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Día 1: Primeros paseos por la ciudad de los canales
Aquí comienza nuestra aventura por los Países Bajos, un 31 de octubre de 2013 saliendo de un aeropuerto español con destino a tierras Holandesas a las que llegamos aproximadamente sobre las 15h.
Nada más aterrizar nos dirigimos hacia el vestíbulo del enorme aeropuerto de Schiphol para sacar los billetes en una de las múltiples máquinas expendedoras existentes del tren que deberá trasladarnos a Centraal Station en pleno centro de Amsterdam, cuando los tuvimos en nuestro poder bajamos por las escaleras mecánicas a la estación subterránea de tren que existe dentro del propio aeropuerto para coger el primer tren que fuera en dirección centro.
Nuestro primer destino era lógicamente el lugar donde habitaríamos durante los 3 próximos días, una vez llegamos a Centraal Station tendríamos que coger un bus que nos dejaría en la calle Aalsmeerweg donde se ubicaba nuestro apartamento.
Nada mas llegar al apartamento que teníamos alquilado por medio de la página www.airbnb.es, dejamos las maletas y rápidamente cogimos nuevamente un tranvía con destino el centro de la cuidad para recorrerlo durante esa primera tarde, a mitad de recorrido surgió un inconveniente debido a las obras en las que se encontraba la línea 2 del tranvía, así que tuvimos que bajarnos varias paradas antes de nuestro destino original lo que nos trastoco todos los planes que llevábamos para esa tarde porque nos dejo en una zona que aunque céntrica bastante alejada del primer destino que habíamos elegido. Aun así empezamos a andar hasta la plaza Dam, como no habíamos comido y eran más de las 16h. buscamos desesperadamente algún sitio donde poder aliviar el hambre que llevábamos y encontramos uno de los muchos puestos de patatas fritas que hay por toda la ciudad, pedimos varios cartuchos y nos lo comimos en un visto y no visto, la verdad es que se quedaron cortos, bueno mas adelante nos resarciríamos sin duda alguna.
Una vez llegamos a la famosa plaza estuvimos admirando el palacio real y el obelisco, dos de los monumentos que se encuentran en la misma y también nos acercamos a la Nieuwe Kerk o Iglesia Nueva uno de los edificios más importantes de Ámsterdam que data del siglo XV y se encuentra en una de las esquinas de la plaza al lado del Palacio Real.
El siguiente punto de nuestro itinerario era el Beginhof, un conjunto de elegantes casas fundado en 1346 para albergar una hermandad femenina católica laica: las beguinas, pero no contábamos con que en el mes de Noviembre en Ámsterdam anochece bastante temprano y si encima el día esta nublado, resulta que a las cinco de la tarde ya es de noche así que acordamos posponer nuestra visita para el día siguiente cuando hubiera luz y dedicarnos a pasear por la ciudad sin mas pretensión que empaparnos de su ambiente. Dicho y hecho, eso fue lo que hicimos, comenzamos por la popular calle Kalverstraat una de las principales arterias comerciales de la ciudad, llena de tiendas de todo tipo y con un ambientazo, también estuvimos en la plaza Spui y por todas las calles y canales aledaños que tantas veces volveríamos a ver en los siguientes días, el canal Singer lo recorrimos en varias direcciones y finalmente fuimos a ver la que denominan la casa más estrecha de Amsterdam en el numero 7, aunque es semejante en anchura a muchas otras de las que vimos. Entre medias nos metimos en un Burger King y nos cominos una hamburguesa para terminar de comer casi a las 6 de la tarde (vaya día loco).
Desde esta zona de la ciudad decidimos poner dirección al barrio rojo que gira en torno al canal Oudezijds Voorburgwal, donde se ubican la mayor parte de los archiconocidos escaparates donde las prostitutas ofrecen sus servicios, había muchos que estaban vacíos aunque la animación en el barrio era bastante destacable. Aparte de los escaparates también existen locales y teatros con espectáculos eróticos o porno, en fin todo un mundo dedicado al sexo, la verdad es que choca un poco en el centro de la ciudad un despliegue semejante.
Aprovechando que había anochecido pudimos comprobar en toda su amplitud la roja iluminación que cubre el barrio, y a colación de este último comentario me gustaría hacer mención a uno de los aspectos que de manera negativa más me ha llamado la atención de Amsterdam y es su pobre y descuidada iluminación, desde mi punto de vista la ciudad que peor ha resuelto este asunto de todas las que he visitado, es tan tenue que se asemeja a una iluminación lúgubre, la verdad me resulto sorprendente.
Una vez dimos una vuelta por el barrio y con los pies ya molidos después de un día agotador acordamos darnos un respiro y retirarnos al apartamento sobre las 21h. para descansar y estar frescos al día siguiente que realmente sería el primero completo en la ciudad.
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