Comenzaba nuestro último día de recogida de maletas para irnos a un nuevo alojamiento. De hecho aunque era todo un rollo hacer y deshacer maletas, saber que ya se nos estaba acabando aquel sueño...
Paramos para comer en Rocamadour, un lugar al que el GPS insistió en llevarnos por los caminos más recónditos de Francia, pero bueno, como al final siempre llegábamos a nuestro destino no se lo tuvimos en cuenta.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Rocamadour es un pueblo encaramado a unas rocas que merece mucho la pena visitar, pero antes de comenzar a subir escalones, nos montamos uno más de los cientos de picnics que hicimos ese verano.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Tras reponer fuerzas comenzamos a subir escaleras, aunque francamente, estábamos bastante cansadas, y nos quedamos más o menos a la mitad, pero bueno, al menos lo intentamos, no? jejeje
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En total unas cinco horas de viaje nos costó llegar hasta Le Domaine du Relais Occitan, en el que habíamos alquilado un apartamento, y que aunque a primera vista el sitio parecía un poco viejo, tenía un aire hippie muy chulo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Además las vistas desde la terraza a los numerosos viñedos de la región eran inmejorables.
*** Imagen borrada de Tinypic ***