7 días improvisados por Galicia ✏️ Blogs de España

Último día de nuestra aventura. Parecía que habíamos estado toda una vida de acá para allá. Bajamos a desayunar. Era buffet. Le faltaba algo de fiambre para ponerle el sobresaliente pero teniendo en cuenta la categoría del hotel y el precio pagado fue más que suficiente. Hicimos las maletas, chek out y tiramos para Pontevedra donde se disputaría la final del campeonato.

Caímos en la prórroga pero estuvo emocionante hasta los últimos minutos. Merecidos subcampeones.

Tras el partido y las fotos de rigor enfilamos ahora sí para el aeropuerto de Santiago.
El vuelo era Santiago- Valencia con Ryanair. Comimos justo en la redonda antes de entrar al aeropuerto, con vistas al helicóptero que tiene en la puerta el aeródromo militar ubicado allí cerca. Devolvimos el coche de alquiler en el mismo aeropuerto, en el parking de Hertz y sin mucho más que añadir, salvo las fuertes sacudidas y turbulencias del avión al aterrizar en Valencia, que por lo visto, solo sufrimos los de las filas traseras.
Allí nos esperaba un amigo para llevarnos en su coche hasta el aeropuerto de Alicante. Fueron unos 200 larguísimos kilómetros pero al final llegamos. Todo estaba ok. Recogimos nuestro coche del parking de larga estancia del aeropuerto de Alicante y tiramos carretera y manta para Murcia donde tuvimos que esperar a que llegaran nuestros hijos (que venían con su equipo directamente desde Pontevedra en autobús). LLegaron de madrugada pero sin incidencias así que los recogimos y ahora sí, cada uno a su casa y fin del viaje.

Conclusiones: Para ser un viaje improvisado, sin tener nada estudiado ni planificado creo que lo aprovechamos muy bien. Gracias a Internet íbamos encontrando alojamiento día a día, mirando las opiniones en Booking, y nos ha salido perfecto. Hemos acertado en todos y también en los restaurantes, destacando en el primer puesto el Restaurante O Marco de Vigo, que nos encantó, y poniendo en el último lugar el Tinta Negra de Combarro, que ojo, no decimos que estuviera mal, al contrario, estaba lleno, pero nosotros queríamos algo más gallego, no tan "franquicia". De los alojamientos... no sabría decidirme, la suite de Armenteira y el Convento de San Benito en A Guarda fueron mis favoritos, supongo que por su originalidad y lo bien que dormí.

Ha sido una escapada adaptada a la prueba deportiva de los chicos, lo que nos condicionaba hacer más o menos turismo, pero aunque sé que nos hemos dejado muchas cosas sin ver, creo que es una buena hoja de ruta para aquellos numerosos padres que van a Galicia en las mismas condiciones que nosotros. Así que si mis letras pueden servirte de algo ya me doy por satisfecha.

Vuelvo a casa destacando una cosa: La amabilidad y simpatía de los gallegos.
Seguro que volveremos.

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