22 días en Corea del Sur - Agosto 2019 (En construcción) ✏️ Blogs de Corea Sur

Y llegó el día de empezar con los trekkings.

Desde que empezamos a plantear el viaje teníamos claro que Seoraksan iba a ser uno de los puntos incluidos en el itinerario; por eso no nos importó pagar un poco más en el alojamiento, sabíamos que nos iba a gustar Seoraksan y teníamos ganas de ir.

Desde nuestro alojamiento, cogimos el bus 7-1 que en 20 minutos nos dejó en la entrada del Parque (3.000 wones). Hay una oficina de información en la entrada en la que, al menos nosotros, fuimos atendidos en inglés. Nos dieron un mapa y nos enseñaron las rutas más populares; por lo que nos contaron, las hay de todos los niveles e incluso hay un funicular. Por si algún aventurero me lee, comentar que hay una ruta de 2-3 días pero tiene que ser reservada con antelación. También hay restaurantes de todo tipo en la entrada y sitios donde venden agua.

Nosotros nos decantamos por la ruta que lleva hasta el pico Ulsanbawi; es una ruta de ida y vuelta que tiene 9 kilómetros en total (4,5 en cada sentido).


La ruta es muy bonita y bastante asequible hasta el último kilómetro y medio. En ese momento empieza el infierno. Este último kilómetro y medio son escaleras...y parece que no se acaban. Creo que yo tardé casi media hora en hacerlo. Si estáis en buena forma las subiréis más o menos bien pero si sois como yo y las únicas escaleras que subís son las del Metro pues vais a pasarlo regular. Eso sí, la subida merece completamente la pena.


Tras disfrutar de las vistas y comer unos bocadillos que llevábamos en la mochila iniciamos la bajada. Si la subida es dura, la bajada también. Creo recordar que leí que eran unos 800 escalones; en la bajada las piernas van cansadas y a mí me temblaban. Una vez que terminar los escalones el terreno se allana bastante y vuelves a disfrutar de los paisajes. En total, creo que empleamos algo menos de 4 horas en hacer la ruta completa.

Una vez abajo aprovechamos para comer en uno de los restaurantes y nos fuimos al hotel a descansar un poco y dar un paseo por la playa. Después de la experiencia del día anterior no queríamos más sashimi así que nos cogimos el bus para ir al centro de Sokcho, donde encontramos una pizzería estupenda. He de decir que la comida coreana nos ha encantado y casi todos los días hemos comido y cenado en restaurantes típicos pero sí que es cierto que a veces tienes antojo de pizza Los buses en Sokcho dejan de funcionar muy pronto (sobre las 22-22-30 horas) así que tenedlo en cuenta.

Nos fuimos pronto a la cama que nos esperaba un largo día hasta llegar a Daegu.

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