Blues Highway, un recorrido por la Historia de la Musica ✏️ Blogs de USA

Y dale camino de uno de nuestros sueños. Un viaje musical de friki siguiendo la pista de bluesmen de leyenda a lo largo del delta, de carreteras polvorientas, cementerios varios y un sinfin de museos. Un viaje que empieza en Chicago nuestro primer destino donde estaremos los dos primeros dias. El viaje fue un junio y empiezo a escribir algo tarde, cosa que Lolita agradecera, pues casi he olvidado casi todos sus highlights. Asi de sonrientes y tranquilos estabamos a punto de despegar. La cara tras unas 9 horas de vuelo no la pondremos, cada vez me sientan peor estos viajes y eso que en este primer vuelo ibamos solo en una fila de 3. Se me han ido de la cabeza casi todas las peliculas que me trague. Empezamos mal.
La llegada al aeropuerto de O’Hare, no fue nada traumatica, una colita que no se hizo lenta para sacarnos de encima la burocracia, un par de vueltas de mas intentando llegar al metro y de un salto al vagon de la blue line que nos dejaria en el centro de Chicago. Nos alojamos en el HI Chicago Hostel, como bien dice su nombre era un Hostel con todo lo que ello conlleva. Baño compartido que a pesar de ya no estar acostumbrados a estas cosas lo sobrellevamos bien, y todo funcional y correcto por unos 236 euros las dos noches. La ubicacion tampoco era mala y pudimos llegar a todos lados andando. Andar. Lo hicimos a saco. Y en eso estabamos bajamos del metro en Clark/Lake y camino del Hostel nos dejamos embriagar por el hormigon y el acero y fuimos serpenteando entre obras de arte.


Tras dejar las cosas en el hotel nos aseamos un poco y de vuelta a la calle. Primero para comer y luego para pegarnos el primero de los tutes del viaje. Sin dormir intentando alargar el dia como un chicle para adecuar horarios salimos del Hostel hacia Harold’s, nuestro primer contacto con la comida americana. Camino de alli se encontraba el garito de Buddy Guy al que no pudimos entrar ninguno de los dos dias por estar cerrado precisamente esos dos dias, que mala suerte leches. Alli en Harold’s nos tomamons nuestro primer fried chicken, que tras la comida en el avion nos sento de maravilla sin ser nada del otro mundo.




Desde ahi iniciamos un recorrido por todo el paseo maritimo lleno de corredores, ciclistas y paseantes, con un sol de justicia, mientras ibas picando pequeños pedazitos de la ciudad, hasta que llegamos al River Walk, una maravilla de senderito junto al rio, plagado de terrazas, chiringuitos y tiendas, cruzando puentes y con el skyline en el horizonte. En uno de estos nos paramos a tomarnos unas birras por las que nos clavaron de lo lindo, algo que iria sucediendo durante todo el viaje. Alli pagas casi hasta por respirar.







A estas alturas a Lolita ya no le quedan demasiadas fuerzas ya (adivinar quien no hizo los deberes, y no se preparo bien la maleta), asi que le entro uno de sus sirocos y un plis plas casi vacia las arcas comprando bambas y haciendome entrar en el que despues supimos era el starbucks mas grande del mundo para comer dos chuminadas y que nos robaran la cartera. Una vez calmadas sus ansias pudimos seguir andando por la Magnificent Mile, lanzandole cantos de sirena a nuestra querida Lolita que por suerte habia vuelto en si. Teniamos hora para cenar en Harry Caray's, un restaunte italiano al que han ido un monton de celebridades y que yo conoci viendo los videos de un youtuber americano y tras ver el chicken vesubio decidi que no podia perdermelo. Lamentablemente teniamos hora sobre las 21 y eran las 18 y ya casi no podiamos mas asi que nos dirigimos hacia alli para ver si podiamos cenar antes. Eureka. Un camarero de los de antes nos atendio estupendamente para darnos una comilona que tampoco fue lo que nos esperabamos. El pastel de cangrejo y los calamares nos gustaron mas que el chicken vesubio que sin estar malo nos resulto un tanto monocorde, y los regamos todo con esa botellita tan mona de moscato. Despues de casi un dia despues y tras casi 12 kilometros a pie nos ibamos a la cama a dormir como benditos.

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Dia de paseo por Chicago que nos dejo para el arrastre. Fue una pena que empezaramos por Chicago el viaje porque si hubieramos llegado a la ciudad unos dias despues o hubieramos pasado mas tiempo en ella la hubieramos podido disfrutar de otra forma. Por ejemplo en el dia de hoy tocaba Shawn Phillips en Evaston, una localidad a las afueras de Chicago, pero al estar lejos y tener que coger el metro (la linea roja creo que era) por la noche nos tiro para atras recien llegados y perdimos la oportunidad. Pero bueno quizas volvamos algun dia a esta estupenda y ruidosa ciudad. El Hostel tenia una desayuno continental incluido que me permitio probar algunas cositas como las gachas de avena y la crema de cacahuete. Pseeee, no es lo mio.


Y salimos de nuevo a la calle recorriendo el Loop por el medio hacia arriba atravesando Grant Park y Millenium Park mientras contemplabamos sus emblematicos edificios como la Clarence F. Buckingham Memorial Fountain


The Cloud Gate o The Bean como se la conoce ahi y que ahora mismo esta en restauracion


o el curioso Jay Pritzker Pavilion



Seguimos subiendo hasta llegar a Lincolin Park, donde estuvimos un rato en su estupendo Zoo Gratuito. El sol y el calorcito acompañaban mientras veiamos animales de todas las partes del mundo. Saliendo de alli teniamos al lado otro sitio de comidas rapidas recomendado por el youtuber que ya mencionamos. Un bocata de ternera en su jugo lleno de especies en Johnny’s Beef & Gyros. Comida contundente que nos hizo recuperar fuerzas para seguir caminando.


Tocaba bajar ahora lo subido primero por la zona residencial de The Triangle, pero al llegar a la zona de la Magnificent Mile decidimos subirnos al metro para ver si teniamos tiempo de llegar antes que cerraran Chess Records pero lamentablemente no llegamos a tiempo. Mientras mirabamos el escaparate salio una señora a preguntarnos y en 5 segundos me hice una pelicula.



Yo- Hemos llegado tarde asi que estabamos mirando por fuera Señora- Ohh me sabe mal, bueno pasar y os dejo mirar un rato por dentro que ya hemos cerrado. (musica celestial de fondo). La realidad es que la señora nos dijo que estaban acabando el ultimo tour y que era una lastima que no hubieramos llegado a tiempo pero que mañana ahi estaban otra vez. Yo le dije que mañana nos ibamos a ver si colaba pero solo recibi sorpresa y reproche porque al dia siguiente empezaba el Festival de Blues y la señora no entendia como ibamos a perdernos semejante evento…



De nuevo el cansancio del dia se acumulaba y de nuevo teniamos reserva para cenar demasiado tarde asi que volvimos a jugarnosla y fuimos al restaurante antes de hora a ver si nos alimentaban. Como siempre tocaba probar la comida japonesa del lugar y nos decantamos por el Gaijin, una suerte de Izakaya de hipsters, que nos sirvio para probar el Negiyaki que es como una Okonomiyaki mas o menos. Le sumamos una Okonomiyaki de ternera y unos yakisobas de gambas y cenamos la mar de bien.


Tras esto emprendimos la marcha hacia el hostel mientras la ciudad atardecia entre los rascacielos y tras 35 kilometros de pavimento.

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Y hoy empezamos el road trip hacia New Orleans, bye bye Chicago. Primer tramo hacia St. Louis, recorriendo una parte de la Ruta 66. Ibamos un poco cagados por el coche que nos iban a dar y por el cambio automatico, ya que Lolita nunca habia conducido un coche asi, Dios nos pille confesados. Teniamos el rental car en la calle Franklin cerca del Hostel y despues del desayuno nos acercamos dando un paseo. El coche un sedan negro descomunal que daba miedo solo de verlo y mas miedo daba aun la cara de Lola cuando lo vio (luego resulto una maravilla de trasto). Colocamos las cosas en el coche y nos preparamos para salir. Lola hace marcha atras y el coche se para en medio del pasillo del parking. Lola no consigue arrancarlo. Empiezan los nervios. Llega un coche intentando pasar. Lola empieza a gritar, yo empiezo a gritar. Bajo del coche e intento explicarle a la señora que somos europeos y que nos sabemos como funciona el maldito coche y si nos puede echar una mano. Debio ver a Lola soltandole puñetazos al coche y mi cara de estreñido que subio las ventanillas y se largo marcha atras. No quedaba mas remedio que volver a la oficina. Muy amable el operario vino a ayudarnos y nos dijo lo mas tranquilamente y tratando de no reirese que para que el coche se moviera teniamos que ponerlo en marcha. Nos aseguro que era el coche que mas le gustaba y se fue moviendo la cabeza. Empezamos bien. La verdad es que los momentos en el coche en este viaje han sido un poco traumaticos, veremos si me atrevo a coger alguno mas.



Antes de salir de Chicago teniamos una cuenta pendiente, ya vereis que mis frikidas se repetiran durante todo el trayecto. Asi pues nos acercamos al cementerio de Oakridge a presentar nuestros respetos a Chester Arthur Burnett, mas conocido como Howlin’ Wolf.





Nuestro primer destino como el de la mayoria, la prision de Joliet, otro recuerdo cinematografico y musical, que nos lleva a los Blues Brothers.




Nuestro estomago ya rugia asi que aprovehcando otro de los sitios historicos nos sentamos a comer algo en el Polk-A-Dot Drive In, donde nos pillamos unas hamburguesitas. Un diner clasico, lleno de figuritas y cosas de la epoca como los que veiamos en las peliculas.




Nueva parada en la pequeña poblacion de Atlanta, para ver mas figuras y tiendas de souvenirs de la ruta. Aqui estaba el lugar final donde habian dejado la enorme estatua de Paul Bunyan Statue con su hot dog gigante.


A la altura de Lincoln, nos paramos a mirar la caravana cubierta mas grande del mundo, como no con Lincoln sobre ella. Y ya que estabamos nos acercamos a Springfield para ver su tumba tambien.


Antes de llegar a St.Louis nos paramos en el remanso de paz que es el Old Chain of Rocks Bridge y tuvimos nuestro primer encuentro con el majestuoso y emblematico Mississippi.



Y finalmente llegamos a St.Louis. Nos alojamos en el Angad Arts Hotel. Un hotel dentro de una galeria de arte por 132 euros la noche. Entrabas por la galeria de arte y luego subias en ascensor al hotel. La recepcion en la planta superior. Curioso. Tras dejar las cosas salimos camino del Blueberry Hill para cenar. Pero tras dos o tres calles pedimos un Uber pues estaba bastante lejos del hotel. Nos vino a buscar un tipo en un jeep, que nos recomendo garitos para escuchar musica en Nashville, nuestra siguiente visita. El Blueberry Hill local donde antaño tocaba Chuck Berry, esta lleno de merchandising y memoriablia del cantante y de la epoca, y en la parte exterior del local cuenta con un pequeño paseo de la fama con nombres como el propio Chuck Berry, Scott Joplin o Tennesse Williams. Nos tomamons unas hamburguesas y unos raviolis fritos tipicos del local, lastima que sabian un poco a queso. Tras un rato en el local mirando cositas tras la cena nos pedimos otro Uber y a descansar.

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