Marrakech, desierto 4x4, Ait Ben Haddou, Fez y más ✏️ Blogs de Marruecos

En Erfoud nos recoge el 4x4 (ibamos 2 parejas) y vamos dirección Merzouga. El trayecto duró unos 50min. En los primeros 15min vas dejando atrás la civilización y vas entrando poco a poco en el desierto. Una vez allí paseamos por las dunas.


Y dos tuaregs nos recogen con los camellos y nos seguimos adentrando por las dunas montados en los camellos, hasta llegar a un punto en el que mires donde mires solo ves dunas.
Y te preguntarás, y un montón de turistas más, ¿no? Pues en nuestro caso estabamos solos, que mejor manera de disfrutar del aterdecer en el desierto.


Una vez que empezó a anochecer les compramos unos souvenir a los tuaregs en agradecimiento por el millón de fotos que nos hicieron, y regresamos en camello en busca de nuestro 4x4.


Se nos hizo de noche y regresamos a nuestro alojamiento en el 4x4. Otras parejas optaron por dormir en el desierto y ver el amanecer. Al día siguiente nos contaron que estaba llenísimo de personas. Así que parece que hicimos una buena elección.


Una experiencia única.

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Este día tocaba hacer mucha carretera. En el camino vimos más kasbahs y palmerales. Llegamos a Fez por la noche.

Al día siguiente nos tocaban varias visitas por la mañana y la tarde libre.

Subimos a la Fortaleza, desde donde se ve la Medina y te haces una idea de su magnitud.

Palacio Real
Lo vimos por fuera, y desde aqui ya empezamos a callejear hasta llegar a la Puerta Bab El Jeloud.


Puerta Bab El Jeloud
Después directos a la puerta principal para acceder a la medina y al zoco. Al igual que en Marrakech nos llaman mucho la atención los olores de las especias y de los jabones, los colores de los pañuelos y ropa en general, y como no, del sabor de los dulces marroquíes (durante el viaje los compramos desde 8 a 15 euros el kilo, el lugar más barato el zoco de Marrakech).


Madraza Bou Inania
Seguímos paseando por sus calles laberínticas y entramos en la madraza.


Curtiduría Chouwara
Cuando ya crees que te has perdido en sus calles, te encuentras con la curtiduría. Te permiten entrar gratis a una casa y te suben a la planta más alta para que tengas una buena perspectiva de la curtiduría. Para poder soportar el fuerte olor, te dan una ramita de menta, que vas aplastando y acercándote a la nariz constantemente.
La entrada es gratuita, y después te enseñan su tienda.


De aquí a comer y tarde libre. El guía aconseja que no se quede nadie por su cuenta porque lo más normal es que se pierda y pueda ser peligroso. Yo me había quedado con ganas de tomar té, comprar dulces y mi mujer de traerse una tetera de recuerdo. Así que nosotros nos quedamos. En esta ocasión ninguna pareja se animó. Se lo comentamos al guía y nos insistía en que no nos quedáramos. Como se dio cuenta que no cedíamos, nos dijo que al menos nos acompañara un amigo suyo durante el tiempo que quisiéramos (al muchacho le dijo que no nos dejara solos en ningún momento, y que se asegurase de buscarnos un taxi para regresar al alojamiento). Nos pareció buena idea, pues queríamos visitar la madrasa Attarine (y sin ayuda nos hubiera costado encontrarla, pues nos encontrábamos bastante lejos). Una vez vimos la madrasa, le pedimos que nos llevara a comprar una tetera que fuera de calidad (algunas que vimos tenían un color horrible, nos explicó que dependía de la composición del material). Una vez que nos llevó a una tienda muy chula, nos despedimos de él (le dimos una propina) y continuamos por nuestra cuenta. Tomamos té y dulces, y compramos dátiles.



Souvenir baratos
Compramos souvenir para toda la familia y amigos en la primera tienda que hay al pasar por la puerta Bab El Jeloud (a unos 50 metros, junto a una zona con varios restaurantes). Es la única tienda que tenía sus precios establecidos y no regateaba (normal, era muy barata).

Música marroquí en directo
Callejeando, empezamos a escuchar música, nos encontramos con un bar que se llama Barcelona, en el que estaban tocando música marroquí en directo. Pagamos la entrada (unos 3 euros con bebida incluida) y a allí estuvimos un rato mezclados con gente local, escuchando su música.

Al salir se nos hacía de noche. Así que taxi (por unos 2 euros) y de vuelta al alojamiento.

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Ya se acaba lo bueno.
Hoy toca carretera hasta Asilah. Dimos un paseo por su medina y de aquí al puerto para el Ferry.

Asilah
Lo que más nos gustó fueron sus puertas.


Conclusiones
En este viaje hemos vivido experiencias únicas como el atardecer en el desierto, hemos visto kasbahs en medio de un paisaje rodeado de palmeras, nos hemos perdido en sus zocos y medinas y hemos probado de sus diferentes productos gastronómicos.

Después del viaje creo que hicimos bien en no traer a las peques, muchas horas de carretera en pocos días, la peque hubiese comido poco y la grande lo habría pasado mal al ver a niños de su edad rogándote para que le compres un souvenir o tratando de meterse en los ejes de las ruedas del autobús (el chófer nos dijo que le habia pasado mas veces y que lo hacian para tratar de llegar a España). Esto último nos pasó en las últimas rotondas antes de llegar al puerto. Por lo demás podéis ir con niños si comen de todo y no son muy sensibles.

Un viaje recomendado. Al que traeremos a las niñas cuando crezcan un poco más.

Ahora tocaba descansar y a preparar nuestro siguiente viaje con nuestras niñas por Cinque Terre, Florencia, Roma, Malta Dubrovnik... os dejo el enlace de nuestro diario del viaje
www.losviajeros.com/ ...hp?b=14997

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