FIN DE AÑO EN SUR DE INDIA ✏️ Blogs de India

10 DE ENERO

Y llegó es tan esperado momento de conocer por fin las famosas playas de GOA y tumbarnos al sol, entre aguas turquesas y frondosas palmeras. Al menos, así es Palolem, primer destino elegido después de mucho investigar. Palolem es la playa más conocida del sur de GOA. También la más fotogénica. Sus aguas son tranquilas y limpias y a lo largo de la playa, casitas de colores con su shack (chiringuito) debajo. Detrás, un mar de palmeras. Idílico. Aunque parece ser que es la playa más concurrida y turística del sur de GOA, me pareció perfecta.

Nos alojamos en Crystal Goa hotel, en la principal (y única) calle, a pocos metros de la playa, famoso por su ambientado y conocido restaurante. Dejamos las cosas y esperamos la hora del chek in en la playa. Hace mucho calor. Cielo totalmente azul. Las hamacas de los shacks son gratuitas, aunque siempre se espera que consumas algo, aunque sea una bebida. A mediodía ya estábamos cansados de sol y buscamos un sitio cómodo para comer. El lugar elegido fue ZEST, en la calle principal, uno de los muchos restaurantes de healthy food. Buenísimo, aunque no muy barato para ser india.

Más tarde, buscamos un buen lugar para ver el sunset. Al llegar a la playa vimos con sorpresa que al atardecer se congregan por igual vacas, perros y humanos, para disfrutar de los últimos minutos de sol. Anduvimos hacia el extremo derecho hasta llegar al final, el hotel sundowner, al que se puede acceder a pie solo a determinadas horas, porque cuando sube la marea, es necesario cruzar en barco.

El sitio es todo un descubrimiento, algunas personas (todos turistas) se congregan allí, música chill, cervezas en la arena, hoguera, rollazo...precioso lugar.

Volvemos a nuestro hotel y descubrimos que el restaurante se ha convertido en el lugar más animado de Palolem. Música de los 70s en directo, ambiente jipi y joven, veo pasar platos de....carne??? conseguimos sentarnos en una mesa, y entre risas y kingfishers, disfrutamos del concierto mientras nos comemos un platazo de ternera a la brasa con patatas y verduras....no olvidaré esa maravillosa cena.


11 DE ENERO

Hoy pasamos el día en la playa de PATNEM, a unos 20 minutos caminando hacia la izquierda. El camino es agradable y asequible, y pasamos por el lugar donde hacen las famosas headphones parties.

Si Palolem es maravillosa, Patnem la supera. Más vacía, más salvaje, un poco más pequeña...eso si, el agua un poco más movida. Nos quedamos disfrutando de ella todo el día, en las hamacas del restaurante Papaya, donde también comimos, y donde nos quedamos hasta que empezó a oscurecer. Tras ponerse el sol, subimos por una pequeña callecita llena de tiendas y volvemos a Palolem en tuk tuk.

Queríamos cenar en la orilla del mar, difícil elección porque toda la playa al anochecer se convierte en una hilera de mesas iluminadas con velitas, y mesas con pescado fresco esperando ser los elegidos. No recuerdo el nombre, la cena fue agradable, el pescado rico, pero el precio...un auténtico timo. Muy muy desproporcionado. Creo que fueron casi 30 euros por persona asi que...lección aprendida!! Hay que preguntar los precios de las cosas que no están en carta y que venden al peso, como el pescado!

Volvemos tranquilamente caminando por la orilla, cabizbajos.

12 DE ENERO

Nos levantamos tranquilamente a la hora que nos pide el cuerpo y desayunamos en nuestro restaurante favorito de Palolem, Nirea´s healthy food. Sus desayunos son super top!

Luego nos dirigimos a la playa y elegimos las tumbonas del chiringuito (o shak) CUBA, donde pasamos parte del día entre la sombrilla y el agua, hace un calor tremendo, por lo que los baños se hacen eternos. Nunca me cansaré de estar dentro de ese agua calma y celeste, mirando las frondosas palmeras a lo lejos, me quedaría ahí para siempre.

Larga charla con una chica india que vende pulseras en la playa, me cuenta cosas de su vida y del estilo de vida indio que me sorprenden. Despues de llenar la barriga con un pancake de nutella y plátano, volvemos al hotel para darnos una ducha y prepararnos para la noche.

Volvemos a Sundowner para ver la puesta de sol. Hoy el ambiente es más animado porque hay luna llena y allí se celebra una full moon party. Pagamos la entrada que incluye el barco de vuelta, ya que de noche la marea estará alta. Cervezas, pizza, pies en la arena, gente amigable, la música empieza a subir. No somos mucha gente, pero el ambiente es fantástico. Conocemos a unos chicos españoles con los que hacemos panda esa noche. La vuelta en barco fue un momento épico. La última noche en Palolem fue memorable.

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13 DE ENERO

Nos dirigimos en taxi al norte de GOA para conocer otra de sus famosas playas: ARAMBOL. Pagamos unas 3mil rupias por el trayecto de unas 3 horas.

El norte y sur de GOA son muy diferentes. Antes de ir leí montones de blogs y artículos para decidir que zona me gustaría más. Al final comprendí que podía visitar ambas, y opinar por mí misma. Y mis conclusiones, que no se alejan mucho de lo que ya sabía, son las siguientes:

SUR: Playas infinitamente más bonitas, más tropicales, con más palmeras, ambiente más chic, más relajado, todo mas light.

NORTE: Playas menos bonitas pero igualmente pintorescas, el agua está más movida y suele hacer viento. Ambiente más jipi, precios más económicos, más oferta de todo: restaurantes, hoteles y tiendas. En general hay más cosas para hacer, pero también se puede encontrar relax si es lo que buscas. No me gustó el ambiente de los shaks por la noche, suena música trance en muchos de ellos y se pisan unos a otros, por la noche se suele escuchar el rumor de la música y hay gente que no puede dormir, aunque para mí eso no es un problema. También todo está un poco más sucio. Esa fue mi impresión.

Dicho esto parece que me decanto por el sur. Y así es. Me gustó más. Pero el norte tiene algo que me conquistó, me atrapó y no se decir el qué. Quizás ese ambiente setentero jipi como si hubiera viajado atrás en el tiempo. La playa por el día es lo que menos disfruté, pero los paseos al atardecer entre puestecillos de mazorcas, mercadillos en la arena e improvisados bailes con tambores me sedujeron.

Además, nos alojamos en un lugar maravilloso, donde me habría quedado una temporada a vivir. En JAMBUDVIPA ECO RESORT todo se hace con mucho cariño. Su staff es encantador y te preparan los mejores platos italianos de Arambol. En todo el resort andas descalzo sobre la arena. Las cabañas son divinas y en la zona común, hay cine de verano y conciertos en directo con un repertorio elegido con gusto. Es un verdadero oasis.

En fin, que llegamos a nuestro jipi-resort, y después de un súper plato de pasta con tomate y albahaca que me supo a gloria nos fuimos a pasear por la extensa playa. Desde donde nos alojamos hasta el otro extremo, la zona más céntrica, hay como 10 minutos caminando. Al final de la playa, el acantilado está lleno de restaurantes y tiendas, una estrecha calle con interminables mercadillos desemboca en la siguiente playa, KALACHA. Allí vemos la puesta de Sol. De vuelta, entro en una tienda de instrumentos y termino llevándome un shaker y un cuenco tibetano, con el cual estoy encantada. Sacamos dinero en una agencia cercana y nos sentamos en uno de los restaurantes sobre el acantilado con vistas a la playa, SEASALT. Bebimos cervezas y terminamos cenando allí mientras escuchábamos al dúo que tocaba en directo música de los años 60 y 70. Allí conocimos a Shambavi, una chica de Delhi muy simpática y moderna que había escapado del bullicio de su ciudad para pasar unos días en la playa. La charla se prolongó mientras que bebíamos cervezas entre risas.

14 Y 15 DE ENERO

Los dos días siguientes transcurren relajadamente entre playa por la mañana (el último día visitamos la playa de Mandrem que no me gustó nada) , paseos por el pueblo, compras, y una excursión muy especial: visita al Baba que está pasado el lago de agua dulce de la playa de KALACHA, a unos 15 minutos caminando entre la frondosa selva. La visita me pareció, bueno, diferente, algo sobreactuado quizás, la verdad es que lo que más me gustó fue el paseo de ida y vuelta.

Cenamos en Sunjays un día, chiringo en plena playa, y en that is it al siguiente, en el acantilado, este último me encantó, pero hay tanta oferta que no da tiempo de probarlo todo.

Y así nos despedimos del último destino del Sur de India, comiendo una espectacular piadina en ese remanso de paz que era nuestro resort viendo la película Mr Nobody al aire libre, mientras esperábamos el taxi que nos llevaría a Vasco de Gama, donde pasaríamos la noche para volar de vuelta muy temprano al día siguiente. Recuerdo vívidamente esos últimos minutos y lo feliz que me sentía en ese momento.

India no ha sido un país facil, pero ya me había reconciliado con ella y me fui sabiendo que volvería.

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Nuestro vuelo de vuelta era desde Mumbay, así que dormimos cerca del aropuerto de GOA para volar muy temprano a MUMBAY y aprovechar para visitarlo al día siguiente, ya que el vuelo de vuelta a España era a las 10 de la noche.

Teníamos pensado bajar hasta la zona de COLABA y desde allí visitar los lugares más típicos (puerta de India, Hotel Taj Mahal, estación Victoria, Marina Drive y algún bazar)

Habíamos quedado con el mismo conductor que nos llevó a Vasco de Gama desde Arambol a las 5 de la mañana. Nuestro vuelo era a las 7. Pero a eso de las 4 de la madrugada vemos un email de la compañía aérea. Vuelo cancelado. Llamadas telefónicas en un inglés incomprensible, confusión, y finalmente, nos reubican en un vuelo a las 2 de la tarde.

La conclusión es que sólo pudimos ver MUMBAY a través del taxi que nos llevó desde la terminal de vuelos domésticos a la internacional, una pena, porque tenía muchas ganas.

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