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Comenzamos el día caminando hacia el campo de S. Aponal. De camino en la Ruga Vechia de S. Giovanni, nos topamos, en mitad de la calle, con otro bajo relieve de San Jorge con su correspondiente dragón. Un motivo que se repite en Venecia, aunque no tanto como los leones, claro.
Nada de interés en S. Aponal. Pero sí está muy cerca el campiello Albrizzi, con un palacio cuya curiosidad son las chimeneas de triple campana
Haciendo uso de mis mapas llegamos hasta el puente de la Tette, cosa que no es tan fácil. El puente no tiene más gracia que estar en plena zona de prostitución, no ahora sino en los viejos tiempos y que allí era donde se colocaban las prostitutas con los pechos al aire para engatusar a unos marineros que al parecer se amariconaban en tan largos viajes por el mar. Podéis comprobar que solo algún dato histórico puede dar sentido llegarse hasta este puente. Que por cierto sirve de frontera entre los sestieres de San Polo y Santa Croce.
Regresamos hacia el campiello de Albrizzi para dirigirnos hacia el campo de S. Polo. En el camino nos topamos con el puente de la Furatola, desde el que se obtienen unas vistas de lo más veneciano. Y es lo que vengo sosteniendo, Venecia es una fuente continua de sorpresas agradables
En San Polo, de la iglesia solo nos resultó interesante su pórtico gótico
También un par de leones que hay en el campanario, uno teniéndoselas con una serpiente y el otro jugueteando con una cabeza humana.
El campo de S. Polo también tiene su palazzo: el de Soranzo, que consta de dos partes, el Vechio y el Novo. La propiedad es de los descendientes de Giovanni Soranzo, que visto lo visto, parece que se preocupan de tenerlo cuidado. Resulta agradable para la vista. .
Seguimos con el plan del día y caminando por el lateral de la iglesia, llegamos a un puente, el de S. Polo que cruzándolo y callejeando tirando de plano, llegamos a la enorme Basílica de Santa María Gloriosa dei Frairi. Es de las iglesias más grandes de Venecia, solo superada por la Basílica dei Santi Giovanni e Paolo. Su campanile también es el segundo más alto de Venecia. Aunque a mi el exterior tampoco es que me llamara en exceso la atención
El interior era más aparente, con una gran cantidad de decoración, pero no fotos. En general es otro de los lugares que merecen la pena acercarse a ellos. Y más teniendo al lado la iglesia y Scuola Grande de San Giovanni Evangelista que tiene un bonito portal de mármol.
También al lado de Santa María Gloriosa dei Frairi está la Scuola grande di San Rocco, que es considerado una capilla sixtina veneciana, cambiando a Michelangelo por Tintoretto. La entrada incluye una audioguía que explica de forma exhaustiva toda la extensa decoración interior. Los amantes de la pintura se van a quedar flipando. Y en general todos admirarán el edificio y su extraordinaria decoración. Evidentemente otro sitio de no foto.
Desde el campo de San Rocco cruzamos por el Ponte Scuola y llegamos en muy poco tiempo al campo y la iglesia de San Pantalon ya en el sestiere de Dosoduro. Una iglesia a la que merece la pena entrar aunque solo sea por ver la enorme pintura que cubre el techo con múltiples escenas representando el martirio y la apoteosis del médico San Pantaleón. Dícese que es la pintura más grande del mundo. Pues será.
Desde S. Pantalon cruzamos el Ponte Sta Margherita y estamos en el campo de este nombre. Un lugar con centros universitarios cercanos y por tanto bastante animado. Y sede de uno de los sitios más citados por el foro para comer, el que dice ser y llamarse Pizza al Volo. Ya dije que nosotros pasamos durante el viaje de pizzas. Pero bueno quisimos inmortalizarlo para vosotros
Fue en Sta Margherita donde tuve a bien probar la típica bebida veneciana conocida como Spritz. Y mira, me gustó. Pensaba que no, pero sí. Refrescante, sin el dulzor que le presuponía y aliviadora de la sed. He aquí el trascendental momento
Junto a Santa Margherita, está el también famoso ponte dei pugni, aquel en el que se liaban a mamporros los Nicolotti y los Castellani y en el que se ven en el suelo, las marcas donde se tenían que colocar los contendientes. El puente no tiene mayor interés. Pero todos nos detenemos allí y le sacamos las correspondientes fotos, Y uno no iba a ser la excepción
Al ladito mismo del puente podemos comprobar una vez más cómo Venecia vive en los canales. Y tenemos una barca que se dedica a hacer de frutería acuática. Curioso la cantidad de clientela que tenía en relación con la tienda normal que hay al lado.
Desde el puente se ve la Iglesia de S. Bernabá. Otro edificio que vive, no de su interés propio, sino de lo que le ha supuesto hechos ajenos. En este caso el que allí se rodaran exteriores de la película Indiana Jones y la última cruzada. Como veréis la Iglesia en sí ni fu ni fa. Y por dentro menos
Desde el campo de S. Barnaba no es díficl llegar hasta el campo de S. Trovaso. Alli está la entrada al squero di S. Trovaso, uno de los pocos lugares donde se reparan góndolas. Intentamos entrar por la plaza donde está la iglesia, pero no nos dejaron. Aun así nos dio tiempo a fotografiar una góndola que tenían a la entrada
Así que nos tuvimos que conformar con dar la vuelta al edifico cruzar un puente y verles trabajar desde la otra orilla
Era la hora de comer y por allí estaba un lugar que tenía recomendado: la taverna de San Trovaso. Muy bien de comida y muy bien de precio. Nos hicieron una fritada de pescado francamente rica.
Después de comer seguimos por Dorsoduro hacia el Puente de la Accademia, muy cerca de la Taverna. Por el camino nos encontramos con una de esas vistas de postal veneciana desde el ponte de la Fornasa
Enseguida llegamos al puente de la Accademia. Habíamos pasado ya por debajo unas cuantas veces con el vaporetto. Pero ahora pudimos subir y contemplar las vistas desde arriba. Antes, en la Accademia había una exposición sobre Leonardo, pero no había tickets independientes para esa exposición, así que pasamos de pagar 15€ cada uno. Y nos fuimos a echar un vistazo desde el puente. Lo primero que nos llamó la atención es que es uno de los que se llenan de candados como el puente des Arts de París y algunos otros por el mundo. Quedaba curioso ver la Iglesia de la Salute con candados en primer plano
También hay una excelente vista del Palazzo Franchetti desde el puente.
Seguimos caminando hacia la Iglesia de Santa María della Salute. En el trayecto cruzamos por detrás del Museo Peggy Gughenggeim y pasamos por un campiello que aparecía recomendado, el campiello Barbaro. No está mal el rincón, pero tampoco es para tanto.
A mi la Salute por fuera me parece muy aparente, además de verse, como hemos comprobado desde muchos sitios. Por dentro no pudimos verla bien porque tres cuartos de la iglesia no era visible, no sé qué estaban haciendo
Por cierto, nos acercamos a la punta de la Dogana a ver el niño de la rana, pero ha desaparecido como el vaporetto num. 9. Así que nos quedamos con las ganas.
Desde esa zona había unas estupendas vistas de la Isla de S. Giorgio
Eran las 16:00 y hacía mucho calor cuando nos pusims a caminar por el Zattere. Nos metimos en un par de exposiciones gratis que había a lo largo de la Fondamente. Y saqué una foto desde el puente Ca Balá
Como el calor era insoportable y estaba dando de lleno, decidimos coger el vaporetto e irnos al hotel a descansar un poco. Nos dio un poco de vuelta pero bueno, pasamos por la estación marítima de Tronchetto, donde había algunos transatlánticos fondeados. Qué distinto a los vaporettos, las lanchas, las góndolas….
Queríamos ir esa noche a hacer una cena de despedida a un sitio que se nos había recomendado, I Figli delle Stelle, en la isla de la Giudecca. Así que con las mismas a una hora apropiada cogimos el vaporetto y nos fuimos para allá. Qué chulada. Junto al canal, con las vistas de la Salute, el campanille de S. Marco, etc. y un buen servicio. Ese día hasta pedimos vino y postre. Fue un digno colofón a un viaje que tardaremos en olvidar. Volvimos al hotel a sabiendas que al día siguiente volaríamos de nuevo hacia nuestro país.
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