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Vuelo a Bogotá y visita al Museo del Oro y Monserrate (día 16: sábado, 31 de agosto de 2019)

Hoy nos vamos a Bogotá. Nuestro vuelo sale a las 12.26h, así que hacia las 10h habrá que ir al aeropuerto. Nos limitamos al desayuno y aprovechamos para darnos un bañito en la piscina, que a esta hora tiene el agua un poco más fresquita que ayer.


Pedimos un Cabify por la aplicación, que tardó un poco en llegar porque la calle sólo era circulable en un único sentido. Pero el aeropuerto está cerca, así que no es más problema, porque llegamos muy rápido. Como también es muy pequeño, apuramos más el tiempo para no tener que esperar tanto. El taxi nos costó 12.000 COP.

Llegamos puntualmente a Bogotá a las 14h y buscamos un taxi en el aeropuerto. Normalmente, en los diferentes aeropuertos tienen precio fijo, pero aquí pregunté en un mostrador y creo que me dijo casi 70.000 COP, cuando el precio que tenía sobre lo que valía un taxi al centro era unos 30.000 COP. Así que busqué a través de Uber, porque Cabify no me funcionaba muy bien. Te hacen entrar en el parqueadero para poder subir al coche y el precio era 30.000 COP así que nos pareció genial. Llegamos muy pronto.

Hacia las 15h ya estábamos en el hotel, en el barrio de La Candelaria, pero era una calle colindante, por lo que aquí no había ni bares de copas, ni restaurantes, así que por la noche estaríamos tranquilos.
Tras dejar el equipaje en el hotel, nos vamos directos al Museo del Oro, que a las 16h tiene una visita guiada gratuita. Lo tenemos cerca, como a unos 10’ andando. En cualquier caso, preguntamos un montón de veces para poder salir de las callecitas de la zona. Aquí se nota mucha más seguridad que en otras zonas. Hay mucha policía por todas partes.

Bogotá
Bogotá está ubicada en el centro del país, a 2650 metros sobre el nivel del mar, en una meseta rodeada de montañas en la parte alta de la Cordillera Oriental de los Andes, convirtiéndose en una de las ciudades más altas de América Latina.

Fue fundada en 1538 por el conquistador español Gonzalo Jiménez de Quesada. La nueva Ciudad se convirtió en la capital del virreinato de Nueva Granada en 1717. Fue liberada en 1819 por Simón Bolívar, constituyéndose en la capital de la nación independiente de la Gran Colombia, que incluía la actual Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela. Más tarde se convirtió en capital de Nueva Granada, renombrada posteriormente como Colombia y fue en 1830 cuando se disolvió la Gran Colombia.

La Ciudad creció lentamente en sus inicios ya que los bogotanos “cachacos” querían preservar su cultura Antigua. Apreciaban sus Iglesias, conventos y casas edificadas al más puro estilo colonial, así como su Universidad. Sin embargo, la ciudad creció rápidamente después de 1940 debido a que habitantes del campo migraron en masa a la búsqueda de mejores oportunidades económicas.

Si no estás acostumbrado a la gran altitud, es posible que te sientas cansado y fatigado durante tu visita. La temperatura oscila entre los 6 y 24 grados centígrados. Es fácil que llueva, así que mejor llevar paraguas y chaquetita.

Museo del Oro
Es el hogar de una de las colecciones más grandes de oro prehispánico en el mundo. Después de una década de renovaciones, el museo reabrió sus puertas en 2008.

Horario: Lunes cerrado. De martes a sábado de 9 a 18h; domingos y festivos de 10 a 16h. De martes a sábados, el museo ofrece un recorrido gratuito de una hora (a las 11 y a las 16h).
Precio: 4.000 COP. Domingos, gratis.

El Museo del Oro ofrece salas de exposiciones permanentes y temporales. El recorrido puede llevar como mínimo 1:30-2 horas. También ofrece visitas guiadas incluidas en la tarifa de ingreso de martes a sábados a las 11 h y a las 16h.

La guía nos dijo que la visita nos ayudaría a diferenciar los distintos tipos de piezas que había en el museo y que se centraría en la visión cósmica que le daban en aquella época a todo el tema del trabajo del oro.

Hay muchas piezas que tienen la figura del jaguar y nos explicó qué representaba para ellos este animal, para que entendiéramos el significado, que para ellos es el rey. La visita guiada estuvo bien y encima acabó en la Sala de La Ofrenda, que nos pareció espectacular. Pero había algún niño en el grupo que, puesto que la guía les facilitó la consulta, no paraban de hacer comentarios y preguntas y al final la explicación iba mucho más lenta que si se hubiera limitado a adultos. Así que casi estuvimos hasta la hora del cierre. Luego tuvimos que espabilar para poder ver las otras salas porque teníamos media hora escasa.



Sólo en esta sala creo que dijeron que había más de 3.000 piezas, que se van iluminando paulatinamente. Muy espectacular junto con el juego de luces que nos va descubriendo los diferentes objetos.

En el museo podemos ver las técnicas de minería y manufactura de la metalurgia antigua, el uso y contexto de los metales dentro de la organización política y religiosa, la simbología de los metales… Pero lo más fascinante es la Sala de La Ofrenda, que es una sala abovedada que sumerge al visitante en el mundo de las ceremonias de ofrenda. Aquí se entra en grupo, puesto que queda cerrada para que se ponga en funcionamiento el audiovisual de sonidos y luces que simulan una ofrenda como si estuvieras en medio de la selva. Además, aquí podemos ver la barca de la famosa historia de El Dorado. Tiene una duración de unos 3 minutos.

En realidad, nos faltaba un par de plantas por ver, porque el piso 1 es donde está la tienda y la entrada, que también lo cuentan como otro piso. Si en total había unas 10.000 piezas y en la última sala había más de 3.000, pues sólo con eso ya veías una gran parte de las piezas que contiene el museo.

Salimos a las 18h del museo, ya estaba oscureciendo, y nos fuimos hacia el Cerro de Monserrate. En el hotel nos habían dicho que estaba cerca y que podíamos ir andando y el policía que había en la puerta del museo también nos lo confirmó, que unos 20’ caminando. En realidad, a donde íbamos es a coger uno de los medios de transporte que te llevan a la cima, que son el funicular o el teleférico. A pesar de que ya era de noche, a diferencia de otras ciudades, aquí no se veían cambio de perfil de la población del día a la noche. De hecho, no se veía indigentes…

Cerro de Monserrate
Con una altitud de 3.152 metros, el Cerro de Monserrate ofrece una increíble vista de la capital. En su cima se encuentra el Santuario del Señor Caído de Monserrate, una iglesia con una figura de Cristo del siglo XVII. Allí también encontrarás varias tiendas de recuerdos y refrigerios.

Uno de los planes en Bogotá más populares es subir a la cima del cerro. Para esto puedes tomar el funicular o el teleférico. También se puede subir andando. El trayecto dura alrededor de una hora y media. De noche, el camino está cerrado.

El funicular funciona de lunes a sábados de 6.30 a 23.30h; sábados de 7 a 16h; domingos de 5:30 a 16.30 y festivos de 6:30 a 11:45 h.

Desde Monserrate hay una vista panorámica de toda la ciudad. Se puede subir en tren y bajar en teleférico para probar las 2 cosas.

Precio: 12.000 por trayecto / 21.000 i/v. Domingos vale 6.500 por trayecto / 12.000 i/v. Aceptan tarjeta de crédito

Aquí hay toda la información de precios y horarios. Atención porque a veces está en mantenimiento y también tendrás la información aquí en la web.

Nosotros subimos en teleférico. El funicular estaba cerrado, creo que por la hora que era. Las vagonetas son muy grandes, caben unas 40 persones y suben muy rápido.


Las vistas desde ahí arriba son espectaculares. No se de día, pero de noche merece muchísimo la pena ver la gran urbe iluminada. Es de las ciudades que luce de noche y la extensión que abarca es brutal, así que disfrutamos con las vistas. Además, no hacía tanto frío como pensaba, con chaquetita tuvimos suficiente. Aprovechamos para tomar unas bebidas calientes: té de coca, que no habíamos probado, y canelazo, un té de canela con aguardiente, que también nos ayudó a entrar en calor.


Vimos la iglesia y nos sorprendió porque no sabíamos que había una virgen negra, como la que tenemos en el Monasterio de Montserrat (Barcelona). De hecho, una pareja de allí nos decía, que sí que era como nuestra morenita. No habíamos caído en la similitud del nombre… y nos gustó mucho verla.


Allí arriba también hay muchas tiendas de souvenirs y los precios nos pareció que estaban bien.
También hay un caro restaurante, cuya carta no nos entusiasmó, y los precios menos, así que vimos el Via Crucis y dimos la visita por acabada. Sin duda es imprescindible la visita a Monserrate. Estuvimos una hora larga…

Nos volvimos andando hasta La Candelaria, donde teníamos el hotel. Había bastante gente por la calle, no tuvimos sensación de inseguridad en ningún momento. Y ya en nuestra zona, muchísimo ambiente por todas partes. No sabíamos donde cenar, porque queríamos sentarnos y que no fuera un sitio de copeo, y por casualidad fuimos a parar a un BBC (Bogotá Beer Company), una cadena de cerveza casera, donde cenamos estupendamente. De hecho, lo teníamos en la lista de posibles, y nos lo encontramos por la zona. Pedimos una pizza 4 estaciones, que no es como las nuestras, sino que cada estación era una pizza diferente, así que de fábula porque probábamos 4 pizzas en una sola. Y también pedimos unos enrollados de carne con cebolla caramelizada, todo para compartir. No es demasiado barato, las pizzas valían casi 10€ y la cerveza pequeña unos 10.000 COP y la grande 14.000, pero el sitio tenía una decoración curiosa y la comida estuvo muy buena. Nos pusieron unas patatas chips mientras esperábamos, porque había bastante gente, que eran caseras y estaban deliciosas.




Y tras ver el ambiente, que estaba todo a reventar, acabamos ya por hoy. En esta zona la Plaza del Chorro de Quevedo tiene muchísimo ambiente, de gente sentada en la calle y tomando copas. Por aquí la bebida típica es la “chicha”, que nos dieron a probar en el hotel y que no nos gustó nada, eso sí, es fuertecita… La hay de diferentes sabores y por todos los bares de la zona te la encontrarás. Se nos habían hecho las 23h y con esto acabábamos por hoy. ¡¡Mañana es nuestro último día!!

Otros gastos del día:
Taxi al aeropuerto de Cartagena: 12.000 COP
Cerveza: 3.000 COP
Museo del Oro: 4.000 COP
Teleférico: 21.000 COP pax i/v
Taxi desde el aeropuerto de Bogotá: 30.000 COP
Palmera de chocolate: 2.200 COP
Cena en BBC: 102.000 COP
Te de coca: 3.000 COP
Canelazo: 5.000 COP

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Centro histórico de Bogotá y por la tarde vuelta a casa (día 17: domingo, 1 de septiembre de 2019)

Hoy volvemos a casa. El avión sale a las 17h, así que tenemos toda la mañana para hacer las últimas compras y ver un poco Bogotá y hacia las 14h cogeremos un taxi hacia el aeropuerto. Al ser vuelo intercontinental, mejor estar un poco antes de lo habitual, aunque no tengamos que facturar.

El desayuno muy correcto en el hotel.


Nos levantamos pronto para aprovechar la mañana, pues no habíamos visto el centro y además teníamos compras por hacer. Para que no nos pasara como en Medellín, decidimos no ir al Free Walking Tour que teníamos a las 10h, y aprovechar el tiempo para ver y comprar lo que nos faltaba.




Nuestro barrio está tranquilo, en comparación a como lo encontramos por la tarde y por la noche. Todas las puertas están cerradas… Por el camino encontramos diversas zonas de souvenirs, así que aprovechamos para comprar imanes, té de coca en bolsitas…


A pesar de ser domingo, los supermercados también abrían así que también podremos comprar fríjoles que nos queríamos llevar. Nos gusta llevarnos cosas típicas de comer de los lugares que visitamos.

Llegaremos andando hasta la plaza de Bolívar, la más famosa de Bogotá y que está dedicada a Simón Bolívar, quien logró la independencia del país en 1819. Está en el corazón de la ciudad y está repleta de palomas. Ideal para observar a la gente. Aquí también tenemos los monumentales edificios que se alzan en ella, como el Capitolio Nacional o la Catedral Primada de Colombia, de estilo neoclásico, la estatua de Bolívar en el medio... Impresiona la plaza por su gran tamaño.





La otra zona que no hay que perderse son las calles de La Candelaria, que nosotros ya hemos visto por estar alojados allí.





No teníamos pensado visitar más museos así que sólo nos quedaba pasar por el super para comprar fríjoles, nos trajimos también más panela y caramelos de café. Paramos en un Éxito, que es una de las cadenas de supermercados más grandes.

Ya de vuelta compramos unas empanadillas de hojaldre de diferentes sabores, recién hechas, que nos serviría de comida en el aeropuerto, mientras esperábamos a que saliera nuestro vuelo.


El taxi de vuelta lo reservamos con Beat, aplicación como Cabify, pero del país. Lastima no haberla descubierto antes, porque los precios son más buenos y también se puede programar la tarjeta para no tener que pagar en efectivo. El precio del taxi 24.400 COP. Tardamos más a la vuelta porque parece ser que los domingos cierran una parte de la carretera principal que lleva al aeropuerto. Un par de carriles, o sea una zona lateral, queda inhabilitado al tráfico y queda de uso exclusivo para que la gente pasee, vaya en bicicleta… así que se acumula más tráfico en los otros carriles. En cualquier caso, llegamos bien.

Salimos puntualmente destino a Madrid, donde llegaremos a las 10h de la mañana del día siguiente. La escala era de hora y media, pero nos indican que el avión a Barcelona saldrá con 1 hora de retraso, así que acabaremos llegando al aeropuerto del Prat a las 14h.

No podemos haber vuelto más satisfechos de este viaje. Todos los destinos nos gustan, pero este seguramente no lo hubiéramos elegido nunca, si no hubiera sido el destino universitario de nuestra hija!! 100% recomendable.

Otros gastos del día:
Imán placa Colombia: 6.000 COP
Imán redondo: 8.000 COP
Placa Colombia mediana: 12.000 COP
Paquete de caramelos en el super: 6.000 COP
Hojaldres salados: 14.000 COP
Taxi al aeropuerto de Bogotá: 24.400 COP
Bolsitas te de coca: 25.000 COP
Agua en aeropuerto: 7.000 COP




Y aquí acaba el diario. Si quieres ver las fotos, puedes verlas en nuestro blog Tu Rincón del Viajero. Espero que te haya gustado!!

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