DÍA 2: LAGO DI COMO ✏️ Diarios de Viajes de Italia

Nos levantamos ese día pronto porque ¡Como y su Lago nos esperaba! Después de haberlo mirado mucho decidimos coger el metro en Centrale para ir a la estación de Cadorna y coger allí el tren. La elección fue porque en esta estación se coge un tren que deja en Como Nord, esto es al lado justo del Lago, y como íbamos a ir más justo con la hora del barco no queríamos perdernos por la ciudad. Llegamos demasiado pronto, por lo que cogimos el tren que salía a las 8:40 de la mañana. Llegamos a Como justo una hora después a las 9:43 y el precio del tren son 4.80€. Para llegar al embarcadero hay que seguir recto de donde te deja el tren y bordear el Lago yendo hacia la izquierda. Llegamos justo para coger el barco de las 10 y ¡listos para la travesía! Es de ensueño todo el viaje, habíamos decidido ir hasta Bellagio, cuyo trayecto dura dos horas aproximadamente así que pudimos ver toda esa parte del lago tranquilamente.

Hace muchas paradas entre medias y puedes ir tanto en cubierta como dentro. Era abril y hacía bastante frio en la cubierta por lo que éramos pocos los que íbamos fuera (eso sí con mi abrigo mis botas y mis guantes alegrándome de habérmelos traído). Una vez llegamos a Bellagio, nos dispusimos a recorrerla. Es un pueblo que me sorprendió porque es muy pequeño y aunque tiene su encanto me esperaba otra cosa.

Pero bueno las vistas desde allí del Lago eran espectaculares. Comimos en un restaurante en una de las callecitas que subía a la Catedral.
Decidimos volver a Como en un barco rápido que tardaba un poco menos de una hora y mientras esperábamos, nos comimos un helado en una de las heladerías que hay cerca del puerto que tienen unos Gelatos Italianos sensacionales y nada caros, no como el resto del pueblo que se nota que como todo lo que rodea la región es muy caro y de mucho lujo.
Una vez en Como vimos la catedral que recuerda mucho a las catedrales de la Toscana y fuimos andando hasta la Estación Central de Como dando un paseo para que nos dejará justo en Milano Centrale. Se encuentra fácil porque es prácticamente línea recta.

Muertos como estábamos, decidimos ir más seguro así que vimos criticas de un restaurante en Via Plinio (a unos 15 minutos andando de la estación) llamado Portobello. Sin duda, el mejor restaurante de comida italiana que he comido en mucho tiempo, pizzas caseras espectaculares alejado de todo el turismo y muy bien de precio por 41,80€ cenamos tres personas.