A las 8 en pie que hoy comienza la ruta para visitor templos. No recuerdo si saqué la información de un foro o de un blog, pero llevo una lista de los sitios que visitó una pareja que viajaba con guía. Nosotros hemos decidido hacerlo por nuestra cuenta para ahorrar dinero. De momento, la ruta puede esperar porque estamos hambrientos.
Bajamos a desayunar. ¡Cómo se nota que esta isla es mucho más turística! Desayuno indonesio, continental, americano… Y si está incluido…por qué no empezar el día a lo grande: leche, zumo de fruta, frutas frescas y huevos revueltos con tostadas. Hoy también podemos pasar de la comida a mediodía.
Nos pasamos por recepción y preguntamos por el precio del alquiler de una moto: 50.000 INR por día. ¡Perfecto! Es el mismo precio que había pagado una pareja de españoles con la que coincidimos días atrás. Seguro que se puede regatear un poco, pero comparado con las 500.000-600.000 INR que te piden por un día de coche con conductor, esa cantidad nos pareció irrisoria. Además, nos traían la moto y los dos cascos al hotel y debíamos devolverla en el mismo sitio. Decidimos contratarla por dos días (100.000 INR) y en 15 minutos la teníamos esperando en la puerta. Comprobamos frenos, llaves, luces y cualquier rozadura y firmamos el resguardo al propietario.
El planning para hoy es: Goa Gajah, Gunung Kawi, Tirta Empul… En el hotel nos indican qué dirección tomar y allá vamos. No es nada complicado. La salida de Ubud es un poco caótica porque hay mucho tráfico y la única dificultad en el camino es la falta de señales indicadoras. Quizá por esto nos equivocamos de dirección, recorrimos 9 km y aparecimos en los arrozales de Tegallahan. En el momento en que paramos el motor de la moto nos asaltó un vendedor de tickets que nos pedía 5.000 INR por ver los arrozales. ¿Cómo? Son menos de 0,50€ pero venimos hartos de ver arrozales gratuitos y aún más espectaculares en Flores. Decidimos montarnos de nuevo en la moto, recorrer unos metros y hacer una foto para decir que habíamos estado allí pero nos volvimos a poner en marcha, desandar lo andar y llegar a Goa Gajah, que tampoco estaba tan lejos de Ubud.
La entrada a la “cueva del elefante” cuesta 15.000 INR (7.500 INR niños). Llevamos pantalón largo así que no nos hace falta el sarong. Foto de rigor en la entrada.
Pasamos a la cueva pero sólo hay un túnel excavado. Damos una vuelta por los jardines y, algo decepcionados, nos marchamos al siguiente templo.
Nos dirigimos ahora a Gunung Kawi. Cada poco tiempo hemos tenido que preguntar en tiendas, a viandantes o a otros conductores la dirección correcta.
Llegamos por fin a la taquilla en la que aparece el nombre del templo. Es un poco raro ya que no hay apenas extranjeros, tal vez no hayamos llegado a la hora en que desembarcan los autobuses de turistas. Pagamos las 15.000 INR que parecen la tarifa estándar (7.500 INR niños) y pasamos a visitar un conjunto de templitos con estanques.
Este nos gusta algo más. Lástima que horas después nos enteráramos de que no era el templo principal con las tumbas excavadas en la roca. Parece que hoy no es nuestro día.
De aquí nos dirigimos a Tirta Empul (15.000 INR). No sé qué nos esperábamos pero no nos imaginábamos un “balneario” balinés. El agua mana a borbotones en uno de sus estanques y junto al mismo hay varias piscinas en las que se bañan fieles y algún turista.
Estamos algo decepcionados. No son estos los templos que nos imaginábamos con forma de pagoda o meru. ¡Ojo! No es que la isla no los tenga sino que tal vez no hemos elegido bien el recorrido. Deberíamos habérnoslo preparado mejor y no fiarnos de un itinerario programado por un chófer caza turistas. Decidimos dejar el resto de visitas que teníamos apuntadas para hoy e ir al hotel a darnos un chapuzón y un paseo por Ubud. No queríamos que esta noche nos volviera a pillar el toro y quedarnos casi sin cenar.
De vuelta en Ubud y tras una visita rápida al super para comprar algo que picar y unas Bintang, nos hemos dado un baño en la piscina, no demasiado largo que está nublado y tampoco hace mucho calor, ducha en la habitación y a patear por el bosque de los monos, donde vemos un entierro...
y por Monkey Street de arriba abajo.
Viniendo de donde venimos, todo nos parece caro aunque los precios estén mejor que en España, así que nos decidimos por el Art Café.
Es un restaurante pequeño, con una decoración bonita y una carta que combina platos internacionales y asiáticos. Tomamos una coca-cola, un batido con yogur, pad thai y kiwe tiau y pagamos 122.430 INR por todo. Nos hemos quedado satisfechos. El servicio es bueno y tiene buena música, a veces en directo.
Aparecemos de nuevo en el super para comprarnos unos helados, un pequeño paseo para bajar la cena y nos vamos a descansar al hotel. Mañana será otro día…y esperemos que los templos sean otros.
Bajamos a desayunar. ¡Cómo se nota que esta isla es mucho más turística! Desayuno indonesio, continental, americano… Y si está incluido…por qué no empezar el día a lo grande: leche, zumo de fruta, frutas frescas y huevos revueltos con tostadas. Hoy también podemos pasar de la comida a mediodía.
Nos pasamos por recepción y preguntamos por el precio del alquiler de una moto: 50.000 INR por día. ¡Perfecto! Es el mismo precio que había pagado una pareja de españoles con la que coincidimos días atrás. Seguro que se puede regatear un poco, pero comparado con las 500.000-600.000 INR que te piden por un día de coche con conductor, esa cantidad nos pareció irrisoria. Además, nos traían la moto y los dos cascos al hotel y debíamos devolverla en el mismo sitio. Decidimos contratarla por dos días (100.000 INR) y en 15 minutos la teníamos esperando en la puerta. Comprobamos frenos, llaves, luces y cualquier rozadura y firmamos el resguardo al propietario.
El planning para hoy es: Goa Gajah, Gunung Kawi, Tirta Empul… En el hotel nos indican qué dirección tomar y allá vamos. No es nada complicado. La salida de Ubud es un poco caótica porque hay mucho tráfico y la única dificultad en el camino es la falta de señales indicadoras. Quizá por esto nos equivocamos de dirección, recorrimos 9 km y aparecimos en los arrozales de Tegallahan. En el momento en que paramos el motor de la moto nos asaltó un vendedor de tickets que nos pedía 5.000 INR por ver los arrozales. ¿Cómo? Son menos de 0,50€ pero venimos hartos de ver arrozales gratuitos y aún más espectaculares en Flores. Decidimos montarnos de nuevo en la moto, recorrer unos metros y hacer una foto para decir que habíamos estado allí pero nos volvimos a poner en marcha, desandar lo andar y llegar a Goa Gajah, que tampoco estaba tan lejos de Ubud.
La entrada a la “cueva del elefante” cuesta 15.000 INR (7.500 INR niños). Llevamos pantalón largo así que no nos hace falta el sarong. Foto de rigor en la entrada.
Pasamos a la cueva pero sólo hay un túnel excavado. Damos una vuelta por los jardines y, algo decepcionados, nos marchamos al siguiente templo.
Nos dirigimos ahora a Gunung Kawi. Cada poco tiempo hemos tenido que preguntar en tiendas, a viandantes o a otros conductores la dirección correcta.
Llegamos por fin a la taquilla en la que aparece el nombre del templo. Es un poco raro ya que no hay apenas extranjeros, tal vez no hayamos llegado a la hora en que desembarcan los autobuses de turistas. Pagamos las 15.000 INR que parecen la tarifa estándar (7.500 INR niños) y pasamos a visitar un conjunto de templitos con estanques.
Este nos gusta algo más. Lástima que horas después nos enteráramos de que no era el templo principal con las tumbas excavadas en la roca. Parece que hoy no es nuestro día.
De aquí nos dirigimos a Tirta Empul (15.000 INR). No sé qué nos esperábamos pero no nos imaginábamos un “balneario” balinés. El agua mana a borbotones en uno de sus estanques y junto al mismo hay varias piscinas en las que se bañan fieles y algún turista.
Estamos algo decepcionados. No son estos los templos que nos imaginábamos con forma de pagoda o meru. ¡Ojo! No es que la isla no los tenga sino que tal vez no hemos elegido bien el recorrido. Deberíamos habérnoslo preparado mejor y no fiarnos de un itinerario programado por un chófer caza turistas. Decidimos dejar el resto de visitas que teníamos apuntadas para hoy e ir al hotel a darnos un chapuzón y un paseo por Ubud. No queríamos que esta noche nos volviera a pillar el toro y quedarnos casi sin cenar.
De vuelta en Ubud y tras una visita rápida al super para comprar algo que picar y unas Bintang, nos hemos dado un baño en la piscina, no demasiado largo que está nublado y tampoco hace mucho calor, ducha en la habitación y a patear por el bosque de los monos, donde vemos un entierro...
y por Monkey Street de arriba abajo.
Viniendo de donde venimos, todo nos parece caro aunque los precios estén mejor que en España, así que nos decidimos por el Art Café.
Es un restaurante pequeño, con una decoración bonita y una carta que combina platos internacionales y asiáticos. Tomamos una coca-cola, un batido con yogur, pad thai y kiwe tiau y pagamos 122.430 INR por todo. Nos hemos quedado satisfechos. El servicio es bueno y tiene buena música, a veces en directo.
Aparecemos de nuevo en el super para comprarnos unos helados, un pequeño paseo para bajar la cena y nos vamos a descansar al hotel. Mañana será otro día…y esperemos que los templos sean otros.