Dejamos Kyoto atrás tomando el tren a Hiroshima donde pasamos lo que tuvimos de mañana.
El tren te deja en el centro de la ciudad, pero hay una pequeña caminata a la parte de los monumentos de la ciudad. Cogimos un tranvía para llegar.
Lo único que queda del Hiroshima anterior a la bomba atómica es la cámara de comercio de la ciudad que estaba casi debajo del punto de explosión:
Tal vez sea el punto más emblemático de la ciudad, sobre todo para aquellos que les gusten los temas relacionado con la segunda guerra mundial. Nosotros no nos paramos mucho que no nos sobraba el tiempo:
Desde la cámara de Comercio nace una avenida de jardines y fuentes conmemorativas que acaban en el museo en memoria de la bomba atómica. El museo no tiene gran cosa pero explica el funcionamiento y los efectos tanto instantáneos como a largo plazo que tuvo la bomba.
Ese día comimos en un Kentaky Fried Chicken, era el segundo día que tirábamos de fast food para salir adelante. Y en seguida cogimos el tren local que nos llevaba a los muelles frente a Miyajima.
Miyajima es una isla sagrada cerca de la costa de Hiroshima. El pase de tren de JR sirve también para el ferry que te lleva a la isla. Y esta isla es especialmente por el siguiente tori:
La verdad es que es una vista bella... siempre y cuando no te fijes en las aguas por las que está pasando el ferry, nunca había visto agua tan llena de basura.
Una vez en la isla nos encontramos con unos viejos conocidos, porque que es un lugar sagrado sin sus guardianes:
Una vez allí nos dimos un paseo por la isla. Visitamos el templo principal y aproveche a comprar mi cristal del viaje

Esa noche dormíamos en la isla (un poco caro, pero merece mucho la pena), así que cenamos en uno de los pocos locales que habrían de noche (la población permanente de la isla es mínima), y despues nos volvimos junto al tori:
Nosotros no lo hicimos porque nos pilló con marea alta (vimos barcos de turistas pequeños cruzar por en medio del tori), pero en ciertos momentos se puede cruzar andando bajo el portal.