deseo).

Lo más peculiar del lugar es una tradición consistente en coger prestada una cajita con palitos de madera dentro, con numeros grabados en ellos. Delante del templo uno se sienta en el suelo y va sacudiendo la cajita de forma rítmica hasta que uno de los palitos, con tanto movimiento, cae al suelo. Con el número del palito uno entonces va a uno de los varios adivinos que tienen su puestecito allí al lado y éste les pronostica su fortuna.

Relativamente cerca, a una parada de metro, en Diamond Hill, está el convento Chi Lin Nunnery con su maravilloso jardín adyacente Nan Lian Garden.

Está bien indicado a la salida del metro. Entramos el jardín (horario de 7 a 21h, gratuito) y nos recuerda a un jardín japonés. Varios pavellones, puentes, edificios de madera, estanques… La vegetación está muy cuidada y es espacioso y agradable. Un maravilloso paseo alejados del tránsito pero en medio de la ciudad.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

El jardín comunica con el convento. Su claustro alberga estatuas de dioses con sus frutas de ofrenda. Se escuchan los rezos que suenan como cánticos budistas, todo muy relajante. Pero a las 16:30 nos avisan que cierran.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Desde aquí tomamos el metro hacia Causeway Bay, una zona comercial muy moderna y animada. Circulamos con el tradicional tranvía de dos pisos, que es baratísimo, unos cincuenta centimitos de nada.

La zona de Times Square es igual de exagerada que la de Nueva York, montones de personas, millones de vatios en luces cegadoras de las fachadas de los edificios. Hay tiendas modernas pero en callejuelas cercanas hay mercadillos tradicionales también, y tenderetes de comida para llevar.

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El último día lo dedicamos a volver al centro. Nos falta por ver el Hong Kong Park.


Es una extensión bastante grande de jardines y lagos. En él hay un aviario cubierto por el que caminas a la altura de la copa de los árboles para observar los distintos pájaros de la región. El aviario es de entrada gratuita. Horario de 9 a 17h.


En el parque hay una torre-mirador que permite contemplar la extensión del parque, pero las vistas no son nada del otro mundo, enseguida ves altos edificios.

A continuación nos dirigimos al cercano Zoológico y Jardín Botánico.

También de entrada gratuita. Un bonito parque con una fuente es la entrada al zoo, que contiene mamíferos, reptiles y aves del mundo. Predominan los monos, que son la atracción principal. Coincidimos a la hora que les traen la comida y estaban activos. Obviamente con las tortugas no vimos mucha acción.

Luego con un tranvía de dos pisos nos dirigimos al barrio Shaeung Wan, dónde están las calles de tiendas tradicionales de remedios y pescado seco.
Pasamos por el Western Market, que aunque por fuera el edificio sea occidental, por dentro las tiendas son todas chinas.

Las calles más auténticas son Wing Lok y Ko Shing. Por suerte, por el barrio hay cartelitos indicativos que te señalan dónde están cada calle, también con su nombre más conocido: dry fish, traditional remedies… ideal para turistas.

De aquí subimos hacia la Upper Lascar Row, la callecita peatonal con tiendas y mercadillo de antiguedades. Mucha variedad: carteles de publicidad o películas, figuras de todo tipo… No preguntamos precios.

Nos oscureció tomando algo en una cafetería de Wellington St y recorrimos por última vez las céntricas calles iluminadas con carteles de neón hasta que finalmente fuimos al muelle para tener las vistas nocturnas de Kowloon.


Caminamos hasta el muelle de Star Ferry y paseamos por la esplanada de la gran noria, donde ahora hay una feria muy animada. Y con la vista marítima de esta ciudad que brilla más de noche que de día, nos despedimos de Hong Kong.

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Aunque Hong Kong tiene un largo pasado colonial, es una ciudad muy asiática. El frenetismo de las calles, el lujo de las compras, la comida, las tradiciones como el feng shui… es muy característico de la imagen que tenemos de la China actual. Es una ciudad de contrastes sorprendentes.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Nos ha quedado por ver la isla de Lamma y recorrer el sendero que la cruza en medio de la naturaleza. También es muy popular el mercado de pájaros, pero no nos dio tiempo, y nos faltó la experiencia local de presenciar una cursa de caballos en la Happy Valley Racecourse. El tiempo en todos los viajes es limitado y hay que priorizar.

No es un destino especialmente caro.
El transporte y la comida es relativamente económica. En los templos no cobran entrada y varios museos son gratuitos.
Eso sí, en cuanto a alojamiento, lo hay de barato, pero la calidad parece muy muy baja y no nos la hemos querido jugar. Parece ser que para garantizarte un mínimo de higiene y comodidad tienes que ir a un hotel 4*.

Propinas: es un tema delicado para los españoles, que no estamos acostumbrados. En Hong Kong es habitual dejar propina en los restaurantes. Nunca nos han “impuesto” dar propina o eso que te la añaden automáticamente en la cuenta. Siempre es opcional.

Dinero: La tarjeta de débito no nos la han aceptado en ningún lugar. La tarjeta de crédito, tanto Visa como Mastercard, ha sido aceptada en pocos lugares.
Lo que hemos hecho es cambiar euros en el aeropuerto y en el hotel. El mejor cambio lo hemos conseguido en el aeropuerto.

El clima en invierno es moderado. Algunos días hemos ido en manga corta durante el mediodía y por la noche refrescaba y un jersey y una chaqueta no sobraban. En invierno no es época de lluvias, pero tampoco es habitual tener un sol radiante todos los días. Acostumbra a estar nublado.

Es un destino que recomendaría para alguien que quiera combinar ciudad con naturaleza, porque a poca distancia del centro hay muchos trails por sus parques.

Nosotros nos llevamos un muy buen recuerdo. Espero que este diario ayude a los futuros viajeros a disfrutar de la ciudad como lo hemos hecho nosotros. Gracias a todos por leer y a mi marido por la compañía y las fotos.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

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