MARTES 12 DE AGOSTO
Como ayer no pude ir (y sigue lloviendo) intento de nuevo ir a Austria. Ésta vez no me lo cuestiono: voy en tren.
Para ello me desplazo a primera hora a Ceske Budejovice, como ayer. El tren a Linz sale a las 10:15 y tarda en teoría un par de horas. Cuando he comprado el billete se me ha quedado cara de imbécil. Bueno, más bien, cuando me han dicho el precio (560 cz, 20 euros pasaditos). Jodé... acostumbrado a los precios de Rumanía, Hungría, Eslovaquia o Chequia, me cagoenlospreciosaustriacos.
Además, al de una hora de salir, justo pasada lo frontera austríaca me viene el revisor y me comenta que hay que hacer transbordo a un autobús que nos espera para llevarnos a la estación de trenes. Creo que hemos montado 7 u 8 personas sólamente.
Al menos el autobús ha llegado a la hora programada a Linz. Es decir, tenía 6 minutos para bajar, localizar la taquilla de billetes, comprar el billete de ida y vuelta a Mauthausen y localizar el andén... Pues lo he logrado.
Por supuesto, el precio del billete en consonancia con Austria: 25' de trayecto, 10€ (i/v).
Para ir a Mauthausen desde Linz se tiene que hacer (generalmente) transbordo en St. Valentin. De allí se va a la estación de Mauthausen Oö.
El campo de concentración está a unos 5 km. Hay un autobús urbano (360, sale de enfrente de la estación a XX:05) que te acerca a 2 kilómetros (la parada se llama Linzer Straße/Wasserwerk). Eso sí, hay que pagar 2€ por 7 minutos de autobús (creo que se nota bastante mi enojo). Como estaba lloviendo bastante, no me ha quedado opción.
No ha dejado de llover en las dos horas que he estado en el campo.
Por si a alguien le interesa, hay recorridos guiados, a parte de la audioguía, en varios idiomas a las siguientes horas:
La entrada cuesta 2€, un precio simbólico, si bien creo recordar que cuando estuve en auschwitz, en Stutoff, en Madjanec, en Sachsenhausen, en Nis... no pagué nada por entrar.
Al principio me ha defraudado porque me ha parecido todo demasiado profiláctico, impersonal, reconstruido, pulcro, como un plató de cine...
hasta que llegado a los sótanos de la enfermería, donde hay una exposición permanente sobre la historia del Campo de Concentración de Mauthausen.
Esto ya es otra cosa. A pesar de estar casi todo en alemán, la información escasa en inglés es suficiente. Pero sobre todo sobrecoge y emociona la zona denominada "Sala de los nombres". En sus paredes cuelgan pequeños memoriales privados que asociaciones o personas hacen a sus camaradas y familiares. Se te nubla la vista cuando ves la placa del hijo que a perdido a su padre y que ha visitado el campo con el nieto de éste. O esos nietos que se rebelan contra la injusticia y graban en la placa que él, su héroe, siempre estará en sus recuerdos con orgullo porque Saturnina, su abuela, así se lo ha transmitido cada día de sus vidas.
En la parte exterior hay múltiples memoriales, de orientación marcadamente política.
Todo concluye con la visita a las famosas escaleras de la muerte:
Para volver, el autobús pasa a XX:40. Como tenía los horarios apuntados y los austriacos son muy puntuales, sin problemas he estado en Linz de vuelta para las 16:15. Eso me daba un par de horas para dar un pequeñísimo vistazo a la ciudad.
Apenas he podido pasear por los alrededores de la plaza central de Linz.
Como se aprecia, no falta la columna mariana correspodiente
ç
En la plaza está la oficina de turismo, situada en el edificio del antiguo ayuntamiento. Bastante sobrio
Me ha dado tiempo justo a callejear un poco siguiendo, parcialmente la ruta propuesta por la Lonely Planet, así he pasado por una escondida Iglesia Parroquial (detrás del ayuntamiento), con un interior muy bonito
Especialmente los bancos que están en la sacristía
También me he encontrado con otro edificio muy chulo, el landhaus
Pero lo más impresionante que he visto en la ciudad ha sido, sin género de dudas, su catedral. Es de dimensiones mastodónticas
Y por el interior no lo es menos. Además es la iglesia más bonita que he visto en todo el viaje. Más allá de lo grande que es, lo que más me ha gustado han sido sus innumerables vidrieras, que necesitaría una visita guiada para poder comprenderlas. Son muy variadas y todas preciosas.
Como no había tiempo para más, toca comprar algo en el súper (no he comido en las últimas 12 horas) y esperar el transporte de regreso. Y es que no voy a volver ni en tren (salvo que me toque la primi) ni en bus. Como soy un chulo, me vuelvo en un servicio de Shuttle, sólo para mí, que por 400Cz (sí, el 50% menos que el tren) me va a llevar directamente a la puerta de mi hostel. Toma ya. Además el conductor, Jakob, es un checo que ha pasado 12 años en España y hemos estado hablando todo el trayecto (1'5 horas, en comparación con las 3 horas pasadas que he tardado en ir).
Como ayer no pude ir (y sigue lloviendo) intento de nuevo ir a Austria. Ésta vez no me lo cuestiono: voy en tren.
Para ello me desplazo a primera hora a Ceske Budejovice, como ayer. El tren a Linz sale a las 10:15 y tarda en teoría un par de horas. Cuando he comprado el billete se me ha quedado cara de imbécil. Bueno, más bien, cuando me han dicho el precio (560 cz, 20 euros pasaditos). Jodé... acostumbrado a los precios de Rumanía, Hungría, Eslovaquia o Chequia, me cagoenlospreciosaustriacos.
Además, al de una hora de salir, justo pasada lo frontera austríaca me viene el revisor y me comenta que hay que hacer transbordo a un autobús que nos espera para llevarnos a la estación de trenes. Creo que hemos montado 7 u 8 personas sólamente.
Al menos el autobús ha llegado a la hora programada a Linz. Es decir, tenía 6 minutos para bajar, localizar la taquilla de billetes, comprar el billete de ida y vuelta a Mauthausen y localizar el andén... Pues lo he logrado.
Por supuesto, el precio del billete en consonancia con Austria: 25' de trayecto, 10€ (i/v).
Para ir a Mauthausen desde Linz se tiene que hacer (generalmente) transbordo en St. Valentin. De allí se va a la estación de Mauthausen Oö.
El campo de concentración está a unos 5 km. Hay un autobús urbano (360, sale de enfrente de la estación a XX:05) que te acerca a 2 kilómetros (la parada se llama Linzer Straße/Wasserwerk). Eso sí, hay que pagar 2€ por 7 minutos de autobús (creo que se nota bastante mi enojo). Como estaba lloviendo bastante, no me ha quedado opción.
No ha dejado de llover en las dos horas que he estado en el campo.
Por si a alguien le interesa, hay recorridos guiados, a parte de la audioguía, en varios idiomas a las siguientes horas:
La entrada cuesta 2€, un precio simbólico, si bien creo recordar que cuando estuve en auschwitz, en Stutoff, en Madjanec, en Sachsenhausen, en Nis... no pagué nada por entrar.
Al principio me ha defraudado porque me ha parecido todo demasiado profiláctico, impersonal, reconstruido, pulcro, como un plató de cine...
hasta que llegado a los sótanos de la enfermería, donde hay una exposición permanente sobre la historia del Campo de Concentración de Mauthausen.
Esto ya es otra cosa. A pesar de estar casi todo en alemán, la información escasa en inglés es suficiente. Pero sobre todo sobrecoge y emociona la zona denominada "Sala de los nombres". En sus paredes cuelgan pequeños memoriales privados que asociaciones o personas hacen a sus camaradas y familiares. Se te nubla la vista cuando ves la placa del hijo que a perdido a su padre y que ha visitado el campo con el nieto de éste. O esos nietos que se rebelan contra la injusticia y graban en la placa que él, su héroe, siempre estará en sus recuerdos con orgullo porque Saturnina, su abuela, así se lo ha transmitido cada día de sus vidas.
En la parte exterior hay múltiples memoriales, de orientación marcadamente política.
Todo concluye con la visita a las famosas escaleras de la muerte:
Para volver, el autobús pasa a XX:40. Como tenía los horarios apuntados y los austriacos son muy puntuales, sin problemas he estado en Linz de vuelta para las 16:15. Eso me daba un par de horas para dar un pequeñísimo vistazo a la ciudad.
Apenas he podido pasear por los alrededores de la plaza central de Linz.
Como se aprecia, no falta la columna mariana correspodiente
ç
En la plaza está la oficina de turismo, situada en el edificio del antiguo ayuntamiento. Bastante sobrio
Me ha dado tiempo justo a callejear un poco siguiendo, parcialmente la ruta propuesta por la Lonely Planet, así he pasado por una escondida Iglesia Parroquial (detrás del ayuntamiento), con un interior muy bonito
Especialmente los bancos que están en la sacristía
También me he encontrado con otro edificio muy chulo, el landhaus
Pero lo más impresionante que he visto en la ciudad ha sido, sin género de dudas, su catedral. Es de dimensiones mastodónticas
Y por el interior no lo es menos. Además es la iglesia más bonita que he visto en todo el viaje. Más allá de lo grande que es, lo que más me ha gustado han sido sus innumerables vidrieras, que necesitaría una visita guiada para poder comprenderlas. Son muy variadas y todas preciosas.
Como no había tiempo para más, toca comprar algo en el súper (no he comido en las últimas 12 horas) y esperar el transporte de regreso. Y es que no voy a volver ni en tren (salvo que me toque la primi) ni en bus. Como soy un chulo, me vuelvo en un servicio de Shuttle, sólo para mí, que por 400Cz (sí, el 50% menos que el tren) me va a llevar directamente a la puerta de mi hostel. Toma ya. Además el conductor, Jakob, es un checo que ha pasado 12 años en España y hemos estado hablando todo el trayecto (1'5 horas, en comparación con las 3 horas pasadas que he tardado en ir).