Viaje organizado a Argentina ✏️ Blogs de Argentina

Nuestro siguiente destino era el conocido como el fin del mundo USHUAIA, vuelo directo desde Puerto Madryn y como todos los del viaje sin ningún contratiempo.

Nos habían asustado un poco con el tiempo en Ushuaia para lo cual íbamos perfectamente pertrechados de ropa para sufrir un frío polar, cosa que luego para nada sucedió sino mas bien todo lo contrario, y la bajada del avión eso nos hizo temer. Un viento helador y fortísimo que hacia que las propias maletas de mano fueran rodando solas por la pista del aeropuerto. Pero ya digo fue una excepción porque si algo tuvimos en Ushuaia fue buen tiempo y mucha de la ropa que llevábamos se vino sin estrenar siquiera.

Como los días de vuelo no cogimos ninguna excursión aprovechamos la tarde para dar una vuelta por la ciudad y hacernos las obligadas fotos en el cartel de fin del mundo y acostumbrarnos a subir y bajar cuestas.

La comida y cena la hicimos en el propio hotel en el que estábamos alojados que era el Hotel Fueguino. El hotel estaba bastante bien y las habitaciones amplias y cómodas. Lo único malo del hotel, pero que es una constante en esta ciudad, son las cuestas para llegar pero bueno por lo demás todo correcto.

El día siguiente a nuestra llegada hicimos nuestra excursión en 4x4 al Parque Nacional de Tierra de Fuego. Antes de llegar al parque hicimos una visita a la estación de donde salía el Tren del fin del mundo que solo lo vimos por fuera ya que en ese momento salía y se supone que hacia mas o menos el mismo recorrido que nosotros. El tren nos pareció una “turistada” pero que éramos nosotros al fin y al cabo.

Caminata por el parque para el resto del grupo (yo hice toda la excursión en 4x4) que por los comentarios posteriores no fue especialmente sorprendente y lo que mas comentaban todos era la visión de un pájaro carpintero trabajando.

Vuelta de la excursión que se ha alargado algo más de lo previsto y directamente para hacer la excursión por el Canal de Beagle sin darnos tiempo a comer. En la vuelta el conductos nos recomienda probar un restaurante que es bastante bueno, luego nos enteramos de que era muy amigo del propietario, y en el que nos pasaron la mayor factura de nuestro viaje por Argentina.

La navegación por el Beagle nosotros la hicimos en un barco que se llama Ezequiel pero hay cantidad de barcos todos similares que hacen el mismo recorrido.

En la excursión te llevan nuevamente a ver focas y lobos marinos acompañados de multitud de gaviotas hasta que llegas al supuesto Faro del Fin del Mundo que es tal y como se ve en las fotos de las agencias y que ya se encargan de remarcarte que realmente no es el Faro del Fin del Mundo ya que hay otro mas hacia el sur.

Vuelta al hotel con mucha hambre ya que no hemos comido nada más que un snack en el barco y tenemos ganas de hincarle el diente a algo consistente. Pedimos recomendación en la recepción del hotel y nos aconsejan que si queremos probar la centolla del lugar vayamos a cenar a “la cantina de Freddy” así lo hacemos y nos llevamos una grata sorpresa. En primer lugar por la situación en una calle paralela a donde estamos alojados y en una zona donde se veía que había bastante movimiento de gente. En segundo lugar nos sorprendió la comida ya que tanto las centollas enteras (impresionante lo grandes que son) como las que pedimos ya limpias y solamente la carne estaban estupendas así como la famosa merluza negra de la zona. No recuerdo cuanto fue la factura pero no recuerdo que a ninguno de los 10 que íbamos (nos falto una pareja que se encontraba indispuesta después del viaje en barco y había preferido quedarse en el hotel) nos pareciera para nada cara.

Al día siguiente excursión en 4x4 a los lagos Fagnano y Escondido con almuerzo campestre incluido.

Esta excursión se la recomiendo a todo el mundo que vaya, ya no por los lagos que dicho sea de paso son espectaculares, sino por el espectáculo que nos dieron los dos conductores de los 4x4 ambos llamados Franco.

El recorrido empieza como muy suave por carretera y haciendo alguna parada por el camino para ver la tundra que crece por esa zona y de paso hacerte algún numerito con el vehiculo. Acto seguido llega la parte importante, nos adentramos en el bosque para llegar al lago Escondido. Aquí ya no hay límite para la sorpresa y te meten por sitios llenos de agua, roderas descomunales, los 4x4 los vuelcan de tal manera que parece que vas a besar la tierra. Además te hacen el numerito de que en un momento determinado se bajan del coche los dos conductores y los dejan andando y tu dentro del mismo. En esta excursión fue nuestro primer contacto con el mate el cual a mi particularmente no me gusto.

Por fin llegamos al sitio donde tenemos que comer que es una cabaña hecha dentro del bosque y al lado del lago donde los mismos conductores te preparan una excelente comida a base de un poco de fiambre y queso el famoso choripan y una parrilla de carne que como toda la que hemos probado en Argentina estaba buenísima y mas todavía en el paraje donde la tomamos. Para beber vino o agua cogida directamente del lago. Yo al menos por mi situación disfrute mucho de la excursión pero fue la que mas sufrí porque tal y como estaba y andando por terreno irregular lo pase bastante mal.

Después de comer y un corto paseo vuelta a la ciudad dejándonos en la puerta del hotel donde nos hospedábamos. Ducha y el resto de la gente a dar una vuelta por la ciudad y yo aprovecho para descansar un poco hasta la hora de la cena.

A la hora acordada taxi y a cenar al restaurante donde nos aconsejo el guía de la excursión a la Tierra de Fuego y que el mismo se encargo de reservarnos.

Cuando llegamos nos encontramos con un restaurante retirado de donde esta el turismo y un sitio que ni tan siquiera el taxi que nos llevo conocía. El restaurante esta muy bien y el propietario que nos explico que había estado haciendo practicas en El Bulli de Ferran Adria nos había preparado un menú para los doce que consistía en lo típico de la zona centolla y merluza negra. Todo estaba bastante bueno pero un poco (bastante) subido de precio para la cena que fue.

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Al día siguiente el traslado mas corto en cuanto a tiempo de todo el viaje apenas una hora y cuarto para llegar de Ushuaia a El Calafate sin ningún contratiempo. En la salida de Ushuaia fue en el único sitio donde tuve un contratiempo con mi situación ya que la persona del mostrador al decirle que tenia servicios especiales y que si me podía cambiar el asiento (si estaba libre) del pasillo izquierdo al derecho para poder estirar la pierna, me dijo que no y que diera gracias a que no me pedía informes médicos e informe forense de lo que me había pasado ¡ Yo solo había pedido si era posible ponerme en el asiento del otro lado del pasillo!

En el aeropuerto nos esta esperando nuestro contacto en la zona que nos traslada al hotel Kosten Aike que parece de los hoteles que te puedes encontrar en el Tirol, para mi gusto el mejor hotel de los que hemos estado junto con el Mercure de Iguazú. Como en alguna otra ocasión nos paso el vuelo nos pillo en la hora de la comida por lo que cuando llegamos al hotel ya era tarde para comer y teníamos que tomar alguna pizza o sándwich o similar.

Paseo por la ciudad. Se trata de una ciudad bastante más pequeña de lo que yo me pensaba en una zona bastante llana y muy preparada para recibir el turismo que les llega de todo el mundo. Aprovechamos para hacer algunas compras que ya estábamos llegando casi al final del viaje y todavía no habíamos comprado prácticamente nada por lo que ya empezaba a urgir hacer alguna compra y sobre todo comprar el famoso mate.

Por la noche cena en el restaurante La Tablita el cual nos habían recomendado encarecidamente unas turistas con las que habíamos coincidido en Puerto Madryn. Se trata de un restaurante bastante bien montado y en el cual puedes ver como se hace el cordero patagónico según estas cenando. La comida estaba bastante buena y el precio acorde a lo que habíamos comido aunque yo vuelvo a insistir que el cordero me parece bastante seco con respecto al que estamos acostumbrados, también es cierto que dicen que es bastante más saludable.

Amanece en El Calafate y llega uno de los platos fuertes del viaje la excursión al Perito Moreno.

Antes de salir del hotel damos con la única guía con la que hemos tenido algún problemilla en el viaje. Nos dicen que pasan a recogernos a las 9 de la mañana por lo que quedamos a desayunar a las 8,15h, acabamos de desayunar y subimos a las habitaciones y de pronto se presenta la guía a las 8,40h diciendo que ella se va en cinco minutos y que quien no este preparado se queda sin excursión, pequeña discusión y dice que se va a acercar a otro hotel de al lado y que a la vuelta coge a quien este preparado y se va. Debió de recapacitar por el camino porque es cierto que volvió en cinco minutos y no se si es que se lo pensó o nos vio nuestra cara de perros que al final espero hasta las 9h para salir.

Sobre el Perito Moreno poca cosa se puede decir que no hayamos oído antes ¡ES IMPRESIONANTE! A mi me lo había contado gente que lo había visto pero hasta que no estas allí no te puedes hacer una idea. Esa increíble masa de hielo con constantes pequeños desprendimientos y ese color que se forma entre el agua y la luz hace que sea un espectáculo difícilmente explicable.

Si por la mañana era impresionante cuando realmente te das cuenta de la altura de las paredes del Perito Moreno es cuando haces el safari náutico y lo ves desde el barco y te acercas a 100 metros del glaciar.

Por supuesto aquí es en uno de los sitios donde por mucho tiempo que estés en las pasarelas mirando no te cansas de ver un espectáculo que difícilmente se va a volver a repetir.

Como la excursión era de todo el día la comida la hicimos con un picnic que nos prepararon en el hotel y que tomamos entre la visita a las pasarelas y el safari náutico.

Por la noche ese día para cenar fuimos a un restaurante que se llama “La cocina” con comida un poco variada pero especializado sobre todo en comida italiana. Buena comida que no defraudo a nadie y por un precio moderado.

Al día siguiente teníamos contratada la excursión Ríos de Hielo con visita a los glaciares Upsala y Spegazzini. Yo tengo el convencimiento de que alguno de estos glaciares es más grande que el Perito pero como los ves desde el barco no te haces la misma idea que viéndolos desde pasarelas. La navegación fue impresionante sobre todo cuando te das cuenta que estas pasando al lado de trozos desprendidos de un tamaño superior al que hundió el Titanic.

Aunque la excursión era de día completo volvimos a la ciudad sobre las 4 de la tarde y encontramos abierto para comer un sitio justo enfrente del hotel que se llama “Cambalache”. Aunque la pinta por fuera no era especialmente atractiva el bifé de chorizo, que tomamos la mayoría, estaba espectacular y por un precio muy ajustado.

Por la tarde un poco de descano y nueva vuelta por la ciudad para despedirnos de El Calafate ya que al día siguiente salíamos para Buenos Aires y hacer las ultimas compras.

Por la noche nos fuimos a cenar a un restaurante que nos habían recomendado y que según nos dijeron estaba a las afueras de la ciudad, pero la verdad es que esta muy a las afueras y aunque esta bien no nos llamo especialmente la atención. Hubo alguno de los que venían que tomaron trucha y les pareció que estaba bastante seca y poco sabrosa para lo que esperaban. Eso si queréis conversación con el dueño, que por cierto es uruguayo, no os va a faltar entretenimiento. Si os proponéis pagar con tarjeta echarle paciencia ya que cuando es una cuenta un poco alta, os recuerdo que éramos doce, tiene que pasar la tarjeta varias veces por el data fono.

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Esta fue nuestra despedida de El Calafate al día siguiente traslado al aeropuerto para nuestro vuelo a la capital. El vuelo como todos bueno sin ningún especial contratiempo y por cierto el mas largo de todos los que hicimos internos. Llegada a las 5 y media de la tarde, recogida de equipajes y allí nos estaban esperando para trasladarnos al hotel Amerian Park situado en una calle muy estrecha pero muy bien situado y estando al lado de las famosas galerías Pacifico.

Para nuestro gusto no es uno de los mejores hoteles donde hemos estado ya que aunque la recepción y los salones están bastante bien las habitaciones no eran muy espaciosas y las vistas al estar en una calle muy estrecha no son especialmente llamativas, pero bueno en cuanto a limpieza y desayunos bastante bien.

Por cierto una cosa curiosa que nos paso en este hotel es que una noche quisimos echar una partida de cartas y nos dijeron que no se podía ya que al haber Casino no se puede jugar a las cartas en la ciudad.

Como llegamos pronto por la tarde paseo para ver la Casa Rosada donde tuvimos la suerte de presenciar el arriado de la bandera y poder contemplar los restos que quedan, que no son excesivos, de las reivindicaciones sobre los desaparecidos.

Si nos llamo bastante la atención que de camino para la Casa Rosada pasamos por un organismo financiero oficial donde había placas de personas que habían trabajado en ese organismo y que habían desaparecido.

Paseíto desde la Casa Rosada hasta el Obelisco situado en la intersección de la calle Corrientes con la gran avenida 9 de julio. Después de las obligadas fotos individuales, por parejas y en grupo, paseo por la ciudad para cenar en una terraza a base de pizzas, hamburguesas y alguna otra cosa.

Al día siguiente por la mañana teníamos la visita guiada a la ciudad de una duración de 5 horas. Visitamos los principales monumentos de la ciudad y barrios como La Recoleta, con su inevitable visita al mausoleo de Evita, Puerto Madero, Palermo, La Boca, etc.

Por supuesto nueva compra de algún recuerdo en el barrio de la Boca con espectáculo de tango gratuito en la calle de algún restaurante para captar clientes.

Personalmente creo que me defraudo un poco la excursión ya que aunque visitamos lo que viene en todas las guías turísticas esperaba algo más.

Comida en un tenedor libre en Puerto Madero por un precio de unos 17 euros en un restaurante que no recuerdo el nombre pero que casi como fue una constante en Argentina una parrilla con una carne y un corte de la misma espectacular.

Por la tarde paseo por Puerto Madero que es la parte más moderna y arreglada de Buenos Aires con parada en alguna terraza para tomar algo y donde inevitablemente te encuentras los precios más altos que pagamos durante todo el viaje.

Por la noche cena tango con Show en La Ventana. Nuevamente fuimos con nuestra mentalidad de que íbamos a una turistada mas y lo que nos encontramos fue un espectáculo de tango y gauchos espectacular y una cena que para ser para turistas estaba bastante bien. No se cuanto costaba el espectáculo y la cena ya que como dije al principio íbamos con todo ya incluido en el precio.

Empezaba nuestro último día completo en Argentina ya que al siguiente salíamos por la noche para España pero nos recogían a media tarde y ese día teníamos contratada una visita a la Finca Santa Susana.

El día en la finca estuvo entretenido ya que además de visitar un museo de una causa gaucha típica hubo algunas actividades como monta a caballo y paseo en carro tirado por caballo.

Al medio día nos prepararon un asado que consistía en bife de chorizo y pollo a la brasa acompañado de unas ensaladas que estaba todo bastante bien. Durante la comida nos estuvieron haciendo un espectáculo de tango y un gaucho con sus boleadoras.

Por la tarde nuevamente volvimos al lugar donde los gauchos nos hicieron un espectáculo de caballos al galope y tenían que coger una arandela que colgaba de un palo.

Por la tarde vuelta a la ciudad, ducha y un poquito de arreglo para salir a cenar a la famosa pizzería Guerrin.

Sitio absolutamente recomendable como bien saben los bonaerenses ya que estaba hasta arriba tanto la parte de tomar de pie como los sitios sentados. Nosotros que íbamos 12 nos pusieron en un comedor que tienen al final del todo pero en el que también cabía bastante gente.

Aquí nos pasó algo muy curioso y es que tomamos unas pizzas y unas cervezas y a la hora de ir a pagar el camarero nos dijo que nos había hecho un buen descuento, lógicamente buscando una buena propina. Lo curioso es que cuando salimos y revisamos la cuenta vimos que nos había cobrado una tercera parte de lo que habíamos consumido, con lo cual efectivamente nos había hecho un gran descuento.

Nuestro ultimo día en BB.AA. amaneció sin prisas ya que ese día no teníamos ninguna actividad preparada y solo nos quedaba por ver algún sitio de la ciudad que nos llamaba la atención.

Arriba a las nueve de la mañana, desayuno y a preparar las maletas para pasar a recogerlas a media tarde cuando nos lleven al aeropuerto.

Durante este día visitamos el Teatro Colon del que recomendaría su visita pero teniendo en cuenta que tiene determinadas horas y hay que ver a que hora es en castellano. Posteriormente visitamos una librería famosa en la ciudad pero que ahora mismo no recuerdo su nombre y por la tarde tuvimos una nueva visita guiada en este caso por el Congreso y comida en una pizzería hamburguesería que hay cerca del congreso.

A la hora fijada pasan a recogernos por el hotel para llevarnos al aeropuerto donde pasamos todos nuestros trámites de embarque para iniciar nuestro regreso. La sorpresa empieza cuando después de llevar más de una hora en el avión (cosa que nos extrañaba) nos dicen que tenemos que bajarnos porque hay un problema técnico.

Nos bajamos a una sala donde nos llevan agua y unos sándwiches para que comamos algo. Después de algo más de una hora nos vuelven a llamar para embarcar y ahora si ya sin demora salimos para Madrid en un vuelo que como todos los del viaje no tuvo ningún problema llegando a aterrizar con unas tres horas de retraso sobre el horario previsto.

Al día siguiente visita al traumatólogo para que me eche un vistazo a la pierna y aquí viene la sorpresa ya que me diagnostican fractura del maléalo del peroné y me inmovilizan el pie para que no lo apoye durante 15 días, pero la fractura se había perjudicado tanto durante el tiempo que estuve andando con ella que al final la inmovilización fue de 45 días.

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