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Día Sesenta – Santiago de Compostela
23/06
Me desperté, salí con rumbo a desayunar y de ahí a pasar calor por Roma. Creo que en todo el viaje no había pasado tanto calor como ese día, camine hasta la Piazza Spagna para sacar unas fotos (que no lo habíamos hecho antes) y de vuelta al hotel para buscar el equipaje y salir para el aeropuerto.
Como les cuento que fue toda una odisea desde que salí del hotel hasta que llegue a Santiago. Del principio con que nadie me sabia informar bien de que forma llegar al aeropuerto de Ciampino (que tren uno, que otro subte, que no un bus), después que encuentro alguien que me diga la posta, voy al lugar (binario 1 de Termini, precisamente un bar que dentro tiene una agencia de venta de tickets y Roma pass), saco el ticket y me subo al bus. Al llegar a Ciampino peso el equipaje que llevo y por sorpresa 5 kg más de lo permitido (que eran 15 kg para la mochila que iba en la bodega del avión), asique fui para el baño para ver que podía arreglar de ese desastre. Como decir que termine con toda esta ropa puesta: una bermuda, arriba un jean, dos pares de medias, dos remeras, un buzo en la mano, un tubo con laminas y huevadas también en la mano, gorra y; en la mochila de mano la toalla, el equipo de mate, cosas que había comprado y algunas porquerías mas. Si a esto le sumamos que la temperatura pasaba ampliamente los 30 grados puedo decir que me recontra cague de calor desde que hice el check inn hasta que aborde el avión.
Una vez abordado el vuelo hice buenas migas con dos chicas argentinas que iban con la misma dirección que yo y con las que fuimos hablando todo el viaje y riéndonos de las situaciones que estábamos viviendo: las azafatas pasaban continuamente vendiendo cosas, haciendo sorteos de rifas y loterías, un grupo de chicos que lloraba y gritaba porque no se bancaban el viaje (y menos una que otra turbulencia del camino) y ni decirles la música de triunfo que pusieron al aterrizar. El viajar en Ryanair como podrán ver, es un caso de películas.
Finalmente llegamos a Santiago, conseguimos un bus para ir hasta el centro y después al hotel. Esa noche salimos los tres a dar una vuelta por el centro histórico adonde había espectáculos de folclore gallego y después fuimos de tapas y a la cama (cada cual a la suya, mal pensados!)
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Día Sesenta y uno . Santiago de Compostela
24/06
Me levante temprano , salí a caminar un poco y después llame a Manolo, uno de mis parientes, almorcé con él, dimos unas vueltas y quedamos para pasar el domingo con su familia, así los conocía.
Dia Sesenta y dos – Santiago de Compostela
25/06
Ese día fue bastante más relajado que el resto, me quede todo el día tratando de organizar mis días en Galicia y salí a dar vueltas por otros lugares de Santiago que no había conocido el día antes. La ciudad es muy bonita, los paisajes son similares a las sierras cordobesas nuestras pero con casas de techos con tejas rojas, muy pintoresco. El casco histórico de Santiago está plagado de negocios de venta de las famosas pelotudeces (que al estar muy al pedo me las mire a todas y compre algunas) y constantemente es un desfile de peregrinos que llegan por el camino de Santiago.
Día sesenta y tres – Santiago de Compostela
26/06
Salí temprano del hotel para encontrarme con otro de mis familiares, en este caso tocayo mio: Jose. Anduvimos por las cercanías de la ciudad, recorrimos pueblos como Padrón, (en el que visitamos el museo-casa de Rosalía de Castro, una escritora gallega muy importante y los sembrados de los famosos pimientos), Noia, Gundín y Fontefría, realmente muy bonito todo. Comimos unas buenas porciones de Pulpo a la gallega, tomamos unas cuantas cañitas y ni hablar de los vinos tintos caseros que me hizo probar!!!. Por la tarde fuimos a Os Anxeles que es el pueblo donde viven ellos, de allí a Bertramirans que es donde está la casa de una hermana de mi tía, mas tarde pasamos por unos bares mas y terminamos en la casa de mi tocayo cenando y mirando el partido de España por la semi final de la Eurocopa. Por la noche me llevo de vuelta a mi hotel y quedamos en que el día sábado iríamos a la aldea en la que nacieron mis antepasados (la madre de mi abuelo paterno y una tía).
Día Sesenta y cuatro- A Coruña
27/06
Día elegido para visitar La Coruña, capital de Galicia. Como mis compañeras ocasionales de viaje se habían ido hacia ya dos días y mis familiares estaban ocupados con sus tareas diarias, emprendí el camino solo y en tren. Visité el Faro de Hércules, el paseo marítimo, el puerto, Correos, Deputación, Palacio de Congresos y Castillo de San Antón. Siguiendo por el Conventos de Santa Barbará, Convento de Santo Domingo, Jardines de San carlos y la plaza mayor con el monumento a María Pita. Después tomé el tren de regreso ya entrada la tarde - noche y me prepare para ir a Lugo al día siguiente.
Día Sesenta y cinco – Provincia de Lugo
28/06
Me levante muy temprano, salí a la calle y ya estaba mi tocayo esperándome. El camino que debíamos hacer era hasta la aldea de Outeiro de Caurel, distante a unos 200 km aproximadamente de Santiago; luego iríamos a almorzar y a pasar el día a casa de otro pariente. La carretera corre alrededor de valles en los que se siembran viñedos y con paisajes muy pero muy lindos, casi todo autopista, excepto los últimos 50 km (más o menos), que pertenecen a una carretera interprovincial que conecta innumerables aldeas muy pequeñas, muchas de ellas casi olvidadas y sin habitantes.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Al llegar a Outeiro, nuestro destino primordial, casi me caigo de culo por el impacto visual. El pueblo este está en el faldeo de una montaña, al pie del cerro sobre el que esta corre un arroyo de aguas muy cristalinas y que baja "cantando" entre las piedras y en el que hay truchas varias, y en la ladera de la montaña de enfrente hay un monte de castaños que realmente impresiona.
En su momento Outeiro estaba habitado por un número que llegaba a 70 familias, aproximadamente, que se ocupaban primordialmente del trabajo de la tierra y la cría de ganado para su subsistencia. En esta época es que vivían allí mis antepasados, y que por culpa de las guerras debieron abandonar la zona en busca de un mejor porvenir, viniendo a América y no queriendo volver NUNCA más a su tierra, se conformaron con el recuerdo de lo linda que fue la vida durante los años de buen vivir en el lugar. En la actualidad solamente hay 7 familias habitando allí, la mayor parte de las casas están en ruinas y no hay ninguna posibilidad de trabajar cerca si no es en cultivos o en las canteras de extracción de piedras pizarra, la que se usa para confeccionar techos.
No puedo dejar de pensar en lo duro que debe haber sido vivir en ese lugar, solo con recordar que no existían los caminos asfaltados, no había medios de comunicación, no había transportes, y para hacer compras de alimentos (que no se podían cultivar allí) había que hacer 30 km, o más, a lomo de mula o a caballo. Tampoco puedo dejar de imaginar lo difícil que habrá sido para aquella gente tener que abandonar ese lugar, SU lugar, en el que habían nacido y que tan distinto es a lo que encontraron al llegar a nuestro país. Imagino también las esperanzas e ilusiones que habrán cargado en sus baúles, que con los años sin duda alguna perdieron al no ver mejoras (o si), y también la tristeza del momento al tener que dejar parte de su gente, sus padres, hermanos, amistades, con la idea de poder regresar algún día o simplemente de conseguir un bienestar que en ese momento no tenían.
Gracias a José, el familiar que me llevaba, pude conocer la casa en que nacieron mi tía, la madre de mi abuelo y hasta sus antepasados en al menos dos generaciones. La emoción de estar en el lugar es algo indescriptible para quién fue educado en el seno de una familia que siempre miró a sus orígenes con un respeto muy grande y que siempre soñaron con poder visitar el país y el lugar que vió nacer a sus mayores.
La casa donde nacieron mis abuelos
Después de tomar unos vinos con un buen jamón (casero, obvio) en casa de un vecino de Outeiro, salimos rumbo a Fisteus (otra aldea) para almorzar y pasar el día con otro de mis familiares. Por la noche dejamos a la familia con mucha alegría por mi visita y partimos de nuevo a Santiago, allí me despedí de quién me llevó a conocer toda la zona con promesas de volver muy pronto.
Día Sesenta y seis – Santiago de Compostela
29/06
Domingo totalmente en familia, con Manolo y sus hijos, a los que se sumó Carmen, una hermana de él. Muy buen asado el que comimos, acompañado de unos buenos vinos y orujo casero. Al atardecer miramos la final de la Eurocopa, y como no podía ser de otra manera esperando que gane la Madre Patria. Al terminar el partido, salimos con Ricardo (una especie de primo mío) para Santiago a festejar y a hacer mi despedida de la región.
Día Sesenta y siete - de Santiago a Madrid
30/06
Mi tren salía a las 13.50, me levante tarde, hice la mochila de la mejor manera posible como para que no se rompan las botellas que me habían regalado y salí para la estación.
El viaje fue un poco matador porque duró más de 7 hs, pero como iba con destino a Madrid poco me importó. Cuando llegué a la estación de Chamartín baje al metro y me dirigí al hotel: sentía que estaba en Buenos Aires, en casa.
Día Sesenta y ocho - Madrid
01/07
Salí del hostel después de desayunar para aprovechar a full el día que estaba solo. Primero empecé por entregar un recado que me habían encomendado y después a girar por Madrid, recorrer los lugares que ya había visto, pero esta vez tratando de mirar con otros ojos: los de un enamorado del lugar. Anduve por La Puerta del Sol, La plaza Mayor, Gran Vía, Plaza de España con su monumento a Don Quijote, El Templo Egipcio de Abod, Palacio Real y La Almudena y finalmente pasé un buen rato en Parque del Retiro y el paseo que está entre Atocha y La Cibeles. Por la noche fuimos a cenar con Marcelo, un mendocino al que conocí en el hostel y que recién llegaba a Europa, al Museo del Jamón de Plaza Mayor; muy buena comida y realmente barato.
Día Sesenta y nueve - Madrid
02/07
Nos levantamos temprano, Marcelo y yo, bajamos a desayunar y esperamos a que llegase Seba para que me cuente su experiencia solitaria en Italia. Cuando llega Seba, nos ponemos al día y decidimos salir para recorrer Madrid a comprar un poco de huevadas. Marcelo como debía ir a comprar tickets de bus, salió solo y nosotros partimos hasta el Estadio Santiago Bernabeu, Plaza Colon, Puerta de Europa y el Paseo de la Castellana. Por la noche cenamos también en el museo del Jamón, volvimos al hostel entrada la noche y con unas cuantas copas encima.
Día setenta - Ultimo dia en Madrid y en Europa!!!
03/07
Salimos esta vez los tres juntos con destino al Museo Reina Sofía, adonde entramos a ver la colección de arte moderno y a comprar algunos libros, de ahí a almorzar al Parque del Retiro y pasear algo mas por la ciudad hasta que se hagan mas o menos las 21 hs.
Volvimos al hostel, tomamos unas cervezas, nos despedimos de Marcelo y salimos para el aeropuerto porque nuestro vuelo salía a las 0.50 hs. En el subte haciendo combinación tuvimos un mal trago, el único durante todo el viaje; le robaron la billetera a Seba, menos mal que no tenía dinero, ni documentos, ni tarjetas, ni nada de mucho valor económico. Lo único que nos dió mas bronca es que cuando intentamos denunciar el robo en el metro, un guardia de seguridad (chileno, no español) nos trató de mentirosos y no nos dió nada de bola.
Finalmente encontramos donde hacer check inn y embarcamos, dejando atrás un recorrido que seguramente nos marcará por mucho tiempo, una experiencia inolvidable que no olvidaremos en nuestras vidas.
Llegamos a Ezeiza después de un vuelo con muchas turbulencias pero sin inconvenientes.
Nos esperaban en el aeropuerto nuestros padres y hermanos con lágrimas en los ojos y deseosos de conocer nuestras aventuras.
Con Sebastián nos despedimos con un fuerte abrazo y conservando una amistad forjada gracias a largas caminatas, charlas y complicidades a lo largo de una experiencia inolvidable: el cumplimiento de un sueño
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Últimos comentarios al diario: 
felicidades!! Una pregunta: que modelo y marca es la camara con la que tomaste tus fotografias?? me encantaron todas, en especial las nocturnas, viajo en semana santa 2011 y no tengo cam todavia ojala y puedas ayudarme con eso, cuidate 
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