DIA 8 – Hoy vamos al valle de Lauterbrunnen, también llueve, pero si los paisajes son tan bonitos nublado y lloviendo, no me imagino en un día soleado!
Dejamos el coche en el pueblo, en un parking que hay cerca de la típica foto de la cascada sobre la casa y vamos andando hasta las cascadas de Trummelbach, fue una buena caminata pero muy agradable, con nuestros chubasqueros vamos equipados jejeje. La niña en su carro que me doy cuenta que por 40 eurillos que me costó es la caña, aguanta todo terreno. Por el camino vemos alguna granja, caballos, el rescate de una vaca en helicóptero...
Las cascadas espectaculares, nosotros subimos en el ascensor que va por dentro de la tierra, y ya arriba fuimos descendiendo, las vistas son muy muy bonitas y las cascadas espectaculares.
Apto para niños, la mía aguantó fenomenal.
Por la tarde de tranquis nos quedamos en Interlaken y subimos a ver los carneros, siento deciros que no me acuerdo de cómo se llamaba el sitio, creo que estaba cerca de la base del monte Harder Kulm, no nos merece la pena subir al mirador porque nublado no vemos las grandes montañas...
DIA 9 – Qué bonito levantar la persiana en julio y ver que un día más LLUEVE.
Hoy visitamos Oeschinensee. Nos dirgimos a Kandersteg, aparcamos el coche donde el teleférico que te sube a Oeschinensee, se puede subir andando, son unas dos horas, pero nosotros subimos en teleférico que el viaje es muy bonito. Una vez arriba esperamos a que amaine la lluvia, vamos al restaurante y me pido en la terraza un “hot chocolate”, hace frío: unos 13 grados con lluvia, me traen un vaso de leche con nesquik, ¿¿dónde está el chocolate suizo?? por lo menos está calentito... las vistas del lago son espectaculares incluso con mal tiempo, imagino como es en un día soleado.
Excursión totalmente recomendaba, se tarda unos 20 minutillos andando desde la estación del teleférico y por el camino encontramos una granja, mi hija se entretuvo un buen rato con las cabras.
Después de un largo rato contemplando el paisaje, las cascadas, el lago, las cabras... bajamos para comer, la tarde la pasamos en Interlaken, es el último día, hacemos unas compras, nos colamos en el McDonalds para que la niña juegue en el parque infantil y cenamos en nuestro querido Café de París.