Marruecos con niñas (maratón de 5 días) ✏️ Blogs de Marruecos

A la mañana siguiente cogimos la tabla de sandboard y nos fuimos a una duna pequeñita que había la lado del campamento para tirarnos unas mil veces por ella. El guía nos dijo que sobre las 10:30 nos teníamos que meter en el 4x4 para regresar al Riad del día anterior, ya que las únicas huespedes que había junto con nosotros, habían partido en camello y debíamos regresar al Riad para entregarles sus maletas. No nos hizo mucha gracia y queríamos algo mas de aventura, así que le preguntamos si era posible regresar en quad y así lo hicimos, por el módico precio de 70€ cada quad (un dineral, pero estoy segura de que dentro de un tiempo solo recordaré la experiencia, y no la pasta que nos cobraron). Tengo que decir que, aunque fue divertido y una verdadera aventura, fue peligroso. A pesar de que íbamos con dos guías a los que seguíamos en todo momento, son dunas, es el desierto, no lo controlas al 100%, e ibamos con dos niñas de 6 y 9 años. Nos quedamos atascados en dos ocasiones, una de ellas, desde mi punto de vista, con peligro. Si volviese, no lo haría, al menos no con ellas. Pero disfrutado queda y anotado en el cuaderno de aventuras superadas.

Una vez en el Riad (12:30 hs), un te calentito y de nuevo al coche. Próximo destino: Ouarzazate

Regresamos por la misma carretera por la que habíamos ido, y fue una idea maravillosa, porque a pocos kms me acordé de haber leído sobre el mercado de Risani, mire el GPS y estábamos a 10 min. Así que, 13hs, hora de comer, pusimos mercado de Risani en Google Maps y pa alla que nos fuimos. El GPS se volvió loco, fue imposible seguir sus indicaciones, pero como preguntando se llega a todas partes, acabamos encontrándolo. Nada mas aparcar se nos ofrecieron a hacer de guías, un señor muy amable con una identificación colgada al cuello que nos pedía 20 dirhams (2€) por hacernos de guía. Aceptamos sin pensarlo y allá que nos encaminamos. Me encantan los mercados, son unas de mis visitas favoritas allá donde voy. Y no me refiero a los mercados bonitos y limpios. Me refiero a la carne colgada, el suelo lleno de charcos, los puestos desordenados con mil cosas...Pero es curioso como te cambia la perspectiva ir con tus hijas. Sinceramente si no hubiéramos ido con guía creo que no habría entrado. Nos dió una vuelta por el mercado, intentando evitar las zonas más "rurales" del mercado. Acabamos en un puesto de especias, en el que compramos de todo (henna, especias, jabones, aceite...) los precios que piden son desorbitados. Creo que no tienen la mano que tienen en Marrakech para negociar con el turista, sencillamente porque por allí pasamos menos habitualmente. Nada que no se pueda solucionar, la verdad. También nos metieron en las típicas tiendas de alfombras que no nos interesan en absoluto. Con un no muchas gracias, no estamos interesados, salimos rumbo a comer. Nuestro guía nos llevó al café Slimania: (www.tripadvisor.es/ ...ml?m=19905)

Es un restaurante minúsculo que está en los soportales de la entrada principal al mercado. Tienen brasas en la puerta (garantia de calidad) y una carta reducida pero muy buena. Comimos fenomenal. Brochetas para todos, con patatas fritas y sus correspondiente entrantes de aceitunas hiperpicantes y legumbres de acompañamiento. Nos salió a precio turista, eso si, por unos 350 dirhams (35€) los cuatro. Comimos muy bien, tranquilos y muy a gusto, así que, pagado queda.

De vuelta al coche, y en 5 hs estábamos en Ouarzazate. Habíamos reservado un apartamento (Residence Chay - Luxury Appart por 68€/noche con desayuno incluido) con cocina, ya que nuestro idea era hacer una comida occidental cocinada en casa para darles un respiro a las niñas. La idea era buena, pero no pudo ser. La cocina no estaba conectada a nada. Es decir, no se podía cocinar. Teníamos dos opciones: reclamar para que nos la conectaran o nos cambiaran de apartamento o buscar alternativa. Optamos por la alternativa. De los mismos dueños, y justo debajo, tienen una cafetería con comida occidental, así que encargamos unas pizzas y unas coca colas que nos subieron amablemente al apartamento. Eso si, el recepcionista un tipo algo inquietante. El apartamento está muy cerca de una de las vías principales de Ouarzazate y es bastante ruidoso, pero la verdad es que dormimos tan ricamente.

Por cierto, si os dicen que se puede pagar con tarjeta, conformadlo antes porque no suele ser verdad.

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Nos despertamos habiendo dormido tan ricamente, nos tomamos el mejor desayuno de todo el viaje en la cafetería de debajo del apartamento y nos volvimos a meter en el coche rumbo a Marrakech (5hs). En esta etapa toca volver a subir el Atlas, así que, chute de Biodramina a las niñas y a por todas.

Llegado a este punto, ya se notan los kms acumulados. Las chicas se han portado como auténticas campeonas y ni una sola vez se han quejado, pero se las nota cansadas de tanto coche. Nuevamente habría metido un día mas por medio para por ejemplo visitar tranquilamente los estudio de cine de Ouarzazate.

Llegamos a Marrakech a media tarde y les dimos un homenaje a las niñas yendo al McDonalds y después a buscar el Riad.

Tengo que decir que llegar a Marrakech viniendo de zonas mas rurales resulta tremendamente estresante, a todos los niveles: trafico, gente, ambiente, suciedad, ruidos... teníamos reservado un Riad en todo el centro, a 5 min andando de la plaza Jamaa el Fna. Resultó ser una buena idea, pero tengo que reconocer que llegar asusta bastante. Y eso que era de dia. Si tengo que entrar por ahi de noche creo que habría dormido en el coche. Un laberinto de callejuelas desiertas, de metro y medio de ancho, en todo el centro de la ciudad, que todos sabemos que no son las zonas mas seguras de las ciudades, y ahi estaba yo con mi hija mayor buscando el Riad Hermés mientras mi hija pequeña y su padre esperaban en el coche. Finalmente lo encontramos, pero mentiría si no dijera que fue el momento mas tenso del viaje. El Riad es una pasada, con pocas habitaciones y terraza con piscina climatizada en la azotea. Lástima que sigue siendo diciembre y justo nos han tocado los tres días al año que llueve en Marrakech.

Dejamos el coche la primera noche aparcado en la calle Fatima Zahra, previo pago al "gorrilla" de turno de unos 40 dirhams (nos dió precio por dos días, pero al día siguiente nos arrepentimos porque vimos parquímetros y lo metimos en un parking al aire libre que estaba en esa misma calle, por 70 dirhams).

Dejamos las maletas y nos fuimos a la plaza Jamaa el Fna. Para los que no hayáis estado, es una plaza bastante grande repleta de puestos, ruidos, musica, olores, gente, más puestos y mas gente llamandote para venderte sus cosas. Vamos, un agobio para los adultos, con que para los niños, un shock en toda regla. Despues de un rato paseando por allí, decidimos darles un respiro a las chicas y nos subimos a la terraza panorámica del café francés, desde donde se divisa la plaza entera pero sin agobios. La entrada por la mañana es gratis, pero por la tarde es obligatorio una consumición, cara, por persona que se abona antes de la entrada. Además tiene baño vigilado (2 dirhams por persona) que eso es un plus importante. Calmado el estres inicial, descansado un poco, visto atardecer con la llamada al rezo (fue un momento impactante), volvimos a bajar a la plaza para tomar una calesa que nos diera una vuelta por la ciudad. Sinceramente nunca jamas habríamos hecho esto si no hubiéramos ido con las niñas, pero lo que toca toca (300 dirhams la vuelta larga por la ciudad vieja y la nueva y 200 dirhams si la vuelta es solo por la ciudad nueva). Estuvo bien, normal, una vuelta el calesa sin mas que añadir, pero que a las niñas les encantó y les sirvió para descansar de nuevo.

De vuelta a la plaza, tocaba cenar. Hay muchos puestos numerados. En todas las guías recomiendan el puesto 31, pero solo de verlo tan abarrotado de gente, sobretodo local, se nos quitaron las ganas y nos sentamos en el 48 que está justo al lado. Nos fue muy bien, cenamos fenomenal (las chicas brochetas con patatas y nosotros pescados variados) por 450 dirhams (45 €) (precio guiri, pero es que estamos en la plaza mayor de Marrakech, que queremos?). Zumito de postre rico rico de los puestos de alrededor, y para casa.

Todos los puestos son similares y tambien dependerá de la suerte, pero recomiendo el 48 porque nos trataron bien, rápido y cantidad/calidad aceptable.

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Ese día lo teníamos reservado entero para Marrakech. Reservamos un tour gratis con Civitatis. Allí que nos plantamos a las 9:30. En otras ciudades donde hemos hecho este tipo de tour los guías suelen ser chavales jóvenes que te cuentan muchas curiosidades de la ciudad. En este caso resultó ser un señor mayor con cero empatía con los niños y que hablaba muy bajito y dando muchos detalles técnicos de la ciudad. Conclusión en la segunda parada al lado De la Torre de m koutobia hicimos mutis por el foro y fuimos a nuestro aire. Nos adentramos en el zoco para perdernos literalmente por sus calles y comprar todo lo que se nos antojara. Dicen que al zoco hay que ir a encontrar y no ha buscar. Y eso hicimos. Toda la mañana danzando por el zoco de puesto en puesto, comprando todo lo que se nos antojaba y las niñas felices.

Comida en restaurante pequeñísimo donde tienen comida tradicional riquísima a precios razonables, muy cerca de la plaza que encontramos callejeando (www.tripadvisor.es/ ...ml?m=19905) , y a seguir el maratón de zoco. Aprovechando que estábamos tan cerca del Riad y que se puso a llover, nos fuimos a descansar un poco para luego regresar a cenar a otro puesto, no tan recomendable, en la plaza.

Aquí habría metido otro día para poder visitar más zonas de Marrakech por nuestra cuenta y poder ver el barrio judio, las tumbas sadies, el jardín majorelle, el palmeral e incluso haber hecho una visita a las cascadas Ouzoud aprovechando que teníamos el coche. Si hubiera sido verano a lo mejor nos habríamos ido a Esaguira o Agadir. El caso es que no nos dio tiempo para más.

Al día siguiente nuestro vuelo salía a las 9:00, así que, hasta aquí llegó la aventura.

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