Jordania en fotos: 1 semana por libre 2023 ✏️ Blogs de Jordania

Vimos la opción de alquilar una casa espectacular para todos y salía muy económica, pero la playa más cercana estaba a 30 min. y como había leído lo incómodo que era bañarse en el Mar Muerto y no poder ducharse (regresas lleno de sal) decidimos pagar un poco más y tener la comodidad de tener la playa junto al alojamiento que contaba con duchas, hamacas y toallas.



La sensación de flotabilidad es extraña. Aquí estuvimos 1h y media aproximadamente hasta que nos echó un empleado del hotel, puesto que está prohibido bañarse en el Mar Muerto después del atardecer. Preguntamos y nos dijeron que era peligroso que te entre agua con tanta sal en el ojo (pica mucho, lo padecí con una sola gota) y que al tener poca luz te puedas desorientar. Aún así tuvimos tiempo suficiente para bañarnos y hacer un trenecito



Ponernos un poco de "barro" en el cuerpo.



Y como no, disfrutar del atardecer.



Después del intenso día nos dimos un festín en el restaurante Burj Al Hamam.

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El día anterior, durante la cena, Alejandro nos enseña unas fotos de una amiga que estuvo en una playa de sal llamada Wild Salt Beach. No lo teníamos en el itinerario, pero estaba en ruta y decidimos ir a esta playa y quitar del planning el Castillo de Shobak.

Wild Salt Beach
Lo localizamos en Google Maps y al llegar a la zona vimos un parking. Una persona que estaba en la entrada nos comentó que el precio del parking eran 2JOD y que tenía acceso directo a la playa.



Bajamos por un sendero y llegamos hasta la orilla. Es muy curioso estar en una playa en la que en lugar de arena hay sal.




Castillo de Karak
Está incluido con la Jordan Pass. El Parking está bien señalizado y tiene un precio de 3JOD. El castillo no está muy bien conservado.



Aunque nos gustó pasear por sus habitaciones, ya que algunas de ellas tienen ventanas en la pared o en el techo y permiten entrar la luz en una estancia totalmente oscura.



También aprovechamos el efecto de la luz para hacernos algunas fotos.



Recogimos el coche en el parking y en pequeño trayecto para incorporarnos a la carretera principal escuchamos un impacto en el coche y no había ningún otro vehículo en la carretera. Solo podía ser una cosa, nos estaban lanzando piedras. Reaccionamos muy rápido, "José acelera, acelera, nos están tirando piedras", y mientras aceleraba cerró todas las ventanillas (menos mal pues impactó una segunda piedra). Cuando hicimos parada en el siguiente destino inspeccionamos el coche y vimos que nos habían roto la luna delantera, un picotazo con varias rajas en una zona que no afectaba la visibilidad, y que se fueron haciendo más grandes con el paso de los días. El pensamiento tras la situación vivida fue...que suerte hemos tenido que no nos han dado a ninguno (llevábamos algunas ventanillas abiertas), que no se ha roto la luna, pues hubiésemos perdido mucho tiempo en buscar un taller y que lo reparasen (o que nos dieran otro coche) y que al tener el seguro premium estaba cubierto. Después preguntando nos dijeron que es habitual, que los niños lo hacen jugando con tirachinas. ¡Ay estos nenes!

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En el camino hacia Little Petra cada coche tomó una ruta diferente. A nosotros Maps.Me nos llevaba atravesando pueblos con bastante tráfico. Así que ponemos la ruta con Google Maps y nos lleva por otro sitio marcando una hora similar de llegada. Decidimos probar con Google Maps y salimos de la zona de tráfico. Pese a haber salido más tarde que los otros dos coches, llegamos los primeros. Pensamos...¿y esta gente? Cuando ya regresábamos de ver Little Petra nos cruzamos con nuestros amigos, que nos contaron lo que les ocurrió. Ambos coches llegaron a una carretera que indicaba que estaba cortada (sin salida). En uno de los coches decidieron dar la vuelta y buscar una ruta alternativa. Mientras que Alex, al ver como un lugareño cruzaba la zona que estaba prohibida se planteó pasar. Se dio cuenta que el lugareño tuvo que subir una rampa empinada sin asfaltar cogiendo impulso y zigzagueando durante la rampa. Así que allá fue el intrépido. Cogió impulso, zig-zag y...a media cuesta se para el coche. Otro coche que estaba encima de la cuesta esperando para poder bajar le observa. Y Alex encuentra la solución. Se bajan del coche, ponen piedras para que agarren los neumáticos, mete la reductora y a quemar gomas. Lo consiguieron y el lugareño que esperaba arriba les aplaudió por su pericia y resolución

Little Petra
La entrada es gratuita. El horario indicaba que cerraba a las 16:00, pero salimos de allí sobre las 17:30 y seguía abierto. Le dedicamos cerca de 2horas, aunque con 1h. se puede ver sin hacer muchas fotos ni tomar el té.
¿Qué ver en Little Petra?

Fachada de tumba nº486
Dejamos el coche en el parking, pasamos los puestos de souvenirs y a nuestra derecha nos encontramos con la llamada Fachada de tumba Nº 846.



Viviendas
Poco después, a la izquierda, nos encontramos dos huecos excavados en la roca destinados a viviendas.



Siq Al-Barid
Lo siguiente es un pequeño desfiladero.



Cisterna
Al pasar el desfiladero se ven unas escaleras y un hueco destinado a la cisterna.

Templo de Dushara
Dedicado al dios de los Nabateos.



Tres Triclinios
Son tres bancos tallados en la roca.

Gran Triclinio
Parece ser que los beduinos la usan actualmente.

Casa Pintada
Es un biclinio (dos bancos).



Fresco Nabateo
En el interior de la Casa Pintada hay un mural, que es el único fresco nabateo que ha sobrevivido unos 2.000 años.

Mirador
Se llega tras subir por unas escaleras. Aquí hay un una tetería/tienda en la que nos tomamos un té. El dueño nos permitió trastear con sus utensilios.



Cena en una casa local
Después de las visitas del día nos fuimos al apartamento a soltar las maletas y por la noche a la casa de los lugareños con los que teníamos reservada la actividad para cocinar y cenar con ellos.
Nos sentamos todos juntos en el salón, nos ofrecieron té, nos explicaron algunas cosas de sus costumbre, y a la hora de empezar a cocinar invitaron a las chicas a entrar a la cocina y nos dijeron que los hombres nos quedaramos en el salón, que son las mujeres las encargadas de cocinar. Pedí entrar a la cocina para hacer alguna foto y unos minutos después el dueño me pidió que regresara al salón. Particularmente soy respetuoso con las costumbres de cada país, pero si has contratado una actividad para cocinar con ellos tendrían que aclarar a la hora de hacer la reserva que solo las mujeres participaran en la preparación de la cena.
Para las chicas tampoco se cumplieron sus expectativas, pues pensaban que aprenderían a cocinar algún plato y lo único que hicieron fue picar algunas verduras, y tras eso las acompañaron también al salón, por lo que no aprendieron cómo se elaboraba el plato que posteriormente degustamos.
A favor de la actividad, resaltar que fueron muy amables, y que la comida estaba buena y muy abundante.
Si la actividad se llamase cena con familia local hubiese estado bien, pues sabes a lo que vas. En fin, que ya sabéis lo que es para quien quiera contratarla.

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