Bolonia y alrededores ✏️ Blogs de Italia

Situado en la Piazza Galvani, 1 (muy cerca de la Piazza Maggiore), se encuentra el Archiginnasio de Bolonia, que es uno de los palacios más importantes de la ciudad de Bolonia: otrora sede de la antigua Universidad hoy es sede de la Biblioteca Comunal. El palacio está estructurado en dos niveles con un pórtico anterior y patio interno que engloba la ex iglesia de Santa Maria dei Bulgari. El nivel superior contenía las salas de estudio de los legisti (estudiantes de derecho) y los artisti (estudiantes de otras materias): sus respectivas aulas magnas son la Sala dello Stabat Mater y la Sala de Lectura de la actual Bilbioteca Comunal. Tanto los legisti como los artisti disponían de diez aulas. Sin embargo, los legisti, considerados estudiantes de primera categoría y un poco presumidos tenían sus salas a lo largo del corredor principal. Legisti y artisti subían el piso superior por escaleras distintas ya que no pretendían mezclarse de ningún modo. Por los muros aparecen multitud de escudos de armas de los estudiantes.
En el nivel superior es todavía visible el teatro anatómico, construido en 1637 que era una sala dedicada al estudio de la anatomía en forma de anfiteatro.

Una vez dejado el Archiginnasio, nos dirigimos hacia la Vía Farini y, en su esquina aparece la Cafetería Zanarini, donde no se puede pasar de largo sin tomar algún tentempié. Siguiendo por la Vía Farini, a la izquierda, aparece la Galería Cavour, donde hay que tener cogida bien fuerte la cartera…, pues aparecen las famosas tiendas Louis Vuitton, Prada, Bulgari, Armani, Saint Laurent, etc. etc.
Frente a la Galería Cavour es donde aparecen los magníficos soportales pintados.

Atravesando la Piazza Minghetti y cruzando la Vía Clavature se llega a la Via degli Orefici, 19 donde se encuentra una librería muy original, pues dispone de dos tipos de restaurante, tienda de productos alimenticios y biblioteca. Comimos un risotto y unos tagliatini muy bien condimentados por € 48,-

Después de comer estuvimos paseando entre las Vías Pescherie Vecchie y Degli Orefici disfrutando de todo el sabor típico boloñés hasta llegar a la Piazza Maggiore, donde visitamos la Basílica de San Petronio, patrón de la ciudad, que es una de las cinco iglesias más grandes del mundo. Su construcción data de 1390.

También es posible admirar en el interior de la iglesia la Meridiana de Giandomenico Cassini, que con sus 66,8 m de largo hacen de ella la línea meridiana más larga del mundo. La basílica gozó desde un principio de gran prestigio, hasta el punto de ser escogida por Carlos V para su coronación como emperador por parte de Clemente VII en 1530.

Cerca de la Basílica de San Petronio, en la Vía Indipendenza 7, se encuentra la Catedral de San Pedro, con una fachada barroca. De entre las obras de arte en la catedral destaca el grupo de esculturas de terracota llamado Cristo Muerto con las Marías, del artista Alfonso Lombardi, del siglo XVI. Para nuestro gusto, mejores que las famosas imágenes, también de terracota, de la Iglesia de Santa Maria della Vita.

Después de tanto paseo nos entró el apetito. Por la Vía Rizzoli, y teniendo como fondo las Due Torri, “Garisenda” y “Asinelli”, haciendo un montón de fotos y visitando la Piazza della Mercanzia, nos dirigimos a la Vía San Vitale, donde en su número 45 aparece una Pizzeria llamada Spacca Napoli, de origen napolitano. Es muy barata y sirven unas pizzas gigantes. Nosotros lo desconocíamos, pues hubiéramos pedido una para los dos. Sobró la mitad de cada una.

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No lejos de la Piazza Cavour, al final de la Vía Farini, se encuentra la Vía Santo Stefano que va a parar a la Basílica Santuario de San Stefano. Se trata de un complejo religioso medieval de gran belleza, valor histórico y arquitectónico y constituye una parada imprescindible en la visita a Bolonia.
Podemos decir que la Basílica de San Stefano es el lugar con mayor concentración de iglesias en la ciudad: cuatro templos que hoy se pueden visitar en el mismo recorrido, a los que antiguamente habría que sumar otras tres iglesias: por eso se le conoce como el complejo de "le Sette Chiese", las siete iglesias. El recorrido se hace dentro de un clima de tranquilidad y silencio que te traslada a distintas épocas.
Dentro se reproduce el Santo Sepulcro de Jerusalén, hecho por los cruzados. También se pensó durante años que se podía encontrar la tumba de Simón Pedro. La visita es gratuita, aunque se suele dar un donativo voluntario.
Fachada de la Basílica de San Stefano y grupo de madera de la Adoración de los Reyes Magos, con estatuas de tamaño natural. Es la escena más antigua de la natividad conocida en el mundo (s. XIII).

Después de la grata visita a la Basílica de San Stefano, fuimos a descubrir uno de los secretos de Bolonia: los canales de agua subterránea. Esto explica la humedad que asa a sus habitantes en verano y los congela en invierno, y que durante un tiempo Bolonia fuera conocida como la piccola Venezia.
Estos canales eran usados para transportar mercancías y para hacer girar los molinos de los talleres. En uno de los múltiples cambios urbanísticos los canales fueron soterrados y convertidos en cloacas. Pero uno de ellos sobrevivió y todavía es posible contemplarlo a través de una abertura en el muro popularmente conocido como la finestrella. Desde allí podemos ver un tramo del Canalle delle Molline, una imagen sorprendente que nada tiene que envidiarle a Venecia.
La Finestrella está situada en Via Piella, a la altura del número 18, y es fácilmente localizable porque casi siempre hay alguien asomado.

Para comer elegimos una trattoria recomendada: Camineto d’Oro. Después de la visita al canal de agua, a través de la Via Augusto Righi llegamos a la Via dell’Indipendenza, donde se encuentra un teatro que en su día debió ser grandioso. Cerca está la Montagnola Park, un gran jardín con estatuas bonitas.

La trattoria Camineto d’Oro se encuentra en la Vía de Falegnami, 4/A. El teléfono es el 051263494, pues se hace indispensable reservar mesa. Se trata de un pequeño restaurante, muy bien atendido, donde comimos una original “lasagnetta con melanzane” (pequeña lasaña con berenjena) que estaba buenísima. La comida, con vino y postre, costó € 66,-

Después de un paseo por los alrededores, nos fuimos a descansar a la casa donde nos alojamos. Por la noche cenamos cerca de la casa, en el Ristorante Consolo & Co., en la Vía Sant’Isaia, 4 muy cerca de la Iglesia de San Francesco, por € 60.

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Los pórticos de la ciudad italiana de Bolonia son los más largos del mundo. Nacieron en la baja Edad Media como consecuencia del aumento de la población y representan el patrimonio cultural más amplio e importante que la ciudad posee. Su extensión es aproximadamente de 40 Km. Nacieron en la baja Edad Media para afrontar el gran incremento de la población debido sobre todo a la llegada de estudiantes e intelectuales a la Universidad.

El pórtico más largo de la ciudad mide 3,796 km y consta de 666 arcos. Lleva al Santuario de la Virgen de San Luca; en la ciudad hay más de 38 km sólo en el centro histórico, sin contar los otros pórticos que están en los alrededores. Bajo los pórticos se unen en esta ciudad su pasado y su presente. No hay en el mundo otra ciudad que tenga tantos pórticos como Bolonia.

En la Porta de Saragozza se puede coger el bus 58, que en realidad es un microbús que te lleva a las puertas del Santuario. También sale desde la Piazza Maggiore un tren turístico que te lleva al Santuario por el precio de € 6,- cada billete. El bus cuesta € 1,50 y te sirve para subir y bajar. Desde el Santuario se divisa toda la ciudad de Bolonia, con unas vistas fantásticas. El Santuario es de estilo barroco y ha sufrido distintas reconstrucciones.

Para comer elegimos un restaurante recomendado: All’ Osteria Bottega, situado en una calle muy difícil de encontrar, Vía Santa Caterina, 51 (Tf. 051585111). El local es pequeño y no habíamos reservado, pero como llegamos pronto nos atendieron muy amablemente. Estaban pendientes de cualquier detalle. A mi mujer se le cayó la servilleta (de tela) y aún no había tocado el suelo la recogieron y le pusieron una limpia con unas pinzas. Aconsejados por el maître, comimos excelentemente con un coste de € 78,50 (incluido el vino por € 25,-).

Por la tarde nos dedicamos a recorrer una vez más, la última, el centro histórico.

Visitamos la Biblioteca Salaborsa. Antes fue una histórica sala de bolsa y hoy es una biblioteca con un amplio vestíbulo que es una plaza cubierta por una claraboya impresionante. Es un lugar concurrido ya que cualquiera puede entrar y cargar su móvil en cualquiera de los enchufes libres. Hay incluso un café con terraza. Se puede acceder a los lavabos pagando 0'50 euros. Me llamó la atención que también dispone de un piano en el vestíbulo que cualquiera que sepa puede tocar. Todos los libros de la biblioteca pueden ser prestados, cosa que no es habitual y dispone de varias salas infantiles para niños y niñas de diferentes edades. En el suelo, cubierto con cristales, se puede ver los restos de una ciudad medieval.

Por último, visitamos el Santuario di Santa María della Vita, situado en la Vía Clavature, 10 (muy cerca de la Piazza Maggiore) que es uno de los tesoros de esta bonita ciudad. Los orígenes de este santuario datan de 1687, aunque el edificio ha sufrido algunas remodelaciones que han cambiado un poco su fisonomía.

Pero si por algún motivo goza de gran fama el Santuario di Santa María della vita, es por albergar en su interior 7 figuras elaboradas con terracota, conocidas como el Grupo de Lamentación, obra de Nicholas Arca.

FIN DEL VIAJE JULIO 2017

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