Nosotros somos de León,
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Nada más aterrizar en Frankfurt recogimos la maleta y nos fuimos a buscar la oficina de alquiler de coches. Habíamos alquilado un Golf con Thrifty, si bien finalmente nos dan un Opel Astra nuevecito (164km) y muy bien equipado. A modo de anécdota, estuve un buen rato buscando el freno de mano, hasta que me di cuenta que era un botoncito... cosas de no renovar el coche desde hace 11 años...
Pusimos la dirección del hotel en Heidelberg y primer contacto con las autopistas alemanas y su no-límite de velocidad,
Llegamos al hotel elegido, el Holiday Inn Heidelberg City Centre y al llegar a recepción me quedo helado: me había equivocado con la fecha y había reservado para un mes más tarde...
Pasamos una sola noche a mediados de mayo. El hotel está muy céntrico, cerca de la ribera del río y paralelo a la calle principal de Heidelberg.
Las habitaciones son algo antiguas, si bien son correctas, grandes y bastante limpias. El hotel no tiene ascensor.
El desayuno es básico, pero abundante.
Tiene parking, si bien no está en el mismo edificio, sino en un garaje a unos 30 metros, con un coste de 10€ por noche.
Las chicas de recepción son amables.
Tras dejar las maletas y guardar el coche en el parking salimos a pasear por Heidelberg, con su larga calle principal, llegando hasta la Markt Platz, desde la que se contempla el castillo, y terminamos cenando en la cervecería Vetter, en la calle que desemboca en el puente viejo, sobre el río Neckar. Tras unos schnitzel, una ensalada y dos cervezas, nuevo paseo y a descansar.
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