Llegamos a Barajas con tiempo de sobra, aunque llegar hasta la puerta de embarque nos llevó un ratito aún tuvimos que esperar.
Montamos en el avión de madrid, al principio nos fastidió un poco porque no nos funcionaban las pantallas estas con los juegos etc, pero al final funciono y estuvimos todo el viaje entre peliculas, juegos etc, y aun así se nos hizo bastante pesado pero bueno el destino merecía la pena, lo mejor del vuelo, a Patri no le dolieron nada los oidos que para ella los aterrizajes suelen ser fatales.
Con respecto a Emirates la verdad es que nos trataron muy bien y la comida más que aceptable para ser de avión.

Llegamos al aeropuerto de Dubai, un poco nerviosos por ir a coger el otro vuelo y más cuando llegamos a donde supuestamente era nuestra puerta de embarque y en vez de Bangkok ponía Hong Kong, posteriormente descubrimos que era el mismo vuelo que pasaba por Bangkok pero su destino final era Hong Kong, así que una vez tranquilizados cambiamos dinero a dinares y nos fuimos a por una hamburguesa y un Mc flurry al Mc Donalds!!.
Y volver a embarcar, otro vuelo de 6 horas por delante que intentamos pasarlo la mayor parte del tiempo durmiendo aunque se nos hizo bastante dificil, probamos todas las posturas para dormir habidas y por haber.
Lo mejor del vuelo el atardecer a medio camino entre Dubai y Bangkok.
Finalmente por fin llegamos a Bangkok, Patri con todo su miedo de que no apareciera la maleta, después de pasar por el control policial donde un señor muy majo te mira el pasaporte etc, y encontrada la cinta donde debería estar, en cuanto la vio se lanzó a por ella con tantas ganas que unos señores que había por ahí se partían de risa.
Bajamos de la segunda planta por una escalera mecánica a la primera planta, y no encontrabamos a las chicas que supuestamente teniamos que decir a donde nos dirigiamos, pero al final resultó que estaban fuera, cosa que no nos esperamos (por el camino ya tuvimos que hacer caso omiso a un par que querian vendernos transfer para el hotel).
Cogimos el taxi y de camino al Centre Point Silom mirando para todos los lados, de primeras, un calor sofocante, olores muy fuertes y la sensación de desastre, yo me esperaba que al menos la calle silom etc fueran relativamente “modernas” pero no era así.
Subimos a la habitación, el hotel está muy bien para el precio que tiene. Una habitación super amplia, con el baño muy grande y todo muy limpio, de corte occidental, salimos al balcón para observar las vistas que teniamos sobre el rio.
Mientras Patri dormia una siesta yo deshice las maletas y luego nos duchamos para salir a visitar Khao San Road.
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Nos hicimos un poco de lio con los barcos, ya que le preguntamos a la chica que vendía los tickets a ver si el de la bandera naranja (para el que nos vendía el ticket) paraba en la parada para ir a Kao San Road y nos dijo que si, y aunque la lonely decía lo contrario pensé que igual había cambiando y no.. así que acabamos en una parada al otro lado del rio donde solo bajaban tailandeses y cogimos un taximeter para ir a Kao San.
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Dimos unas vueltas por allí, compramos una tarjeta telefónica para llamar a casa y realizamos un par de llamadas, era el primer día y no queriamos comprar nada hasta hacernos una idea de los precios, y acabamos comiendo en un restaurante en la calle paralela a kao san road, que estuvo bastante bien, aunque tardaron en traernos la cuenta no se si no nos entendía o que pasaba y estuvimos allí un rato, aquí tomamos nuestro primer Pad-Thai y un par de Changs de diferente clase, pero el resultado fue el mismo, a los 2 minutos calientes, aprovechamos para cambiar dinero en una casa de cambio llamada Super Rich, el mejor cambio que hemos encontrado en Tailandia.
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Luego decidimos coger un tuc tuc para ir a Patpong, queriamos ir a Suam lum bazar pero no nos acordabamos del nombre. Negociamos con el tuctuctero y nos salia por 120 BTH pero por lo entretenido que nos hizo el viaje con carreras etc, nos hicimos unas fotos con el y finalmente le dimos 150 BTH.
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Llegamos a Patpong y lo primero que nos ofrecieron fue ver un Ping Pong Show, pasamos del tema y así cada 5 metros alguien ofreciendo lo mismo, nos recorrimos todo el mercadillo donde solo compramos un abaníco y al final decidimos entrar a un bar a tomar algo, se veian muchas chicas encaramadas bailando junto a barras con bastante desgana la mayoría, eran jovencitas aunque luego hicieron un cambio y se pusieron otras más mayores con más desgana todavía, casi daba vergüenza mirarlas porque las tenías justo delante y te miraban fijamente, a mi se me escapaba alguna sonrisa de vergüenza y esta era correspondida por ellas.
Aquí tomamos un par de Singhas, las primeras en tailandia.
Finalmente decidimos irnos y al salir una señora mayor que debia ser la dueña o encargada del local me agarró con fuerza del brazo (al principio me asusté), luego me dio un abrazo y me plantó un beso en la mejilla y me llevo un segundo para dentro y todas las chicas me dijeron bye bye desde las barras. Creo que le hizo gracia el verme rodeado de chicas y todo vergonzoso mirando para abajo.
Volvimos caminando para el hotel, unos 10-15 minutos, llegamos reventados, nos duchamos y a dormir Hasta mañana!!.
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