Días 3 y 4. Letaba - Satara - Skukuza
A las 6am arriba para aprovechar las primeras horas de la mañana. Ya volveríamos mas tarde a desayunar, ver el elephant hall que no pudimos ver el día anterior y hacer el check-out. Decidimos pasar de nuevo por el lugar donde vimos a las hienas ayer, y ahí seguían. Los adultos apenas se movían pero los cachorros estaban más activos, acercándose incluso a los coches que se paraban. Avanzamos hasta una charca en la que nos pareció ver hipopótamos ayer, pero al llegar allí no había nada interesante. Aparte de las hienas y algún elefante que otro, tan solo vimos un steenbok. Al cabo de 2 horas volvimos al camping para desayunar y terminar las cosas que teníamos pendientes. Las vistas desde el restaurante daban al rio, que no llevaba mucha agua. Tan solo había un grupo de impalas y unos cuantos marabúes. Poca cosa más se veía desde la terraza del restaurante.
Antes de ir al museo, nos dimos una vuelta de nuevo por el camping, junto a la alambrada que va cerca del río por si acaso se veía algo interesante. La mayoría de estos campings tiene vallas electrificadas para evitar el acceso de depredadores, pero siempre hay antílopes o monos. Incluso vimos a un bushbok que acababa de tener una cría en ese mismo momento. El museo está muy interesante, sobre todo porque conservan las calaveras y los colmillos de los 8 elefantes más grandes de Kruger. Y son muy muy grandes.
Tras el check-out nos dirigimos hacia el sur, ya que hoy nos alojaremos en Satara. Fuimos bordenado el rio Olifants y tomando algunos de los caminos según nos apetecía. Elefantes, jirafas, kudus, facoceros, hipopótamos y búfalos fue lo que nos encontramos hasta llegar al camping de Olifants para comer, que tiene un restaurante con unas vistas espectaculares sobre el rio. Aquí nos dimos cuenta que la carta era la misma que habíamos visto en Letaba, y es que resulta que todos los restaurantes del parque los lleva la misma empresa de catering por lo que la carta es la misma en todos ellos, a excepción de algunos en los que además tienes la opción de comer/cenar de bufet.
Después de comer seguimos nuestro camino: más elefantes, más jirafas, y cocodrilos. Ya de camino a Satara por la carretera H1-4 nos llamo la atención ver un par de arboles con bastantes buitres. Eso solo podía indicar que había algún animal muerto cerca, y que su depredador no debería andar muy lejos. Aminoramos la marcha y al momento pudimos ver a un león macho caminando y otra hembra echada en el suelo un poco más adelante. Seguimos al macho durante un rato para ver si iba a comer, pero se quedo detrás de unos matorrales y ya no se movió más (por eso la foto esta "aclarada", no me dio tiempo a cambiar la configuración que llevaba cuando le hice la foto).
Poco más de sí había dado el día en cuanto a avistamientos, y de nuevo llegamos al camping, esta vez Satara, con la hora pegada. Hicimos el check-in y fuimos a descansar a los bungalows antes de ir a cenar. Satara es el segundo camping más grande de Kruger después de Skukuza, pero tiene menos encanto que, por ejemplo Letaba u Olifants, ya que no da a ningún rio y por tanto no tiene unas vistas interesantes. Pero a cambio suele ser una alternativa interesante como base para explorar el parque si Skukuza está lleno.
Al día siguiente, mismo procedimiento. Salir pronto para volver más tarde a desayunar y hacer el check-out. Decidimos hacer el loop de la carretera H6, que más o menos nos llevaría un par de horas. Al principio vimos poca cosa, apenas unos antílopes de agua (waterbok) y alguna cigüeña (saddle-billed stork). Pero al pasar por una zona de pastos seca…“¡Para, para!...creo que he visto algo. Siiiii….leones”. Y mucho más cerca que los que vimos ayer de camino a Satara. A unos 10 metros del coche estaban echadas tranquilamente en el suelo un grupo de 5 leonas, que asomaban la cabeza de vez en cuando. La verdad es que tuvimos mucha suerte ya que las vi de casualidad cuando una levanto un poco la cabeza. Es increíble cómo se confunden estos animales con el entorno, incluso sabiendo donde están a veces cuesta verlos. De hecho, en un principio solo vimos a 3, pero una se levanto y se acerco a donde estaban las otras. Nos quedamos un buen rato observando a este grupo, pero no estaban muy activos. Suerte que los pillamos medio despiertos ya que los leones suelen dormir una media de 18 a 20 horas al día. Pasado un tiempo decidimos continuar por el loop camino del camping. Aparte de las leonas, en el loop también vimos un par de honey badgers, cebras, ñus, avestruces y kudus.
Después de desayunar fuimos en dirección Orpen, ya que habíamos visto en los tablones que se habían avistado algunos felinos por allí. De camino vimos algunos mamíferos: facoceros, jirafas, ñus, cebras, mangostas así como varios hipos en un pequeño lago no muy lejos de Satara. Quizá lo más interesante del trayecto hasta Orpen fue un grupo de buitres (lappet-faced) que estaban rebañando lo poco que quedaba de un búfalo. También vimos otras aves interesantes como burchells coucals, african fish eagle, white-backed vulture, grey-go away, algún búho…pero nada de felinos. Llegamos hasta el camping de Orpen, aprovechamos para tomar un café decente (ya que tenían maquina de las buenas) y nos pusimos en marcha, a ver si teníamos más suerte en el camino de vuelta. Pero no conseguimos verlos, y eso que en el tablón de Orpen también habían marcado que estaban por esa zona.
Hoy pasaríamos la noche en Skukuza, así que nos dirigimos hacia el sur por la H1-3 para seguir por la H1-2. A la altura del baobab que se encuentra más al sur de África paramos a comer unos sándwiches con un poco de comida que habíamos comprado en la tienda de Satara. Era la primera vez que veíamos un árbol de estos y la verdad es que era enorme…pero nada comparado a los que veríamos más adelante en Botswana. Lo único relevante en este trayecto fue que vimos otro honey badger.
No estábamos teniendo mucha suerte durante la tarde y la verdad es que quitando los leones de esta mañana apenas habíamos visto fauna interesante. Pero ya cuando nos dirigíamos directamente a Skukuza, nos topamos con un solitario rinoceronte blanco, con la fortuna de que cruzo la carretera justo delante de nosotros. Menudo bicho.
Llegamos al camping con la puesta de sol (impresionante), hicimos el check-in, y fuimos a descansar un poco. Esa noche habíamos contratado un safari nocturno, ya que sabíamos que de Skukuza hacia el sur hay mayor abundancia de fauna. Este sería mi segundo safari nocturno, después del que hice el año pasado en Hluhluwe-Imfolozi, en Kwazulu Natal y que fue bastante decepcionante; no vi absolutamente nada. Afortunadamente este fue muchísimo mejor y ya nada más salir del camping nos topamos con un león cruzando tranquilamente la carretera. Además del león, pudimos ver hienas, hipopótamos, una mangosta de cola gris, un chacal rayado (side-striped jackal), jirafas, elefantes…aunque al ser de noche era complicado hacer fotos decentes así que simplemente disfrutamos del paseo sin preocuparnos de la cámara. El tiempo se paso volando y las 2 horas se nos hicieron muy cortas. Volvimos al camping sobre las 10pm y directos a dormir al bungalow.