Un día más a la carga, en busca de nuevas tierras que descubrir, y después de los dos días soleados que habíamos tenido, como no podía ser de otra manera la cosa empezaba encapotada.
Este día lo dedicaríamos a visitar un poco los castillos de la ruta de los cátaros, y comenzamos subiendo hasta Rennes-Le-Château, que tiene unas impresionantes vistas y es como un aperitivo de lo que nos íbamos a ir encontrando por el camino. La verdad es que es uno de tantos sitios que visitamos porque me enamoré de una foto que vi de su Torre Magdala, y aunque sólo sea por verla, merece la pena ir hasta allí.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
También es interesante visitar la iglesia dedicada a Santa María Magdalena, con una ocurrente inscripción en su entrada: Terribilist est locus isti. Vamos que si después de esto no os he convencido...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después visitamos la fortaleza de Arques, muy bonita y bastante bien conservado, a la que supuestamente se puede entrar pero que nosotras nos encontramos cerrada, cerca de la cual montamos el chiringuito para comer, una vez más un picnic improvisado en medio del camino.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y también fuimos hasta Villerouge-Termenès, donde fue quemado el último perfecto cátaro. Aquí ya nos pusimos en plan artístico/aventurero/fantasioso con las fotos y desfasamos como ya estaréis acostumbrados a vernos en tantas y tantas ocasiones.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Ya para concluir el día pasemos por las calles empedradas de Lagrasse, y visitamos su museo, al cual he de decir que no merece la pena en absoluto entrar, pero bueno, ya que estábamos allí...
*** Imagen borrada de Tinypic ***