DIA 17 (13-08-10) Varanasi ✏️ Diarios de Viajes de India

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Este día toca madrugar. En Varanasi las abluciones se hacen antes de la salida del sol y dicen que son rituales dignas de ver ya que puedes ver a los hindús en sus quehaceres diarios. Para poder recorrer los ghats y disfrutar de las abluciones lo mejor es hacerlo en barca, alrededor del ghat principal está lleno de barcas con la que después de pactar un precio puedes quedar con ellos y dar una vuelta por el rio para poder disfrutar de las abluciones, la duración suele ser de una hora aproximadamente.

Así que nos levantamos a las 04.15 de la madrugada, cogimos un ricksaw y nos fuimos hacia los ghats, el recorrido fue espectacular, aun siendo de madrugada cerca de los ghats hay un monton de gente, parece que en Varanasi siempre están de fiesta, es algo espectacular, Recorriendo los 4 kilómetros que nos separaban del ghat también vimos el primer “espectáculo” del día y es que la calle estaba lleno de gente durmiendo en ella. La calle estaba embaldosada de gente durmiendo en cualquier parte, encima de cartones, en entradas a casa, pegados a vacas y a perros que también intentaban dormitar, los dueños de los ricksaws durmiendo encima de sus vehículos, eso junto a los numerosísimos musulmanes que salían de todas partes porque acaban sus rezos nocturnos, la gente que iba en una especie de comparsa hacía sus abluciones diarias hizo de ese trayecto un viaje lleno de sensaciones y pequeños detalles inolvidables.

Una vez llegado al animado ghat nos juntamos con dos vascas que tenían la misma intención que nosotros y después de numerosos intento de pirulas hicimos el trato con un barquero para que nos llevara a los cuatro junto con dos remeros (él decía que con uno basta, pero es insuficiente) por 160 Rps los cuatro

Salimos a las 05.30 rio arriba, el espectáculo es total, cuanta gente con tanta devoción sumergiéndose en aquella agua turbia y contaminada, en un enorme wc, la gente se lava, se enjabona, se lava los dientes, la ropa…

Es algo que no debe perderse por nada, el madrugón vale sobradamente la pena. Uno de los momentos más duros del viaje fue cuando un cuerpo de una niña, recordad que los niños no se incineran, ya que se considera que ellos todavía no han pecado, pues bien, un cuerpo de una niña enrollada a una sábana chocó contra nuestra embarcación (una pequeña barca a remos), la olor fue algo que estoy seguro que nunca se me va a olvidar, fue realmente duro y es algo que prefiero no entrar en detalles.

El paseo nos llevó hasta los crematorios rio arriba, hay dos crematorios, uno de gas para la gente que no se puede costear un crematorio con leña y otro crematorio de leña, en este último lo estaban limpiando y estaba lleno de perros olisqueando y llevándose algún hueso a la boca, algo realmente impactante.

Sobre las 7 volvíamos a estar en el punto de partida y el calor empezaba a ser asfixiante, así que decidimos irnos al hotel a descansar.

Para comer dicidimos ir a un McDonald’s cercano y aunque evidentemente no hay hamburguesas de ternera la verdad es que se come bastante bien, quien lo iría a decir que alguna vez escribiría que en un McDonald´s se come bien.

La tarde la dedicamos a hacer unas compras en el barrio de Chowk, llovía un poco y dando una vuelta por los ghats nos encontramos a dos jóvenes italianos (de milan, 25 años) que quería coger un barco para ir al crematorio principal a verlo desde el rio pero les daba miedo y no se atrevían a pedir precio, nosotros como habíamos ido en la otra dirección por la mañana decidimos unirnos a ellos y empezamos a pedir precio. Los italianos eran un poco inexpertos en el arte del regateo ya que llevaban un billete de mil rps porque en el hotel les había dicho que un vuelta de media hora costaba eso y era eso lo que pensaban pagar, menuda ayuda el del hotel!

Finalmente, sin regatear demasiado lo conseguimos por 300 Rps los cuatro, y a ellos les habían dicho 1000 rps los dos…

Es curioso, pero desde la barca sí que está permitido hacer fotos, así que bajo paraguas que nos dejaron los barqueros, aunque no llovía mucho, pudimos observar y hacer fotos (sin flash) a lo que acontecía en los crematorios, la verdad es que es un paseo que recomiendo ya que te permite ver el crematorio con perspectiva y cer todo el proceso, desde que llega el cuerpo y lo sumergen en el rio para purificarlo hasta que lo llevan a la fogata, lo cubren de leña y el primogénito, después de dar tres vueltas alrededor del cuerpo y enciende la leña. En los 30’ que estuvimos observando lo que allí pasaba llegaron tres cuerpos, para que os hagáis una idea de la afluencia que allí hay.

Al regresar fuimos a cenar con los italianos al restaurante que la noche anterior habíamos descubierto y estuvimos hablando inglés-italiano-españolo y lo más curioso es que así como nos entendíamos mejor era cuando nosotros hablábamos en mallorquín, para que veas!!!

Fue un día intenso con un montón de sensaciones y recuerdos que una vez más y no me canso de repetirlo, allí se ven cosas que no se ven en ningún otro lado de la Tierra.

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