DIA 6, Cienfuegos ✏️ Diarios de Viajes de Cuba

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Me desperté a las 6,45 para ver la salida del sol en el embarcadero…qué espectáculo!
*** Imagen borrada de Tinypic ***

En Cienfuegos se practica mucho deporte. Mucha gente practica remo.
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Otros pescan..
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Y me acompañaron durante la salida del sol unos peces saltarines que debían comer plancton y que hacían burbujear el agua.
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Desayunamos como reyes..
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Y fuimos a conocer Cienfuegos.
Recorrimos punta gorda con sus casas de lujo
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Cruzamos el malecón y sus parques
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El animado centro, la zona más popular. Las galerías de arte donde un pintor nos nombró todos los artistas catalanes y nos dejó boquiabiertos…

Luego nos dirigimos hacia un pintoresco cementerio en el extremo derecho de la ciudad pasando por un suburbio de chabolas. Andábamos con 2 cámaras réflex en mano y nuestra mochila por una zona bastante pobre pero curiosamente, la sensación de seguridad era bastante.

Pasamos junto a un grupo que estaban preparando una caldereta en medio de la calle.

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Nos empezaron a llamar y a mí no me hizo mucha gracia. Pensaba que nos querrían pedir algo, por lo que pasé de largo. Roger si se paró y me empezó a llamar para que viniera y un poco avergonzada de haber pasado de largo, regresé. En cuanto llegué, Roger ya tenía un vaso de ron en la mano. Nos quedamos un buen rato hablando con ellos. Eran una pareja con un par de amigos. Tenían ganas de hablar con extranjeros, como todos. Y si se les puede sacar alguna cosilla, a través de contarte sus carencias, mejor que mejor. Estaban celebrando el cumpleaños del marido. Yo me quedé hablando con la mujer y Roger con los hombres. Ella me explicó que tienen poco, pero son felices, les gusta la fiesta y estar en la calle con los amigos. Aunque su marido le gusta demasiado beber y eso ya no le gustaba, que se ponía un poco agresivo. Me dijo que era gente buena y honesta, que no tienen nada pero no roban ni hacen daño, que son gente educada. Que lo único que le piden a los turistas son cosas para los hijos, sobretodo vitaminas para su niña, que estaba un poco delicada de salud y eso no lo daba el gobierno. Entonces empezó un poco el acoso…que si vitaminas, que si ropa, que si cremas…les dijimos que no llevábamos nada y no se molestaron. Nos dijo que si les podíamos hacer una foto de la niña y enviársela ya que ellos no tienen cámaras para plasmar la infancia de sus hijos y eso les apenaba mucho. Les tomé unas fotos, que ojazos tiene la señora!
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Nos despedimos y seguimos el camino por el barrio humilde hacia el cementerio
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La entrada al cementerio es gratuita, no se tarda más de 10 minutos en recorrerlo, pero vale la pena ya que el barrio de alrededor y el cementerio en si son bastante curiosos.
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Acabábamos nuestro recorrido en la plaza principal agotados, unas 5 horas después de salir de casa y sin parar de caminar…
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…cuando nos encontramos a los uruguashos sentados en la plaza!!! Qué casualidad!!! Acababan de llegar en bus. Aún tenían que buscar alojamiento. Mañana se dirigían hacia Trinidad, como nosotros! Así que los invitamos a que nos acompañaran y pasáramos juntos por las cascadas el Nicho. Quedamos para vernos al atardecer en el malecón. Nosotros nos quedamos a comer en un bar en la plaza principal y ellos se fueron a buscar habitación.
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Acabando de comer, decidimos volver andando a casa y pasar por el super a comprar un poco de pica pica, agua y cervecitas. Yo insistía en ir a casa en bici taxi, ya que era una hora andando bajo el sol abrasador de las 3 de la tarde y ya habíamos andado suficiente durante el día…pero no se porqué Roger no quiso y porqué yo no me espabilé y me subí a uno me acompañara él o no…pero hice el vía crucis de vuelta al hotel, sobre todo el trozo que ya íbamos cargados del super. Hasta me maree.
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Una vez llegamos a casa, nos tomamos unas cervecitas, unas patatuelas y unas galletas bajo el aire acondicionado de la habitación..y se me pasaron los males, pero estaba reventada! A Isabel le habíamos pedido una cena de lujo para esta noche: Roger langosta ($10)y yo cangrejo ($8).

Llegó la hora de la puesta del sol y nos encontramos con nuestros amigos en el malecón. Nos pedimos unas cervezas dispensadas del bar de al lado y pasamos la tarde hasta la hora de cenar conversando mientras disfrutamos de los magníficos colores del cielo.
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Quedamos con ellos para encontrarnos después de cenar y buscar algún bar/disco con ambiente. La cena fue abundante y deliciosa.
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La ensalada, el pan, el arroz con frijoles, la patata dulce, la sopa, el plato fuerte, y el helado…increíble. Con la panza llenísima, me arrastré los 2 metros desde la mesa a la cama y me quedé frita…tenía 0 ganas de fiesta, estaba cansadísima del ajetreo y sol de la jornada. Roger se encontró con los amigos, se tomaron unas cervezas y fueron a buscar el local que les habían recomendado de salsa pero no lo encontraron. Una vez se despidieron…Roger, casual y sospechosamente se encontró el local y estuvo un rato…el me dice que solo se tomó un purito mientras veía a las cubanas bailar y se marchó…mejor no darle vueltas al tema…

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