DUBAI Y ABU DHABI EN AGOSTO ✏️ Blogs de Emiratos A. U.

Hoy también nos esperaba un día movidito. Por la mañana visita a la zona antigua, y por la tarde safari y cena en el desierto.

Yo diría que Dubai tiene 2 zonas antiguas, y aunque no son realmente "antiguas", podría pensarse que lo son si tenemos en cuenta que lo que se nos viene a la mente cuando pensamos en “Dubai” son los rascacielos, centros comerciales, los superchalets, carreteras, etc…. A nosotros nos pasó que casi llegamos a creer que Dubai era todo así, modernísimo, y qué va, también tiene zona antigua y tradicional.

Bueno, como decía, para mí hay 2 zonas "antiguas", una más que otra, la zona Deira (más antigua) y la zona Burj Dubai, que están separadas por un río ancho donde está una especie de paseo marítimo que se llama The Creek, donde hay muelles a modo de parada de autobus, y barcos de línea como los autobuses (hay planos), es más para locales que para turistas.

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Pues bien, con un taxi fuimos primero al “zoco del oro”, que son varias calles techadas y con ventiladores que están repletas de joyerías a reventar de oro.
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Era un poco pronto y estaba casi todo cerrado, así es que nos entretuvimos mientras comprando algunos souvenirs. Entramos a por unas pashminas en una tienda que llevaba un pakistaní (que nos contó que tenía 2 esposas, una en Dubai y otra en Pakistán, que él vivía 3 meses en cada país, que cuando iba a Pakistán también se llevaba a su mujer de Dubai y notaba cierta tensión entre ellas y no se explicaba el porqué, jajaja, y que sólo trabajaba los meses que estaba en Dubai). Muy simpático el hombre, se empeñó en vestirnos con trajes típicos y hacernos fotos para ver si así nos los vendía, pero al final sólo fueron las pashminas…
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Aprovecho esta anécdota para contar que nos llamó la atención que en Dubai casi todos (por no decir todos) los tenderos, taxistas, chóferes, botones de hotel, limpiadores y similares, eran siempre indios o pakistaníes. Habíamos escuchado historias antes de ir sobre que en Dubai medio explotaban a los indios pues trabajaban mucho por salarios míseros, pero dos taxistas a quienes preguntamos nos dijeron que estaban contentos porque aunque su sueldo no era gran cosa, sí que ganaban mucho más que en su país. Imagino que habrá de todo.

Una vez abiertas las joyerías, y aunque a nosotros las joyas no nos gustan, no pudimos por menos que pegar la cara a algún que otro escaparate y ver la cantidad de pasta que había allí, en unas tiendas diminutas (más bien tienduchas) cuyos escaparates además se desmontan (si te apoyas en el cristal sin querer,como nos pasó a nosotros, resulta que el escaparate se desplaza hacia dentro, como un mecano). Cada cosa está marcada en su peso pero sin precio, aunque algunos anillos sí lo tenían…y con muchos ceros…no recuerdo ni cuántos…En teoría el oro en Dubai es más barato que en Europa, pero como no entendemos de eso, no lo podemos contar.
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Desde allí nos cogimos otro taxi para el “mercado antiguo”, zona donde hay edificios antiguos con la típica configuración árabe, muchas callejuelas con ropa y telas para trajes locales, y tiendas de recuerdos en las que nos agobiaron mucho según pasamos por la puerta (look pashmina, good price, my friend, italian?, etc, etc), quizá porque al ser por la mañana no había más turistas que nosotros.
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Y ahí mismo vimos esta curiosidad…un cajero automático dentro de una cabina con aire acondicionado!! Ya habíamos visto las famosas paradas de autobús, pero un cajero…
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Cajero con aire acondicionado /// Paradas bus con aire acondicionado


Otro taxi y fuimos para el centro comercial Wafi. Todas las mediodías procurábamos ir a visitar los centros comerciales para evitar las horas de más calor, y ese día no era una excepción. El problema es que lo bonito de este centro comercial está por fuera en vez de por dentro, y como nos habíamos retrasado con los mercados, nos tocó hacer turismo a las 12.30h a pleno sol, y he de reconocer que en ese momento sí pensé que se nos había ido la cabeza yendo a Dubai en agosto, pasamos tanto calor que hasta nos mareamos y se nos debió bajar la tensión porque los oídos me pitaban.
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En fin una vez superada esta torpeza nuestra (mejor ir a ver este sitio por la tarde), visitamos este centro comercial por dentro, que tiene poco que ver, o al menos a nosotros eso nos pareció dado el soponcio que llevábamos. Muchas tiendas pijas y muy caras, y muy poquita gente. Nos compramos algo de comer y nos fuimos al hotel a descansar y prepararnos para el safari en el desierto.

Interior del CC Wafi:
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(((NOTA: ay qué ilusión!!! al principio de esta etapa pedía que alguien me votara para poder saber qué se siente cuando te leen, y me ha votado Migor2002, ay qué alegría , muchas gracias!!! Sigo ya mismo con el diario)))
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Bueno, a las 16.15h, ya recuperaditos, estábamos en el lobby del hotel esperando que los de Arabian Adventures viniera a buscarnos para ir a hacer el safari al desierto, que también contratamos con un voucher 2x1 del libro. El coche era un Toyota enorme, de 7plazas (íbamos 5+chofer), con asientos de cuero y barras de protección por dentro forradas también de cuero. Salimos de la ciudad y enseguida empezamos a ver desierto, la arena era blanquecina, pero con algunas plantas por aquí y allá, vamos, que no nos parecía muy desierto; sin embargo, en poco tiempo cambiamos de carretera y la cosa se puso totalmente emocionante porque incluso la calzada estaba casi llena de arena, y su color ya era rojizo, y se veía cómo se movía de un lado a otro con el viento como en las pelis.

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Ahí estábamos nosotros ya con las cámaras de fotos echando humo, cuando de repente nos cortaron todo el rollo porque nos pararon 30-45 minutos en un sitio de karts por si queríamos montar (previo pago), y a pesar que nadie de nuestro coche quería, tuvimos que esperar..., un rollo y un calorazo. Yo creo que este es el punto de reunión de los diferentes coches que vienen de recoger a la gente en los hoteles, y se juntan por agencias, porque luego en el desierto entran a hacer dunning varios coches juntos, nunca solos.


Recinto vallado donde se montaba en kart///Chicos montando (las chicas no conducían)
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Total, que después de la espera pasando calor y tomando agua como locos (menos mal que había tiendas), vimos cómo el chofer deshinchaba las enormes ruedas del coche, según dijo, para que tuviera más estabilidad, volvimos a montarnos y ahora sí,en un periquete comenzó la verdadera aventura
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El coche se metió por un camino de tierra, y no sé cómo ya estaba en medio del desierto color rojizo y sobre una duna. Nosotros ya habíamos estado en el desierto en Egipto, pero este es totalmente diferente, estas dunas son como las que salen en las películas.

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Bueno, pues de repente el conductor pone la música a todo volumen y empieza a subir, bajar, derrapar, medio-voltearnos lateralmente, echar arena con las ruedas, sortear surcos….GUAU!!! qué dominio del coche tiene esta gente!! Había momentos en que gritábamos como si estuviésemos en una atracción de feria, y otras que no podíamos ni articular palabra porque el estómago se nos encogía con los botes que dábamos, o viendo lo vertical que se ponía el coche de delante y sabiendo que a continuación íbamos nosotros, y toda esa emoción y adrenalina en un lugar precioso, rodeados de arena roja finísima y con unas dunas preciosas.

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Lo divertido duró hasta que una chica que iba en nuestro coche se mareó y hubo que bajar el ritmo. Luego paramos a ver el atardecer, tocar la arena y hacernos unas fotitos en el desierto, además, mi marido tuvo que tirarse duna abajo para ir a recogerme el gorro que yo me había empeñado en llevar y que se me voló con el viento, ay mi héroe !!

Durante esta parada, nos dimos cuenta de lo bonito que es el desierto, la belleza de color que tiene, lo suave que es....vamos, que nos ensimismó.
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Después hubo una segunda parte del dunning, pero muy floja, por no machacar a la chica mareada, así es que la que realmente recordamos sin respiración fue la primera.

Cuando ya había caído el sol, llegamos al campamento en medio del desierto (fuera de la zona de dunas, en esta zona la arena ya es blanquecina), para entretenernos había unos buñuelos bañados en miel exquisitos (ay qué buenos estaban), una zona para fumar xixa, podías dar un paseo en camello (una bobada, te montaban 30m y para abajo), hacerte fotos con un halcón o disfrazado (esto de pago).

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Una preguntita…¿de dónde creeis se puede sacar un camello de peluche en medio del desierto? Ja,jaja, Pues ni idea, sólo sé que me fui un momentín al baño y a la vuelta mi marido ya lo había comprado, y eso que habíamos acordado que este viaje no habría muñecos, jajaja, si es que no puede evitarlo...
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La cena consistió en un buffet frío de ensaladas y platos típicos árabes, y barbacoa de pollo y cordero. De postre, fruta y pastelitos árabes. Se cena en mesas bajas, sentado en cojines en el suelo.
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Y también hubo espectáculo, un derviche girando y girando y girando no sé ni cuanto rato, pero por lo menos 10 min, y llevaba un traje que se iluminaba en la oscuridad (gusiluz, jejeje…), y una bailarina del vientre, momento éste en el que se produjo un espectáculo realmente patético, pues los hombres árabes que estaban allí babeaban por la chica de una forma exagerada y hasta asustadiza, creedme si os digo que algunos tenían la boca abierta y un calentón de mucho cuidado, y claro, no me extraña porque allí no están acostumbrados ni a ver los tobillos a las mujeres …así es que la chica salió corriendo según terminó de bailar y no esperó ni a los aplausos.
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De regreso al hotel paramos a hinchar las ruedas en otra tienda de souvenirs, y nos quedamos fritos hasta llegar a Dubai, que habían sido muchas emociones en el mismo día.

Ese día nos marchamos a la piltra todo lo deprisa que pudimos porque nos caíamos de sueño y al día siguiente madrugábamos más todavía para ir a Abu Dhabi.

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Este día era nuestro penúltimo día en Emiratos. Lo habíamos reservado para hacer una excursión a Abu Dhabi, ida y vuelta en el día. Hubiera estado bien quedarnos a dormir y poder ver la gran Mezquita iluminada de noche, o haber tenido tiempo para montarnos en los cacharritos del Ferrari World, pero cambiar el vuelo para retrasarlo un día nos salía por más de 1.000€, así es que "ver Abu Dhabi en casi un día también está muy bien", jeje.

Los días anteriores habíamos intentado contactar con alguna agencia para contratar una excursión a Abu Dhabi, pero dado que era temporada baja (o muy baja), no tenían excursiones colectivas en bus y había que hacer un tour privado. Y eso la agencia que nos contestaba, que otras .... Reconozco que este tema debíamos haberlo contratado desde España, pero lo dejé para el último momento pensando que allí sería mucho más fácil y que nos lloverían ofertas de excursiones (como en Tailandia), pero nada de eso, en Dubai las cosas son diferentes al menos en Agosto, así es que mejor llevarlo todo reservado de antemano.

Al final, después de negociar un “ni pa tí ni pa mí” con Arabian Adventures (los mismos que el safari), contratamos un coche con chófer por 700 dinares, de 8 a 16h. Echamos cuentas, y como sólo era un pelín más caro que ir en bus de línea y alquilar en Abu Dhabi un taxi, y como hacía mucho calor…pues no dudamos en contratar esta opción. Así es que a las 8 de la mañana salimos camino a Abu Dhabi, se tarda una hora un poco larga, y en cuanto llegamos ya nos dimos cuenta que la ciudad es muuuucho más grande que Dubai, y diferente porque aunque también hay muchos rascacielos, en general éstos son más normales en cuanto a diseño, salvo algunos muy concretos que son realmente fuera de lo normal. Ahora, que están en construcción otros muchos que se ve que van a ser muy chulos.

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Lo primero, fuimos a la mezquita Sheikh Zayed. Llevar chófer es un lujo, porque nos dejó en la puerta y fue a aparcar mientras hacíamos unas fotos por el exterior, y luego se unió a nosotros para irnos guiando. Yo había oído que las mujeres no nos podemos fotografiar en la mezquita vestidas “de occidentales”, así es que no posé mucho (sólo 1 foto) por si acaso. Para los que llevéis coche, hay un parking subterráneo con entrada por la zona izquierda de la mezquita).

La mezquita es realmente impresionante, deslumbra su blanco puro, sus líneas, sus cúpulas, su estructura...

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Por cierto, las mujeres tienen que entrar al recinto por la derecha y los hombres por la izquierda, en esta foto se ven las dos puertas:

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Para pasar al patio y por supuesto dentro, todas las mujeres han de ir vestidas de negro, tapadas completamente, incluso el pelo, son muy estrictos en eso puesto que si se te mueve el pañuelo, enseguida te lo dicen (muy amablemente, eso sí) para que te lo coloques. En el guardarropas te prestan la vestimenta adecuada, muchos de esos vestidos los sacan de bolsas de tintorería y por tanto están recién lavados, pero según avanza el día ya “rulan” entre las occidentales, pero aún así nada que ver con la roña que tenían los pantalones que le prestaron a mi marido para entrar en el Palacio Real de Bangkok.

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Hay que descalzarse para poder acceder al interior (en el patio exterior no), pero curiosamente, pese a los 37º que había, el suelo de mármol del patio donde te dejas los zapatos, al que le daba el sol de pleno, estaba muy fresquito, al parecer es por el tipo de material, que a mí me pareció mármol…

El interior de la mezquita también es muy bonito y colorido, lo más destacable son sus techos, las increibles lámparas multicolores, y su enorme alfombra, una de las más grandes del mundo. Hay una zona dedicada a la oración a la que no te dejan pasar, está acordonada.

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La verdad es que estuvimos mucho rato en esta mezquita, disfrutando de la misma, casi solos y a nuestro rollo, porque no somos mucho de visitas guiadas, aunque las había.

Para salir, lo mismo que para entrar, las mujeres pasamos por un lado y los hombres por otro. ¿Adivináis qué puerta es la que da directamente al parking, y cuál es la que te obliga a dar la vuelta a tooooda la mezquita, a pleno sol, sin una sombra y muriéndote de calor…?

Y por si a alguien le interesa, no había ni un taxi esperando en la mezquita, así es que si no hubiésemos tenido coche, tendríamos que haber esperado a que por casualidad viniera alguno a traer gente, y la verdad, no vimos que eso ocurriera con frecuencia.


Después de la mezquita, que está bastante lejos de la ciudad, fuimos a ver el paseo marítimo, que aquí se llama Corniche y es una auténtica pasada. También es como un río, mejor dicho, una ría porque es agua marina, y tiene dos lados u orillas, pero aquí en Abu Dhabi han hecho (y siguen haciendo) playas espectaculares en esas dos orillas. De hecho hay incluso clubs privados de playa, a los que sólo dejan entrar a parejas, familias o mujeres, pues slos "hombres solos" se les considera "mirones".

Corniche y club privado en la Corniche:
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Tras eso, nos llevaron a ver el museo Hermitage, que es al aire libre, y en el que se expone cómo vivía y sobrevivía la gente en el desierto y en el Abu Dhabi primitivo. Madre mía, qué calor hacía, era justo esa horita al final de la mañana que se hace insoportable (como nos había pasado en el Wafi el día anterior), así es que casi ni lo apreciamos, de hecho, me ha costado encontrar alguna foto que hiciéramos (y encima no se ve nada del museo en ella); el pobre chófer se empeñaba en explicarnos las cosas (que si el burro tiraba para sacar agua, que si los cuencos los hacían a mano…), y nosotros pasábamos deprisa y sólo vimos la mitad. Una llamada de atención para el que le interese: aquí hay puestos de souvenirs con pañuelos, pasminas, imanes y artesanía local. Son más baratos que en Dubai.

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Pues bien, el siguiente plan de la agencia era llevarnos al Marina Mall, pero como ya estábamos saturados de centros comerciales con tantos que hay en Dubai, pedimos saltarlo e ir al segundo plato fuerte del día, el hotel Emirates Palace, que nos hacía mucha ilusión. Así es que nos cambiamos de calzado, nos adecentamos un poco, y dejamos las mochilas en el coche para “no desentonar” tanto en el hotel. Claro que si nos comparamos con una chica que había donde las fuentes, que antes de entrar se cambió las zapatillas por unos taconazos de vértigo y se puso una pamela roja más grande que una plaza de toros, entonces lo mismo sí desentonábamos, jajaja.

Desde fuera las fotos quedan preciosas, porque el edificio en sí, con sus conocidas fuentes delante, es muy bonito, y nos encantó subir por la escalinata.

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Para entrar en este hotel, o vas en una excursión organizada con la que entras a ver la exposición de las maquetas de los museos, pero sólo entras a esa zona, o tienes que tener una reserva para tomar algo, y como ya eres “cliente”, te dejan pasear por dentro libremente. La agencia nos había hecho una reserva para tomar café a eso de las 12h, la consumición mínima tenían que ser 100 din, pero los superamos con sólo 1 cocacola, 1 agua, 1 mufflin y 1 tarta. Ahora que, muy bien pagados, porque de verdad que el hotel merece la pena verlo por dentro. Qué lujo, cuánto dorado, cuánto oro, cajeros automáticos de oro…hasta en el agua de los jarrones de las plantas tenían láminas de oro…vamos, una barbaridad de lujo, algo realmente exagerado y que nos superaba:

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*** Imagen borrada de Tinypic ***

Después del café estuvimos recorriendo varias plantas del hotel, la principal del lobby, y un par de ellas hacia abajo donde están las salas de conferencias, con ascensores doradísimos y también escaleras mecánicas y acceso a la playa privada.

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Y los baños…bueno bueno…si hasta tenían colonia y crema de manos de marcas carísimas, tan bonitos que también les sacamos fotos. Insisto, todo precioso, pero nos pareció exageradamente lujoso (mucho más de lo que se ve en las fotos), algo que supera la normalidad.

Baño femenino a la izquierda, masculino a la derecha:
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Por supuesto, también accedimos a la exposición de las maquetas de los museos que están construyendo en la isla de Yas, muy chulas, cuando estén construídos hay que volver:

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Saturados ya de tanto lujo, nos marchamos para la zona de la isla de Yas, que por cierto, nos dijo el chófer que es toda artificial y ganada al mar, y cuando fuimos no nos lo podíamos creer porque es tan enorme, tiene tantos kilómetros cuadrados, que ni te enteras que estás en una isla y piensas cómo narices han podido crear esto dentro del mar (respuesta: en esa zona el mar cubre sólo 30m, por eso les cuesta “poco” echar camiones de tierra y crear islas). Pongo un plano para que os orienteis con todo lo que hay:

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Primero fuimos al circuito de fórmula 1, que se puede ver desde una cafetería que tienen en las gradas (exterior e interior con aire acondicionado).
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Al bajar, mi marido abrió una puerta de cristal donde ponía “no pasar” para asomar la cabeza porque dentro había muchos coches de carreras y no podía resistirse a echar un vistazo, Mercedes y Aston Martin…., allí había mecánicos que los estaban poniendo a punto, y nos quedamos de piedra cuando nos dijeron que pasásemos y que podíamos tocarlos y curiosear. Es lo que tiene ser los únicos visitantes del momento, jejeje.

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Desde allí, y al ladito, está Ferrari World. Nos habían dicho que los lunes cerraba, falso. De todas formas, sólo queríamos echarle un vistazo porque no habíamos previsto pasar al parque de atracciones, la entrada nos parecía cara y tampoco teníamos mucho tiempo. Quien quiera entrar, evidentemente tiene que contratar más horas de coche o quedarse una noche en Abu Dhabi. Bueno, el caso es que lo que se ve por fuera es una montaña rusa gigantesca, y la zona de entrada al parque está bastante bien decorada, además de tener una tienda de souvenirs Ferrari donde, cómo no, piqué con alguna cosilla. Por supuesto, no faltó la superfoto del techo del parque (que la hicimos desde el circuito de F1, es muy buen ángulo).

Exterior y hall del Ferrari World:
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Y con esto, y agotados ya, emprendimos regreso a Dubai, donde llegamos más tarde de la hora prevista (nos habíamos entretenido mucho en el Emirates Palace) pero no nos cobraron ningún suplemento.

(((NOTA: Pon en una cabeza una sobrecarga de trabajo, unos cuantos problemas familiares, y muuuucha vaguería, y es la fórmula ideal para dejar abandonado un diario durante mucho tiempo, meses incluso. Pero, ya he vuelto!!! Y me he propuesto terminarlo. Así es que sigo)))

Después de descansar en el hotel, por la tarde nos fuimos a Madinat Jumeirah, que es un complejo de edificios que simulan ser antiguos (y no lo son, tipo parque temático) que tienen un zoco, varios restaurantes y bares, terrazas, uno o varios hotelazos, y lo mejor, unas vistas buenísimas del Burj Al Arab.

Madinat Jumeirah:
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Bueno, pues llegamos y como hacía calor aún, estuvimos dando una vuelta por el zoco cubierto. Son tiendas con souvenirs de lujo.

Zoco:
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Después, estuvimos paseando por el exterior (pero por dentro del complejo) y oteando algunos restaurantes con terraza para tenerlo previsto para cenar, pero el calor nos quitó la idea. En otra temporada, el sitio tiene que estar muy bien porque son terrazas que dan a un lago por donde pasan barquitos. Que por cierto, el paseo turístico en el barquito no recuerdo cuánto era, pero muy caro, aunque si hablas con los vigilantes de seguridad te hacen "una rebajita".

Y sobre esto, voy a contar una anécdota, por si os sirve. Paseando por el recinto, llegamos a un puente que pasaba por encima del lago, y parecía el sitio perfecto para sacar las fotos al Burj, pues ese puente comunica con el jardín al que da la playa del Burj.

A la izquierda de la foto se ve el inicio del puente:

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Bueno, pues justo cuando íbamos a subir, sale un vigilante de una garita y dice que esa zona es sólo para huéspedes acreditados. Nuestro gozo en un pozo..., nos quedamos mirando desde ahí abajo, a ver si podíamos sacar alguna foto medianamente buena, y en eso que vemos que una familia que estaba en el puente se sale de la "zona restringida" y le da una propinilla al vigilante. Pues nosotros hicimos lo propio, allá que fuimos a hablar con él y que también le daríamos propina, y nos sonrió y dijo que podíamos subir al puente, pero sólo al puente. Total, que hicimos nuestras fotillos (muy buen ángulo) y salta mi marido: yo ya que estoy aquí, no me quedo sin pisar la playa del Burj (que estaba del otro lado del puente). Y poco menos que echó a correr. Yo que soy menos lanzada, me quedé petrificada encima del puente, sin saber ni a donde mirar, disimulando hasta que al ratillo me llama el vigilante y dice que ya nos bajemos del puente, y de repente se da cuenta que estoy yo sola...y yo sin saber qué hacer ni qué decir...en fin, que me puse a charlar con él para intentar distraerle, y me tocó utilizar todo el encanto y movimiento de pestañas que pude hasta que mi marido volvió. Ay, qué 15 minutos más malos, pero menudas fotos impresionantes que hizo...., ahora, que volvió chorreando por el calor, la humedad y el sofocón de saber que estaba en un sitio "prohibido".

Fotos desde el puente:
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Fotos desde la playa privada (sin zoom):

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Para más señas, el vigilante era gordito, muy simpático y de piel muy oscura, casi negro, y éste también nos ofreció el paseo en barca "con descuento", pero como le dijimos que para nosotros era muy caro, nos organizó un paseito gratis para ir a una cafetería de superlujo con una terraza con vistas impresionantes al Burj (si vas a algún restaurante o cafetería que sólo tiene acceso por el lago, el paseo en barca es gratis). Total, que el tío fue supermajo con nosotros, debimos caerle bien, o lo de las pestañas funcionó, jajaja.

Fotos de la cafetería y desde la cafetería (el Burj cambia de color):
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Y después de este espectáculo visual, regresamos al hotel. Hoy sí que habíamos aprovechado bien el día. Como era nuestra última noche y para variar estábamos muy cansados, cenamos en un restaurante italiano de nuestro hotel, usando un 2x1 del libro, y así además pudimos subir a la terraza a ver las vistas de los rascacielos antes de que la cerraran a las 22.15h, porque si os digo la verdad, ninguna noche habíamos llegado a tiempo. Otro espectáculo visual, precioso:

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La mañana de este último día la habíamos reservado para ir a La Marina, o para lo que se nos viniera a la cabeza en el último momento. Sin embargo tuvimos que cambiar los planes con urgencia.

Tiempo atrás ya habíamos reservado nuestros asientos en el vuelo de Emirates con el que regresábamos a Madrid, los habíamos elegido con mucho mimo (no eran de los mejores, pero nos gustaban), y por pura curiosidad, esa mañana entramos por internet a "ver si el asiento de al lado nuestro estaba ya cogido o íbamos a ir más anchos". Ya sé que lo normal es mirar para confirmar la hora del vuelo, pero como somos unos agonías...

Pues bien, resulta que nos había desaparecido la reserva de los asientos!!!. Tras el rebote inicial, intentamos hacer otra reserva de asientos, cruzando los dedos para encontrar 2 que fueran juntos....pero estaba todo cogido!!! Vamos, con overbooking. Ay qué soponcio nos dió, nosotros sin asientos y el vuelo completo, ya veíamos que nos quedábamos (y no es que nos importara, pero es un rollo eso de tener que pelear con la aerolínea por tus derechos).

Conclusión: que renunciamos a la excursión de la mañana y nos fuimos pitando para el aeropuerto en cuanto desayunamos, a ver si nos lo podían arreglar, y vaya si nos lo arreglaron....tachán, tachán, menudo sorpresón que nos dieron porque nos pasaron a business!!! Bueno, a nosotros y a otros cuantos más, por aquello de que el vuelo estaba lleno.

Así es que, aunque esa mañana la perdimos, luego tuvimos nuestra recompensa. Y como nos sobraba tiempo, estuvimos viendo las tiendas del aeropuerto, muy chulas, con souvenirs, dulces, joyas, relojes, etc...y al final el tiempo se nos pasó en un periquete.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

El vuelo de regreso fue estupendo, pues entre el champán, las almendras, la comida, y demás, no paramos ni un minuto de disfrutar, aunque seguro que también sido estupendo en turista, porque el avión era muy bueno.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Por el camino, vimos unos paisajes preciosos del desierto de Arabia (otro sitio para ir), podeis juzgar vosotros mismos si las fotos son chulas o no.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Y así, con este final tan estupendo, terminaron nuestras vacaciones de este año.


Como conclusión he de decir que tanto Tailandia como EAU nos han encantado, vamos, que por mí volvería ya mismo. Dubai es un sitio seguro, no excesivamente caro (si usas los 2x1), donde puedes pasártelo genial (yo creo que siempre te faltará tiempo para ver algo o hacer algo, pero mejor, así volveremos otra vez), y donde se disfruta muchísimo de la arquitectura. Totalmente recomendable.

Y sobre lo de ir en agosto, he de reconocer que hacía muchísimo calor, pero si sólo podeis en esa época como nos pasa a nosotros, yo no dejaría de ir, no descartaría este sitio por el calor. Eso sí, teneis que organizar los días para no estar en el exterior a determinadas horas, yo no usaría el metro ni autobuses para nada sino los taxis con a/a, y quizá sea un poco temerario ir al Aquaventure (nosotros no fuimos, por eso digo "quizá"). La gran ventaja de ir en esta época es que apenas hay turismo.

*** Imagen borrada de Tinypic *** Estoy segura que nosotros volveremos, seguramente igual que ahora, haciendo escala unos días de camino a algún viaje a Asia. Creo que es un destino que merece la pena repetir, incluso más de dos veces, porque crece tan deprisa, están construyendo tantos edificios chulos, museos, atracciones, etc.., que cuando volvamos dentro de unos años seguro que nos va a parecer un sitio diferente.


Os animo a ir, os animo a disfrutarlo. Está sólo a 7 horitas y pico de avión:
*** Imagen borrada de Tinypic ***


Bueno, bueno, no me lo creo ni yo, he terminado el diariooo!! Gracias a los que me habeis dado ánimos para seguir escribiéndolo, parece mentira pero me ha motivado, gracias de corazón. Espero que este diario le sirva alguien para planificar su viaje, o al menos para ir imaginando lo que se encontrará allí, o para recordarlo cuando vuelva. Para mí ha sido muy agradable escribirlo porque me iba acordando de los sitios, de la gente, del ambiente, y he vuelto a soñar...

FIN

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