Ruta de 10 días recorriendo el sur de Francia y los Alpes franceses en coche ✏️ Blogs de Francia

Nos levantamos prontito y nos fuimos a ver Chambéry. Aparcamos al lado del río, cerca de la Place des Elephants. Así que desde allí dimos una vuelta de una hora o algo más por la ciudad y nos fuimos hacia el Lac du Bourget. En cuanto a Chambéry, es una ciudad que está bien para verla de paso pero que tampoco es nada del otro mundo. Nosotros dimos una vuelta pasando por los siguientes sitios:

-Place des Elephants, que es la más típica de la ciudad. Como su nombre indica tiene en el centro una fuente con 4 elefantes enormes. Es cuanto menos original, pero tampoco entiendimos por qué ha cogido tanta fama.

-Catedral, que es más bonita por dentro que por fuera, pero que en general es normalita.

-Place Saint-Léger, que es una plaza muy bonita rodeada de casitas todas iguales, con una fuente y llena de terrazas.

-Castillo, que es muy bonito tanto por la zona de abajo desde la Plaza del castillo como desde la Prefactura, lo que pasa que esta última está cerrada por una valla, pero nosotros entramos sin darnos cuenta a la vez que un señor, y luego tuvimos que esperar a que otra señora saliese porque la puerta estaba cerrada.

-Ayuntamiento y Palacio de Justicia, que son de una arquitectura muy similar, y aunque más modernos, a mi me gustaron bastante.

Nosotros decidimos bordeamos por el oeste porque habíamos leído que ese lado era más bonito, aunque otra opción es hacerlo por el este pasando por Aix les Bains, pero nos pareció que tenía pinta de ser la típica ciudad de vacaciones, así que nos conformamos con verla desde lejos. La ruta más o menos fue la siguiente:

1)Le Bourget du Lac, donde paramos a tomar algo en el puerto.

2)Desde Bourget du Lac seguimos una indicación hacia La Chapelle du Mont du Chat, pensando que desde allí habría bonitas vistas del lago, y así nos metimos en una carretera muy bonita, serpenteante, que iba subiendo por la montaña, parando en varios miradores preciosos, pero no volvimos a ver ninguna indicación de la Chapelle, así que como habíamos disfrutado de las vistas decidimos seguir hacia la Abadía de Hautecombe, que era otro de los sitios posibles que habíamos apuntado para visitar.






3) Abadía de Hautecombe, que está en un sitio privilegiado, al lado del lago y rodeado de viñedos y de bosque. Además se puede bajar al embarcadero, y la vista desde allí es también muy bonita.




4) Conjux, que es el primer pueblo al que se sale desde la Abadía, pequeño pero precioso, al lado del río, lleno de flores a los lados de la carretera, con un puerto y hasta una playa. En el puerto encontramos el Restaurant du Port, un restaurante con una terraza que daba al puerto y a la playa, y donde éramos los únicos extranjeros. Como todo el mundo pedía fish and chips nosotros también las pedimos, y acertamos, porque estaban buenísimas, y muy baratas, y eso que las raciones eran enormes.

5) De allí fuimos al Pont du l’abisme (entre Cussy y Gruffy), que también recomendaban en algún diario. Es un puente colgante a 96 metros de altura que permite el paso de vehículos, aunque tiene dos columnas bastante pegadas que limitan la anchura de los mismos. La carretera hasta él es bonita, pero para nosotros no merecía la pena habernos desviado para verlo, no es para tanto.

Annecy, la ciudad conocida como la Venecia del norte, hace honor a su nombre. Fue una de las ciudades que más nos gustó del viaje. Es preciosa, con sus canales, sus calles con arcos, a los Alpes, en un lago natural convertido en parque…en fin, que nos encantó. Nosotros llegamos como a las 5 o 6 de la tarde y estuvimos unas 3 o 4 horas.


Lo más imprescindible es:

•El parque Le Champs de Mars, con su enorme explanada, el lago, y el Pont des Amours



•El Palacio de l'Isle, que es el monumento más típico de la ciudad, y es una casita rodeada a ambos lados por el canal.



•El Castillo, que ahora está remodelado y tampoco es gran cosa, pero la caminata hasta arriba merece la pena por ir pateando la ciudad.

•La Catedral de San Pedro, a la que no pudimos entrar porque ya estaba cerrada.



•El monasterio de la Visitación, que está algo alejado y en lo alto, así que es recomendable ir en coche. Nosotros fuimos por verlo por fuera y por las vistas de la ciudad, porque a esas horas suponíamos que estaría cerrado, y así fue. Pero por fuera es muy bonito, y además aprovechamos para cenar algo viendo la ciudad atardecer.

👉 Ver Etapa: Día 6: Chambèry - Lac du Bourget - Annecy - Servoz ⏫ Volver arriba Compartir:

Este día fue sin duda uno de los más impresionantes del viaje. Nos levantamos muy temprano, sobre las 7. Nuestra primera parada: Chamomix-Mont Blanc, un pueblecito precioso a los pies del Mont Blanc, donde pasamos toda la mañana disfrutando como niños, pues parece un parque de atracciones con sus teleféricos y su tren de cremallera al Mer de Glace.

- Nosotros al llegar aparcamos en el parking del teleférico de L´Aiguille du Midi, pero luego conocimos a unas chicas que nos dijeron que ellas habían aparcado en una calle sin parquímetros así que lo sacamos.

- Llegamos al teleférico sobre las 8 y ya había una fila considerable para subir, pero luego al bajar sobre las 11 la fila era inmensa, así que compensa el madrugón.

- En el propio teleférico compramos un ticket por 52 euros por persona que incluye todos los teleféricos y el tren de cremallera, excepto el Telecabina Panorámico del Mont Blanc. Sólo con subir al Aiguille du Midi e ir al Mer du Glace, que es lo que hicimos nosotros, compensa.

El teleférico de L´Aiguille du Midi (Aguja del Mediodía) sube hasta el pico del mismo nombre, que es una montaña del Macizo del Mont Blanc situada a 3. 842 metros, la más alta de todas las que rodean Chamomix. Para llegar arriba hay que coger dos teleféricos, uno hasta una plataforma intermedia, y otro totalmente vertical hasta la Aguja, que está a 3. 777 metros. Allí además se puede coger un ascensor que sube hasta la punta, llegando a los 3. 842. Y desde allí se puede coger el Telecabina Panorámico del Mont Blanc, que atraviesa el Glaciar du Geant hasta Helbronner, en la frontera con Italia. Éste último como digo no estaba incluido en el precio, y como luego íbamos a ir al glaciar en el tren de cremallera decidimos no cogerlo.






La subida de L´Aiguille du Midi para mi fue como ir en una montaña rusa pero a cámara lenta. Las cabinas son bastante grandes y caben muchísimas personas. La verdad es que te tratan un poco como si fueses ganado, porque las llenan demasiado y no puedes ni moverte, como cuando vas en hora punta en el metro. Pero sin duda merece infinitamente la pena subir, incluso para los que, como yo, tengan algo de miedo a los teleféricos, pues al llegar arriba te alegras de haber subido y se te olvida el viaje. Yo tuve mis dudas al ver aquello, sobre todo el segundo teleférico que sube totalmente vertical paralelo a la roca, pero al final, animada y casi obligada por mi novio me atreví a subir, aunque fui todo el trayecto mirando al suelo de la cabina intentando pensar que estaba en otro sitio.
La vista desde arriba y el entorno no se pueden describir con palabras, así que os pongo algunas fotos, aunque no es lo mismo que en directo claro. Llama la atención el cambio de temperatura, pues mientras que abajo hacía 25 grados, al llegar arriba hacía bajo cero. Ah y arriba hay un café increíble y tampoco era tan caro como esperábamos teniendo en cuenta el sitio privilegiado donde estaba.







Estaba lleno de alpinistas y era bastante impresionante verlos



Vista desde arriba de la plataforma y el pueblo de Chamomix



En cuanto a la bajada, para que no os pille por sorpresa como a nosotros, decir que el segundo teleférico coge algo de velocidad en los postes, y parecía una montaña rusa con todo el mundo gritando cada vez que pasábamos por uno.

Desde allí fuimos al tren de cremallera que sube al glaciar Mer de Glace, el más grande de Francia. El trayecto, que dura unos 20 minutos, es también muy bonito, y en este caso sí pude disfrutar de las vistas. El glaciar y su entorno son preciosos. Allí además en verano se puede ver el glaciar por dentro, gracias a la cueva de hielo excavada cada año dentro del propio glaciar (ya que éste se va reduciendo año tras año), a la que se accede bajando en un telecabina desde la estación y después por unas pasarelas y bastantes escaleras.




Al bajar dimos una vuelta por el pueblo de Chamomix, que tiene mucho ambiente, y es muy bonito por su situación en plenos Alpes, y ya después de comer nos marchamos, con mucha penita porque nos encantó y no pudimos subir a todo, pero queríamos ver más sitios y no daba tiempo a todo.

Desde allí fuimos hacia Grenoble, donde íbamos a hacer noche, pero por una carretera de película, atravesando prados verdes inmensos, con vistas impresionantes a las montañas, y pasando por muchos pueblecitos alpinos donde hacíamos pequeñas paradas. Destacan los siguientes:

Saint Gervais les Bains, un pueblo con mucho encanto donde además estaban en fiestas, así que había un mercadillo medieval y bailes populares en la plaza del pueblo.





Megève, un típico pueblo alpino, precioso, con todas las casitas de madera y todo lleno de flores de colores y de terracitas.




Notre Dame de Bellecombe, que es otro pueblito más del mismo estilo, en medio de las montañas.



En Albertville cogimos la autopista hacia Grenoble porque ya era bastante tarde, pero antes de llegar al hotel hicimos otra pequeña parada en Saint-Jean-le-Vieux, un pueblo al lado de Grenoble, en lo alto de una colina, también muy bonito.


Hotel: Kyriad Grenoble Sud-Seyssins. Cogimos este hotel a las afueras de Grenoble, cerca de la carretera para perder menos tiempo. Es el hotel que menos nos gustó del viaje, muy normalito y anticuado. No lo recomiendo.

👉 Ver Etapa: Día 7: Chamomix-Mont-Blanc - St. Gervais - Megève - Grenoble ⏫ Volver arriba Compartir:

Este día fue el más agotador del viaje, pues fue el que más kilómetros hicimos, 470, y prácticamente todo el trayecto por carreteras secundarias y puertos, es decir, unas 7 horas de coche, que al final sobretodo se hicieron muy pesadas, a pesar de que vimos unos paisajes increíbles en el camino.

En el Parc National des Ecrins no hicimos paradas en sitios o pueblos concretos, sino que íbamos parando en los lagos o en los paisajes que nos gustaban para dar una vuelta o disfrutar de las vistas.

El recorrido fue primero de Grenoble a Briançon, dejando a un lado el famoso Alpe d´Huez, pasando por Le Bourg d’Oisans y el Lac du Chambon, donde hicimos una parada más larga para dar un paseo alrededor del lago.






Después fuimos bajando hasta Savines-le-Lac, rodeando el lago con el coche viéndolo desde arriba y desde abajo.





Desde allí fuimos a Tallard, donde cogimos la A51 hacia Aix en Provence, para ir a los campos de lavanda.

Como ya dije, no habíamos encontrado nada de información acerca de dónde estaban los mejores campos de lavanda, pero en Aix en Provence nos indicaron que donde más había era en la zona de Valensole – Riez, así que allí nos fuimos, un poco a la aventura a ver qué encontrábamos, pues tampoco nos había concretado mucho el chico de la oficina de turismo. Y después de un rato ya desesperados pensando que no íbamos a verlos aparecieron, al principio unos bastante pequeños que nos decepcionaron bastante, pero luego ya encontramos los típicos que se ven en los folletos. Y nos encantaron. Es preciosa la vista de todo el campo morado hasta el infinito, a veces intercalado con amarillos, y con las montañas al fondo, realmente recomendable. Son muy fáciles de encontrar, pues siguiendo la carretera de Valensole a Riez, estaban todos al lado de la carretera.





Nosotros después fuimos hasta Castellane y bajamos desde ahí a Cannes. Según google maps se tarda lo mismo que por la autopista pero yo creo que merece la pena volver a la autopista porque aunque la carretera era bonita, era un puerto que pasaba por muchos pueblos y estaba llena de camiones así que se nos hizo eterna.

Como ya habíamos previsto llegamos a Cannes bastante tarde (sobre las 8) y estábamos reventados, pero al día siguiente nos teníamos que ir pronto hacia Mónaco, así que dejamos las cosas en el hotel y salimos a dar una vuelta y a cenar por la zona del puerto y del paseo marítimo para llevarnos una idea de la ciudad.

En la parte moderna de Cannes te haces una idea de la vida que llevan las estrellas de cine, pues es todo lujo y a lo grande: hoteles impresionantes con su zona de playa privada, yates enormes a cual más lujosos, coches de las gamas más altas, el casino, el teatro donde se celebra el festival de cine, etc.

No fuimos hasta la parte antigua de Cannes pero su vista desde el puerto es muy bonita, así que si se tiene más tiempo yo creo que debe merecer la pena.


Nosotros cenamos en una terraza por el paseo marítimo que encontramos asequible, dentro del nivel de precios de la zona que es muy alto, pero no recuerdo el nombre.


Hotel: Etap Hotel Cannes Centre Ville. Más que un hotel parece un hostel, pero las habitaciones eran muy amplias y luminosas y estaba todo muy limpio. Estaba bastante bien situado, a un paseo de unos 15 minutos de la zona del puerto. Y merece la pena sobre todo por la calidad-precio, ya que como digo Cannes es una ciudad muy cara, así que lo recomiendo.

👉 Ver Etapa: Día 8: Parc Naturel des Ecrines - Campos de lavanda de la Provenza - Cannes ⏫ Volver arriba Compartir: