Ruta de senderismo: tras las huellas del ciervo rojo por la Selva Negra ✏️ Blogs de Alemania

Nos preparamos para la larga etapa de hoy: íbamos a caminar 25 kms. y no sabíamos si estaríamos a la altura... Pero el día empezaba con otra sorpresa, el propietario del alojamiento quería mostrarnos parte de su reserva de ciervos y nos acercó hasta ellos en su coche. Había bastantes ejemplares y nos explicó bastantes cosas sobre ellos. Él era un gran cazador, un gran bailarín, un gran pescador, ese señor sabía de todo y no paraba de hablar!


Finalmente iniciamos nuestra ruta a través de espesos bosques, refugios y por fin llegamos a la civilización: Schwarzenberg. El hotel, otra sorpresa agradable, repleto de gente pero con un espacio wellness y piscina que vale la pena disfrutar, lástima no haber llegado un poco antes... Vistas al río y varios restaurantes donde escoger nuestra cena, y para rematar el día, luego el cocinero, pasó mesa por mesa a saludarnos.

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Amanecimos pronto y no pudimos evitar darnos un último chapuzón en la maravillosa piscina con vistas al río. Luego nos esperaba un magnífico desayuno antes de empezar nuestra nueva andadura por la región norte de la Selva Negra. Hoy podíamos escoger entre caminar una ruta más larga o bien hacer otra de más corta paralela al río. Estábamos algo cansados del día anterior y nos dimos el capricho de caminar por la corta, así que en 3'5 horas nos plantamos en el nuevo alojamiento: un hotel en medio de la naturaleza, aislado, sin civilización y con unos estupendos servicios. Durante el recorrido, siempre paralelo al río y con mucha madera, pasamos por una bonita población y un molino de agua, verdes valles y algunas casas dispersas; fue una ruta muy agradable, fácil, llana y más descansada. Así que a primera hora de la tarde llegamos al hotel y tuvimos un tiempo de relax y descanso, para disfrutar los alrededores y el espléndido paisaje donde nos encontrábamos. La cena, exquisita, con varias especialidades de caza y la noche, silenciosa y oscura.

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Tras un energizante y rico desayuno emprendimos camino dirección al lago Mummelsee, una de las joyas de la corona del viaje. Un lugar muy turístico y concurrido, especialmente los fines de semana y veranos.

Al inicio de la ruta, pasamos por otra reserva de ciervos y un paisaje boscoso estupendo, respirando aire puro y con el run run del riachuelo que nos acompañó durante un buen trecho del camino.


Luego una pequeña subida y el lago oscuro y estupendo a nuestro alcance. Había mucha gente, coincidió que era domingo, y tras pasar un rato bordeándolo y contemplándolo, bajamos nuevamente para seguir nuestra ruta a pie por un sendero panorámico que nos obligó varias veces a parar y fotografiar.

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La ruta de hoy, de 20 kms., combinaba bosques, lagos, senderos panorámicos y finalmente llegamos a Obertal, el lugar donde nos alojábamos, y nuestro hotel se erguía en lo alto de la población, dominando todo el valle. Nos recibieron muy bien y nos dieron de cenar: un generoso buffet de platos fríos y un segundo caliente a escoger; luego los postres y las maravillosas vistas tras los cristales de todo el valle a nuestros pies!

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