Ruta soñada por la Costa Oeste de USA ✏️ Blogs de USA

Nos levantamos y cogimos el coche porque, aunque el hotel incluye el desayuno, se toma en un buffet al otro lado de la carretera. Después de desayunar mi marido fue al baño y al salir se dio cuenta de que no tenía las llaves del coche. Entramos en pánico, buscamos por el suelo y salimos al coche a ver si se las había dejado dentro. Mirando por las ventanillas notó frio y se dio cuenta de que se había dejado el abrigo en la mesa del desayuno con las llaves dentro. No he corrido tanto en mi vida. Pero aún no habían recogido nuestra mesa y el abrigo seguía en su sitio. Se quedo en anécdota, pero el susto nos le llevamos.
Ya más tranquilos fuimos al parque con nuestro pase anual.
Al ser temporada baja aparcamos sin problemas en Sunrise Point y nos hicimos el Trail circular “Queen´s-Navajo Combination” que es una combinación de 2 rutas de unos 4,6km se hace muy bien y las vistas son preciosas.


Lo único malo es el final que es una subida considerable en zigzag. Pero merece la pena. A mi Bryce me recordaba mucho a las chimeneas de las hadas de la Capadocia, pero con más árboles. Después de la ruta comimos en un merendero y cogimos el coche para ver los miradores más alejados de la entrada del parque. Los principales miradores están a la izquierda de la carretera, por lo que es una buena idea ir hasta el último y a la vuelta ir parando en los miradores ya a la derecha, en el sentido de la conducción.


Terminamos pronto y cogimos el coche dirección Zion. Entramos por la entrada este con nuestro pase anual. Es una carretera de muchas curvas, pero las vistas son una pasada. Tanto que íbamos parando donde podíamos para admirar las vistas.

Estuvimos en el parque un rato al atardecer y seguimos nuestro camino hacia el hotel. Nuestra idea era alojarnos en Springdale, pero estaba casi todo reservado y lo que no, era carísimo. Asique nos tocó quedarnos a media hora del parque en Hurricane. El motel era “Super 8 by Wyndham Hurricane Zion National Park” por 45€ con desayuno incluido. La habitación era grande y cómoda. Cenamos por allí y a descansar que al día siguiente nos esperaba una buena caminata.

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Nos levantamos pronto y deshicimos ruta hasta el parque. Como en Zion no te puedes mover en coche. Aparcamos en el parking del centro de visitantes y cogimos el autobús hasta la parada The Grotto.

Queríamos hacer el “Angels Landing Trail” es una ruta de 9km categorizada como difícil por el desnivel y la peligrosidad. Yo no soy nada deportista, pero mi marido tenía mucha ilusión por hacer esta ruta, así que venía mentalizada para lo que me esperaba. Contaros que es una ruta complicada, porque la subida es bastante dura pero el mayor problema es el tramo final de 1km. Yo había visto fotos y aunque las vistas desde arriba son una pasada, decidí subir hasta “Kolob Terrace” que es el mirador que hay justo antes del tramo final y allí esperaría a mi marido que el sí subiría hasta arriba. La subida fue bastante matadora, muchísimo desnivel, pero yo iba mentalizada y fuimos parando cada poquito a descansar, como casi toda la gente que subía a la vez que nosotros. Se sube a través de un camino zigzagueante, pero cuando me quise dar cuenta estábamos en el mirador principal.


Mucha gente sube solo hasta allí, porque la última parte es peligrosa y no apta si tienes vértigo. Una vez allí comimos algo y no sé porque, pero me animé y decidí subir hasta arriba. Para mi, el ultimo trozo fue el menos exigente. No es cansado, pero si hay que ser un poco ágil y no tener miedo a las alturas. Es un poco peligroso, porque lo único que te separa de la caída es una cadenita a la que te puedes agarrar. Os dejo una foto, no es mi mejor foto pero para que os hagáis una idea.


Las vistas desde arriba son espectaculares, la verdad es que Zion fue la sorpresa del viaje.


Es el menos conocido de los parques que fuimos, pero sus rutas son preciosas. La bajada fue mucho más fácil. Tardamos en toda la ruta unas 3:30h pero arriba estuvimos bastante rato.
Ya abajo comimos en un merendero y descansamos un rato. Como era pronto decidimos coger el bus y nos bajamos en la última parada Temple of Sinawava. De ahí sale la ruta Riverside Walk, que es el principio de la famosa ruta The Narrows que va por el rio.


Fuimos hasta el rio y mi marido metió los pies, aunque estaba helada. Había mucha gente en esta ruta, ya que hasta llegar al rio es un paseo fácil y con buenas vistas.
Ya cansados nos volvimos al centro de visitantes. Nos aseamos un poco, cambiamos de ropa y al coche. Teníamos 2 horas y media por delante hasta llegar a nuestro siguiente destino. Al entrar en Nevada volvimos a retrasar el reloj por lo que ganamos una hora. Al ser de noche la carretera era muy monótona hasta que al cambiar un rasante de repente apareció toda iluminada, la ciudad de Las Vegas!
Nos íbamos a quedar 4 noches aquí, 3 días completos. Hay gente que se queda menos, pero nosotros quisimos hacerlo así, para descansar de tanto coche y maleta. Al ser la mitad del viaje, necesitábamos estar más de una noche seguida en el mismo hotel. Queríamos un hotel que estuviera bien situado. Nos quedamos en el Harrah´s, 4 noches por 405€ con el desayuno incluido. El hotel está bien, en el Strip, en frente del Caesar Palace y el Mirage y al lado del Venetian. Dejamos el coche en el parking del hotel. Tardamos bastante en hacer el check in. Asique nos tomamos algo en uno de los restaurantes del hotel, mientras veíamos como la gente apostaba. Aunque estábamos cansados salimos a dar una vuelta por el Strip. Dicen que Las Vegas o te horroriza o te encanta. Pues a mí me encantó. No sé deciros porque, pero me parece una ciudad muy divertida, en la que cualquier cosa que te guste hacer, allí puedes. Dimos un paseo hasta el Bellagio, donde vimos el espectáculo de las fuentes y ya muy cansados nos fuimos a dormir.

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Nos levantamos tranquilamente. Nos parecía raro no tener que preparar la maleta. Desayunamos en el hotel y curioseamos un poco. Alucinamos bastante con que a las 9 de la mañana hubiera gente jugando a las tragaperras. Fuimos a salir, pero nos tocó volver a la habitación a por algo más de abrigo. Se suponía que en las Vegas iba a hacernos calor, pero justo ese día entro una ola de frio en el país. Tuvimos suerte de que nos pillara aquí porque en Bryce daban máximas bajo cero, con lo bueno que nos hizo a nosotros. No hacia demasiado frio, pero nuestros bañadores para usar la piscina del hotel no salieron de la maleta.
El Harrah´s está muy bien situado así que el coche se quedaba aparcado por primera vez en todo el viaje. Esa mañana estuvimos viendo varios hoteles.

Primero El Venetian que para mí es uno de los más bonitos, con las góndolas, el techo que parece de día siempre…



Estuvimos jugando a las tragaperras, aunque sigo sin entenderlas mucho, comprando cositas… De ahí subimos por el Treasure Island y el Mirage pero sin entrar hasta el Caesars Palace.

Aquí sí que entramos y estuvimos viéndolo y haciéndonos la típica foto en la recepción de la peli Resacón en las Vegas, hasta la hora de comer.
Para comer cruzamos al Planet Hollywood, al Gordon Ramsay Burger. Yo soy muy fan de Gordon Ramsay, y como el presupuesto no nos daba para su restaurante de estrella Michelin, elegimos este. Y no nos defraudó, yo no soy muy de hamburguesas y debo reconocer que estaban buenísimas. Después de comer dimos una vuelta por el Planet y cruzamos para ver el Bellagio. Para mí el más elegante. A las 17:00 nos fuimos al hotel a descansar.


Sobre las 20:00 pedimos un taxi y nos fuimos a Fremont Street, la parte antigua de Las Vegas. Es una calle llena de antiguos casinos, cubierta por la pantalla digital más grande del mundo. Es una pasada ver los videos que proyectan con música a todo volumen. Además hay una tirolina que cruza toda la calle, en la que la gente se tira y pasa por encima de todo el mundo.


En la calle nos encontramos con muchísimos artistas callejeros y música en directo. Nos lo pasamos muy bien porque a pesar de ser entre semana había mucho ambiente. Tanto que terminamos tomándonos una copa (se puede beber en la calle y es más barato que en el Strip) mientras bailábamos con un grupo que había tocando en directo.
Ya en el hotel dimos una vuelta por el casino. Perdimos algunos euros en la ruleta (no demasiados, no somos de apostar) y a la cama.

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