Southwest USA Road Trip Loop ✏️ Blogs de USA

Sábado 25 de febrero y no nos ha tocado la lotería en The Wave!!

Como habíamos planeado este fin de semana en función del día que nos iba a tocar ir a The Wave (ilusos que somos), tendremos que improvisar un poco.
Para empezar debo aclarar algo que no he mencionado en la etapa anterior, y es el plan que teníamos para el fin de semana. Nuestra idea era distribuir las visitas a Bryce, a Zion y a The Wave entre sábado, domingo y lunes; alternando en función de qué día iríamos a The Wave.
Para lograr esto, hemos reservado hotel en Kanab para tres noches (jueves, viernes y sábado), y en la noche del domingo al lunes teníamos dos hoteles reservados: uno en Kanab por si nos tocaba The Wave el lunes, y otro en Bryce por si no. Hemos elegido reservas con cancelación a última hora, de manera que una vez sabido el resultado del sorteo el viernes por la mañana, podíamos cancelar una de las reservas sin coste. Esto hicimos ayer antes de salir hacia Page.

Aclarado este punto, como no nos ha tocado The Wave (cada vez que me acuerdo...) , el plan de hoy era claro: ir al Parque Zion. Lo bueno de nuestra mala suerte es que ahora podremos dedicar algo más de un día a este parque. El que no se consuela es porque no quiere...

Así que un día más nos ponemos en marcha bien temprano para aprovechar el día. Salimos de Kanab rumbo norte por una carretera que ya nos conocemos de memoria todos salvo D., pero yo creo que a este paso no se va a aprender ninguna del viaje. Qué manera de dormirse nada mas arrancar el coche!!! Es cierto que tenemos el sueño cambiado los primeros días, que estamos cansados de andar de aquí para allá, que hay gente que le da sueño cuando va en coche... pero lo de D. es ya exagerado. Nada más arrancar y ya va en brazos de morfeo. Será el asiento de atrás tan cómodo? Desprenderá algún anestésico? porque A. que también va detrás se está pillando unas siestas de pijama y orinal...
Los que vamos delante estamos bien despiertos, sobre todo yo que voy conduciendo... Menos mal que tengo al copiloto más atento del mundo que me alerta de vacas, bicicletas, kayaks y todo lo que se me cruza por delante...

Pasado Mt Carmel Jct, enfilamos la carretera 9 rumbo a Zion. El cielo está despejado y en Kanab a primerísima hora había -2ºC. Pensábamos que conforme subiría el sol la temperatura sería más agradable, pero antes de llegar al cruce de Mt Carmel ya habíamos alcanzado los -8ºC... Contábamos con tener buena temperatura para caminar, pero aún nos vamos a congelar. En algunas zonas en sombra todavía quedan restos de nieve invernal. Hasta los pinos parecían escarchados


Pero una vez que entramos en el parque ya no queda nada o como mucho en alguna zona de cumbre.


Yo entré la otra vez por esta misma carretera, pero me despisté con el primer punto de interés y me lo tuve que saltar a mi pesar. Esta vez vamos prevenidos de que para ir a Canyon Overlook hay que parar un poco antes en el único espacio destinado a aparcamiento que existe de este lado de la carretera. si te lo pasas, es muy engorroso volver atrás porque no hay sitio donde dar la vuelta, así que tened cuidado extremo.
A pesar de ser bastante temprano, el parking se llena muy rápido incluso en invierno parece ser, porque cuando llegamos solo quedaba un hueco que quedaba vacío en ese mismo momento. El área de aparcamiento es extremadamente pequeña, y está como unos cien metros antes del punto donde comienza el trail que vamos a realizar hasta Canyon Overlook.
El camino serpentea por un pequeño corte entre montañas, en ocasiones incluso por debajo de la propia montaña. No es difícil y además corto, por lo que vale la pena hacerlo para contemplar la vista final.



Impresionante vista del cañón con el Altar of Sacrifice y el West Temple al fondo, flanqueado por el East temple a la derecha y Bridge Mt a la izquierda. Prácticamente todos los nombres de lugares en este parque están ligados a referencias bíblicas o religiosas. En este caso son los picos más altos de la zona, que rozan los 2400m. Esperábamos que tuviesen algo de nieve, pero solo quedan restos en zonas de sombra apenas perceptibles. La temperatura ronda los 2-3 grados bajo cero, pero gracias al sol se soportan bien.

Vuelta atrás de nuevo al coche, nos disponemos a bajar al valle. El inicio del trail está justo al lado de la boca del túnel que permite que la carretera salve el desnivel existente hasta el fondo del cañón. Este túnel es largo, estrecho y no está iluminado. La primera vez que pasé, y tenía entendido que siempre era así, había un puesto de control en cada boca que solo permitía el paso alterno de vehículos dentro del túnel, con lo que se forman colas que pueden ser importantes, sobre todo en verano. Sin embargo...


...en esta ocasión no había nadie vigilando con lo que el túnel estaba abierto en ambos sentidos a la vez. ¿Será que en invierno no se aplica esta medida?
A la salida del túnel la carretera serpentea valle abajo con varias curvas de 180º


Al llegar al valle, llegas a un cruce, Canyon Junction, donde puedes tomar dirección sur, hacia el museo, el Visitor Center y salir por Springdale. Al norte la carretera penetra en el cañón principal del parque. En invierno esta carretera está abierta al público, pero en el resto del año, solo pueden acceder los autobuses del propio parque o los que se alojen en el Zion Lodge. A pesar de ser invierno, los dos últimos fines de semana (como éste) de febrero ya restringen la entrada y ponen en marcha el servicio de autobuses.
Así que nos vamos al parking ubicado junto al Visitor Center, porque el del museo ya está lleno. Una vez subido al bus, comienza el lento discurrir por el fondo del cañón. Como ya nos conocemos el parque vamos a tiro fijo y a nuestra principal actividad de hoy. Es una actividad larga y extenuante, así que queremos hacerla lo antes posible. Nos bajamos en The Grotto, cruzamos el río y comienza la aventura: el Angel's Landing.


Angel's Landing es eso que se ve ahí en medio del valle: Cuatrocientos cincuenta y tres metros de roca pura con un recorrido de casi nueve kilómetros ida y vuelta. Una tarea pendiente que me quedó de mi anterior visita aquí, y que esta vez estaba dispuesto a conseguir al precio que fuese. Hay que tenerlo claro desde el principio. Esto es todo subida, no hay descanso.
Acordamos subir cada uno a su ritmo, para que el que pueda llegue arriba y el que no pueda no retrase a los demás. Son las once en punto de la mañana.

Tras cruzar el río, el camino empieza a subir de manera gradual por la ladera de la montaña. hoy se ve bastante gente, pero el camino es ancho y bien pavimentado. Según vas ascendiendo tienes una vista diferente del valle que dejas atrás.


Al ser invierno, no está tan bonito como si tuviese todos los árboles cubiertos de hojas, pero el día es espléndido. Desde el principio ya se rompe el grupo. D. y yo vamos delante. A. y R. vienen detrás, un poco más lentos porque se paran a hacer fotos y R. arrastra un esguince. D. está en mejor forma que yo y me adelanta en las subidas, pero no mucho.
El camino con ligera pendiente va complicándose cada vez más y las rampas son cada vez más duras. Ahora ya hay zonas en las que el recorrido hace zig-zag para ganar altura pronto. Madre mía y solo hemos avanzado un poco y ya estoy que no respiro...


Once y media. Miramos un poco más abajo y vemos a la otra mitad del grupo. La temperatura sube rápidamente por el sol y a mí ya me sobra la mitad de la ropa, y eso que ya he traído lo mínimo imprescindible para una jornada que, todo hay que decirlo, es todavía invierno. No sabes qué tiempo puede hacer arriba, que venga un viento helado que te atraviese de lado a lado. Al no conocer la ruta que tienes por delante, no sabes si has hecho ya la mitad, un tercio y un cuarto. Pero seguimos adelante.
Más o menos a mitad de altura (me refiero a una altura a medio camino entre el fondo del valle y la cima) comienza otro tramo en principio más llevadero. Discurre por el denominado Refrigerator Canyon, y es un corte profundo entre dos montañas por el que discurre un pequeño riachuelo medio congelado. La senda es recta y con poca pendiente. Nos permite coger fuerzas y respirar un poco, pero sabemos que todavía falta subir otro tanto y quién sabe de que manera.


Y no tarda en darnos el zasca. Cuarenta y cinco minutos después de empezar nos tenemos que enfrentar a los Walter's Wiggles ( traducido por Meneos de Walter?)
¿qué es eso? pues nada menos que veintiún "meneos" o tramos en zigzag con una pendiente espantosa que suben por la montaña haciéndote sacar los hígados. Serán 21, pero parecen doscientos. Qué mareo!
Cuando estábamos a punto de abandonar se acaban los meneos, y llegamos a una zona de descanso llena de gente, conocida como Scout Lookout. Realmente es un cruce, puesto que aquí se divide el camino entre el West Rim Trail y el Angels propiamente dicho. Y una parada sobre el precipicio de más de trescientos metros de caída libre hasta el fondo del valle.


Hasta aquí todo ha sido fácil. Camino amplio, bien pavimentado o al menos de suelo firme, y pendientes que te hacen sacar el hígado por la boca. Vamos lo normal...
Ahora empieza lo bueno. La parte difícil. Realmente no sé qué pensar. Hemos leído que hacer el Angels ida y vuelta lleva unas cuatro horas, y suponemos que subir será mucho más lento, con lo que esperamos algo más de dos horas de subida. Hemos llegado a Scout Lookout en una hora. ¿quiere decir que para subir a Angels todavía falta más de una hora? Yo me muero en el intento...


La vista del valle compensa todo el sufrimiento que pueda haber. Sí amigos, sí. Eso que se ve a la izquierda es el Angels Landing trail. No se le puede llamar camino de cabras, porque las cabras se han negado a pasar por ahí. Pero a alguien se le ha ocurrido que por ahí se puede subir a un sitio chulo.

Tras haber descansado un ratito en Scout, D. y yo decidimos probar suerte y seguir hasta arriba. D. no lo tiene muy claro y hace la prueba, pero a las primeras de cambio abandona. Ahora seguiré yo solo hasta arriba. El camino ya no es tal, sino un estrecho paso por una roca en el que tienes que poner el pie en unos agujeros mientras te agarras a una cuerda para evitar caerte por el barranco. Además solo se puede pasar de uno en uno y tienes que dejar la vez también a los que bajan, porque el paso es alterno. La sensación de vértigo es brutal. Es prácticamente una escalada pero sin arnés. En el camino marcado apenas caben tus pies y muchas veces no hay donde agarrarse. Y está lleno de gente.
Ahora la ascensión es continua por una cornisa de piedra con caída libre a ambos lados. Escaleras talladas en la roca con pasos de gran altura, varios puntos en los que han tenido que poner una cadena para que te puedas agarrar a algo mientras escalas. lugares en los que dudas si realmente hay que subir por la izquierda o por la derecha de una roca... Eso sí, es imposible perderte porque solo puedes ir adelante o atrás. si te desvías a la izquierda o a la derecha, te caes al vacío.


Ahora el paso es lento, tienes que pensar donde vas a poner el pie a cada momento, y además dejar bajar a los que vienen de frente. Eso también te permite descansar y tomar aire mientras esperas. "No si no estoy cansado, es que estoy dejando pasar a los que vienen de frente" mientras tratas de poner tu páncreas en su sitio de nuevo...
Subes poco a poco, paso a paso, hasta que llegas a una zona más "llana" y es cuando suspiras y te das cuenta de que lo has conseguido. La cumbre del Angels Landing está ahí!!!


Una hora y treinta y cinco minutos después de comenzar el trail, he alcanzado cumbre!!
Todo lo que pueda decir será poco. El sitio es increíble, y las vistas... las vistas que hablen por sí solas:



No hay nada como pasarse allí arriba un buen rato observando desde el precipicio lo pequeños que son los mortales allá en la tierra...



Después de todo el esfuerzo realizado me quedaría más tiempo, pero el resto del grupo ya estará pensando si me he despeñado, y la bajada tampoco será fácil ni rápida; así que inicio el descenso a las 12:55.
Ni que decir tiene que la bajada tampoco es fácil, no solo por la gente que ahora sube (me encanta verles la cara de sufrimiento... ), sino porque lo que antes escalabas con una cadena ahora en ocasiones te obliga a echar el culo al suelo y casi arrastrarte. Ahora vas mirando abajo siempre, y ves mejor el precipicio que hay a tus lados...


Este es uno de los pasos más estrechos que hay. Apenas una cadena te sujeta. Si resbalas y caes a la derecha, precipicio de 300m. Si te caes a la izquierda, precipicio (no tan alto pero a saber cómo te rescatan). Da gusto ver pasar por aquí a parejas con niños pequeños...

La anécdota de la jornada: bajando por ese camino en un salto oigo un crack acompañado por un pequeño dolor en la rodilla derecha. La he cagado. Tengo que parar un momento. Algo ha pasado en la rodilla y no es bueno. Pasado el susto inicial, parece que, a pesar del ligero dolor, la rodilla dobla bien. Tengo que seguir bajando, ahora no me puedo quedar aquí.
Consecuencia: durante el resto del viaje tendré molestias en la rodilla, se me ha hinchado un poco y he tenido que comprar antiinflamatorio. Una resonancia en casa descubre que tengo el menisco interno roto.

Llego finalmente al Scout Lookout, donde el resto del grupo me está esperando. Al final habían llegado a Scout justo después de salir nosotros y R. intentó la subida final, pero tuvo que darse la vuelta por culpa del tobillo. Es una pena que después de después de una ascensión tan dura tengas que dar la vuelta a falta de unos metros del final.
Comenzamos la bajada, aunque a pesar de mi rodilla, yo como soy un bestia y un poco cabra, me vuelvo a adelantar junto con D. La bajada es larga pero mejor que la subida sin duda. Da gusto sentarse sobre una piedra cerca del río y echar la vista atrás para ver a dónde has conseguido llegar.
Prueba superada en tres horas exactas ida y vuelta!!


Llegamos de nuevo a The Grotto y hay que reponer fuerzas después de esta caminata, así que unos bocadillos y/o ensaladas y avanzamos por el valle en el bus de nuevo hasta el final del camino: Temple of Sinawava.
Haremos un pequeño trail por la orilla del río hacia The Narrows: el Riverside Walk.
Aunque el período invernal supone que la mayoría de los árboles y plantas estén carentes de hojas, el paseo queda compensado con las cascadas que caen por las paredes verticales y forman una capa de hielo a su alrededor.



El camino es fácil y no hay apenas desnivel, así que vamos hasta el final, cuando el propio río impide continuar sin mojarse.
Como todavía disponemos de unas horas de luz y el tiempo está espléndido (aunque frío), decidimos hacer una pequeña caminata más.

Volvemos atrás en el Shuttle hasta la parada de Weeping Rock para hacer el trail homónimo. Es un trail corto, de apenas 600m pero con bastante pendiente, hasta la base de una cascada que en verano apenas se convierte en un hilo de agua que resbala por la roca (¿de ahí el nombre de roca llorona?). Y lo cierto es que fue unas de las sorpresas de la jornada.



El invierno convierte el lugar en una verdadera cascada por la que puedes caminar por dentro; y el salto de agua se congela alrededor cubriendo con una gruesa capa blanca rocas, arboles todo cuanto toca. Un auténtico espectáculo.

Cuando llegamos de nuevo a la parada de bus son las cinco de la tarde. Estamos cansados y la oscuridad de la noche comienza a hacer acto de presencia, con lo que decidimos volver a casa. Todavía queda bajar en el bus hasta el Visitor Center, donde entraremos a curiosear y comprar algún recuerdo en la tienda.
De camino al hotel de Kanab se hace de noche y, tras descansar un rato, nos vamos a cenar una hamburguesa y unas cervezas en el Iron Horse, aprovechando que será nuestra última noche en Kanab.

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Domingo 26 de febrero y tenemos un día extra.

Esto no es bueno ni malo sino todo lo contrario Como ya he comentado, estábamos totalmente convencidos de que nos iba a tocar la lotería de The Wave y por eso teníamos planeado un día completo allí.
Como no ha podido ser... pues ahora resulta que nos sobra el día completo. Así que lo que haremos hoy será una vuelta atrás a ver todo lo que nos hemos perdido o dejado de ver por falta de tiempo, y acoplarlo en el día.
Algo que ya tenemos claro es que volveremos a Zion, ya que ayer lo hemos visto con más calma y sabiendo que tendríamos tiempo hoy. Otro sitio para ver hoy será Coral Pink Sand Dunes State Park. Lo hemos visto ya todos menos D., así que le vamos a dar la oportunidad también. Y al menos por mi parte yo lo he visto por la tarde así que para variar lo veremos por la mañana temprano.
Y repasando sitios que nos hemos perdido estos últimos días, decidimos también darle una segunda oportunidad a St George y sus alrededores. El día terminará en Bryce Canyon City, donde tenemos el próximo hotel.

Salimos pues del maravilloso hotel de Kanab dispuestos a meter de nuevo todas las maletas en el maletero de manera que no se caiga nada. Nota: la tapa enrollable de tela que tienen algunos maleteros hoy para ocultar de miradas lo que llevas en el maletero no sirve absolutamente de nada cuando llenas el maletero hasta el techo con maletas
Gélida mañana de nuevo aunque soleada, lo que nos hace pensar que tendremos buen día y pronto la temperatura pasará de los cero grados.
De nuevo rumbo al norte por la carretera de siempre, aunque nos desviamos un poco antes que de costumbre para desplazarnos al Coral Pink Sand Dunes. La carretera al parque no es buena, pero al ir despacio pudimos darnos cuenta de la cantidad de ciervos que había pastando en ambos lados de buena mañana. Hay que ir con precaución por si a alguno se le da por cruzar, que no tenemos licencia de caza con Jeep.

Llegamos a la entrada al parque (es pequeñito) y parece que el guarda estaba deseando vernos para sentir que no había madrugado tanto para nada (se ha llevado 8$ de entrada, así que no se queje). Como es normal, éramos los primeros visitantes del día. (bueno los primeros no, había una autocaravana en el parking aunque igual ya ha pasado aquí la noche)
Como era de esperar estamos solos. Hace un frío de la leche pero la vista merece la pena. Nos adentramos en las dunas para subir a la más alta y observar el panorama desde allí.
Como su nombre indica, las dunas tienen un característico tono rosado (y yo lo recuerdo así de la última vez), aunque a esta hora de la mañana más bien tienen un color amarillento anaranjado. ¿Las habrán adaptado al pelo del presidente?


Da gusto ver un paisaje bonito sin que esté lleno de gente, aunque haya que ir a las nueve de la mañana.
Aparte de la caminata por la arena (siempre son pesadas) la visita se puede hacer rápido, y justo cuando llegamos al coche comenzaban a llegar diversos vehículos todoterreno y bogies de estos que hacen carreras por las dunas (sí, es un parque pero se pueden hacer "actividades" de este tipo.)


Retomamos la carretera original para volver a hacer el camino ya recorrido ayer hasta el parque Zion. Como ya hemos visto en parte, hoy vamos con calma y paramos en otros lugares. A la entrada desde el este hay varios apartaderos en la carretera donde se puede sacar alguna foto.


Cruzamos el túnel de nuevo y bajamos otra vez al valle. Esta vez sí nos quedamos ya en el aparcamiento del museo, más cercano que el del Visitor Center, y volvemos a coger el bus gratuito. Es domingo y no hay más remedio.
El destino de hoy serán las Emerald Pools, pero tenemos que hacer un cambio. Resulta que el Lower Emerald Pool Trail está cortado por un desprendimiento. Así que en vez de bajar del bus en Zion Lodge, lo tendremos que hacer en The Grotto.
Dan ganas de salir de nuevo a hacerse el Angels Landing, pero mi rodilla desde ayer me lo va a recordar cada día.

Nada más cruzar el río está la bifurcación: a la derecha el West Rim Trail hacia Angel's. A la izquierda el Kayenta Trail hacia las Emerald. El camino es bastante cómodo y la pendiente no es excesiva, nada comparable a subir a Angel's por supuesto. Siento algunas molestias en la rodilla, pero nada que no me impida caminar correctamente.
Las piscinas esmeralda no están el el valle principal sino en un cortado que los arroyos van formando transversalmente. El mismo arroyo en su caída va formando las diferentes piscinas naturales.


Tras una breve caminata, nos adentramos en el cortado y podemos ver el arroyo formando cascadas y piscinas. Apenas parece un hilo de agua entre grandes bloques de piedra. Supuestamente el trail por el que originalmente deberíamos haber subido está cortado cerca de la Lower Pool. Primero vamos a ver la del medio, a donde llegamos tras un breve paseo a media ladera de la montaña.
La verdad cunado llegamos allí, yo me quedé un poco "chof". Esperaba una gran piscina y lo que me encuentro es una pequeña charca sobre un lecho de roca de apenas un palmo de profundidad. A lo mejor es que al ser invierno todavía lleva poca agua; no sé...
Los demás deciden quedarse a descansar un rato sobre una roca, y yo que a pesar de mis dolencias sigo siendo un poco cabra, me voy a probar suerte más arriba, en la Upper Pool. El camino ahora ya es bastante más empinado y rocoso que antes, con una sucesión de escalones casi interminable combinado con zonas de arena (no esperaba encontrarme suelo de arena). Aunque sea difícil el acceso, ya solo por la altura sobre el valle me garantizará unas buenas vistas.
La cascada está cada vez más cerca y de pronto asoma su base entre los árboles. Ciertamente no me esperaba encontrarme esta bonita estampa invernal:



Al igual que en Weeping rock y en otras cascadas, la caída del agua helada sobre las rocas cubre de un manto blanco el entorno de la base. Para mi gusto, esta piscina es infinitamente mejor que la anterior. Eso sí, al estar en casi permanente sombra y con el agua helada cayendo continuamente, el ambiente era mucho más frío. Se agradecía mucho volver a ponerse al sol, así que tras un rato y fotos de rigor, me vuelvo abajo. Lo que no ha decepcionado tampoco es la vista sobre el valle.


De vuelta al Middle Pool y reunido de nuevo todo el grupo, seguimos bajando hacia la Lower Pool, aunque finalmente yo no desciendo y los espero en el camino principal Kayenta Trail. No quiero forzar la rodilla después del esfuerzo del Upper.
Sin más novedad llegamos a la parada de bus de The Grotto, donde tomamos el shuttle de vuelta al museo y damos por terminada nuestra visita a Zion Park.

La hora de mediodía se acerca y tenemos que buscar provisiones, así que nos dirigimos al oeste, hacia Hurricane, donde asaltaremos de nuevo el Walmart
La carretera permite disfrutar del paisaje cambiante con espectaculares montañas, mesetas y cortados. Apenas estamos a mil metros de altitud, pero el Burguer peak nevado nos recuerda que nos dirigiremos más tarde a las zonas altas, y es donde esperamos encontrarnos cara a cara con la nieve.



Ya pasamos de todo remilgo y tras el asalto al Walmart comemos directamente en el coche. No podemos perder mucho tiempo, porque solo faltaría que hoy que vamos a aprovechar para ver algo que no pudimos ver por falta de tiempo, nos volviésemos a quedar de nuevo sin verlo por falta de tiempo.
Volvemos a St George. Hace tres días quisimos parar en The Crack, algo con nombre muy impactante ubicado en el Pioneer Park de esta ciudad, y que no solo por falta de luz sino también por mi poca pericia conduciendo, nos tuvimos que saltar.
Esta vez sí. No me he pasado la salida y hemos llegado al aparcamiento del parque. Bueno, le llaman parque aunque parece más bien una colina pedregosa. Hay mucha gente (es domingo), familias con niños, otros grupos que practican escalada en las rocas, más gente, gente por todos lados... parece que es el lugar donde los habitantes de St George viene a pasar el domingo cuando hace bueno como hoy.
Aparte de eso, lo cierto es que no encontramos el dichoso The Crack, no hay indicaciones y el sitio es muy grande. ¿Estará por aquí? ¿o por allí?
A ver, si es un Crack, será una roca cortada, un slot canyon o similar, así que busquemos una roca grande. Finalmente...


Pues sí, una grieta muy estrecha y profunda por la que apenas cabe una persona. Yo ya ni intento pasar, que no me da el perfil y no quiero quedar atrapado en una roca...
Como curiosidad está bien, aunque yo me esperaba algo más... no sé. Más... más.

Bueno, son las cuatro de la tarde y nos queda un sitio por ver, pero está cerca. Solo hay que salir por la I-15 rumbo norte y en la cercana población de Leeds, desviarse por un camino hacia un pequeño valle. En torno a un riachuelo está el Red Cliffs Recreation Area. La primera impresión la verdad no fue muy buena. Es una carretera pequeña que serpentea junto al río y hay varios lugares de aparcamiento; y mientras buscamos sitio lo único que vemos son un par de chicas con unas pintas que daban un mal rollo que parecían sacadas de una peli de miedo japonesa...
Una de camisón blanco y pelo negro largo, otra tipo "Los Otros"; haciéndose fotos por separado... ¿Dónde nos hemos metido? ¿qué se han fumado?
Pasado el susto inicial, aparcamos y comenzamos el trail que nos llevará por la orilla del río aguas arriba hacia un pequeño cañón por el que va esculpiendo la roca, roja como no podía ser menos llamándose Red Cliffs.
Un poco más de agua no estaría mal y le daría un poco de espectacularidad, pero también nos impediría recorrerlo, pues en el tramo final el camino va muy pegado al arroyo, cruzándolo en varias ocasiones mediante unas simples piedras.



Seis de la tarde y el sol se pone de nuevo, con lo que ya no podemos hacer nada más que salir en ruta hacia el destino final de hoy. Tenemos por delante unos 200km de carretera y menos mal que ya hemos repostado en St George, con lo que vamos con depósito lleno. Tomamos rumbo norte por la I-15 y hacemos una parada técnica en Cedar City para... exacto damas y caballeros, asaltar un nuevo Walmart... Puede que nos quede algún parque nacional por visitar, pero los Walmart van todos de corrido. En este caso es importante aprovisionarse porque hasta dentro de cinco días no volveremos a ver uno.
Estos últimos kilómetros del día son un poco incógnita porque además de ser de noche, nos meteremos en zona de montaña a gran altitud y nos tememos que habrá nieve con casi toda probabilidad.
Para llegar a Bryce desde Cedar City, la ruta más corta sería por Cedar Breaks, pero esas carreteras quedan descartadas porque suben a más de tres mil metros y no es plan de arriesgarse. Iremos más al norte para tomar la carretera 20, que "sólo" sube hasta los 2400.
La temperatura va bajando progresivamente hasta llegar al punto de sobrepasar los cero grados y comienzan los valores negativos. No mucho, apenas -3ºC o -4ºC y la carretera está limpia a pesar de que aparece la nieve en el arcén. Lo bueno es que no nieva y el trayecto se hace sin complicaciones.
Justo antes de llegar a Bryce Canyon City es donde más nieve hay y la carretera por momentos está helada; pero el Jeep responde muy bien a estas condiciones.

Llegamos a Bryce Canyon City sin contratiempos y esto parece una ciudad fantasma. No se ve a nadie fuera...

El hotel: Como ya he dicho en la etapa anterior, esta noche dependía de The Wave, por lo que fuimos a USA con dos reservas: una en Kanab por si The Wave nos tocaba el lunes, y otra aquí en Bryce para los demás casos. Como íbamos a estar en Bryce hasta el martes por la mañana, ahora teníamos dos noches en el mismo hotel de Bryce con reservas independientes. Eliminado The Wave, miramos a ver si podríamos mejorar el precio y de paso juntar las dos reservas en una...

¡Y ha sonado la flauta! Una oferta en la propia web del hotel con la segunda noche al 50%!!!

Dos noches para cuatro personas en el Best Western Ruby's Inn de Bryce Canyon City por 111.48€, sin desayuno.
El hotel es grande y con muchos servicios. Lo mejor es la piscina y jacuzzi interiores abiertos todo el año. Dispone de su propia tienda (a precios astronómicos, eso sí. Hemos hecho bien en aprovisionarnos antes) y está en pleno centro del pueblo. Que tampoco es mucho decir porque Bryce Canyon City tampoco es que sea gran cosa y menos en invierno. Lo mejor de todo es que tenemos Bryce Canyon NP justo a la puerta.
La anécdota negativa: el baño de la habitación. Se han dejado el baño sin limpiar, y hay papel higiénico en el inodoro y pelos de la cabeza pegados en la pared de la ducha...
Obviamente llamamos a recepción para que viniesen a limpiarlo ipso facto. Al rabo de un gato, digo al cabo de un rato vino un chico y se puso a limpiar, con tanto frenesí que ha limpiado el water y se ha dejado la ducha igual... en fín... Se han quedado sin propina...

Ha empezado a nevar ligeramente, y con tanto frío y sin mucha oferta gastronómica fuera (y vete a saber a qué precio) lo mejor que podemos hacer es acomodarnos y cenar en la habitación con el medio Walmart que nos hemos traído, incluida una pizza caliente del Walmart por 5$! Buenas noches!

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Lunes 27 de febrero y está nevando!!

Venir a Bryce Canyon en pleno invierno es arriesgado porque te expones a que la nieve te impida disfrutar del parque y sobre todo de sus trails. por la pinta que tiene el día desde la ventana del hotel, parece que el plan de hoy se nos puede ir al traste. Está nublado y nieva por momentos, aunque no mucho.
Como el hotel no tiene servicio de desayuno tengo que echar mano de mi caja de trece donuts que me he pillado en el Walmart ayer, y en seguida nos ponemos en marcha. Además, estamos a un paso del parque.
Son las ocho y algo de la mañana y el termómetro del coche anda bailando en el entorno de los 6-8 grados bajo cero. El pueblo de Bryce Canyon City ha sido desalojado de noche y no nos hemos enterado, porque parece aún más desierto que anoche. La carretera que lleva al parque también está vacía. Ni un alma...
La carretera está limpia, más o menos. Algo de nieve se desliza sobre la superficie empujada por el viento, pero se circula bien.


La entrada al parque y solo hay una camioneta de los guardas. En la garita ni siquiera hay personal, si quieres pasar, hazlo. Nos detenemos un momento en el Visitor Center para informarnos del estado del parque, ya que tenemos que confirmar que algunas zonas están cerradas.
Efectivamente, la parte sur del parque está cerrada y no se puede llegar hasta Rainbow Point. Algunos miradores también están cerrados por nieve y también algunos trail, o al menos partes como Wall Street.
Así que intentaremos ver lo que se pueda. Nos acercaremos a Sunrise Point para intentar hacer el Queen's Garden. Afortunadamente parece que el sol tímidamente quiere asomarse entre las nubes.



Qué diferencia con la otra vez!! Estamos absolutamente solos en Sunrise Point y las nubes parece que nos quieren regalar una vista, aunque sea parcial, del parque. Si en verano los colores predominantes son los ocres, rojizos y marrones; ahora el toque blanco de la nieve le da un aire totalmente diferente. Ahora te das cuenta de que esto es alta montaña, y las formaciones rocosas que antes quedaban escondidas entre rocas ahora con el fondo blanco muestran todo su esplendor.
El tiempo parece que no va a ser demasiado malo y tenemos que decidir si nos atrevemos a realizar el Queens Garden Trail. A primera vista no parece buena idea. Las rampas iniciales tienen una pendiente considerable y la capa de hielo que las cubre no parece muy segura. Habíamos hecho propósito de comprar crampones en el Walmart y no los encontramos, así que nos vinimos sin ellos.


Hay que decidirse. ¿Lo hacemos o no? Venga Va! A lo que salga.



Las primeras rampas son las más inestables, porque están cubiertas de hielo en algunas zonas, y no parece seguro. Aunque da la sensación que más abajo el camino está más libre de nieve. Por el paisaje y la aventura merece la pena intentarlo. Aunque no tenemos todos bastones, los vamos compartiendo y el descenso es paulatino pero seguro. Tan solo algún amago de resbalón hace subir la adrenalina



En zonas llanas hay puntos en los que la nieve se ha acumulado y prácticamente no ves por dónde va el trail, pero el paisaje es precioso y vamos encontrando más aventureros tan locos como nosotros (o más, que ellos ya vienen de vuelta). El silencio es otra diferencia con respecto al verano. Hay otro ritmo, menos gente y sobre todo, el silencio. Apenas nos hemos cruzado con gente en el trail. Estás tú solo allí abajo, con los ciervos, los pinos y las rocas. Nada más (al menos en apariencia), salvo la nieve. Esa nieve que ha espantado a domingueros y te permite formar parte del paisaje; de esa tranquila mañana de invierno a varios grados bajo cero.



El tiempo también nos está respetando y no nieva ni parece que lo vaya a hacer, pero nunca se sabe. En la parte baja del trail, entre los árboles, nos encontramos con un montón de bichos...
Ahora viene la parte difícil. El regreso a la cima. Ya contamos con no poder subir por Wall Street porque está cerrado. Tiene mucha pendiente y está totalmente congelado. Así que tendremos que usar el Navajo Loop Trail y subir por Thor's Hammer. Ahora se nota el cansancio y subir una cuesta empinada cubierta de hielo no es sencillo. Los resbalones y amagos de caída son numerosos, y solo faltaría que a mí se me terminase de fastidiar la rodilla o a R. el tobillo. Afortunadamente el sol ha salido definitivamente y la nieve y el hielo brillan a nuestros pies... (esto no sé si es bueno o malo). Cada vez me gustan más los paisajes nevados. Es como si todo se hubiese quedado... congelado, nunca mejor dicho, en el tiempo. Fuera de los trail, esa nieve intacta; según ha caído como si quisiera ocultar el paisaje hasta la primavera.



La subida entre el hielo se las trae, pero tenemos una bonita estampa del Martillo de Thor (Qué imaginación tienen estos americanos para bautizar piedras). En Sunset Point ha debido aparcar un autobús de chinos, porque bajan en manada con calzado nada adecuado para el hielo.

Poco menos de dos horas nos ha llevado el Queen's Garden y alcanzamos Sunset Point. Que no engañe el sol. En el borde del cañón y sobre todo en los miradores, el viento helado no deja que estés mucho tiempo parado disfrutando del paisaje. Aún así vemos a un par de chavalitas, con pinta de adolescentes quinceañeras, una de las cuales aparece vestida con una sudadera y un pantalón corto... (¿Dónde está el icono de la mano en la cara?)
De vuelta al coche en Sunrise Point comprobamos que no somos nosotros los enfermos y sigue marcando varios grados bajo cero.

Sin más nos ponemos en camino hacia el mirador más alejado de la entrada al que se puede acceder. Bryce Point. El parking está limpio y la rampa de acceso al mirador también, pero...
... la parte final, el mirador en sí, y el punto desde el que se puede ver algo está cerrado con una cadena y cubierto de nieve.
Intentamos hacer alguna foto pero incluso el tiempo nos lleva la contraria y se ha vuelto a nublar y amenaza con ventisca. Así que una foto deprisa y nos volvemos al coche.


Poco más podemos hacer en Bryce hoy por lo que parece, así que aprovechamos que hemos madrugado para comer en el hotel temprano también.
Tras la comida, nos vamos a pasar la tarde a Kodachrome Basin, un parque estatal (8$ a tocateja) muy cerca de Bryce. Está situado a menos altitud si sales por la carretera 12 hacia el este, cerca de Cannonville. Cualquier comparación con Bryce u otro parque nacional de la zona es inútil, pero nos sirve para pasar la tarde. Básicamente es un anfiteatro similar a los de Bryce, con la peculiaridad de que las laderas tienen adquieren un rango de tonalidades que van del rojo al blanco. Hay un trail circular bastante sencillo, llamado Angel's Palace, con buenas vistas del Cañón Pariah en la lejanía. (Si no está lloviendo allá al fondo como hoy)



De vuelta hacia Bryce por una carretera donde el GPS indicaba curvas y cruces en tramos rectos sin cruces a la vista, aprovechamos las últimas horas de luz para volver al parque a echar unas fotos en Inspiration Point, y finalmente recorremos un tramo de la carretera escénica 12 hacia el oeste, por donde entramos ayer desde Cedar City, para tomar unas fotos; especialmente de los arcos "naturales" por los que la carretera pasa. Yo ya no hice fotos porque ya lo había visto. Para más info aquí:
www.losviajeros.com/ ...hp?e=52439


La noche se echa encima y la temperatura cae rápidamente. Creo que no hemos pasado de los cero grados más que en Kodachrome, y tampoco es que fuesen muchos. Nosotros nos recogemos pronto hoy, que mañana nos pegaremos un bonito madrugón. Menos mal que el hotel tiene piscina interior...

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