QUE YO NO VOY A LONDREEEEES!!!! ✏️ Blogs de Reino UnidoSiete días de cultura, tiendas y pubs por Londres, además de una escapada a OxfordAutor: Mogutu Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (141 Votos) Índice del Diario: QUE YO NO VOY A LONDREEEEES!!!!
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Etapas 7 a 8, total 8
¿Cómo amaneció? Pues cielo gris y llovizneando, para no variar. Pero en verdad os digo que la lluvia no nos chafó ningún plan ni influyó en nuestro viaje (excepto en lo que se refiere a la visita a Hyde Park).
Hoy el planning empezaba por el mercadillo de Portobello. Si bien en Portobello Road el mercadillo es diario, los sábados el mercado es cuando luce en todo su esplendor merced a los puestos de anticuarios que el resto de la semana no se instalan. Tomamos el metro y nos bajamos, logicamente, en Notting Hill. No tuvimos ni que consultar el plano, ya que la marabunta humana iba toda en la misma dirección, y nosotros nos dejamos llevar por la marea. Típica calle de Notting Hill
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Por cierto, otro MogutuConsejo: la mejor manera para reconocer al viajero en Londres es el momento en que pasa los pasos de cebra. El visitante es el que antes de cruzar mira a la izquierda, luego a la derecha, de nuevo a la derecha, de nuevo a la izquierda, de nuevo a la derecha y justo entonces, por donde menos lo espera, le aparece un vehículo zumbando y le pasa rozando. Por mucho que ponga “look right” o “look left” en el suelo, a veces las prisas o el despiste te hace mover la cabeza de izda a dcha a una velocidad que hace peligrar seriamente la salud de las vértebras cervicales. Por no hablar de las calles de un solo sentido (muchas veces en los cruces) en las que no sabes por donde te va a aparecer el inglés conduciendo al revés . *** Imagen borrada de Tinypic ***
Volvamos a Portobello. Siguiendo a la gente nos fuimos aproximando. Encontramos a algunas tiendas, despues unos 300 metros con tan sólo viviendas y de repente, en el principio de una suave cuesta abajo cientos de puestos de anticuarios se perdían en linea recta en la distancia. Además, los puestos estaban practicamente todos (al menos los de la dcha según bajas) situados en la entrada a tiendas, tiendas que eran también casi todas de antigüedades, de todo tipo: monedas, joyas, instrumentos musicales, cámaras fotográficas, cerámicas, relojes, cubiertos, libros, muebles, teléfonos… todo tipo de artículos. Además de las tiendas de anticuarios, había varias grandes y casi laberínticas galerías en las que se ubicaban muy pequeños puestos, también de antigüedades. *** Imagen borrada de Tinypic ***
A medida que fuimos dejando atrás los puestos y tiendas de anticuarios, comenzaba el mercadillo de alimentos: frutas y verduras fundamentalmente y además de ello, en otros puestos ofrecían platos de paella, pasteles, comida asiática…. Por esta zona las tiendas estables eran más variadas, ya no se restringían al género del anticuario y había de todo. Otro par de zapatillas deportivas me guiñó el ojo y, enamoradizo que es uno, se vinieron a mi casa también . *** Imagen borrada de Tinypic ***
El barrio es bonito, casas bajas de tres o cuatro alturas, pintadas a veces con colores pastel y la clásica entrada enrejada con tres o cuatro escaleritas para acceder a la puerta. En una perpendicular a Portobello Road, en Blenheim Cres, encontramos la librería Travel Bookshop, célebre por ser el lugar de trabajo de Hugh Grant en la peli “Notting Hill”. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Por la zona de los puestos de comida, pasteles y frutas, había algún que otro agradable café y bares de zumos naturales con sus terrazas y que parecían llamarnos para que hiciésemos un alto en el camino, pero de momento no entramos, preferimos seguir viendo el mercadillo y deteniéndonos a escuchar a alguno de los abundantes músicos callejeros que se apostaban en las esquinas. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Tras los puestos de alimentos venía la tercera parte del mercado, los puestos típicos de mercadillo y, salvo contadas excepciones, con muy poco encanto: ropa vintage, bisutería, discos, ropa militar… Regresamos hacia la zona de los anticuarios pero la cantidad de gente era ya algo exagerado. Era en torno a las 13:00 y en algunas tiendas resultaba materialmente imposible entrar. Algunas son muy pequeñas y el gentío era terrible. Si vais a Portobello en sábado, madrugad y aprovechad a tope las primeras horas en la zona de los anticuarios. Luego se llena y se vuelve intransitable. Casi agobia. Cuando venga la avalancha humana, dedicaos a visitar la zona de alimentos y el mercadillo del final. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Vimos un pub allí mismo, en Portobello, “The Market Bar”. Supusimos que dada la avalancha humana, el pub estaría hasta la bandera. Así y todo entramos y, para nuestra sorpresa, había mesas libres. Comimos allí mismo. Nos dimos una última vuelta por los puestos de anticuarios y por las atestadas galerías y decidimos que era hora de poner rumbo al metro de nuevo. *** Imagen borrada de Tinypic ***
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Tras dejar el lastre de las compras en el hotel (¿entraría todo en las maletas?) nos fuimos hacia Regent St. Lo cierto es que la ropa de marca está más barata por lo general en Londres que aquí y en la zona de Regent encontramos tiendas muy interesantes en ese sentido. Regent St
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De Regent nos fuimos a la zona de Old Bon Street y alrededores que es la zona donde se situan las boutiques de marcas más exclusivas, es la zona de las tiendas más lujosas: Dolce Gabanna, Chanel, Ralph Lauren, Tiffany, Alexander Mc Queen, Vivianne Westwood, etc. Old Bon Street y Hotel Ritz
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Para la última noche decidimos repetir pub por primera y única vez, y en este caso para cenar, fue donde más nos gustó la cena y para el último día quisimos asegurar. El pub era Angel & Crown, en el 58 de St Martin´s Lane (alrededores de Leicester Sq). Muy recomendables sus salchichas caseras y su suprema de pollo y champiñones con nata. Amable trato. El sitio tampoco era nada del otro mundo, pero nos gustaron los platos que comimos. Una anteúltima visita a Picadilly Circus. Otra a Covent Garden. No había mucho ambiente y optamos por volver a Covent Garden el domingo a la mañana. Etapas 7 a 8, total 8
Último día y cielo despejado, como no podía ser menos. Toda la semana lloviendo a ratos y el día que nos íbamos salió espléndido .
Tras desayunar, hacer el check out y dejar las maletas en la consigna, fuimos a Covent Garden, pero era demasiado pronto, muchas tiendas estaban aún cerradas y no había ninguna animación. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Antes de llegar a Convent Garden pasamos por la colorida zona comercial en torno a la calle Short Gardens, bastante desértica aún (era domingo y temprano aún). *** Imagen borrada de Tinypic ***
Así que seguimos caminando erraticamente hasta el Waterloo Bridge. Desde allí disfrutamos de unas muy buenas vistas. Hacia un lado del puente quedaba el Pepinillo, St Paul…. Y hacia el otro…. al ver a lo lejos el Big Ben, nos entraron unas enormes ganas de ir a verlo de cerca por última vez. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Llegamos a los pies del Big Ben y nos dimos cuenta de que no habíamos visto la zona opuesta de las casas del Parlamento. En buena hora!! Menudo despiste!! *** Imagen borrada de Tinypic ***
Impresionante la fachada ante la cual se yergue la estatua de Ricardo Corazón de León, y del otro lado la vista tampoco es nada mala, con los Burgueses de Calais de Rodin (uno de los doce vaciados de la escultura original) en los jardines adyacentes. *** Imagen borrada de Tinypic ***
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Desde allí, pasamos junto a los Horse Guards (que este día lucían sus bruñidas corazas, no los abrigos que les protegían de la lluvia del primer día) y llegamos a Trafalgar Sq. La gente se arremolinaba alrededor de un acróbata y payaso callejero pero no nos paramos demasiado ya que queríamos entrar en la National Gallery. Entrada gratutita, como en tantos museos de Londres, tan sólo hay unas huchas que sugieren una donación de 3 o 4 libras, pero la entrada es gratis. Solicitamos un plano del museo (gratuito) en información y comenzamos a perdernos por sus salas. También nos ofrecieron audioguías, de pago, pero andábamos justitos de tiempo y no las cogimos. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Los nombres que firman los cuadros imponen respeto: Rafael, Tiziano, Rembrandt, Goya, Velázquez, Van Gogh, Cezanne, Caravaggio, Miguel Angel, Botticelli… Como veis, el abanico de periodos y estilos es enorme. Impresionados y emocionados por las obras vistas, decidimos volver a Covent Garden, que ya suponíamos más animado En las inmediaciones de Covent Garden mi mujer se entretuvo en alguna tienda (es incansable! ), lo que me dio opción a mi a curiosear en un callejón que me llamó la atención. Dicho callejón daba a la entrada y los jardines de la iglesia de St Paul, la que queda en el lado más occidental de Covent Garden. Muy bonito entorno. Me llamó la atención un par de hileras de bancos que flanqueaban el camino frente a la iglesia. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Casi todos los bancos estaban dedicados a la memoria de alguna persona, dedicatorias hechas por familias o amigos, los bancos tenían el respaldo grabado. Conocía esta costumbre inglesa a través de una película, “Notting Hill”, concretamente. Uno de los rincones más encantadores que ví en Londres, sin duda. Salí de los jardines y mi señora continuaba entretenida en tiendas. A pesar de ser domingo, practicamente todas las tiendas (había excepciones) estaban abiertas. Covent Garden comenzaba a bullir. En cada esquina había un artista callejero: un músico chino con un extrañísimo instrumento, un malabarista, un mimo igualito a Jack Sparrow, un guitarrista, un duo de cómicos…. Las terrazas de los bares y restaurantes se iban llenando y las tiendas estaban muy animadas. Daban ganas de quedarse un buen rato por allí, pero el maldito reloj nos invitaba a lo contrario. Marcaba ya las 13:00 h y aún teníamos que ir al hotel, tomar metro, y luego el express para llegar al aeropuerto, nuestro avión salía a las 18:15.... y sentíamos que todavía nos quedaban muchas cosas que ver y que hacer en Londres . *** Imagen borrada de Tinypic ***
Así que nos fuimos arrastrando los pies y con mucha pena para el metro, recogimos las maletas en el hotel y vía metro y después Stansted Express llegamos comodamente al aeropuerto sobre las 15:30. Tened en cuenta un dato: los fines de semana se suelen aprovechar en el metro para hacer obras y por ello podeis encontraros con lineas que modifican sus itinerarios o con retrasos, cosa que nos pasó en la estación de King Cross (nada grave, un cambio de andén y una pequeña espera dentro del metro de unos 10 minutillos). Facturamos sin problemas y vuelo perfecto. Y así se acabó nuestra aventura londinense. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Una aventura muy intensa y fugaz. Nos quedó una sensación de haber visto muchas cosas, pero practicamente todas demasiado rápido. Nos faltó tiempo en los museos, nos faltó conocer más pubs, hubieramos querido conocer algún parque más, pasar más tiempo en tiendas, conocer algún barrio más, callejear sin rumbo…. La oferta de Londres es tanta y tan apetecible que hace que resulte muy difícil abarcarla en una semana, imposible diría yo. Nos hubiesen venido estupendamente tres días más para dejarnos llevar. Para repetir alguna visita (otra vuelta por el British por ejemplo), para intentar ver el sol y disfrutar de un picnic en un parque o para caminar por sitios nuevos. *** Imagen borrada de Tinypic ***
A pesar de todo, de la relativa fugacidad de la visita, podemos decir que Londres nos ha encantado y que es muy fácil comprender porqué hay gente que repite y no se cansa de visitar esta ciudad. Muy viva, con un historia y un patrimonio ejemplares, con gran pasión por sus costumbres y sus tradiciones, con museos gratuitos, comercios excelente y pubs acogedores. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Y tras este viaje me queda más claro aún que viajar abre miras y libera las mentes de prejuicios. Todas mis opiniones sobre los ingleses estaban claramente infundadas. Desde la primera chica que se ofreció a ayudarme con las maletas en el metro nada más llegar, hasta el último y elegante señor a quien preguntamos una dirección, todos se mostraron de lo más solícito, educados y amables. Todos. Mis prejuicios no eran más que bobadas. Camareros, personal de museos, dependientes, gente de la calle… Nos impresionó educación y amabilidad. Si preguntábamos por una dirección, además de ayudarnos, siempre se despedían deseándonos un buen día o una buena estancia. Puede que sólo sean fórmulas de cortesía, pero ya me gustaría a mi escucharlas por aquí más a menudo! Así que… no conseguimos quitarnos Londres de la cabeza y si no lo creeis, no teneis más que ver la foto que sigue! Nos cuesta quitárnoslo de la cabeza! Tendremos que volver! Bye, bye! *** Imagen borrada de Tinypic *** Etapas 7 a 8, total 8
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