Volamos con Ryanair desde Sevilla sin problemas. El vuelo debía salir a las cinco, al final salimos unos veinte minutos más tarde y aún así llegamos antes de la hora.
El único problema lo tuvimos con el equipaje de mano. Cuidado si sales desde Sevilla. Han quitado los medidores metálicos y ahora meten las maletas en unos medidores de cartón, y si tu maleta los abomba lo más mínimo te hacen pagar 35 €. A nosotros casi nos hacen pagar, pero recolocamos las cosas y listo. Te piden que la maleta esté blandita.
Cuando llegamos nos estaba esperando el señor de la empresa de alquiler con un cartelito con nuestro nombre. Reservamos con la empresa local DRIFTER AUTO, lo hicimos a través de la página de ARGUS. En veinte minutos, intentando entendernos en inglés con este hombre, estábamos en el coche. Lo reservamos automático para no tener que estar cambiando de marchas con la mano izquierda (en Malta se conduce por la izquierda). El GPS lo intentamos reservar con ellos pero no tenían. Menos mal que nos prestaron uno en España, porque es imprescindible.
El señor vivía en Mellieha, cerca de nuestro hotel. Y se ofreció a acompañarnos. Así que le seguimos y en menos de cuarenta minutos estábamos en el hotel.
Reservamos el hotel RIU SEABANK 4* en Mellieha. El hotel no está mal. Está en frente de la playa (la más grande de la isla y es enana). Pero tiene sus pegas. Primero La cama era malísima.
Nosotros reservamos la media pensión, incluida la cena de Noche Vieja. La comida era muy a la inglesa, sin demasiada calidad.
En definitiva, no recomiendo este hotel. Creo que habrá en Malta hoteles con la misma o mejor calidad y sobre todo mejor ubicados.
Lo reservamos porque tenía fiesta en Noche vieja, pero no hace falta. En todos sitios vimos que preparaban fiestas en las plazas. Así que reservad donde queráis y después os vais a la fiesta de la Valletta, o cualquier otra.
Ahh, si queréis tomaros las uvas tendréis que planearlo antes, nosotros por poco nos quedamos sin ellas.
Llegamos antes de las nueve y media al hotel y nos pidieron que fuésemos directamente a cenar. Tienen dos turnos de cena, uno a las seis y otro a la ocho. Nosotros obviamente cogimos el de las ocho.
El único problema lo tuvimos con el equipaje de mano. Cuidado si sales desde Sevilla. Han quitado los medidores metálicos y ahora meten las maletas en unos medidores de cartón, y si tu maleta los abomba lo más mínimo te hacen pagar 35 €. A nosotros casi nos hacen pagar, pero recolocamos las cosas y listo. Te piden que la maleta esté blandita.
Cuando llegamos nos estaba esperando el señor de la empresa de alquiler con un cartelito con nuestro nombre. Reservamos con la empresa local DRIFTER AUTO, lo hicimos a través de la página de ARGUS. En veinte minutos, intentando entendernos en inglés con este hombre, estábamos en el coche. Lo reservamos automático para no tener que estar cambiando de marchas con la mano izquierda (en Malta se conduce por la izquierda). El GPS lo intentamos reservar con ellos pero no tenían. Menos mal que nos prestaron uno en España, porque es imprescindible.
El señor vivía en Mellieha, cerca de nuestro hotel. Y se ofreció a acompañarnos. Así que le seguimos y en menos de cuarenta minutos estábamos en el hotel.
Reservamos el hotel RIU SEABANK 4* en Mellieha. El hotel no está mal. Está en frente de la playa (la más grande de la isla y es enana). Pero tiene sus pegas. Primero La cama era malísima.
Nosotros reservamos la media pensión, incluida la cena de Noche Vieja. La comida era muy a la inglesa, sin demasiada calidad.
En definitiva, no recomiendo este hotel. Creo que habrá en Malta hoteles con la misma o mejor calidad y sobre todo mejor ubicados.
Lo reservamos porque tenía fiesta en Noche vieja, pero no hace falta. En todos sitios vimos que preparaban fiestas en las plazas. Así que reservad donde queráis y después os vais a la fiesta de la Valletta, o cualquier otra.
Ahh, si queréis tomaros las uvas tendréis que planearlo antes, nosotros por poco nos quedamos sin ellas.
Llegamos antes de las nueve y media al hotel y nos pidieron que fuésemos directamente a cenar. Tienen dos turnos de cena, uno a las seis y otro a la ocho. Nosotros obviamente cogimos el de las ocho.