Navidad en Omán 2022 ✏️ Blogs de Oman

La primera tarde en la capital de Omán, la dedicamos a pasear por su paseo marítimo, al que ellos llaman corniche y su típico zoco o Souq, como ellos llaman a los mercados.
El barrio donde está situado, se llama Mutrah o también lo vi escrito el las señales de tráfico como Martah.
Esto de que esté escritio de varias formas un mismo lugar, también me pasó por ejemplo con el pueblo de Misfat Al Abreyeen o Misfah Al Abreyeen, Bidiyah o Bidiya en el desierto etc...


El barrio de Murtah, es el mas antiguo de Muscat, el típico con callejones estrechos y en el que cuando entras sin rumbo fijo, acabas perdiéndote o dando vueltas constantemente por el mismo lugar

No es muy grande, pero si te interesas en comprar algo, si puedes pasar unas horas, entre que te intentan vender y tu obtener el mejor precio.
Nosotros las dos tardes que estuvimos por allí, nos dimos una vuelta cada tarde.
Lo que recuerdo perfectamente, es el olor a incienso presente en todo el mercado, es uno de los principales artículos que venden, en varios formatos, aromas y calidades.


Aunque las calles principales, están orientadas al turista, si te introduces mas al interior, también encuentras comercios para los mismos residentes de Mutrah, ropa, menaje etc...
También hay unas calles dedicadas al oro y joyas.


También, nos ofrecieron varias veces falsificaciones de bolsos o relojes de conocidas marcas que no son asequibles a nuestro bolsillo, estas falsificaciones no las tenían a la vista, lo tienen escondido en la trastienda de su comercio.


Después de nuestras primeras compras, como no: compramos incienso y un quemador de incienso de cerámica, recordamos que justo al lado del hotel, había un restaurante que tenía buena pinta y no era muy caro.
A partir de esta cena, aprendimos la lección, desde entonces, si no teníamos mucha hambre, compartiríamos plato, sobre todo si pedíamos un plato que contenía arroz.
La bandeja que te entregan con arroz es enorme, la comida tiene mucha influencia de la India y Blangadesh, así que cualquier tipo de carne, con la salsa masala o curry, era frecuente encontrartelo, con su pertinente bandeja de arroz, que costaba acabárselo todo.


Las 2 noches que estuvimos en Murtah, cenamos en este restaurante, aquí me tomé las 2 únicas cervezas de todo el viaje eso si , eran sin alcohol.
Una lástima, que fuese tan difícil encontrar una cerveza durante el viaje, sobre todo la noche que estuvimos en el desierto, allí hubiera estado de lujo un par de cervecitas, después de la cena, en la Jaima que tenían, con el resto de gente que acabábamos de conocer, pero solo tenían coca-cola

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Primer día completo en Omán.

Justo al lado del Hotel Naseem, hay un parking que no es gratuito, es de pago, pero si caminas unos 3 minutos mirando al mar hacía la izquierda, está el mercado de pescado, carne, verduras etc..., justo detrás de este mercado, hay un parking, que es gratuito, las 2 noches que estuvimos en Mutrah, aparcamos en ese aparcamiento.
A primera hora de la mañana, llegaba la mercancía, para su venta...


Vigilando a todos los que estábamos en la corniche, se erige el Fuerte de Mutrah, al que por la tarde, subiríamos para ver como se ponía el sol y la ciudad se iluminaba, desde allí arriba tienes muy buenas vistas, creo recordar que pagamos 2 Riales por persona para entrar, pero las niñas no pagaron.


En nuestra primera visita del día, teníamos previsto visitar la Gran Mezquita del Sultán Qaboos, la mezquita mas grande de Omán.
La construyó el Sultán Qaboos, el antiguo Sultán de Omán, que murió en el año 2020 y que dirigió el país unos 50 años, actualmente el Sultán es uno de sus primos.


No se puede entrar en la mezquita, con cualquier vestimenta. Los hombres, tienen que ir en pantalón largo y no pueden llevar camiseta de tirantes.
A las mujeres, se les exige pantalón largo, vestido largo o falda larga, camiseta o camisa manga larga y llevar un pañuelo que les cubra el pelo, nada de prendas ajustadas.
En casa, cuando preparamos las maletas, una de las cosas que mas importancia le dimos, es la ropa que nos teníamos que poner este día, no queríamos que no nos dejaran entrar. En la entrada de la mezquita, las personas que custodian la entrada, te hacen un buen repaso visual, para comprobar que vas correctamente vestido para la ocasión.


La visita para los turistas es de 8 a 11am de Sábado a Jueves, los viernes se considera día festivo en todo el país, sería como un domingo para nosotros.
La entrada es gratuita.


Nos gustó mucho todo el entorno y el interior de la mezquita.
Para entrar dentro de la mezquita, hay que quitarse los zapatos, justo a los lados de la entrada, hay unas casillas para dejarlos allí.
Encontramos gente, pero tampoco mucha, en general en Omán, menos tal vez, la noche que teníamos que hacer el tour, para el desove de tortugas, todas las atracciones turísticas, se podían visitar sin aglomeraciones, muy diferente de lo que nos encontramos días mas tarde en Dubai, en Omán todo lo disfrutamos mucho mas.



Un poco antes de la salida, hay una zona con árboles y unas escalinatas, donde había gente sentada, tomándose un te, hablando entre ellos, con unas mesas con libros y catálogos, me acerqué a mirar un poco, cuando una señora, nos invitó sentarnos, para que tomáramos un te, le dije que no hacía falta (pensé que me harían pagar :oops:, ) pero insistió bastante, así que nos sentamos en las escalinatas, nos ofrecieron te, dátiles, para las niñas unos tetabriks de zumo, a lo que ellas dijeron que no, que no les gustaba y les dieron 1 botella de agua a cada una.
Nos preguntó de donde éramos, a lo que respondimos que Españoles, se fue y regresó con una chica Argentina, que según nos contó, está casada con un Omaní, que se conocieron en Istambul etc... ahora vive en Muscat, empezó a contarnos un poco las costumbres del país y del Islam, que para nada es una religión radical, que eso que a veces vemos en las noticias no es lo que enseña el Islam etc... a lo que se fue a una de las mesas que había los libros, ahí pensé, ahora nos querrá vender los libros, pero no, nos regaló los libros, se lo regalaban a todo el mundo, en el idioma que correspondía a cada uno, por su país de origen. La verdad, quedé sorprendido por el detalle, de regreso, en la escala que tuvimos en el aeropuerto de Kuwait, leí un poco uno de ellos y era bastante interesante.

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Salimos sobre las 11 de la Gran Mezquita.
Empezaba a hacer calor, ellas tenían prisa por quitarse la ropa que tenían puesta, no están acostumbradas a ir tan tapadas.
Teníamos bastante día por delante, así que nos fuimos a ver una de las playas mas cercanas de la capital, que tenía apuntada, que era bastante bonita.
El camino hasta allí, desde la mezquita hasta la playa, es bastante bonito, llegando a través de las montañas, luego nos dimos cuenta, que si vas desde el final de la corniche, es un camino mas fácil y cercano, fue el que utilizamos para la vuelta.


Pongo el destino en el Maps.me y nos llevó directamente al Hotel Ritz-Carlton Al Bustan Palace, un hotel de super lujo, que creo que si quieres tomarte algo en su terraza, está permitido, puedes disfrutar de sus vistas y enfrente tienes la playa, con una zona privada, solo para los clientes del hotel.
Nosotros no entramos.


Antes de ir a la playa, también encontramos, que tienen un puerto deportivo cerca, creo que desde allí se pueden hacer excursiones en barco, pero no lo se seguro.


La urbanización que hay en la playa, se ve bastante descuidada, no encontramos ningún restaurante, ni comercio, solo parecía que había viviendas, pero eran pocas las que estaban bien cuidadas.



La primera impresión no fue muy buena, hicimos algunas fotos y decidimos irnos hasta Bandar Al Khairan, una zona muy bonita, buenas vistas, pero que es de difícil acceso a la playa, no íbamos preparados.
Las niñas querían bañarse o jugar en la arena, así que volvimos otra vez a la playa de Qantab, a pasar un rato.
Pusimos las toallas, justo en la frontera en medio de la playa, había un cartel, donde indicaba, que después de allí no se podía pasar, que el resto de la playa, solo era uso exclusivo de los clientes del Hotel Ritz Carlton Al Bustan, así pues, allí nos quedamos.



Aproveché para hacer una pequeña siesta y cuando me levanto, encuentro la bandera de Omán clavada en la arena, según me dijo nuestra hija mayor, unos señores vinieron de la zona de la playa del hotel, clavaron la bandera y se fueron otra vez para la zona de la playa del hotel. Lo cual aproveché para realizar estas fotos tan chulas con la bandera.


Al fondo, el Hotel que tiene media playa para él y sus clientes.

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