Moscú, San Petersburgo y alrededores ✏️ Blogs de Rusia

Fue el día que más pronto nos levantamos. Eran las 6 de la mañana y ya estábamos en pie, nos duchamos, terminamos la maleta y de nuevo corriendo a la estación de metro para salir en la misma estación que el día anterior.

Aunque parezca increíble, nos volvimos a equivocar de estación y cruzamos de nuevo el pasaje hasta el otro lado de la calle. Cuando caímos en el error, otra vez corriendo a nuestro punto de origen y otra vez corriendo por la estación. Teníamos el tren a las 7:25 y eran las 7:20
Fuimos derechos a los andenes, enseñamos los billetes y nos indicaron el tren y nos hicieron señas de que salía, así que, corriendo por el andén, hasta llegar al tren. Le enseño el billete al revisor y me indica el número de vagón 4 y estábamos en el 18, asi que seguimos corriendo hasta que vimos que ya no nos daba tiempo y entramos en un vagón que no nos tocaba.
Nos miraron los billetes, los pasaportes mientas el tren arrancaba…

Con todo Ok, una sudada de impresión luego de mañana, fuimos avanzando por el interior de los vagones, atravesando uno y otro hasta llegar a nuestros asientos.
Dejamos la maleta y la cazadora y nos aposentamos en nuestros sitios.
Cogimos unos asientos con mesa.
El viaje muy bien. Tren amplio y cómodo, duró 4h y poco, que se hicieron largas, pero bueno.

Llegamos a la estación de San Petersburgo. A las 11 y media de la mañana. No habíamos desayunado nada, asi que pillamos ahí unos sándwiches y salimos fuera a comerlos mientras nos ubicábamos un poco.

Buscamos el metro y para adentro, hasta ir a la parada más cercana a nuestro hostel.
Aquí el metro funciona diferente que en Moscú. Para empezar, las maquinas que hay, cogen dinero en efectivo solamente y te dan Tokens. 1 token es una moneda especial para el metro y vale 45 rublos.
Nosotros no teníamos rublos, asi que hicimos cola en una taquilla y le hicimos señas a la taquillera de un 10 con las manos, nos dio 10 tokens y nos cobró con tarjeta.
Para pasar el torno, metes 1 token en el agujero como si una máquina recreativa se tratase, y pasas.

Bajamos las escaleras mecánicas infinitas, y al llegar abajo, la línea del metro es más normal. Las estaciones escritas en latino y cirílico y el nombre de la última parada para saber el destino del tren. Vamos, como en Madrid, por ejemplo. Aquí no tuvimos problema para llegar al hostel.

El problema lo tuvimos al entrar, la chica no hablaba nada de inglés, solo Passport y poco más, así que llamo por teléfono a alguien y me paso el teléfono y estuvimos hablando.
Me pidió la visa junto al pasaporte y el justificante de como habíamos llegado allí, en este caso, el billete del tren. No me digáis porque… Escaneo todo, nos dio las llaves de la habitación, nos enseñó un poco el hostel y ale, listo.

Una vez en la calle, fuimos hasta el crucero Aurora. Yo tenía entendido que era gratis, pero no, vale 600 rublos la entrada y no merece la pena, salvo que seas un apasionado de ese barco o de la náutica, y creo que ni por esas…Mi consejo, gastaros esos 600 rublos en otra cosa. Con verlo por fuera, sirve.


Decidimos cruzar el puente e ir cerca de San Isaac a ver la iglesia y comer algo por allí.


Nos costó encontrar un sitio, pero al final dimos con uno, como no, de comida georgiana donde comimos muy bien. Aqui probamos los pelmeni de carne de cerdo y ternera y los de queso. Muy ricos.


Después de comer, seguimos con el paseo hasta la catedral de Kazán y aquí nos llevamos la desagradable sorpresa de que la iglesia del cristo de la sangre derramada estaba en obras, así que la icónica imagen de la catedral, pues se veía bastante empañada, pero bueno…


Aun asi, fuimos hasta allí por el lado derecho del canal, que es donde había puestos de mercadillos con suvenires.


De precios mejor que en las tiendas. Otro sitio donde también venden y a buenos precios es en los pasajes subterráneos de la Avenida Nevsky. Tenedlo en cuenta.


Después de la catedral, fuimos hasta la plaza del Hermitage para ubicar donde teníamos al día siguiente el tour gratuito.


Estaba anocheciendo, pero nos dio tiempo a ver las columnas que hacían las veces de Faros en la isla Vasilievsky.


Teníamos apuntado un bar belga con buenas referencias que estaba por esa zona y como era pronto, entramos en el bar de al lado a beber unas cervezas
Cuando se llegó las 9, fuimos al bar que teníamos apuntado y estaba petado, pero nos dieron una mesita y pudimos cenar unas magníficas hamburguesas


Y como no, disfrutar de la buena cerveza belga!

Cenamos tranquilamente y como estábamos muy cansados y estábamos bastante lejos del hostel, cogimos el metro y a la cama, que hoy había sido un día muy largo!

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El tour guiado gratuito comenzaba en la plaza del Hermitage, bajo el arco de entrada a la misma a las 10 de la mañana, así que hoy no sería necesario madrugar mucho. Cogimos el metro puesto que no queríamos volver a cruzar el puente desde nuestra isla hasta el hermitage.


A la hora indicada, estábamos en el sitio mencionado. Formamos el grupo, presentaciones y a comenzar!

Vas visitando los exteriores del Hermitage,


Catedral de San Isaac,


estatua de Pedro I,


para terminar finalmente junto al canal de invierno


y la puerta de los atlantes.


Sin duda y como casi siempre, muy recomendable.
El tour terminó a las 12 y algo, así que fuimos a tomar una cerveza por los alrededores del Hermitage y a buscar un sitio para comer.

En la imagen, el famoso letrero que advertía que ese lado era el mas seguro en caso de bombardeo.


Como pillaba un poco a desmano, decidimos ir a ver la plaza del heno y comer por allí.
Encontramos un sitio muy recomendable y comimos genial

Después de comer, la idea era visitar el Hermitage por dentro. Pero primero, fuimos a ver el famoso puente de los leones, que nos caía cerca. Sin duda, muy bonito.El otro puente famoso, el de las esfinges,estaba tapado, lo estaban restaurando...en fin, una putada.


Seguimos con el paseo para bajar la comida y a las 16h nos dispusimos a entrar en el museo.
Nosotros compramos las entradas por internet previamente, y en vez de coger las entradas turistas normales, cogimos las de ciudadano ruso. En la web de rusalia está bien indicado los tramites. Solamente decir que para poder comprarlas, tendréis que utilizar el traductor de google para traducir vuestros nombres al cirílico y pegarlos en la web cuando os lo requiera.

Una vez tenéis las entradas, en la web os dicen cuál es la puerta de acceso.

Entramos, dejamos las cazadoras en el ropero, fuimos al baño y con las entradas impresas y con toda la cara de ruso que podíamos poner, nos fuimos al torno, escaneamos los códigos y para adentro!
Una vez dentro del museo, pues un poco a nuestro aire a visitar lo que buenamente pudimos con la información que disponíamos.
Es un sitio enorme, precioso, pero me da la sensación que algo desordenado, como el MET de nueva york.

Me recordó a la armería del kremlin, solo que esto muchísimo más grande, más bonito y con más obras, así que lo que os dije antes, si vais a estar en Moscú y san Petersburgo, ahorraros la armería y visitar solo el hermitage.


Serían las 18:30h y aunque a mí sí me gustan los museos, a mi amigo no mucho, así que consideré que ya estaba bien para él y nos fuimos con la música a otra parte, nunca mejor dicho.


Entramos a un bar a tomar unas cervecillas cerca de la Avenida Nevsky, que había muy buen ambiente.
Y así estuvimos por la tarde, de paseo y de bares hasta la hora de cenar.


Para esta noche, decidimos ir hasta un centro comercial que está al final de la avenida nevsky, hay un buffet muy bueno en la planta de arriba del centro comercial
Estaba hasta los topes de gente, pero cenamos barato y bien


Después de cenar, un paseíto, cervezas de rigor y el metro y para casa

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Como pasa el tiempo de vacaciones! Ya ha sábado! Una semana desde que salimos… Hay que aprovechar lo poco que queda!

Desayunamos y nos fuimos caminando a la fortaleza de Pedro y Pablo. La teníamos al lado del hostel, así que bien. Antes de cruzar el pequeño puente para verla, nos acercamos a ver la mayor mezquita que hay en el norte de Rusia


Al interior de la fortaleza es gratis entrar. Podéis dar un paseo por el interior, pero tampoco hay mucho que ver (al contrario que en Sergiev Posad)


Nosotros sacamos los tickets para entrar a la catedral de San Pedro y San Pablo. Al estar allí pensé, no sé si habrá merecido la pena pagar por entrar, pero una vez dentro te das cuenta de que sí. Es impresionante. Pequeña pero matona.


Estuvimos un rato y ya nos fuimos, puesto que queríamos ir a Peterhoff

Habíamos barajado varias opciones para ir, pero finalmente nos decantamos por la más económica. Cogimos el metro línea 1 roja hasta Avtovo. Al salir de la estación, rápidamente vas a ver las furgonetas con una numeración 224,300,424… antes de que te dé tiempo a preguntarles te van a ofrecer el viaje a Peterhoff, así que pagas 75 rublos, subes y ale, para allá que te vas!

El viaje es largo, dura 40 minutos, va parando en multitud de lugares…y eso que son solo 23 km…
Una vez llegas allí, el chofer te avisa, te bajas y estas ante la puerta del palacio de Peterhoff, con sus fuentes y jardines…súper bonito! Pero nada comparable con lo que te espera…


Sigues caminando hacia el palacio, y siguiendo los carteles llegas a donde venden los tickets.
Puedes hacer cola o irte a las maquinitas, nosotros evidentemente fuimos a lo segundo, rápido y fácil.
Compramos las entradas solo para los jardines. Escaneamos el código en el torno y para adentro.
Enseguida te das cuenta de la grandeza de ese sitio.


Es precioso!


Fotos, fotos y más fotos… para arriba para abajo…


Dimos un paseo por los jardines de alrededor, fuimos hasta el embarcadero a ver los precios del “barco” para volver a San Petersburgo y decidimos comer algo allí primero.
Visto que no tenían de casi nada y era muy caro, fuimos a comprar los tickets del barco y nos fuimos de regreso. Creo que tardamos como media hora o así y desembarcas justo al lado de la estatua de Pedro I.
Eran sobre las 15h y había hambre así que fuimos a un buffet que habíamos visto en la avenida nevsky, y bastante bien también. Repetiríamos el último día para cenar.

Después de comer, fuimos a visitar la catedral de Kazán por dentro, cuya entrada es gratis.
Esta iglesia es diferente a todas las que habíamos visto, confirma lo de que San Petersburgo es más europea que rusa. No parece una catedral ortodoxa por su arquitectura, pero lo es.


Tras la visita al interior, seguimos de paseo hasta la catedral de la sangre derramada y después, cuando se hizo de noche, decidimos visitar las estaciones más bonitas del metro de San Petersburgo.


Cuando nos cansamos de viajar en metro, emergimos de nuevo a la superficie y nos fuimos a beber unas cervezas hasta la hora de cenar.

Como no teníamos mucha hambre, fuimos para la zona donde el museo de cera, en frente de la parada de metro Nevsky Prospekt. Hacia el final de esa calle y alrededores, eran todo garitos de fiesta, digamos muy alternativos, jajajajaja
Había mucha gente perjudicada a las 8 de la tarde…

Nosotros seguimos hacia otra zona hasta que dimos con un KFC, entramos a por una hamburguesa rápida y nos fuimos a tomar una última cerveza antes de coger el metro de vuelta a casa.

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