El día amaneció nublado lo que ya sospechabamos porque habíamos consultado el tiempo antes del viaje y decía eso. En principio seguimos con el plan previsto (Lauterbrunnen, Cascadas Trummelbach, Wengen, Mannlichen y bajar por Grindelwald) .Después de desayunar en el hotel nos dirigimos a Lauterbrunnen en tren (gratis con la SP). Se puede coger un tren que va directo o bien coger el que va a Grindelwald, en cuyo caso hay que cambiar de tren en Zweilütschinen. Llegamos a Lauterbrunnen y cogimos el autobús hacia las cascadas Trummelbach junto a la estación. En unos 10 min. llegamos. Son unas cascadas de origen glacial, que van por dentro de la montaña y que producen un ruido ensordecedor.
Información de las cascadas.
Trummelbachfalle


El precio (no tiene descuento con la SP) es de 11 fr adulto y el niño gratis.

Se puede subir arriba en un ascensor y bajar andando viendo cada una de las cascadas. Aparte de su espectacularidad, las vistas del valle desde las escaleras de acceso son para no olvidar, sobre todo si no estas acostumbrado a tanto verde. Se observa el valle así como el pueblo al fondo, las paredes que lo encierran y una de las grandes cascadas que caen por una de ellas.
Lauterbrunnen

Con un mapa como el siguiente se entenderá mejor todo lo que voy a contar ahora:
mapa jungfrau region
Después de pensar si subir al Mannlichen desde Wegen decidimos no hacerlo porque había bastantes nubes bajas así que cambiamos de plan con la esperanza de poder hacerlo al día siguiente. Después de dar una vuelta por el pueblo de Lauterbrunnen optamos por comer unos bocatas y después subir a Murren.
Lauterbrunnen

Primero lo hicimos en teleférico hasta la estación de Grutschalp, desde donde un tren por el borde de la montaña nos llevó a Murren (todo incluido en la SP).
Justo en la montaña de enfrente de la estación de Grutschalp se observaba Wengen, otro pueblo de la zona desde el que se podía seguir hasta la estación Kleine Scheidegg y finalmente a junfraujoch, "top of Europe". Lo habíamos descartado por la altitud al ir con un niño pequeño pero de todas formas el tiempo no fue bueno.
Wengen desde el tren a Murren

Siguiendo con Murren, es un pueblo de casas típicas de madera, donde nos dimos una vuelta después de haber parado en un verde, verde parque infantil que pillaba de camino. Si no hubiera habido nubes bajas habríamos visto justo enfrente el Eiger, el Monch y el Jungfrau (por fotos que he visto en internet). El pueblo estaba un poco solitario.

A pesar de las nubes decidimos subir en un funicular que nos llamó la atención y que iba a allmendhubel . El precio 6 fr por adulto (el niño gratis).


Arriba había un restaurante, senderos y un tobogan para los niños. Tuvimos una densa niebla que se convirtió en llovizna lo que impedía disfrutar de las impresionantes vistas que hay allí arriba.

De todas formas fue una forma de tener la confirmación de que si hubieramos subido al Mannlichen desde Wengen no habríamos visto nada (y esto era mucho más barato).
Desde Murren también se sube al Schiltorn donde se rodó una escena de la película "007 al servicio secreto de su majestad".
La corta bajada de nuevo hacía Murren en el funicular pasaba por un tunel y justo al salir de él se veía el bonito pueblo y encima... las nubes. ¡Que pena!. La espinita del viaje, no haber podido ver los tres picos de los Alpes de cerca. Menos mal que en Zermatt hizo buen tiempo.
Murren desde funicular a allmendhubel

Después de tomar café y merendar en una cafetería del pueblo bajo una ligera llovizna, vuelta a Lauterbrunnen (A pesar de todo la lluvia y las nubes dejan estampas bastante bonitas en estos lugares de montaña). Desde aquí volvimos dirección Interlaken. Es bonito ver un río que discurre paralelo al tren. Nos bajamos en Zweilütschinen para coger el tren a Grindelwald que habiamos leido que valía la pena. Si se mira un mapa o el google earth se puede ver que está al otro lado del Mannlichen así que también se puede subir desde aquí a esta montaña o estación de esquí.

La llovizna no cesaba pero bajamos desde la estación por una calle que está llena de tiendas de todo tipo, a un lado y al otro, incluso de relojes de "cucú", que cuestan un ojo de la cara aunque si están hechos a mano es lógico.
El tiempo no estaba para dar muchas vueltas más así que regresamos a Interlaken Ost. Al llegar intentamos ir a Interlaken West en autobús pero eran las 20,30h y mirando los horarios parece que no pasaba ninguno así que tuvimos que ir andando por una larga avenida en la que hay varios hoteles de los caros. Un agradable paseo si no hubiera sido por la lluvía y el niño a cuestas ya que estaba cansado, lo que es normal.
Para cenar nos quedamos en el restaurante pizzería que hay en la planta baja del hotel y antes de ir a dormir pagamos la estancia. Todo perfecto en el hotel y el personal era agradable.
El tiempo para el día siguiente no nos permitía ser muy optimistas para los planes que teníamos. Se puede consultar en un canal de televisión en los hoteles.
De todas formas no estábamos defraudados con lo que habíamos visto, ni mucho menos. Los paisajes son una maravilla mires hacia donde mires y los pueblos también.