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Hoy el día se ha levantado nublado, hemos recogido el campamento y nos hemos ido a Obernai.
Obernai
Pueblo muy bonito típico alsaciano, con las casas llenas de flores. Hay muchas tiendas con objetos de decoración preciosas.
También tiene muchas pastelerías para comprar pasteles y terrazas para tomar algo.
Obernai es un importante núcleo turístico, cuya historia está vinculada a la cercana abadía de Sainte Odile.
La ciudad, de unos diez mil habitantes, conserva buena parte de sus casas tradicionales, en un casco urbano de calles con sabor alsaciano. La población se sitúa al piedemonte, en el inicio de la llanura, cerca de un amplio territorio de cultivos de viñedo.
La zona más atractiva de Obernai es la plaza del Mercado, de bellas edificaciones tradicionales cargadas de belleza y dignidad. En medio de ella está la estatua de Santa Odile.
Entre los monumentos recomendables está el ayuntamiento, con elementos del XIV al XIX; la torre de la Chapelle, originaria del XIII; el antiguo mercado de trigos, donde estuvieron las carnicerías municipales, que data del XVI, y el airoso pozo renacentista del XVI.
Otros elementos de valor son los restos de las murallas, aún notables, que constituyen una excelente ruda de paseo, circular y umbrosa, en torno al viejo casco urbano.
La iglesia de San Pedro y San Pablo, notable por su dimensión, es básicamente del XIX, con un altar gótico del Santo Sepulcro y vidrieras del XV.
El día sigue nublado pero hace 26º de temperatura.
Rosheim
Es antigua tierra de viñedos, en la que se aprecian aún vestigios de sus viejas murallas y algunos antiguos edificios, como la Maison Païenne, del siglo XII.
Sobresale en el lugar la iglesia de San Pedro y San Pablo, del siglo XII, con influencias lombardas, con un campanario octogonal. La iglesia ha sufrido una reciente restauración.
Al sur del lugar están las ruinosas paredes del castillo de Landsberg. Es esta tierra más accidentadas en la que se ven otros vestigios de castillos sobre los promontorios montañosos.
Es un pueblo pequeñito, que se ve rápido, pero muy bonito.
Nos hemos comido para almorzar un pastel de merengue y un hojaldre de mermelada ¡delicioso!.
Strasbourg
Su centro histórico está declarado Patrimonio Unesco de la Humanidad desde 1988 y su actividad turística es muy intensa.
La Grande Île, el centro histórico de Estrasburgo, es una isla en el río Ill. La denominación francesa puede traducirse, literalmente, como Gran Isla. Fue nombrada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1988.
Aquí se encuentra la catedral de Estrasburgo, por la que la ciudad es conocida principalmente, realizada en piedra arenisca y que ostenta un famoso reloj astronómico. Se trata de la cuarta iglesia del mundo en altura y un ornamentado ejemplo de la arquitectura gótica del siglo XV.
Es renombrado su paisaje urbano de edificios con madera en blanco y negro típicamente renanos, particularmente en el distrito de la Petite-France a lo largo del Ill y en las calles y plazas alrededor de la catedral, donde destaca la célebre Maison Kammerzell.
Distinguidas calles medievales son Rue Mercière, Rue des Dentelles, Rue du Bain aux Plantes, Rue des Juifs, Rue des Frères, Rue des Tonneliers, Rue du Maroquin, Rue des Charpentiers, Rue des Serruriers, Grand' Rue, Quai des Bateliers, Quai Saint-Nicolas y Quai Saint-Thomas. Plazas medievales significativas son, por su parte, la Place de la Cathédrale, Place du Marché Gayot, Place Saint-Etienne, Place du Marché aux Cochons de Lait y Place Benjamin Zix.
Entre los numerosos edificios medievales seculares destaca la monumental Ancienne Douane (Aduana antigua).
La plaza más grande en el centro de la ciudad de Estrasburgo es la Place Kléber. Ubicada en el corazón de la zona comercial de la ciudad, recibió su nombre del general Jean-Baptiste Kléber, nacido en Estrasburgo en 1753 y asesinado en 1800 en El Cairo. En la plaza hay una estatua de Kléber, debajo de la cual hay una cripta con sus restos. En el lado septentrional de la plaza está el Aubette construido por Jacques François Blondel, arquitecto del rey, en 1765-1772.
En los edificios no se admiten animales. Hacia las tres se ha nublado y ha bajado la temperatura. Aquí es donde más turismo estamos encontrando hasta ahora.
Impresionante la catedral y su interior. Tiene un reloj astronómico y las vidrieras son preciosas.
La pequeña Francia es el barrio más antiguo de la ciudad, con las casas típicas alsacianas. Hay barcos que te llevan a lo largo del río y trenecitos turísiticos.
Hay un puente muy bonito que gira para dejar paso a los peatones. Se encuentra mucha arquitectura neoclásica, con grandes edificios y grandes avenidas.
Dado que el agua que recorren los canales del pueblo se utiliza en la zona de la pequeña Francia para mover unos molinos, se genera un salto de agua. Para salvar la diferencia de altura existen unas esclusas que utilizan los barcos de turistas.
A la salida nos encontramos con retención por obras en la carretera.
Por la tarde nos ha llovido un poco.
Barr
El pueblo tiene rincones bonitos pero después de los que hemos visto no merece la pena entrar de propio.
Una fina lluvia nos acompaña toda la visita.
Hemos llegado al camping Ville de Selestat. Es un camping chiquitín, con tres aseos para mujeres, siendo la calidad un poco inferior que los de ayer.
Aprovechamos a descansar un poco, porque estamos un poco cansados del día. Vamos a dormir como bebés.
Mientras estamos cenando empieza a llover con ganas. Acabamos con todo chipiado, está claro que el toldo sólo nos sirve para el sol.
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