Edfu
Realizamos la primera parada tras dejar atrás Lúxor, en la ciudad de Edfu ya al anochecer. Despues de una copiosa comida en el barco, con postres de lo mas variado (aunque con demasiada canela para nuestro gusto), nos dispusimos a disfrutar de otra Stella (cerveza de medio litro por unos 3,5€) en la terraza del barco en compañia de amigos que fuimos haciendo durante el viaje. Tuvimos mucha suerte de conocer gente magnifica con la que poder hablar, pasear, reirnos,... y seguir con una amistad para muchos años. Llegada la hora donde ya nos caian los ojos, bajamos al camarote a dormir y prepararnos para el dia siguiente.
Nos levantamos y despues de desayunar ya vimos que el mal de Tutankhamon hacia efecto en algun compañero de viaje. Por suerte nosotros de momento ibamos salvandonos gracias al cuidado con la comida.
Nada más bajar las escalerillas del barco nos dirigimos a las calesas, que ya estaban contratadas por el guia. Se nos asigno un numero de calesa para ir y volver y nos subimos. Nosotros fuimos en la primera sentados atras, mientras otra compañera iba en lo alto junto con el hombre que nos llevaba.
Empezamos a movernos por las calles y ya nos llamo la atencion lo sucio y desordenado que estaba todo. Escombro por la calle, basura, coches sin ruedas,... Habia mucha gente en esa zona, ya que para llegar al templo pasamos por un mercado local, ademas de por un hospital y de la policia. Despues de la primera recta giramos a derecha y ... SORPRESA!! en direccion contraria de frente a los coches. Veiamos como nos pasaban a ambos lados pitando, pero el de la calesa miraba para atras y solo se reia enseñandonos los pocos dientes que le quedaban. En la foto un bar tipico con su terraza chic.
Una de las cosas que daban miedo era ver a los policias, militares y demas con sus AK-47 por la calle, tan tranquilos como si llevaran una linterna en la mano. En todos los templos habia tambien policias y otras personas que no se que cargo tendrian pero ni llevaban uniforme, con uzis y somachiguns. Pero bueno pese a todo ... al final ves que es algo normal.
Aqui podemos ver el mercado local , pena no pasar por mas cerca por que si que deberia de ser impresionante. Abajo a la izquierda un cartel de las elecciones con el que al final las gano 15 dias despues, el lider del partido de los hermanos musulmanes, Mursi.
Esta quizás sea una de las ciudades donde mas pobreza vimos. Estaba muy descuidada, seguramente por el bajón del turismo, y había muchísima basura por la calle.
Después de 10 minutos de viaje llegamos al recinto del templo, donde había unas 50 calesas más. Al llegar el carretero nos intentó sacar otra propina, pero tras hacer la foto le dije que nada de nada, que las propinas estaban incluidas y que las pagaba todas el guía. En la foto se puede ver a nuestro caballo delgadito posando para la foto y el estado en que estaba la calesa, que casi se le caían las ruedas.
El templo de Horus
El primer nombre de Edfu fue Uetyeset-Heru ,“El lugar donde Horus es alabado”.Después se llamó Dyeba (“Ciudad de la retribución” ), cuyo nombre en copto era Etbó, palabra de la que se origina el actual nombre de la Ciudad. Fue el lugar donde la tradición sitúa la batalla entre los dioses Horus y Seth.
Cuenta la leyenda que Imhotep, fue el primero en construir un templo en Edfu dedicado a Horus. En el Imperio Nuevo, algunos faraones, como Ramsés II y Shabako, construyeron la ciudad. En tiempos grecorromanos, la ciudad se llamó Apolinópolis Magna, ya que Horus era identificado con Apolo.
Este es el ticket para entrar al recinto
El templo de Edfu, dedicado al dios halcón Horus, fue comenzado el año 237 a. C. por Ptolomeo III Evérgetes I. En el año 212 a.C. se habían concluido las obras de la parte interior por Ptolomeo IV Filopátor, y se decoró en el 142 a.C. por Ptolomeo VIII Evérgetes II quien también terminó la primera sala hipóstila. Las obras en su totalidad no concluyeron hasta el 57 a.C con la colocación de las puertas.
Junto con Abu Simbel, el templo de Edfu es el mejor conservado de todo el Egipto antiguo, y junto con el de Karnak, el más importante. En realidad el templo original construido por Tutmosis III, de la dinastía XVIII, estaba en ruinas cuando la dinastía griega de los ptolomeos -sucesores de Alejandro Magno en Egipto- empezaron a reconstruir los templos de Egipto como un modo de acercamiento al pueblo de Egipto y a sus sacerdotes poderosos. Dicho acercamiento llegó a tal extremo que se impregnaron tanto de la religión egipcia que algunos preferían la momificación y el entierro mediante el rito egipcio. En las paredes del templo vemos a los faraones ptolomeos representados adorando a las divinidades egipcios. En realidad el templo nunca fue del todo terminado y durante la ocupación romana algunos gobernadores romanos de Egipto se representaron en los cartuchos reales como faraones de Egipto.
Plano del templo, con la entrada a la derecha del dibujo.
El templo mide 137 metros de longitud por 79 de ancho y 36 de altura, y es en nuestra opinion el mas bonito de los que vimos en el viaje, seguramente por ser tambien el mejor conservado.
Representa la típica construcción de los templos con el pilono, el patio, 2 salas hipóstilas, una cámara de ofrendas, la sala central y el santuario.
Un pequeño esquema de lo que vamos a ver:
A pesar de que estaba cubierto de arena y escombros de los asentamientos humanos, el templo de Edfú fue visitado por muchos de los primeros viajeros. La arena ha contribuido a preservar el edificio que apareció casi completamente intacto cuando fue limpiado y excavado por Auguste Mariette en el decenio de 1860. El estado de conservación del templo es su principal característica y lo convierte en visita imprescindible en Egipto.
Esta imagen deja ver como estaba el templo semienterrado y con casas pegadas e incluso construidas encima de parte del templo a finales del siglo XVIII
Con la vista puesta ya en el gran Pílono, pasa desapercibida la construcción externa, prácticamente en ruinas, que se corresponde con el Mammisi o Casa de Nacimiento Divino.
El Mammisi
Mammisi en idioma copto significa lugar de nacimiento, un término arquitectónico ideado por Champollion en el siglo XIX para denominar a las Casas de Nacimiento Divino (Per-Mes en antiguo egipcio): edificios singulares vinculados a los templos egipcios. Los ejemplos más célebres se pueden aún visitar y se datan, la mayoría, en las épocas ptolemaica y romana.
Este pequeño templo está construido sobre un eje este-oeste. Por tanto es casi ortogonal respecto al templo de Horus, el cual se encuentra orientado de Norte-Sur (situación inusual a lo acostubrado en el resto de templo egipcios, quizás debido a motivos de las características del terreno). En el Interior del Mammisi hay relieves que representan el nacimiento divino de Horus.
Los Reyes Magos de Oriente eran...¡egipcios!
En el mammisi del templo de Edfu se reconstruyen los diferentes momentos del nacimiento del dios Horus como si se tratara de un cómic moderno. Lo más asombroso es que en una de las paredes podemos ver a los mismísimos “Reyes Magos”, que en este caso son cuatro. Cada uno de ellos provenía de uno de los cuatro puntos cardinales, es decir, de las tierras más lejanas de Egipto en todas sus direcciones. Su misión era, al igual que sucede con los Reyes Magos de las Sagradas Escrituras, adorar y traer cada uno un presente al recién nacido. Sorprendentemente, estos regalos eran oro, incienso, mirra y un libro de magia. Pero las similitudes no quedan ahí. En relación a esta leyenda sobre el nacimiento de la divinidad en época faraónica, una de las maneras que tenían los antiguos egipcios de celebrar esta tradición era regalando huevos. Hoy los llamaríamos huevos de Pascua, la Pascua del nacimiento de Jesús. Los egipcios identificaban la yema del huevo con el Sol y la vida que salía del interior de la cáscara. Al regalar estos productos se conseguía que la vida siguiera su curso natural; es decir, era una manera un tanto especulativa de adorar las mismas metas que perseguía el dios Osiris, la vida y la resurrección.
Nuestro guía hizo caso omiso de este pequeño templo y nuestros pasos se dirigieron directamente al Pílono del gran templo.
El pilono
Las 2 torres del pilono se dividen en 4 pisos con cámaras, unidas por una escalera de 145 peldaños. Están decoradas con imágenes de Ptolomeo XII Neo Dioniso sacrificando prisioneros ante Horus y Hathor, precedidas de 2 halcones realizados en granito negro.
Vista general del pílono.
En la foto podeis ver la poca genta que habia debido a los problemas politicos del pais, cosa que para nunca nos dio inseguridad hasta llegar al cairo , donde tuvimos que hacer las visitas todas guiadas, pues no nos aconsejaban acercarnos por el centro solos en medio de las manifestaciones.
Horus, el principal protagonista de este templo.
Horus es un dios muy antiguo, ya conocido en la época predinástica. Era un dios vinculado a la realeza que tutelaba a los monarcas tinitas, cuyo centro de culto era Hieracómpolis. Desde el Imperio Antiguo, el faraón es la manifestación de Horus en la tierra, aunque al morir se convertirá en Osiris, y formará parte del dios creador Ra.
Durante el Imperio Nuevo se le asoció al dios Ra, como Ra-Horajty. Forma parte troncal de la Gran Enéada y forma parte de la tridiada Osiríaca: Osiris, Isis, Horus.
Entramos ya al Patio, que es muy espacioso y se encuentra circundado por columnas en tres de sus lados (peristilo), formando los pórticos cuyas paredes están cubiertas de imágenes. Aqui podemos observar en las paredes algunos cartuchos reales vacíos. Eso es debido a que el período de construcción del templo era de agitación política, y los usurpadores del poder mandaban tachar los nombres de sus antecesores y poner el suyo. Por eso los artesanos prefirieron dejar los cartuchos vacíos hasta terminar el templo. Entre las diversas escenas destacan las de las fiestas de la unión entre Horus y su compañera: la diosa Hathor de Dendera.
Cuenta la leyenda que, todos los años, la divina Hathor se rencontraba con su amado esposo Horus para un enlace místico. El ritual de esta fiesta, una de las más populares del gran valle, se pueden ver en los relieves de los muros de Edfú y Dendera. Se trata de una fiesta agraria, que con el retorno de la diosa se probaba la gran fertilidad de sus tierras.
Cinco días antes del encuentro de Hathor con su esposo, ésta era sacada del templo de Dendera subida en su embarcación de gala y trasladada por todo el Nilo hasta Edfú, donde le esperaba Horus. Tras lo sacrificios rituales y la música.. la pareja divina se trasladaba al santuario para pasar su primera noche en el secreto del Mammisi del templo. Le sucedían trece días de fiestas en la que ambos dioses eran venerados por sus gentes.
Delante de la primera Sala Hipóstila, el dios Horus continúa montando guardia, tocado en este caso con la doble corona del faraón
La Primera Sala Hipóstila
La primera sala hipóstila se compone de doce columnas sobre dos filas. Presenta una estancia a cada lado: la de la derecha estaba destinada a la purificación de los sacerdotes y la de la izquierda incluía una biblioteca.
Interior de la sala
El negro hollín procedente de las hogueras de gentes que, tal vez durante cientos de años, han usado la parte excavada como refugio.
Segunda Sala Hipóstila
Tras la pronaos, se accede a la Segunda Sala Hipóstila. Es la parte más antigua del templo. Compuesta también de 12 grandes columnas decoradas con formas vegetales en su parte inferior, y dispuestas en este caso por 4 grupos de 3 columnas paralelos y simétricos respecto a la entrada.
Incluye 4 pequeñas salas destinadas a las ofrendas secas, las ofrendas líquidas, y al laboratorio. Esta última contiene escenas sobre la preparación de productos a emplear en las ceremonias.
Una de las 4 salas
Es característica la iluminación del templo, con habitaciones cada vez más pequeñas que impedían el paso de la luz gradualmente hasta llegar al oscuro santuario, que recibe la iluminación sólo desde el eje. Entre las columnas y en el techo existen pequeñas aberturas que permitían el paso de la luz a determinadas habitaciones.
El corazón de la Sala Central es el Santuario con el naos, monolito de granito gris de unos 4 metros de altura, en el que se encontraba la imagen de Horus y el pedestal en el que posiblemente se ubicase la barca como la que actualmente ocupa el lugar (reproducción, la original se encuentra en un museo europeo). El naos podría pertenecer a un templo más antiguo.
En torno al Santuario, un corredor da acceso a diez Salas o Cámaras Rituales, cada una con un nombre, como por ejemplo “La Cámara de los Paños”, “La Tumba” o “La Cuna” cada una con un destino determinado.
Despues de ver el interior nos dirigimos por un lateral del templo a darle un rodeo y ver por fuera una serie de leyendas que nos describio el guia. La verdad las tengo escritas pero creo que se entienden mejor estando en el lugar y viendo los grabados que soltando un rollo de 2000 palabras sobre el tema.
Si aun asi os interesa el tema , que para mi es apasionante, podeis leerla en el blog de pescaditos en la cabeza , con unas ilustraciones ademas muy buenas:
La Leyenda de Osiris y la Batalla entre Horus y su tío Seth
La vuelta al barco fue igual de agotadora que la ida. Tomamos un refresco mientras esperabamos por el resto del grupo en el bar del Templo mientras los vendedores se acercaban y nos reclamaban para ir a ver sus tiendas. Nos fuimos a la numero 7, pero despues de negociar se canso de nosotros y nos fuimos. Nos queria vender una chilaba por 65€, habiendolas parecidas en el barco por 5€...
Nos subimos a la calesa 120 y de vuelta al barco , sacando fotos y haciendo algún video para el recuerdo, para partir a las 10:30 hacia kom-ombo.