PULLMANTUR ZENITH FIORDOS DEL NORTE 25 AGOSTO 2018 ✏️ Blogs de Baltico y Fiordos

El barco llegaban a Bergen a las 9:00 h. Llevábamos ya los billetes para el funicular, porque al ser un grupo preferimos sacarlos con antelación, confiando en que en algún momento del día pudiéramos subir a ver las vistas. Afortunadamente el cielo estaba nublado, pero no llovía ni había niebla. Bajamos del barco y fuimos andando hasta la Fortaleza Bergenhus, que visitamos exteriomente. Luego caminamos hasta Mariakirken, el edificio más antiguo de la ciudad, y algunos del grupo entramos a visitarla por dentro.
Después seguimos caminando hasta el funicular. Había fila para sacar las entradas y para subir al funicular. Nos fuimos derechos a la fila del interior, y tardamos unos 10-15 minutos en montar en el funicular. Una vez arriba, disfrutamos de las magníficas vistas de Bergen, nos hicimos unas fotos y empezamos a caminar por el monte Floyen. Nos entretuvimos un rato con las cabras para hacer unas fotos. Las cabras están tan acostumbradas que parece que "posan" en la foto.
Fuimos hasta el primer lago y luego continuamos hasta el segundo. Es un bosque precioso, con muchos senderos para caminar. Había mucha gente, no sólo turistas, sino también noruegos y excursiones de colegios.
Volvimos a bajar en el funicular y fuimos hasta el Bryggen, callejeamos por el interior, entramos en alguna tienda y tomamos una cerveza en la zona de fuera. Justo en ese momento salió el sol y daba gusto estar sentado en la terracita.
Después fuimos al mercado de pescado, dimos una vuelta por allí viendo los diferentes puestos de comida, y finalmente nos sentamos en el que nos prepararon dos mesas grandes para todos. Aunque éramos muchos enseguida nos prepararon la mesa. Por supuesto, el chico que nos atendió era español. Nos aconsejó lo que podíamos pedir para compartir y eso hicimos. Una mesa pidió bandejas variadas con salmón de tres maneras diferentes, cangrejo real, brocheta, y otros pescados. También nos dieron a probar la ballena. Yo no la probé, ya lo hice en otra ocasión y no me gustó el sabor. La otra mesa prefirieron solo ballena y cangrejo real. Estaba todo exquisito, especialmente el cangrejo real y el salmón. Con una o dos bebidas por persona, tocamos a 50 euros por persona más o menos. Ya sabemos que barato no es, pero todo muy rico.
Después fuimos a dar un paseo por la avenida Torgalmenningen, y la zona del lago, y vuelta al barco.
Esa noche fue la noche de blanco y el espectáculo uno de humor y magia. A mí particularmente no me gustó mucho, pero bueno es que la magia no me gusta mucho en general.

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En Flaam el barco atracaba a las 7:00 h. Nosotros teníamos reservado el tren a las 8.30 h. No sé si lo he comentado ya, pero a pesar de que los desembarques se hacían por turnos de letra, todos los días bajamos nada más atracar, era todo muy ágil, nosotros al ser un grupo y no tener todos la misma letra, no tuvimos problemas para desembarcar juntos.

Cuando llegamos al tren, después de enseñar el billete al revisor, nos dirigimos hacia los vagones 6 y 7, pero estaban reservados para excursiones, eran casi todos orientales, debían ser del otro crucero que estaba en el puerto, un NCL creo recordar. Asi que nos subimos en el vagón 5, y fue justo el que paró delante de la cascada, así que bajamos de los primeros, pudimos hacer foto de la cascada sin nadie. Los paisajes durante el trayecto son muy bonitos. Seguimos las indicaciones de los foreros y nos sentamos casi todos en el lado derecho. Cuando llegamos a Myrdal preguntamos al revisor si podía parar en Hareina y nos dijo que sí, pero que teníamos que bajar por el vagón 3. Así lo hicimos. Desde la parada del tren fuimos andando por el camino que lleva a Flaam. Al rato de caminar hay que cruzar un puente que cruza el río y enseguida aparece un sendero a la izquierda que lleva a la cascada Brekefossen. Está indicado, son 500 metros hasta la explanada de arriba, pero todo cuesta arriba. Una vez arriba las vistas son maravillosas, en las fotos que haces parece que tienes un fondo puesto detrás, de lo perfecto que es el paisaje. Algunos subieron un poco más, hasta el camino que lleva detrás de la cascada, pero estaba en muy mal estado, muy embarrado. Después de disfrutar de las vistas bajamos por el mismo camino y seguimos el camino hasta Flam.
A las 12:15 h. teníamos reservado el crucerito por el fiordo. Llegamos justo a tiempo y montamos. Aunque la primera parte que recorre es la misma que hace el crucero, luego navega por el brazo más estrecho, y el paisaje es precioso. Aquí no nos acompañó el tiempo, llovía a ratos, hacía viento frío y mucha humedad, por lo que costaba quedarse fuera disfrutando del paisaje.
Una vez en Gudvangen algunos fuimos al parque vikingo. Nos hicieron precio de grupo. No teníamos mucho tiempo, pero es curioso de ver. Hay actores vestidos de vikingos, unos contando historias, otras explicando el uso de algunas herramientas (todo en inglés, claro). Puedes tirar con el arco, con el hacha, y entrar en todas las casas que tienen.
Volvimos a Flaam en autobús, sólo tardó 20 minutos. Mi intención era ir andando hasta la granja Otternes, pero se puso a llover con fuerza mientras volvíamos, así que descarté la idea. Vimos el museo del ferrocarril, la cervecería, hicimos algunas compras y vuelta al barco.
Esa noche era la noche tropical, y en el restaurante los camareros desfilaron al son de la música y nos hicieron levantarnos para bailar.

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El Zenith no llegaba a puerto en Geiranger hasta las 12:00 h., asi que después de desayunar subimos a la cubierta para ver la llegada por el fiordo. Yo ya lo conocía, pero me volvió a impresionar casi como la primera vez. En el puerto nos pusieron la pasarela. Es curioso ver cómo la despliegan. La guía de la excursión nos comentó después que el uso de la pasarela costaba a la naviera 25.000 euros.
Como la excursión no empezaba hasta las 13:30 h. bajamos del barco y fuimos andando hasta el comienzo de la cascada, subiendo por las escaleras y las plataformas metálicas hasta arriba del todo.
La excursión la teníamos contratada con Shore, he hecho varios excursiones con ellos y han estado francamente bien, pero esta vez no tuvimos suerte con la guía. La excursión consistía en los dos miradores, flydal y el de la carretera de las águilas, y la subida al monte Dalsniba. Cuando comenzamos la excursión estaba despejado, y en primer lugar comenzamos la ascensión al monte Dalsniba con el autobús. El paisaje es impresionante. Paramos en el lago, en lugar de subir derechos al monte, y aquí empezó a ir mal la excursión. La guía hizo una parada excesivamente larga, se metió a tomar café sin prisa, y en el tiempos que perdimos se metió la niebla y cuando llegamos arriba no se veía nada. Otros dos autobuses de la misma empresa que salieron a la misma hora que nosotros subieron directamente y pudieron ver las vistas del fiordo y el barco desde arriba. Hablamos con la guía y además nos dice que al mirador de las águilas no vamos a ir, que no entra en la excursión. Tuvimos que "discutir" con ella, educadamente eso sí, para que al final consintiera en ir a los dos miradores restantes. Los otros autobuses lo hicieron todo sin decirles nada. En fín, por experiencia se que el guía hace buena o mala una excursión. Para mí la subida al monte Dalsniba merece más la pena que las vistas desde arriba, yo ya lo he visto, pero si hubieramos hecho como los otros autobuses hubiésemos disfrutado de las dos cosas.
La excursión terminaba a las 16:30 h. y algunos caminamos un rato por el sendero que va al lado del fiordo hacia el camping, hasta que fue la hora de volver al barco. Una vez que el barco salió subimos a cubierta a seguir disfrutando del paisaje hasta Hellesyt. Cuando vimos que el barco ya había atracado aquí, aunque no habían hecho ningún aviso por megafonía para desembarcar, bajamos a la planta tercera y ya se podía salir. Dimos una vuelta por el pueblo, fuimos hasta la cascada, unas fotos y vuelta al barco.
Ya no nos daba tiempo a ver el espectáculo,. Creo que era destino el mundo, así que ducha y a cenar.

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