Día 21: 28 de agosto
Como ayer habíamos visto una parte de la ciudad de noche, hoy nos tocaba verla de día. Lo primero que hicimos fue bajar hasta el río Savannah, que desemboca aquí. De camino pasamos por el City Hall.
Allí vimos un típico barco a vapor y una espectacular tienda de dulces, River Street Sweets.
Después tocaba ir a visitar las mansiones estilo sureñas, muchas de ellas anteriores a la Guerra de la Secesión. Las más bonitas se encuentran en los alrededores de Gaston St. Son espectaculares y muy lujosas, con jardines muy cuidados y sin un ruido.
Para terminar la visita nos acercamos al Forsyth Park, donde se encuentra una de las más famosas fuentes de la ciudad. Aunque, como casi siempre en Savannah, lo que más nos gustó fueron los árboles llenos de musgo colgante.
Después fuimos a la oficina de turismo a preguntar qué era mejor visitar si la zona de Brunswick o Tybee Island, la isla que se forma en la desembocadura del río Savannah. Nos dijeron que en la isla lo único que había que ver eran playas, que mejor fuésemos a Brunswick.
De camino vi en una valla publicitaria de la carretera una foto de una playa que habíamos visto una vez en un ranking de estos que salen muchas veces en la prensa de las diez playas más raras del mundo. La verdad es que fue una casualidad, tanto que Rafa no me creía y no me extraña, porque paramos en a echar gasolina y ni en la gasolinera, ni en las tienda de al lado, nadie sabía nada de la playa, así que llegamos hasta Brunswick y preguntamos en la oficina de turismo y sí, nos dijeron que la playa estaba en Jekyll Island, una de las Golden Island, y que su nombre es Driftwood Beach. Es simplemente impresionante.
De camino vi en una valla publicitaria de la carretera una foto de una playa que habíamos visto una vez en un ranking de estos que salen muchas veces en la prensa de las diez playas más raras del mundo. La verdad es que fue una casualidad, tanto que Rafa no me creía y no me extraña, porque paramos en a echar gasolina y ni en la gasolinera, ni en las tienda de al lado, nadie sabía nada de la playa, así que llegamos hasta Brunswick y preguntamos en la oficina de turismo y sí, nos dijeron que la playa estaba en Jekyll Island, una de las Golden Island, y que su nombre es Driftwood Beach. Es simplemente impresionante.
Esto se debe a que el aire erosiona esa parte de la costa, por lo que la playa va ganando sitio y el mar acaba llegando a los árboles que se mueren y caen. La playa está orientada al este, así que el amanecer es espectacular, aunque se ve así sólo con marea baja, así que hay que consultar cómo está el mar.
Esta playa se encuentra al norte de la isla, pero hacia el sur hay otra playa impresionante, aunque no tenga árboles caídos: Golden Beach, a la que se accede a través de una pasarela de madera.
Aquí sí nos dimos un baño y el agua seguía estando muy caliente y llenísima de arena. Preguntamos si es que pasaba algo especial (habíamos visto en la tele desde el día anterior que había un huracán, Cristóbal se llamaba la criatura, formándose un poco más al sur y pensábamos que tal vez pudiera ser eso) pero nos dijeron que no, que siempre estaba así. La causa son las grandes corrientes de la zona, que hacen que, aunque no se vea ni una ola, casi todas las playas de la zona tengan siempre bandera roja. En cualquier caso hace poco atractivo el baño. Así que cargaditos de arena nos fuimos a dar una ducha y de nuevo al coche, para llegar hasta Jacksonville, que era donde teníamos previsto pasar la noche.
Llegamos más o menos a las seis y media y fuimos a cenar a un sitio llamado European Street Café, nada espectacular pero que no estaba mal.
JEKYLL ISLAND: http://www.jekyllisland.com/
ALOJAMIENTO JACKSONVILLE:
Days Inn:
http://www.daysinn.com/hotels/florida/jacksonville/days-inn-jacksonville-south/hotel-overview