Toca visitar Korkula. Nos acercamos a desayunar bombas rellenas de crema y emprendemos marcha a Orebic para tomar el ferry. Llegamos justos de tiempo, y nos esperan en el barco mientras corremos por el muelle. Llegamos tan justos que no nos piden el billete y viajamos gratis. Mereció la pena la carrera al final. Recorremos la ciudad y después de comer volvemos al ferry. Nos damos un baño en la playa de Orebic y vuelta a Dubrovnik. Hoy toca relax y nos quedamos en el paseo principal de Lapad. Está lleno de terrazas y restaurantes y nos quedamos a cenar un sándwich bastante contundente. No sería el último. De postre nos tomamos un helado y un pancake de chocolate de un puesto ambulante. Buenísimo.
Korkula desde el ferry

Plaza

Media torre


Desde aquí no se aprecia, pero la vista es impresionante

La casa de Marco Polo
