Empezamos el día, que está nubladísimo, visitando Keszthely. El pueblo no tiene ningún interés, pero como está en el lago pues es muy turístico, así que está lleno de tiendas, restaurantes y gente. El palacio de Fecstetics es de estilo barroco, milagrosamente resultó intacto durante los bombardeos de la II Guerra Mundial, y hoy es uno de los mayores atractivos de la zona.
Nosotros no entramos al palacio, porque al parecer solo alberga colecciones armas de caza, cuadros y también una interesante biblioteca con más de cien mil volúmenes. Nos contentamos con ver los exteriores y dar un paseo por los jardines, que son bonitos, de estilos inglés y francés, con grandes avenidas flanqueadas de árboles y fuentes, pero el día está tan nublado que le resta vistosidad a la visita.
No nos alcanza el diesel que pusimos en Maribor para salir de Hungría así que forzosamente tenemos que repostar. Echamos lo mínimo para llegar hasta Croacia al día siguiente a 1,65€/l.
Llegamos a Heviz, dejamos el coche en el aparcamiento exterior (300Florin/1,20€) y sacamos las entradas para el balneario (5000florines 3h/ 19,25€), con el uso del balneario, taquilla y duchas incluida. También puedes contratar aparte todo tipo de tratamientos de belleza, masajes, jacuzzi, sauna, baño turco, etc.
Heviz es el segundo lago termal más grande del mundo y el mayor de Europa, sus aguas sulfurosas son conocidas desde los romanos para el tratamiento de enfermedades reumáticas, y mantienen durante todo el año una temperatura que oscila entre los 25ªC en invierno y los 35ºC en verano. Hoy la temperatura exterior son 23ºC y la del agua 33ºC, que maravilla! Parece ser que la elevada temperatura del agua dificulta flotar en ella y en la mayor parte del lago no se hace pie así que todo el mundo va pertrechado de flotadores, manguitos, “churros” o cualquier objeto que te ayude a flotar. Nosotros lo sabíamos de antemano y llevamos una mini colchoneta, pero sino te los alquilan o venden allí. El uso de gorro de baño no es obligatorio.
Esta fue para mí de lo mejor de este viaje, estar sumergidos en aquel agua tan caliente, rodeados de nenúfares, sin otra preocupación que flotar en el agua... Ayy, quien pudiera estar allí todavía!!!!!!!! Además el día despeja completamente, con lo que podemos acostarnos en las tumbonas a tomar el sol entre baño y baño... mejor, imposible!
Es muy tarde cuando salimos del balnerario, volvemos al camping para comer y seguimos con el día de relax: pasamos la tarde en la piscina. Cuando se quita el sol damos un paseo por la orilla del lago, contemplamos el atardecer y comemos unos helados.
Volvemos al cámping a cambiarnos y sobre las 9 vamos a cenar a uno de los restaurantes cercanos a orillas del lago. Elegimos el restaurante Pepi, y pedimos dos platos de carne a la brasa con dos cervezas. Después de un rato, camarera nos trae los platos de comida más enormes que vimos nunca, pero no solo es la cantidad sino que todo está buenísímo. Con decir que a mí que no me va mucho la carne acabé arrebañando el plato!! La cena nos cuesta 4510 florines, unos 17,50€ y salimos de allí pensando que nos vamos a poner malos por haber comido tanto.
Nosotros no entramos al palacio, porque al parecer solo alberga colecciones armas de caza, cuadros y también una interesante biblioteca con más de cien mil volúmenes. Nos contentamos con ver los exteriores y dar un paseo por los jardines, que son bonitos, de estilos inglés y francés, con grandes avenidas flanqueadas de árboles y fuentes, pero el día está tan nublado que le resta vistosidad a la visita.
No nos alcanza el diesel que pusimos en Maribor para salir de Hungría así que forzosamente tenemos que repostar. Echamos lo mínimo para llegar hasta Croacia al día siguiente a 1,65€/l.
Llegamos a Heviz, dejamos el coche en el aparcamiento exterior (300Florin/1,20€) y sacamos las entradas para el balneario (5000florines 3h/ 19,25€), con el uso del balneario, taquilla y duchas incluida. También puedes contratar aparte todo tipo de tratamientos de belleza, masajes, jacuzzi, sauna, baño turco, etc.
Heviz es el segundo lago termal más grande del mundo y el mayor de Europa, sus aguas sulfurosas son conocidas desde los romanos para el tratamiento de enfermedades reumáticas, y mantienen durante todo el año una temperatura que oscila entre los 25ªC en invierno y los 35ºC en verano. Hoy la temperatura exterior son 23ºC y la del agua 33ºC, que maravilla! Parece ser que la elevada temperatura del agua dificulta flotar en ella y en la mayor parte del lago no se hace pie así que todo el mundo va pertrechado de flotadores, manguitos, “churros” o cualquier objeto que te ayude a flotar. Nosotros lo sabíamos de antemano y llevamos una mini colchoneta, pero sino te los alquilan o venden allí. El uso de gorro de baño no es obligatorio.
Esta fue para mí de lo mejor de este viaje, estar sumergidos en aquel agua tan caliente, rodeados de nenúfares, sin otra preocupación que flotar en el agua... Ayy, quien pudiera estar allí todavía!!!!!!!! Además el día despeja completamente, con lo que podemos acostarnos en las tumbonas a tomar el sol entre baño y baño... mejor, imposible!
Es muy tarde cuando salimos del balnerario, volvemos al camping para comer y seguimos con el día de relax: pasamos la tarde en la piscina. Cuando se quita el sol damos un paseo por la orilla del lago, contemplamos el atardecer y comemos unos helados.
Volvemos al cámping a cambiarnos y sobre las 9 vamos a cenar a uno de los restaurantes cercanos a orillas del lago. Elegimos el restaurante Pepi, y pedimos dos platos de carne a la brasa con dos cervezas. Después de un rato, camarera nos trae los platos de comida más enormes que vimos nunca, pero no solo es la cantidad sino que todo está buenísímo. Con decir que a mí que no me va mucho la carne acabé arrebañando el plato!! La cena nos cuesta 4510 florines, unos 17,50€ y salimos de allí pensando que nos vamos a poner malos por haber comido tanto.