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El plan del día era llegar a Akureyri haciendo la visita del Parque de Jökulsárgljúfur. A priori era un día de mucho coche también. Además el mal tiempo de la víspera continuó durante todo el día. Este fue el día que peor tiempo nos hizo con mínimas de 3ºC y mucho viento y lluvia lo que hizo las visitas bastante desagradables.
El primer tercio del camino discurría por primera vez desde que iniciamos el viaje por el interior de la isla atravesando un paisaje de verdes valles y montañas nevadas pero pronto el paisaje cambió radicalmente convirtiéndose en áridas llanuras de grava y lava sin vegetación y sin apenas presencia humana, un paisaje gris cuasi-lunar que se extendía hasta donde abarcaba la vista llamado Odathahraun. Desde aquí parte la carretera hacia el volcan Askja que es donde los astronautas americanos se entrenaron antes de ir a la Luna y viendo el paisaje uno casi puede hacerse una idea muy cercana de la magnífica desolación que Buzz Aldrin describió cuando alunizó en 1969.
Odathahraun *** Imagen borrada de Tinypic ***
Jökulsárgljúfur es una garganta de 30 km de largo trazada por el río Jökulsá que nace del Vatnajökull y desemboca en el Océano Ártico. El parque tiene tres atractivos importantes de sur a norte: la cascada de Dettifoss, las formaciones de basalto de Hljóðaklettar y el cañón de Ásbyrgi.
Yendo por la ringroad cogimos el primer desvío que indicaba Dettifoss. Esta carretera (864) era una pista infame de piedras y tierra. Cuando llevábamos 10 km nos entraron las dudas y tras revisar el mapa nos dimos cuenta que esta carretera iba por la orilla este de la cascada y no nos permitiría visitar el resto de los atractivos del parque por lo que dimos la vuelta y seguimos unos pocos kilómetros por la ringroad hasta cruzarnos con otro desvío, ésta vez asfaltado, que nos llevo al margen oeste de la Dettifoss (862). Desde el parking que dispone de un aseo hay un pequeño trecho de 1 km hasta la cascada. A lo lejos se veía una inmensa nube de agua nebulizada y oíamos un rumor sordo que nos indicaba dónde encaminar nuestros pasos.
A medio camino salía hacia el este otro camino que llevaba a otra catarata llamada Selfoss. Hacía frío, mucho viento y la catarata se veía a lo lejos a unos 2 kilómetros por lo que no nos planteamos llegar hasta ella y seguimos hacia Dettifoss.
Selfoss *** Imagen borrada de Tinypic ***
El camino atraviesa un campo de basalto escalonado muy bonito y de repente surge el Jökulsá, un río con un caudal descomunal que se precipita hacia una catarata espectacular (la más caudalosa de Europa) de 44 metros de altura produciendo un estruendo ensordecedor. Impresiona más por el caudal y el ruido que por la altura. En esta catarata está rodada la escena inicial de la película Prometheus de Ridley Scott pero para haceros una idea podéis mirar este video:
Nosotros no la tuvimos pero si hay suerte y hace sol, la luz forma arcoiris al atravesar la nube de rocío. Desde lo alto la foto es más panorámica y tranquila pero la catarata te llama irremediablemente y hay que bajar hasta su borde. Sin embargo es imposible permanecer más de 2 minutos al borde de la misma sin acabar completamente calado y las máquinas de fotos acaban empapadas a partir de la segunda foto. De todas formas mi impresión es que la vista probablemente es más bonita desde la otra orilla, pero no lo juraría. Me habría quedado horas recreándome en esta demostración de naturaleza salvaje pero el frío, el viento y la humedad nos obligaron a volver al parking mientras nos íbamos secando un poco.
Área de Detifoss *** Imagen borrada de Tinypic ***
Detifoss *** Imagen borrada de Tinypic ***
Justo al lado a unos 3 km estaba señalada en el mapa otra cascada (Hafragilfoss) pero al llegar y ver que desde el parking todavía quedaba un paseo de unos 2 km (ruta 25 de la Guía Rother), preferimos seguir camino, ¡será por cascadas!
A partir de aquí la carretera se convierte en pista de grava (F862) pero aunque está calificada como de montaña, es practicable para todo tipo de vehículos. Es una pista de tierra que se abre camino por un paisaje muy suave de colinas cubiertas de arbustos, muy estrecha y con mucho tráfico de tal forma que cuando te cruzas con alguien hay que utilizar unas áreas más anchas específicas pra eso o directamtne salirse de la pista (y en ocasiones es literalmente imposible) por lo que el avance es muy lento con constantes paradas y marchas atrás. Nos cruzamos con un desvío hacia la zona de Hólmantungur, otra zona de cascadas pero habíamos leído que sólo se podía llegar en 4x4.
Después de más de media hora por la pista llegamos al un desvío que tras una serpenteante bajada y después de atravesar una zona de camping, llevaba al aparcamiento de Vesturdalur. Desde allí iniciamos la ruta nº 23 de la Guía Rother que discurre de manera circular por Hljóðaklettar, una zona laberíntica de masivas formaciones de columnas basálticas en las más variopintas direcciones y formas situada junto al río Jökulsá. En el camino aprovechamos para comer. El sendero llevaba a una formación llamada Kirkja ("iglesia") que es una enorme cueva volcánica de unos 20 metros de altura formada por el plegamiento de una de las capas de columnas de basalto. La ruta asciende después hacia una hilera de cráteres de intenso color rojizo llamada Rauðhólar. El contraste de la montaña con el basalto negro y el verde de la vegetación es subyugante
Desde allí el sendero vuelve por detrás de Hljóðaklettar de nuevo hasta el parking ofreciendo nuevas vistas de las caprichosas formaciones de basalto. Desde el parking hacia el sur salía otro camino hacia otras estructuras llamadas Karl og Kerling (“el hombre y la bruja”) pero como era tarde y seguía haciendo mal tiempo decidimos seguir camino.
Área de Hljóðaklettar *** Imagen borrada de Tinypic ***
Hljóðaklettar *** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Kirkja *** Imagen borrada de Tinypic ***
Rauðhólar *** Imagen borrada de Tinypic ***
La tercera parada del camino es Ásbyrgi que es una garganta en forma de herradura de 3.5 km de profundidad y 1 km de ancho que los vikingos pensaban que había hecho el caballo volador de Odín al rozar con su pezuña la tierra. Para llegar a ella se deja por fin la pista de tierra y se toma la carretera asfaltada 85 y en unos 2-3 km sale un desvío señalizado a la derecha. Hay un centro de visitantes en el que no paramos y después de pasar un camping del que salen varias excursiones (rutas 21 y 22 de la Rother), se llega a un parking en el centro de Asbyrgi. Justo antes hay una formación rocosa cuadrada llamada Eyjan (la Isla). Del parking salen varios senderos cortos comunicados. El que sale de frente lleva a un pequeño lago al borde de las paredes rocosas y desde ahí a la derecha se llega a un pequeño mirador desde el que se puede hacer uno a la idea de la magnitud de la garganta. La zona esta muy arbolada, es hermosa y agradable pero tampoco nos pareció espectacular.
Área de Asbyrgi *** Imagen borrada de Tinypic ***
Asbyrgi *** Imagen borrada de Tinypic ***
Desde aquí cogimos la 85 dirección oeste por la costa norte de Islandia que nos pareció mucho más escarpada y dramática que la del sur pero no teníamos tiempo para más visitas así que tras atravesar Húsavik entramos hacia el interior rumbo a Akureyri. El puerto de montaña que hay que atravesar es espectacular y desde lo alto se tienen unas vistas escalofriantes de Akureyri y su fiordo. De todas formas el tramo entre Ásbyrgi y Akureyri se nos hizo muuuuuy largo.
Akureyri es una pequeña ciudad (17000 habitantes, la segunda del país) situada en la orilla oeste del fiordo Eyjafjördur. El emplazamiento no puede ser más idílico, rodeado de montañas nevadas y al pie del mar. Además la ciudad es muy agradable y acogedora y nos cautivó desde el primer momento. Por comodidad, habíamos decidido instalar allí nuestra base de operaciones para visitar el norte del país, por tener mayor disponibilidad de hoteles, restaurantes y servicios. Sin embargo queda demasiado al oeste de los principales hitos turísticos de la zona. Si volviéramos a elegir, optaríamos por un alojamiento cerca de la zona del lago Myvatn que es más central.
Akureyri *** Imagen borrada de Tinypic ***
Desde el hotel fuimos caminando hacia el centro y decidimos comer en un restaurante de aspecto típico islandés llamado Bautinn en la calle Harnafstraeti 92 que estaba realmente atestado. Había un buffet gratuito de sopas y ensaladas y luego elegimos cordero y ballena (más el habitual menú infantil de pasta). La comida no era nada del otro mundo pero el ambiente era agradable y auténtico por lo que no salimos defraudados. La empinada subida al hotel se nos hizo eterna y con el cansancio acumulado de la primera semana en Islandia no tardamos nada en dormirnos.
Kilometros recorridos: 390 km
Alojamiento: Icelandair Hotel Akureyri. (3 noches).
Opinion: Hotel urbano de diseño nórdico, muy bonito. Habitaciones agradables pero muy pequeñas, con cama supletoria son casi agobiantes.
Entorno urbano. Desayuno correcto. Wifi de pago. Parking gratuito en la puerta. Cortinas correctas.
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