16 Días por Eslovenia y Croacia ✏️ Blogs de Eslovenia

Dicen que es de bien nacidos ser agradecido, y como nosotros usamos los viajeros para organizar los viajes, lo justo es devolver el favor lo mejor que podamos, así que a ello voy.

La familia telerín somos dos adultos y dos niñas de 6 y 8 años, intentamos tener actividades para todos, por lo que hay días especiales para ellas, tenemos bastante “campo” y recortamos ciudades que es lo que se les termina atragantando.

En enero empezamos con la organización del viaje, que por aquella época iba a ser a Canadá, tras leer diarios y guías, tenía un boceto del recorrido, pero al empezar a ver precios de alojamiento estaba prácticamente todo reservado y en los pocos sitios que estaban libres debieron pensar que lo íbamos a romper todo y nos lo querían cobrar antes de llegar. Madre mía, que precios !!!!

Total, que estábamos como un par de meses antes, a dónde vamos? Entonces recordé unas fotos que me enseñaron hace tiempo unas amigas, los Lagos Plitvice, de los que me enamore desde que los vi. Conclusión, nos vamos a Croacia.

El hándicap para nosotros era lo de cambiar de alojamiento cada 1 o 2 días, con niños pequeños se multiplica el trabajo, pero … quien ha dicho miedo?

Nos pusimos manos a la obra, a devorar diarios y guías, lo que nos llevó a descubrir Eslovenia, sus paisajes, las rutas por el campo y aquello de que es el “lado soleado de los Alpes” nos atrajo mucho, por lo que también decidimos incluirlo. Así que teníamos organizado el viaje, 8 días en Croacia y 8 días en Eslovenia, iríamos en avión hasta Dubrovnik y volveríamos desde Zagreb, y en medio nos moveríamos con un coche que alquilamos en Dubrovnik y que podíamos llevar a Eslovenia.

La semana de Croacia estaba muy definida, como nos íbamos moviendo, teníamos planificado que haríamos cada día, mientras que en Eslovenia elegimos dos campos base y excursiones de un día que elegiríamos allí según el tiempo y el cansancio, aunque algunas ya sabía que eran misión imposible (siempre me pasa, veo las fotos y quiero ir …).

Aquí empieza nuestro viaje, espero que os guste.

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Hoy nos cuesta levantarnos, la semana que hemos pasado en Croacia, y sobre todo el infinito día de ayer nos está pasando factura. Después de desayunar y recogerlo todo nos vamos a Eslovenia, pasar la frontera es sencillo, hay que esperar un poco porque hay que enseñar los pasaportes, pero el bastante rápido. Continuamos hacia el norte, a los Alpes Julianos.

Paramos en Radovljica para dar un paseo por su casco medieval. El centro histórico se concentra alrededor de su plaza mayor, bordeada por casas de los siglos XVI – XVIII, algunas de ellas muestran pinturas en la fachada.


Como curiosidad en la vivienda del número 25 se conserva un banco que en el pasado se usaba como banco de castigo donde se encadenaba a los criminales.

En medio de la plaza el Castillo de Diestricstein (casi medio de la plaza) es el edificio más grande de la zona, pero no parece un castillo.

Desde un extremo de la plaza sale una callejuela que lleva a un agradable mirador sobre el valle de Lipnica.


Damos un paseo por el pueblo e intentamos comprar algo para comer, que como siempre es tardísimo, pero encontrar unos bocadillos es misión imposible. Nos vamos al siguiente destino, la Garganta de Vintgar, que es más turístico, seguro que allí será más fácil.



La Garganta de Vintgar es un precioso pequeño sendero de un poco más de kilómetro y medio que va paralelo al rio Radovna, que discurre a veces encañonado formando pozas, rápidos y cascadas. Hay puntos en los que las paredes de la garganta llegan a los 100 metros de altura.


El sendero es de tierra pero a veces se transforma en pasarelas de madera colgadas de la pared, de modo que vas caminando encima de la corriente. El recorrido atraviesa hasta 4 veces el rio.

El camino termina en un puente desde el que se ve la Cascada Sum, "cascada ruidosa", de unos 16 metros de altura. Es posible acceder a la base de la cascada.


Como curiosidad, este paseo de madera fue construido en 1893.

Es impresionante la transparencia del agua, que permite ver el fondo con total claridad.


Sin duda un paseo imprescindible, aunque para esto soy poco objetiva, me encantan los cañones y gargantas!!!!


Tras recorrer la garganta y hacer un poco el cabra loca en la zona de la base de la cascada, dimos por concluida la visita y nos fuimos al que será nuestro campo base durante los próximos días, el Lago Bled.

Después de dejar los trastos en casa, hoy toca hacer compra, porque ahora que no tenemos que ir con las maletas a cuestas vamos a intentar cenar en casa algún día más, que las telerinas necesitan tener sus ratos para jugar, y por ahora tienen la maleta de juguetes prácticamente sin abrir.

Antes de cenar nos vamos a buscar un helado a orillas del lago, bueno esa es la excusa, porque yo helado no quiero, lo que quiero es ver el lago, la isla, el castillo …. Está atardeciendo y la postal es muy bonita (la foto no le hace justicia). Eso sí!!! Hay ejércitos de mosquitos, impresionante !!!


El Lago Bled es un lago de origen glaciar. Tiene un pintoresco islote en medio coronado por una iglesia, y está custodiado por el Castillo de Bled (Blejski Grad) situado en lo alto de un escarpado acantilado más de 100 metros por encima del lago. Este castillo es la imagen tipica que todos asociamos a un castillo, en alto, con torres … Dicen que es el más antiguo de Eslovenia.


Tras un pequeño paseo nos damos media vuelta antes de ser devorados por los mosquitos, toca cena en casa y descanso.

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Empieza otro nuevo día, tras desayunar, hacer bocadillos para comer (hoy no nos pilla el toro ), kilos de repelente de mosquitos y protector solar nos ponemos en marcha.

La primera parada es el Lago Bohinj (Bohinjsko Jezero), es el lago más grande del país con 4,2 kilómetros. Se trata de un lago de origen glaciar en el que la gente se baña, para mí, una chica del sur … juntar esos dos conceptos en la misma frase me colapsan el cerebro …

Llegamos al pueblo Ribcev Laz cruzando el puente de piedra. Y en ese punto empezamos a recorrer a pie el lago. A orillas del rio se levanta la Iglesia de San Juan Bautista (Cerkev sv. Janez Krstnik), construida en 1440.


A la derecha de la iglesia empieza un sendero que bordea el lago, donde podemos ver pequeñas playitas de arena que permiten acceder al lago, el agua es totalmente transparente, se ven los pececillos nadando.


Continuamos nuestro paseo por la orilla, es muy pronto, pero vemos que tiene zonas de césped y tumbonas para pasar la tarde y poder bañarse, así que decidimos continuar la ruta y volver por la tarde para tomar un baño y descansar un rato.


Hay una leyenda que dice que cuando Dios repartió el terreno vio a un grupo de hombres (los bohinjskos) que estaban callados, y fue a ellos a los que dio el lugar más bello. Es un lago espectacular. Luego no sé, pero ahora es un lugar muy tranquilo, estamos prácticamente solos.


Rodeando el lago en el sentido contrario se encuentra el Zlatorog del lago Bohinj, la famosa estatua de la Gamuza con los cuernos de oro.


Bordeamos el lago, para llegar hasta la Cascada Savica subiendo por una carretera de montaña. Un sendero con unos 500 escalones llega a un pequeño mirador desde el que se ve la Cascada y el valle que hay a sus pies al otro lado.

Empezamos el ascenso, que a pesar de ser muchos escalones, como no son muy altos no se hace muy duro. Además hay bastantes puntos en el camino en los que poder descansar, con bancos para sentarse. Contando los escalones, tres personas contando a la vez, y no coincide ningún número …. llegamos arriba. Esperamos nuestro turno, porque la prolongación del mirador es muy estrecha y caben pocas personas, nos acercamos lo máximo que podemos a la cascada.


La Cascada Savica tiene forma de A, tiene un salto de 78 metros y luego otra más pequeña de 25 metros en el lado izquierdo. El agua cae a un pozo y luego ya se desvía por un cañón.


Esperamos un poco a la sombra disfrutando del paisaje, tras beber agua y un tentempié para recuperar fuerzas iniciamos el regreso. A ver si esta vez coincidimos en el número de escalones …


Seguimos con la ruta, inicialmente pensamos en subir al teleférico y ver las vistas desde arriba, pero como quieren bañarse en el lago decidimos quitarlo del plan. Nos vamos a la Garganta de Mostnica, pero como me puede gustar tanto ver ríos enfadados y agua saltando y retorciéndose …

La Garganta Mostnica es un impresionante desfiladero de unos 2 kilómetros de longitud con una profundidad que llega a los 20 metros en la parte más alta y 16 en la mayoría del recorrido.


El paseo discurre por un frondoso bosque, donde veremos el rio tanto desde arriba como a ras de agua.



En la zona en la que el sendero está al lado del agua, paramos a comer, el lugar es muy agradable, y vimos personas incluso bañándose. Aquí el lecho presenta agujeros y vemos una piedra con un arco que parece el cuerpo y la trompa de un elefante.


Mientras recorremos el sendero vemos como el agua a veces corre tranquila, mientras que otras se encañona. Poco a poco vamos tomando altura, empezamos a tener una vista del rio desde arriba.


Llegamos a Češenjski Most, una especie de puente natural, que se formó cuando una gran roca cayó y se quedó encajada entre los dos lados de la garganta.


El punto final de la ruta es la Cascada Mostnica (Slap Mostnice), con 21 metros de altura. La vuelta se hace por el mismo camino.


Volvemos al Lago Bohinj para darnos el chapuzón que habíamos dejado pendiente esta mañana. Nos ponemos todos el bañador, pero al pensar “lago de origen glaciar y bañarse” cortocircuito y no!!! en mi caso no puede ser!!! Me quedo en uno de los bancos-tumbona que allí ahí vagueando y leyendo una revista. El resto sí que se baña y disfruta de este rato en el agua.


Finalmente regresamos a Bled, para dar un paseo por el lago y los alrededores y cenar en un restaurante.

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