Panamá por libre en 11 días Oct. - Nov. 2021 ✏️ Blogs de Panama

Domingo 31 de Octubre


Madrugo un poco porque hoy tengo que dejar el coche en David y coger el autobús a Almirante y cuanto antes mejor. Otra vez que no hay nadie en recepción… dejo las llaves en la puerta de mi habitación y les mando un mensaje por booking diciéndoles donde he dejado las llaves.

Me pongo camino a David y la carretera está bastante bien, a la entrada de David paro en un car wash y gasto 12,5 dólares, después en una gasolinera cercana al aeropuerto lleno el depósito por 30 dólares. Una vez en el aeropuerto voy a la zona de oficinas de renting y justo hay un sitio para aparcar delante de la mía, Avis (aquello es muy muy pequeño). Le entrego los papeles y sale a mirar el coche, todo está bien excepto la antena, que no está evidentemente. Dentro de lo malo solo me pidieron 35 dólares por ella, que aún siendo caro no me puedo quejar (intenté que economy bookings se hiciese cargo de ello con su seguro pero después de contactar con ellos vi que me salía mejor dejarlo, que perder tiempo con ellos), más 6 dólares por el uso de autopistas.

Bueno ya estoy libre de la carga del coche, pero ahora toda mi carga está a mi espalda. En el mismo aparcamiento hay unos cuantos taxistas, pregunto cuanto a la terminal de autobuses y me piden 5 dólares, para allá que vamos. Llegamos sobre las 10:15 y el taxi me dejó justo delante del bus que tenía que coger, le pago y voy al autobús que según la tabla de tiempos que había mirado anteriormente ya tenía que haber salido. En el autobús me dicen que suba, pero la mochila que es grande va en el maletero atrás del todo, o atada en el techo quien sabe… porque el autobús llevaba mercancía por todas partes. Me la cogieron y solo esperaba que al bajar siguiese por alguna parte… Al subir aquello parecía una lata de sardinas por la cantidad de gente que había y eso que había 3 sitios libres, pero había mogollón de niños encima de sus madres, hasta que no se llenó el vehículo no salimos de la estación de David. Ninguna de las personas que había en aquel autobús me pareció simpática ni nada remotamente parecido, a mí me pareció que todo el mundo miraba mal a todo el mundo. En el asiento del otro lado del estrecho pasillo iban un hombre mayor y una madre con su bebé de cerca de 1 año, el hombre le estaba recriminado que el bebé no llevaba mascarilla y que lo pusiera mirando para otro lado, para flipar. La carretera una vez metidos en la montaña era malísima y el autobús iba despacio no, lo siguiente, debido a baches, partes inundadas, corrimientos de tierra…. Y aún estando lleno el bus pararíamos en todas las paradas donde hubiese gente para recogerla, estos se quedarían de pies en medio del pasillo hasta su parada. Hicimos un descanso a medio camino más o menos, después de empezar la bajada, para poder ir al baño o tomar algo. Yo no dejé el asiento no fuera a ser que me quedase sin él que aún queda mucho tiempo hasta el destino. Al final fueron casi 5 insufribles horas hasta llegar a Almirante donde pagué 8,5 dólares al bajar (hay dos paradas en almirante es la última), así que si podéis rascaros un poco el bolsillo coger transporte privado o que se yo.

Allá mismo hay taxis y pido uno que me lleve hasta el embarcadero, cosa que solo me costó 1 dólar. Hay varios embarcaderos así que supongo que el taxista te llevará al que más le “convenga” en mi caso “transporte de turismo marítimo torres”. En el embarcadero compro el billete de ida y vuelta a Colón 10 dólares (aunque me podría haber ahorrado la vuelta como veréis más adelante así que estad atentos) hubo que esperar bastante a que viniera el barco y por lo que pude oír estábamos bastantes españoles allá.

Una vez en el barco tardaríamos algo más de 30 minutos en llegar a Bocas del toro a Colón y lo primero que hice fue ir a mi alojamiento el “yellow houses”. Tuve que mandar un par de mensajes para que fueran a darme las llaves ya que no sabía a qué hora iba a llegar pero sin problema. Al poco de llegar yo a donde se supone que estaba mi alojamiento (según mapa booking) llegó un chico con las llaves y nos metimos en la enorme casa. Así es, una enorme casa solo para mí que tenía varias camas, aire acondicionado, cocina, frigorífico… de todo. Le pagué al chico 135 dólares por los 3 días que iba a estar allá y después de una ducha fui a ver aquel lugar y a ver si encontraba una excursión para mañana.




Lo primero que hice fue volver al embarcadero “transporte de turismo marítimo torres” donde me habían dejado para marcarlo en google mapas y no perderme el día de la vuelta (aunque aquello no es nada grande). Una vez allá un señor que me había reconocido de cuando vine en el bote me dijo a ver si quería una excursión para mañana y viendo que todos los sitios tenían precios muy parecidos lo cogí allí en el embarcadero, aunque parecía que bueno no iba a hacer. Excursión de delfines, arrecife, cayo zapatilla y estrellas de mar por 30 dólares que es el precio que había leído en diarios de otros usuarios.

Ahora que ya tenía todo hecho me puse a mirar tiendas y me pareció que tenían poca artesanía y muy pobre, que es lo que estaba buscando, pero al ver mochilas pensé que no me venía mal comprar una más para las excursiones y no llevar la de 70 litros que tengo. Al final con 15 dólares compré una mochila para llevar lo justo. Las calles del pueblo estaban en bastante mal estado, había muchísimos alojamientos cerrados o en venta y se veía muy poca gente, pero bueno que todavía no es de noche, igual luego cambia. Volví al alojamiento a dejar la mochila y descansar hasta la noche para salir a cenar. Lo mismo, muy poca gente incluso en la zona de restaurantes y bares. Di bastantes vueltas en mi búsqueda por un restaurante ya que no parecía convencerme ninguno, al final acabé en una hamburguesería muy mala donde una hamburguesa y unos fingers ardiendo por fuera y congelados por dentro más dos Coca-Colas costaron casi 25 dólares. Vuelta al alojamiento y final del día.

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Yellow houses, bocas del toro, isla de colón, Panamá 3 noches 135 dólares

Como ya he dicho es una casa super grande de una serie de 3 o 4 casas de madera adosadas muy chulas, la mía la última. Con un pequeño jardín detrás de la verja y dentro tiene 2 alturas, aunque la parte de arriba solo ocupa la mitad de la casa quedando como un balcón con dormitorio y baño incluido. Abajo tenemos una habitación pequeñísima con una mini cama al lado de la puerta trasera, la cocina americana, una mesa al lado de la ventana para leer o escribir y en la parte final está la tele un sofá cama y las escaleras que suben a la parte de arriba. No está muy alejada de la zona de restaurantes y hay supermercados cerca. Por el precio está muy muy bien y la recomendaría, aunque entran mosquitos.

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Lunes 1 de Noviembre


No madrugo mucho porque la excursión no sale hasta las 9:45. El barco de la excursión sale del mismo embarcadero donde la he cogido así que voy poco a poco hacia allá. Al principio no parecía que fuésemos a estar mucha gente pero al final ocupamos todos los asientos del pequeño barco con toldo, siendo 8 turistas el capitán y el guía con música a todo trapo. El cielo estaba encapotado y llovía muy ligeramente pero con el calor que hace por esos lares ni tan mal.

La primera parada fue la bahía de los delfines rodeada de manglares allá donde mirases, estas aguas están infestadas de pequeñas medusas transparentes, y de estos animales vienen a alimentarse los delfines. Ya había unos cuantos botes esperando a los delfines, pero nuestro barco era el único que tenía puesta la música a todo lo que daba y no la quitaron. Al poco empezamos a ver aletas de delfines salir a la superficie y empezó el seguimiento en bandada de los barcos a los puntos donde se habían visto los delfines. Estaríamos cerca de 30 minutos, y si que vimos delfines pero es más fácil cogerlos en video que en foto.




La segunda parada fue en una zona donde se suelen avistar perezosos. Intentar ver perezosos desde una barca, con manglares que no te dejan acercarte demasiado a los árboles y encima lloviendo es complicado, pero estos tipos se ganan la vida así y el guía de uno de los barcos avistó a una de estas criaturas en la copa de un árbol tan alto que apenas se podía distinguir. Una vez con la cámara y el zoom sí que fui capaz de grabar como se movía por la rama.


La tercera parada fue en el “restaurante jasmin” sobre el agua montado en una plataforma de maderas, para hacer el pedido de comida y que lo tuviesen preparado a la vuelta (de pago, entre 15 y 20 dólares). Allí nos juntamos varios barcos y no recuerdo que nadie cogiese esta opción ya que todos hemos sido lo bastante precavidos como para llevar algo de comer, pero podías aprovechar a ir al baño.





La cuarta parada fue a algo menos de un kilómetro del restaurante, al lado de cayo Coral donde hay una zona de entre 2 y 4 metros de profundidad para poder hacer snorkel. Te dejan las gafas y tubo, pero como yo llevo los míos no necesito. Coral no hay mucho pero es impresionante la cantidad de esponjas de todos los tamaños formas y colores que hay allá, juntado con estrellas de mar, erizos, gusanos plumeros y cantidad de peces que hay, puedo decir que es una de las mejores zonas de snorkel en las que he estado. Aquellos tenía tantos colores y texturas que parecía que un gato hubiese comido golosinas de todos los colores y las hubiese vomitado con pelos y todo, tal cual. Además la visibilidad era excelente y combinado con la poca profundidad que hay es un sitio de lujo para el snorkel. Estaríamos casi 1 hora y luego de regreso al restaurante donde volvimos a juntarnos bastantes barcos y empezó a llover fuerte.





En el restaurante los únicos que comieron platos eran los guías y capitanes de barco, los demás sacamos las galletas o cualquier comida que llevásemos en nuestras mochilas, no había problema en coger una de las largas mesas del final. Estaríamos unos 45 minutos y después con el aguacero encima partimos a nuestra quinta parada, cayo Zapatilla.

Muchas nubes, lluvia arreciando y parece que tormenta a lo lejos, pero cuando llegamos a Cayo Zapatilla se había tranquilizado el tiempo y ya apenas llovía (no nos cobraron nada por entrar a la isla). Cayo Zapatilla es una isla pequeña (la que está más al sur de las dos) y en su punta sur tiene a unas decenas de metros de la orilla unas rocas que sobresalen del mar. Merece la pena hacer snorkel ida y vuelta a las rocas para ver peces algo más grandes de lo habitual, pero el fondo está lleno de coral muerto en los alrededores y puede haber bastante corriente pero te empuja hacia la isla. Luego me metí en la isla donde tienen un camino que da la vuelta a toda la isla, parte de él es de arena, parte de tablas de madera, parte de barro y por ultimo alguna parte inexistente, se tarda como 30 minutos. No vais a ver apenas animales pero es chulo y recomendable. A la vuelta me junté con 3 colombianos de la excursión y estuvimos tomando cervezas, hasta que dieron las 16.00 y hora de volver al barco para ir a nuestro siguiente destino.

Playa de estrellas es el lugar, pero no es una playa. Es una zona donde cubre muy poco y está llena de estrellas de mar como las que vi en San Blas, pero aquí no nos tiramos al agua, solo las vemos desde el barco y lloviendo como estaba pos un poco mal.
Ahora sí, hora de regresar a Colón y a pocos cientos de metros de llegar a nuestro destino ya entre barcos fondeados, el motor dice que se para, que no hay gasolina para seguir adelante. Los móviles del capitán y el guía no funcionaban y tuvieron que usar uno de los colombianos (que vivían y trabajaban aquí en Panamá) para poder llamar a alguien y que viniera con gasolina, cosa de algo más de 15 minutos.

Para cuando llegamos ya era de noche las 18:00, y aunque no estábamos realmente secos del todo me fui con los colombianos a cenar al restauranteCoCo un restaurante que está justo al lado de transportes marítimos torres. Los precios no son nada caros, y la comida estaba buenísima (sobre todo los bowls) así que se lo recomiendo a todo el mundo que pase por allá. Casi 2 horas allí hablando y después cada cual a su alojamiento que estábamos bastante cansados del largo día.

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Yellow houses, bocas del toro, isla de colón, Panamá 3 noches 135 dólares

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Martes 2 de Noviembre


Amaneció lloviendo y se tiró así hasta las 14:00, hora en la que salí de nuevo hacia el CoCo para comer un bowl de pollo. A la salida del restaurante me metí en transportes marítimos Torres y vi que vendían tickets para ir hasta Cahuita (Costa Rica) el cual es mi próximo destino por 32 dólares (va incluida la barca de vuelta a Almirante por eso es mejor no comprar ida y vuelta desde Almirante si después cogemos este ticket para ir hasta Costa Rica), ni me lo pensé y lo compré en ese mismo momento para quitarme quebraderos de cabeza.

De vuelta al alojamiento me acordé de que tengo que hacer el pase de salud de Costa Rica para poder entrar (salud.go.cr/) y me puse a hacerlo en un momento. Estuvo lloviendo también algo a la tarde. A la noche salí de nuevo a ver puestos de artesanía y no me gustó nada de lo que tenían. Volví al CoCo a cenar en mi última noche en Panamá.

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Yellow houses, bocas del toro, isla de colón, Panamá 3 noches 135 dólares

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Miércoles 3 de Noviembre


Hoy 3 de noviembre es el día de la independencia de Panamá, hoy sí que habrá fiestas multitudinarias y gente por todos lados. Yo esto antes de venir no tenía ni repajolera idea, pero sí que es verdad que me fue imposible encontrar algún sitio no muy caro para esta noche, así que acorté mi idea de 4 a 3 días en Bocas de Toro al hacer el planing. Se debe coger alojamiento con mucha antelación si vais a estar en estas fechas. Hoy si que madrugué un poco ya que tengo que estar a las 7:30 en el embarcadero para que me lleven a Almirante. Recogí todo y dejé las llaves allí mismo como me habían pedido los propietarios. Con la mochila en la espalda mientras me dirigía al embarcadero vi como estaban entrenando pequeñas comparsas de música con bomberos y policías en desfile, supongo que para más tarde en aquel mismo día.

Llegué antes de la hora al embarcadero pero según llegué ya me estaban metiendo en una barca en dirección Almirante, al mismo embarcadero del que había salido hace 3 días. Era increíble el cambio, hace 3 días éramos unos pocos turistas, hoy había tal cantidad de personas que querían ir a Bocas del Toro que no caben dentro del embarcadero. Tuve que esperar algo más de 15 minutos hasta que vino un hombre preguntando por mí, lo seguí y subimos a su coche para ir hasta la frontera con Costa Rica. Haríamos una parada para recoger a otra chica y ya directos hasta el puente que cruza el río Sixaola, donde antes de cruzarlo pasamos por Aduanas de Panamá para que nos sellen la salida del país. El conductor se queda en Panamá y nos da el nombre de nuestro contacto en Costa Rica que todavía no está pero que ya llegará… Cruzamos el puente y antes de pasar por la aduana Costarricense debemos pasar por una sala donde nos toman la temperatura, nos miran el Qr de entrada a Costa rica y de aquí a la aduana para por fin entrar en el País de Costa Rica. Pero eso llegará en otro diario dentro de unos cuantos meses, este termina aquí satisfactoriamente.

FIN

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